[Recomendaciones fotográficas] Obituarios, premios y fotógrafos japoneses

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en Carlos en plata. Primeras pruebas de mi nuevo objetivo Brightin Star Xslim Pro-M 28 mm f2.8 MC, usado con adaptador sobre cámara digital Canon EOS RP.

Llevaba mucho tiempo sin escribir una entrada con recomendaciones fotográficas. Alguna en los últimos meses con algún libro de fotografía, o con exposiciones, si no recuerdo mal. Pero de las recomendaciones de artículo encontrados por la red de redes, poco o casi nada. Porque no tengo mucho tiempo para buscar o revisar, porque ya hace tiempo que este modelo de entrada lo tengo un poco en crisis. Pero bueno, he ido incluyendo en marcadores algunas cosas en las últimas semanas, desde las vacaciones de octubre, y las voy a comentar. Algunas de ellas no todas.

Una de las más recientes ha sido los numerosos obituarios por el fallecimiento del fotógrafo británico Martin Parr (1952 – 2025) (instagram). Estoy familiarizado con la obra de Parr desde hace bastante tiempo. Tanto, que me sorprende comprobar que ha fallecido con sólo 73 años de edad, lo cual es ser joven en estos tiempos, al menos como fecha de fallecimiento en los países más desarrollados. Siempre he tenido la impresión de que era un tipo majo, con buen humor… aunque vete a saber. Pero era la imagen que transmitía. Eso sí, me costó entrar en el tipo de fotografía que practicó. Fotógrafo documentalista, especialmente documentando al género humano y sus comportamientos, son muy célebres sus trabajos sobre el mundo del turismo y del ocio vacacional, su acercamiento formal al tema me resultó al principio un poco crudo. Esa fotografía directa, con el flash resaltando al sujeto principal de la imagen, con colores vivos, saturados, llamativos… no era inicialmente de mi gusto. Pero conforme uno se va adentrando en el mundo de la fotografía y en la cultura fotográfica, empieza a comprender que no se trata de que la cosa sea bonita. El arte hace tiempo que dejó ser el oficio de hacer obras bellas, para pasar a ser el oficio de hacer obras significativas. El arte ya no es algo para decorar hogares pudientes, edificios públicos, religiosos o políticos y este tipo de cosas, como fue durante la mayor parte de la historia. Hoy en día trata de reflejar ideas, conceptos, realidades, que no siempre son maravillosas o bellas. No creo que Parr quisiera cebarse especialmente en sus sujetos, aunque a veces pudieran parecer grotescos. Simplemente, transmitir realidades objetivas, y mostrarnos a nosotros mismos tal y como somos, no como nos imaginamos a nosotros mismos. Y con su puntito de humor, que siempre viene bien.

En otro orden de cosas, nos informaron en su momento, allá por la mitad del mes de octubre, de la concesión del Premio Nacional de Fotografía 2025 a la fotógrafa canaria Carmela García, de la que yo creo que había visto obras en algún momento, pero sin estar especialmente familiarizado con su obra. Alejada de lo puramente documental, prefiere crear escenarios y situaciones, teniendo, como ella misma dice, los temas relacionados con la cuestiones de género o con el mundo queer como prinicipales en sus reflexiones y en sus desarrollos conceptuales. No sólo hace obra propia, también interviene sobra obras preexistentes, o incluso anónimas. Poco más acierto a decir, pues ya digo que no estoy familiarizado con su obra. Por lo que tampoco quiero meter la para con alguna impresión superficial sobre lo poco que he visto, seleccionado por los medios que dieron la noticia, y que pueden no ser representantivo del conjunto de la obra.

Un par de recomendaciones relacionadas con la fotografía japonesa. La primera apareció en su momento en Another Magazine, sobre el fotógrafo Takashi Homma. Homma se dedica en gran medida al trabajo publicitario, donde se inició y se hizo un nombre, que le ha permitido realizar una obra más personal, en la que ha vuelto su mirada fotográfica a temas tan aparentemente distintos como los suburbios de la gran ciudad, miradas alternativas de las grandes metrópolis, o al retrato de las gentes de su país en las dos primeras décadas del siglo XXI. Estos retrato, directos y naturalistas, pero nada agresivos, es lo que más me ha llamado la atención. Y nos dicen que ahora trabaja en uno de los principales problemas de su país, el extremo envejecimiento de su población y la baja natalidad.

Mucho más recientemente, Tomasz Trzebiatowski, creador de FRAMES Magazine, ha comenzado a crear una serie de vídeos, NOTES ON SEEING, el primero de los cuales está dedicado al colorido fotógrafo japones Yasuhiro Ogawa (instagram). La visión de Ogawa es muy expresionista, con fuertes contrastes, colores dominante intensos, saturados, escenas que implican cierto misterio, una información incompleta del lugar en el que nos encontramos o lo que puede estar sucediento. Os dejo puesto el vídeo por si lo queréis ver. Prefiero su obra en color a su obra en blanco y negro. Siempre he ido a la contra de la opinión mayoritaria en estas cuestiones.

Y de momento, nada más. A ver como sigue esta sección antaño semanal de mi Cuaderno de ruta, actualmente esporádica.

[Recomendaciones fotográficas] Fotógrafos italianos y algunos otros que me han llamado la atención

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en Fotos en serie. Ola de calor. Temperaturas que rondan, y a veces sobrepasan, los 40 ºC. Antaño eventos puntuales a lo largo del verano, actualmente cada vez más frecuentes. Las altas presiones y la llegada del aire caliente de África dejan polvo en suspensión en la atmósfera. Y a las 9:30 de la mañana, el tono de la luz es mucho más cálido de lo habitual. Parece el tono de la hora dorada inmediatamente después de la salida del sol o inmediatamente antes de su puesta.

Esta semana pasada he estado con bastante trabajo, que me ha dejado cansado. No físicamente, pero si mentalmente. Por la tarde, cuando quedo libre de mis obligaciones profesionales, y más con el calor del verano, no tengo muchas ganas de hacer cosas. Me siento pasivo. Pero aun así, de los Substacks que me llegan por correo electrónico recojo algunas entradas sobre fotógrafos que me apetece recomendar. Los de hoy proceden de Photosnack y de Flakphoto. Yo mantengo dos líneas de publicación en Substack; Carlos en plata, en la que hablo de mis propias experiencias fotográficas, y Fotos en serie, cortas series de fotografías relacionadas, las más de las veces de mis viajes, pero no necesariamente, que luego enlazo en estas páginas. Como las de hoy que son fotografías que he realizado esta misma mañana, en la que he salido a caminar un rato antes de que el calor haga desagradable permanecer en el exterior haciendo ejercicio.

En primer lugar, he de hablar de Gianni Berengo Gardin (1930 – 2025) que falleció hace unos días, en los primeros de este mes de agosto en la ciudad de Génova. El fotógrafo italiano nació no lejos de la capital ligur, en Santa Margherita Ligure… podría haber seleccionado algunas fotografías de esa población costera del mar de Liguria para ilustrar la entrada. Si la memoria no me falla, aunque tengo recursos de las fotografías de Gardin desde hace por lo menos 30 años, fue en 2006 en Milán cuando conocí más a fondo la obra de este fotógrafo documentalista, en una exposición dedicada a su obra.Es de estos fotógrafos de los que se dice «es el Cartier-Bresson italiano» y lugares comunes similares. Porque tienen personalidad propia, visión propia y un trabajo original. ¿Por qué no decir que Cartier-Bresson fue el Gardin francés o alguna chorrada por el estilo? Lo importante es que fue un fotógrafo dedicado a su profesión, con una impresionante ética personal y laboral, que nos ha dejado un legado de cientos de miles de fotografías, que pueden sobrepasar el millón, y que es una fuente fundamental para entender visualmente como fue el siglo XX, especialmente en Italia y el conjunto de Europa. Una selección de su trabajo en Peter Fetterman Gallery.

Otro fotógrafo italiano que también me ha llamado la atención desde hace 25 años por lo menos… probablemente más, porque ya mis referencias temporales se van volviendo difusas. Franco Fontana, puro color, intenso. El que daban las diapositivas de antaño y la impresión sobre cibachrome/ilfochrome. Geometrías paisajísticas llenas de contraste cromático. Durante los años 90 era visitante frecuente de las revistas de fotografía, una década en las que había muchas, que poco a poco desaparecieron, porque se las comió el monstruo internet. Y con ello se perdió profundidad en la forma en la que conocías y llegabas a apreciar al artista. En el palacio de la Aljafería de Zaragoza hubo hace ya… no sé ¿quince años? ¿veinte años?… lo he encontrado, menos, en 2013, una exposición con algunas de sus obras, quizá de las menos conocidas pero interesantes aun así.

Philippe Halsman fue un fotógrafo divertido y optimista. O así lo hacían parecer sus dinámicas fotografías en las que la persona retratada, un famoso por algún motivo en general justificado, no como hoy en día que hay gente famosa sin que, yo al menos, sepamos por qué. Aquellos saltos intentaban reflejar la personalidad del retratado. En sus jumpologies, el retratado, preocupado por el salto, no puede impostar una expresión, un rostro, que enmascare quien realmente es. Esa es la teoría. Pero lo mejor es que miréis los retratos para ver qué descubrís del saltador de turno. No puedo olvidar tampoco de un retrato que hizo de Elizabeth Taylor, sin saltar, en color, con los típicos tonos de la Kodachrome, en el que siempre me ha parecido que es, fue, será la mujer más hermosa del mundo. En algunos de sus retratos, con o sin saltos, abrazó las influencias del surrealismo. Y uno de ellos, el más representativo de esta tendencia, el que hizo de Salvador Dalí, es el que me ha llevado a recordar a Halsman en estas páginas. Aunque dudo que Dalí no estuviese también actuando, a pesar del salto. No creo que Dalí se presentase ante el mundo de forma natural… nunca. Un genio como artista… ¿un imbecil como persona?

Termino con una nota breve sobre el fotógrafo Cyrus Mahboubian. Siempre he sentido la frustración de mi incapacidad para haber trabajado con la película instantánea en su época dorada. No las Polaroid o la Instax actuales. No. Más bien aquellas Polaroid y Fujifilm peel-apart, que daban una calidad exquisita en 9 x 12 cm, color o blanco y negro. Ahora… se hace lo que se puede con lo que hay, y siempre ha sido un medio que se ma ha atragantado. Pero el trabajo que realiza este fotógrafo con material que ha estas alturas debe estar caducado, pues hace años que dejó de fabricarse, me parece notable. Envidia cochina la que me da…

[Recomendaciones fotográficas] Con rapidez, intento publicar unas recomendaciones este domingo

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en Fotos en serie. Estos días estoy de pruebas con una Fujifilm X100VI, una de las cámaras más populares del mercado. ¿Estará a la altura de las expectativas? En unos días os lo cuento. Aquí, comprobando sus capacidades para la fotografía de aproximación.

Hoy quería dejar escrita una entrada con recomendaciones fotográficas recogidas en las últimas dos semanas, pero ando con muy poquito tiempo. De todas formas, aunque sea de forma telegráfica, lo voy a intentar. Si estás leyendo esto, es que lo he conseguido.

Por algún motivo, en Historia del arte con Kenza, un blog y podcast sobre arte que sigo de forma irregular, pero fiel, desde hace unos años, consideran a Marc Riboud un pionero de la fotografía. Yo no lo consideraría así. Es un fotógrafo de reportaje muy interesante, que ha estado presente en muchos lugares donde pasaban cosas durante el siglo XX. Pionero, tal vez no, pero uno de los que sentaron las bases de una forma de hacer fotografía que, al mismo tiempo, nos contaba historias y nos acercaba a otros seres humanos, sí. Hay fotografías muy famosas, que conocerás, que no sabes que las hizo Riboud.

En Youtube me recomendaron hace unos días un vídeo de Toshiki Yukawa en el que nos introduce y nos convence de las bondades del fotógrafo japonés Ihei Kimura, uno de los más prestigiosos del País del Sol Naciente, Muy activo entre los años 20 su fallecimiento en los años 70, es otro de esos fotoperiodistas que pusieron las bases para generar una cultura visual del mundo y de los acontecimientos. Uno de los premios más prestigiosos que se conceden en Japón a fotógrafos lleva su nombre.

En Aperture, hace unos días, nos hablaban de un libro de Richard Misrach, Cargo, una reflexión fotográfica sobre el comercio global, y su impacto en la navegación y en el paisaje. Misrach ha basado su obra en el paisaje como lugar de reflexión sobre la presencia y los actos humanos. Y un libro de la interesante serie y pedagógica serie The Photographic Workshop está dedicada a su obra. Un libro muy recomendable, que quizá no sea fácil de conseguir hoy en día. Yo lo tengo.

Terminaré con otro fotógrafo japonés, Yosuke Morimoto, y su serie Yoyogi Park, Shibuya-ku, Tokyo (Parque Yoyogi, distrito de Shibuya, Tokio). El parque Yoyogi se encuentra cerca de Shibuya y Harajuku, zonas de Tokio muy visitadas por los turistas, adyacente al Santuario Meiji, otro de los lugares más visitados por turistas y locales en Japón. La serie es un intento de superar el duelo por la ruptura con su novia, que le costó superar. Para ello, en la zona del Parque Yoyogi y alrededores comenzó a pedirles a jóvenes con un parecido al de su novia para que posasen en un retrato sencillo. Al mismo tiempo, tomaba imágenes de los alrededores. Más de 1000 mujeres se han prestado a lo largo de los años, en este ejercicio en el que trata de superar el duelo con la fotografía. Los dípticos de paisaje urbano y retratos me han parecido muy interesantes. Lo hemos visto en Lenscratch.

[Recomendaciones fotográficas] Medicina preventiva en fotos y otras cosas

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en Fotos en serie. Fotografías realizadas con la pequeña Panasonic Lumix G100 en un corto desplazamiento exploratorio a Tardienta, población de la provincia de Huesca en las líneas ferroviarias convencionales a Canfranc y Lérida desde Zaragoza, y de alta velocidad a Huesca.

No suelo hablar de mi vida privada en estas páginas. Bueno, dependiendo lo que entendamos por «vida privada». Sí que hablo, es lo fundamental, de lo que hago en mi tiempo libre, que no deja de ser parte de mi vida privada. Pero no suelo mencionar asuntos familiares, o de trabajo, u otros más personales. A pesar de que publico en diversas redes sociales en internet, fundamentalmente sobre fotografía y, aquí, otras aficiones, soy relativamente celoso de salvaguardar mis asuntos del escrutinio público. Pero hoy comentaré un poquito de mi profesión, porque tiene que ver con algunas de las recomendaciones fotográficas que traigo hoy a estas páginas.

Soy médico. Y estoy especializado en Medicina Preventiva y Salud Pública, como la inmensa mayoría de los médicos especialistas españoles, a través del sistema MIR (médicos internos y residentes), aunque ahora parece que les llaman «facultativos especialistas en formación» o algo así. Da igual. La inmensa mayoría de profesionales y usuarios de la sanidad les llaman «mires». El nombre de la especialidad es un poquito engañoso. Y tiene su origen en las necesidades de los hospitales públicos de crear servicios bien formados de medicina preventiva o epidemiología hospitalaria en los mismos. Pero el programa de formación se amplió y desde hace ya unas décadas debería llamarse algo así como «Salud Pública y Administración Sanitaria». No obstante, la medicina preventiva, que es parte de esa gran área del conocimiento médico, y de otras profesiones sanitarias, que llamamos Salud Pública. Yo trabajé siete años en ese área, y concretamente en programas de salud de medicina preventiva, hasta que me pasé a tareas de administración sanitaria, fundamentalmente planificación sanitaria, gestión de centros sanitarios, calidad en los servicios sanitarios y derechos y garantías de los pacientes y otros usuarios de los centros sanitarios. Pero la salud pública siempre tendrá un huequito en mi corazón profesional, aunque hace años que desistí de volver a esa área de trabajo. Más que nada porque no me gusta nada como funcionan las estructuras de salud pública en mi entorno.

Me gustaba trabajar en los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad… o mejor dicho me hubiera gustado, si no fuese por los deficientes liderazgo y organización que los asolaban, en mi humilde opinión. Y además… pagaban muy mal. Que todo importa. Pero por ese gustarme estos programas, me llamaron la atención una serie de artículos de la agencia Magnum Photos sobre estos temas. Fundamentalmente relacionados con programas de vacunación, pero también algún otro. Así, por ejemplo, nos presentan el trabajo de…

  • Newsha Tavakolian, fotógrafa iraní, que lo tiene crudo para trabajar en su país, pero puede hacerlo fuera de él, aunque sigue trabajando en Teherán. Su trabajo documenta de alguna forma los resultados de la introducción de calendarios de vacunación en Costa de Marfil, en eso que se ha dado en llamar la generación Z, que hoy en día están en su veintitantos años. Más allá de reflexionar sobre el éxito de estos programas, reflexiona con sus fotografías sobre el impacto de estos jóvenes en la sociedad y en las comunidades en las que desarrollan sus trabajos actuales.
  • Jérôme Sessini, fotógrafo francés, que realizó su trabajo en una de las regiones de Nigeria, donde una alianza de organizaciones supranacionales y locales está proporcionando un millón de dosis de vacuna contra el paludismo (o malaria, que también se llama) en niños de cinco meses de edad. Teniendo en cuenta la elevada morbilidad y mortalidad de esta enfermedad, el éxito de estos programas sería un avance importantísimo en la mejora de la salud de las comunidades de países pobres.
  • Salih Basheer, fotógrafo sudanés, radicado entre Nairobi, Kenia, y Tampere, Finlandia, viajó a algunas de las provincias de su país de origen, Sudán, para documentar el trabajo de los profesionales sanitarios que suministran vacunas básicas de los calendarios de vacunación infantil, como la polio y el sarampión. La zona en la que trabajó está siendo golpeada constantemente por conflictos bélicos. Y a la ya depauperada población local hay que sumar los desplazados por la violencia.
  • Nanna Heitmann, fotógrafa danesa, viajó a Nepal en compañía de Uma Bista, un fotógrafo local, con el fin de documentar los esfuerzos para vacunar a las niñas de entre 10 y 14 años con la vacuna contra el virus del papiloma humano, virus de transmisión sexual que es responsable de la mayoría de los cánceres de cérvix uterino. Una enfermedad que sigue apareciendo incluso entre poblaciones desarrolladas, pero que tendría que poder situarse en incidencia mínima tanto por los programas de prevención primaria, vacunaciones, como de prevención secundaria, detección precoz de lesiones precancerosas.

Y ahora vamos a terminar con un par de recomendaciones no relacionadas con lo anterior. En primer lugar, a través de PhotoBook Journal, recordando a uno de los fotógrafos de moda más destacados de la historia de la fotografía, Erwin Blumenfeld, alemán naturalizado estadounidense, y que a mí me gusta bastante por su modernidad a la hora de lanzarse a semiabstracciones, al uso del color y a los juegos de formas, colores y grafismo. Su trabajo más destacado, procede de los años 40 y 50 del siglo XX aunque ya estaba activo en los años 20, y con trabajos muy interesantes en los años 30, muy influenciado por las vanguardias, como el dadaismo y el surrealismo. Predijo con sus fotografías el alza de Hitler y los fascismos… pero como a tantos que lo hicieron, no le hicieron caso. Falleció en 1969 con 72 años, pero había abandonado ya la fotografía hacia finales de los años 50. Muy pronto. Era de origen judío, pero no profesaba religión alguno, y era, claramente, un libre pensador.

No recuerdo dónde me recomendaron la obra de Katrin Koenning (Instagram). Guardé el enlace a su página web, pero no el enlace de la página que hablaba de ella. Realiza una obra entre el paisaje, retrato ambiental y lo conceptual que me ha llamado la atención. Es de origen alemán, de la cuenca del Ruhr, pero vive y trabaja en Australia. Incluso cuando no aparece el ser humano en sus fotografías, estas van de las relaciones entre personas, de la relación de la persona con el entorno, o del impacto del ser humano en el entorno.

[Recomendaciones fotográficas] Un clásico, los paisajes de Burtinsky y otras cosas

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en Carlos en plata. Fotografías en el entorno de la estación de Alagón y la antigua azucarera con la pequeña Panasonic Lumix G100.

Se me pasan mucho fines de semana, especialmente los domingos, sin que me de la vida para recomendaros fotógrafos y fotografías de las que encuentro por internet. Es cierto que la red de redes evoluciona, y el predominio actual de las redes sociales sobre los blogs o las páginas web tradicionales hace que la información esté más diluida, y corra el riesgo de quedar más diluida. Por otra parte, hay no pocos sitios que pretenden monetizar su esfuerzo, lo que es legítimo, pero que los servicios que ofrecen no convencen para apoquinar los 10 euros mensuales de rigor. ¿Sólo por información, sin más valor añadido? ¿Y con tanta oferta? Es difícil que atraigan el gasto. Por lo menos el mío. Pero si sobreviven es porque tienen su público fiel, claro. Pero ya no los cuento entre mis fuentes de información.

Hace ya unas semanas, En PhotoSnack, Tomasz nos recomendaba un clásico de la fotografía norteamericana. Una figura de la historia de la fotografía que es obligatorio conocer. Se trata de Paul Strand; el fotógrafo que dio la espalda al pictorialismo que imperaba en los primeros años del siglo XX, para adquirir un estilo de fotografía documental, más objetivo. Aunque también experimentó con la abstracción y otras formas fotográficas. Fue precursor e inspirador de muchos otros fotógrafos del siglo XX, norteamericanos, principalmente, pero no únicamente. Tomasz propone echar un vistazo a su obra en las páginas del International Center of Photography de Nueva York.

El mundo empieza a dar penica desde algunos puntos de vista. Entre ellos los ambientales. La crisis global del clima, más la deforestación, más la polución, están dejando cicatrices difíciles de cerrar en nuestro planeta. Desde hace ya unos cuantos años, Edward Burtinsky se ha dedicado a la fotografía de paisaje con la intención de mostrar, sensibilizar y luchar contra estas agresiones que, a la corta o a la larga, afectarán gravemente a los seres humanos. Lo he visto en Aesthetica Magazine.

En Frames Magazine nos hablan de la fotógrafa Andreyna Sanchez, también conocida como Dre Chez. Fotógrafa venezolana de orígen, criada en Florida, actualmente establecida en Australia. Su trabajo más comercial es correcto, pero no me dice especialmente nada. Normal. El trabajo comercial tiene que decir y convencer al que lo encarga y paga. Pero parte de su trabajo más personal, especialmente en el ámbito del retrato en blanco y negro me ha parecido muy interesante. En el artículo de Frames nos habla de cómo se inició en la fotografía en la adolescencia. Parece un mujer joven todavía… o sea que no hará mucho de esos tiempos. Aunque bueno… igual hace más de lo que parece. Fue modelo… y tal.

Y finalmente, un poco de macrofotografía, recomendada en Oldskull. Esta página en español tiene buenas recomendaciones, pero me parece muy antipática de navegar y la visito con menos frecuencia de lo que podría. Es lo que hay. En esta ocasión el fotógrafo es Thomas Shahan, con unos impresionantes primeros planos de los ojos de los insectos y otros artrópodos, llenos de color y de detalle. Virtuoso técnicamente, su sentido del a composición y del manejo del color son también muy notables. También practica el paisaje. El caso es que lo hace con una Pentax… pocos las usan estos días para estos menesteres, con un 28 mm y un 50 mm y unos tubos de extensión. Esto es difícil… hay que acercarse mucho mucho mucho al bicho.

[Recomendaciones fotográficas] Fukase una vez más y paisajes diversos

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Un adelanto de fotografías realizados con un «nuevo» objetivo (comprado de segunda mano) del que hablaré pronto.

Esta semana tampoco tengo muchos marcadores… pero aún me da para comentar la obra de cuatro fotógrafos. Que me han parecido muy interesantes. Uno es uno de mis fotógrafos favoritos, del que ya he hablado en otras ocasiones. Los otros tres son una recomendación de FlakPhoto, lo cual es raro, porque los fotógrafos que recomienda esta gente sólo me llaman la atención de Pascuas a Ramos.

La obra de Masahisa Fukase está profundamente vinculada a su mujer. Buena parte de su obra cuando vivía con Yoko está dedicada a ella, y buena parte de la que hizo después de su divorcio está vinculada al duelo por la pérdida. Y la pena es que Fukase permaneció en coma durante veinte de sus 78 años, los últimos veinte antes de morir. Quien sabe por dónde podría haber ido. En AnOther Magazine nos han hablado precisamente de Yoko, la que fue su mujer, y de las fotografías que le hizo. Posadas o espontáneas. Retratos o desnudos. En el estudio, en la intimidad del hogar, o en la playa de vacaciones. El caso es que la imagen que tenemos de Yoko Miyoshi a través de las fotografías de Fukase es de una mujer de extraordinaria vitalidad de la que no podríamos enamorar cualquiera. Me gustaría conseguir el libro recién publicado con fotografías de Yoko… pero sólo lo encuentro en sitios japoneses. A ver como me las apaño.

De los fotógrafos recomendados en FlakPhoto, la primera es Anna Schneider, una nortemericana que reside en el norte de California y que se centra en los paisajes forestales de los Estados Unidos, incluyendo también retratos de las gentes que viven y habitan en estas regiones. Los paisajes me gustan. Los retratos no están mal. Y el tono general de la obra de Schneider me sugiere cosas, o me invita a fotografiar de una determinada forma.

El segundo es Arnaud Teicher, un francés que vive y trabaja en el sur de Francia, y que centra su trabajo principalmente en la montaña, abundante en estas regiones francesas. Su mirada de todas formas no se dirige hacia la paisajes majestuosos y vírgenes. Se centra principalmente en la montaña como entorno donde el ser humano vive y trabaja. E impacta, de forma importante en el paisaje. Por ejemplo, tiene una serie dedicada a los incendios forestales. U otra dedicada al impacto de la pujanza demográfica de determinadas comarcas próximas a las montañas. Me ha parecido muy interesante dentro de ese tema general, que tanto me atrae, el paisaje alterado por el ser humano.

Finalmente, el también norteamericano Paul Stapp se centra en el paisaje urbano. El cual fotografía con cámara de gran formato, buscando las formas geométricas, y desprovisto de seres humanos, aunque obviamente su presencia se percibe por todos los lados. Por la propia naturaleza de lo que es una ciudad, pero también porque siempre hay restos de que ahí ha habido alguien haciendo cosas. También me ha parecido inspirador.

[Recomendaciones fotográficas] Esclavitud y poscomunismo

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Hoy un adelanto del comentario sobre las fotografías realizadas con película fotográfica en el viaje a Sicilia. En el mercado de Ballarò de Palermo.

No he recopilado muchos enlaces sobre recomendaciones fotográficas esta semana. Una mezcla de «he visto pocas cosas que me interesen» y «no he tenido mucho tiempo para buscar cosas que me interesen». Pero a pesar de todo he decidido redactar la entrada aunque sea sólo con un par de cosas.

Se acerca PhotoEspaña 2025. Intentaré escaparme algún día a Madrid, entre semana si es posible, a ver algunas exposiciones. Creo que hay algunas muy interesantes. De momento, en Clavoardiendo (y otros medios) nos informaron de la exposición de Judith Prat «Aquella niebla, este silencio» en una galería madrileña dentro de la sección Festival Off del festival. La comprometida fotógrafa de Altorricón, tras su muy interesante trabajo sobre la «brujería» en las tierras pirenaicas, nos habla en esta ocasión del pasado esclavista de nuestro país. Un pasado del que se habla poco, incluso si hasta muy avanzado el siglo XIX todavía existían esclavos en la isla de Cuba. Tengo ganas de ver cómo nos lo cuenta la fotógrafa.

En otro orden de cosas, Tomasz Trzebiatowski desde su boletín cotidiano PhotoSnack nos recomienda la obra del norteamericano Matthew Moore, cuyo último trabajo explora los paisajes de los países de la Europa oriental en los que quedan huellas de su pasado comunista. El trabajo de Moore con frecuencia busca en el paisaje las huellas de acontecimientos del pasado, reflejados o no en la historia oficial, pero que han marcado sociedades y culturas en mayo o menor medida. Una variante de la corriente de fotografía que busca analizar el paisaje alterado por el ser humano, que desde hace años tanto me interesa. Y que de alguna forma me ha influido en la forma en que me acerco yo mismo a la fotografía del paisaje, en la que no rehuyo las señales de la ocupación y la actividad humana, frente a aquellos que buscan el paisaje prístino e inmaculado… que tanto dudo que exista en la mayor parte del mundo.

[Recomendaciones fotográficas] Un obituario, un premio y una exposición en Palermo

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Ayer madrugué para hacer fotos. No salieron como esperaba. Pero hice fotos, algunas de las cuales me gustan.

En los últimos tiempos llevo mucho caos cuando llega el domingo y me planteo, o no, realizar mi tradicional entrada de recomendaciones fotográficas. Cuya dinámica se ha visto alterada por los viajes de los últimos tiempos, y otras cuestiones. Tenían un montón de marcadores guardados en Pocket… pero he decidido no atenderlos, y centrarme en cosas recientes. Hacer borrón y cuenta nueva. Porque además, este servicio para guardar marcadores e información interesante que tan bien me ha funcionado en los últimos años, ha anunciado su cierre. De forma ordenada, afortunadamente, y con mecanismos de salvaguarda para conservar la información acumulada. Que ya he podido a trasladar a Raindrop, un servicio similar, al que todavía me estoy acostumbrando. Pero que parece que está bastante bien. Incluso mejor que Pocket. A rey muerto, rey puesto.

Así que voy con tres cosas. En orden de cómo me sucedieron. Así que lo primero, antes que nada, comentar la exposición de fotografía que pude visitar el domingo pasado por la tarde en Palermo. Dediqué el último día completo del viaje a Sicilia a recuperar cositas interesantes en la capital siciliana que se me habían escapado en los días anteriores. Y dos de ellas fueron dos museos que me resultaron muy interesante, el Arqueológico y la Galleria d’Arte Moderna. Ambos muy recomendables. Y en esta última, que está dedicado al arte de finales del siglo XIX y principios del XX, el arte más actual y contemporáneo está en otro museo al que no pude acceder por un problema de horarios, me encontré con una exposición de la fotógrafa mejicana Cristina Mittermeier. Una de estas fotógrafas de la National Geographic, que suelen mostrarnos un mundo en colores vivos y brillantes, con retratos, paisajes y fauna maravillosos. Unas fotografías estupendas, pero bastante acríticas con lo que está pasando en el mundo actualmente. Es el problema de la National Geographic, que en su afán por divulgar y embellecer, traslada una imagen deformada de las realidades del mundo. No obstante, disfruté mucho con la exposición.

En esta semana nos llegó la triste noticia del fallecimiento de Sebastião Salgado (1944 – 2025), fotógrafo brasileño, uno de los primeros que atrapó mi imaginación cuando empecé a dedicar tiempo y recursos a la afición fotográfica, allá en los finales de los años 80 y los años 90. Recuerdo especialmente el impacto de sus fotografías realizadas en los campos de petróleo de Kuwait durante la primera Guerra del Golfo. Pero a partir de ahí, todas los increíbles reportajes que realizó por todo el mundo, exponiendo a la luz y denunciando muchas de las tristes realidades contemporáneas, pero al mismo tiempo con unas fotografías de una belleza incuestionable. Tengo varios libros suyos, y son de mis libros de fotografía más queridos. Decir que ha sido una gran pérdida para la fotografía, como aseguran tantos, me parece una tontà… que el hombre tenía 81 años, sus achaques y ya no estaba para producir como en sus mejores tiempos. Lo que tenía que ofrecernos ahí queda. La noticia no deja de ser triste, pero descanse en paz. Si tibi terra levis.

Y por otro lado, del lado de los premios institucionales, serios y formales, que no son precisamente los que más valoro, nos llegan noticias para otra fotógrafa mejicana. La Fundación Princesa de Asturias ha anunciado que el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025 es para Gabriela Iturbide. Debatir sobre si el premio está justificado es una absoluta memez. Iturbide no es que merezca este o cualquier reconocimiento; es que es una de las fotógrafas de referencia más importante todavía vivitas y coleando. Y cuando digo fotógrafas no digo que lo sea entre las féminas; me refiero a que lo es entre todas las personas fotógrafas sea cual sea su sexo y condición, nacionalidad, lengua o estilo. Obviamente, es especialmente trascendente entre los fotógrafos documentales. Con su blanco y negro muy expresivo, lleva décadas documentando el paisaje social, antropológico, humano en general, de su Méjico natal, pero con un mensaje universal, que trasciende fronteras. Este tipo de premios siempre me da la impresión de que o llegan tarde o son oportunistas. Hace muchos años que Iturbide hubiera sido ya digna del reconocimiento. Es jugar sobre seguro, sin riesgos. Es lo habitual en estos premios, que pocas veces toman decisiones arriesgadas. Sólo se salen del guion para premiar de forma oportunista al personaje de moda, pero que no suponga riesgos políticos o de relaciones públicas. Pero bueno… Iturbide es una fotógrafa cuyo trabajo y personalidad hay que conocer, por lo que bienvenido sea el reconocimiento. Que llega a tiempo, porque es dos años mayor de lo que era Salgado… Pues eso… que hace años que podría haber sido reconocida con justicia.

[Recomendaciones fotográficas] Exposiciones en Berlín y libros en San Jorge

Fotografía

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Fotografías realizadas en las salas de exposiciones de Berlín mencionadas en el texto de la entrada.

Llevo un montón de domingos sin recomendaciones fotográficas, por una diversidad de motivos con los que no os voy a aburrir. Pero hoy voy a dedicar esta entrada de recomendaciones a las que me inspiran las exposiciones de fotografía que visité en Berlín durante la escapada de Semana Santa, y a un par de libros comprados en los puestos del paseo de la Independencia de Zaragoza durante la festividad de San Jorge, este miércoles pasado.

De los días que estuvimos por Alemania, con base en Berlín, el jueves por la mañana nos fuimos cada uno a nuestro aire por la capital alemana. Y yo dediqué la mañana al mundo de la fotografía. Una visita a un par de centros dedicados a las exposiciones fotográficas y audiovisuales, y otra a una tienda de la que soy cliente en línea pero que nunca había visitado en persona de presencia física.

He visitado en varias ocasiones Fotografiska, uno de mis museos dedicados a la fotografía favoritos, en Estocolmo. Abierto en 2010, si no recuerdo mal lo he visitado en tres ocasiones, en 2011, en 2016 y en 2023. Me encanta. Pero en este periodo de tiempo se ha extendido por el mundo, abriendo sucursales en Tallín, Nueva York, Berlín, Shanghái y Oslo. Bueno… creo que esta última está en proyecto. La sucursal de Berlín abrió en 2023, por lo tanto no había tenido ocasión de visitarla todavía, y aproveché el viaje. Había cuatro exposiciones.

  • Una retrospectiva dedicada a Frank Ockenfels 3, fotógrafo que destaca por sus retratos sumamente originales, muchas veces con técnicas mixtas, especialmente entre el famoseo de la música y de la interpretación. Me gustó mucho. Mucha fotografía con procesos fotoquímicos, con interesantes usos de la fotografía instantánea. Muy recomendable.
  • Una exposición de uno de los últimos trabajos de Rinko Kawauchi, fotógrafa japonesa que no me resulta extraña, tengo algún libro suyo, que combina fotografías realizadas en el entorno de su hogar, una casa en el campo en la que se refugió para criar a su hija, con las realizadas en Islandia, muchas veces combinadas en dípticos, muy significativos. También me gustó mucho.
  • Más fría me dejó la exposición dedicada a Viviane Sassen. Pero la neerlandesa nunca ha sido muy santo de mi devoción. Cosas que pasan.
  • Y la cuota local, dedicada al fotógrafo Jakob Tillmann, basado en Berlín, una serie de retratos que ponen de manifiesto los usos contemporáneos y muy diversos de la joyería, la bisutería y otros adornos y complementos personales. Curiosa. Técnicamente muy correcta. Forma parte de un programa interno de promoción de la fotografía y de fotógrafos, Emerging Berlin.

Situada en Berlin-Mitte, un desvío asequible desde algunos de las principales atracciones turísticas de la ciudad, Fotografiska Berlin debería ser visita obligada para los amantes de la fotografía.

Un lugar que ya conocía de viajes previos es C|O Berlin, un espacio de exposiciones fotográficas y audiovisuales que visité por primera vez después de su traslado en 2014 a la Amerika Haus, frente a la estación Berlin Zoologischer Garten. Al igual que la anterior, su prioridad es la fotografía y el audiovisual contemporáneos. Y lo que allí pude visitar fue:

  • Los audiovisuales realizados con el teléfono móvil, en formato vertical para acentuar ese origen, por el fotógrafo y cineasta Sam Youkilis. La exposición es curiosa. Pero el vídeo que te recibe a la entrada me chirrió mucho, porque pone de manifiesto, así de entrada, las limitaciones del teléfono móvil como cámara fotográfica o de vídeo. Altas luces bloqueadas, empastadas, en un atardecer o amanecer de colores anormalmente saturados, especialmente los rojos y naranjas. El contenido en el interior de la exposición era técnicamente mejor, especialmente por no haber escenas con grandes contrastes. Pero no pasó de eso, de ser una simpática curiosidad. Y creo que pretendían algo más con la exposición. Sin complicarse la vida, lo mismo se podría haber conseguido con mi pequeña y compacta Sony ZV-1, pero con mejor calidad intrínseca de la imagen.
  • La exposición individual de la italotogolesa Silvia Rosi, con imágenes muy coloridas en torno a una variante africana del juego del parchís, y en las que cuestiona las consecuencias de la colonización en las comunidades africanas.
  • Finalmente, A world in common, una amplia exposición colectiva de fotógrafos africanos contemporáneos, auténtico plato fuerte del lugar en estos momentos, con estilos y objetivos muy diversos. Y poco conocidos, porque son fotógrafos que difícilmente se abren paso en los medios occidentales. Como para pegarse un buen rato. Aunque no dispuse de tanto tiempo.

En otro orden de cosas, este miércoles pasado fue la festividad de San Jorge, fiesta autonómica en Aragón, y que coincide con ser el día mundial del libro, por efemérides relacionadas con las vidas (o muertes) de Cervantes y Shakespeare. Y que se suele celebrar con la instalación de puestos de venta y promoción de librerías y editoriales locales en el céntrico paseo de la Independencia de Zaragoza. No me paré mucho en los puestos, porque había muchísima gente, y me resultaba muy agobiante. Pero visité el puesto de Editorial Otro Matiz, de la compañera y socia de ASAFONA Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza Lydia Grávalos. Es una pequeña editorial de nicho, dedicada a los libros de naturaleza y fotografía de naturaleza. Allí compré el libro Asia – Naturaleza y ser humano de Arturo de Frías. Que creo que no es un productor editorial de Otro Matiz, pero que se imprime en Grávalos Gráficas. El caso es que me dio para mantener una breve, pero interesante, conversación con el autor, allí presente, que me firmó y dedicó el libro. Inspirador.

Cuando ya me iba de la zona, había quedado a comer a las dos de la tarde, pasé por la plaza de Aragón, donde había algunos puestos sueltos. Uno de ellos de una librería de lance donde encontré un antiguo catálogo de una exposición fotográfica organizada por la Diputación Provincial de Zaragoza en torno a las fotografías que el francés Jean Dieuzaide realizó en sus viajes por Aragón en los años 50 y 60 del siglo XX. Y me pareció muy interesante. Y no muy caro. Así que me lo compré. Quizá no sean mis fotografías preferidas de Dieuzaide, que hizo cosas muy interesante, pero está bien.

[Recomendaciones fotográficas] Monstruos, diapositivas en color, técnicas mixtas y alguan cosa más

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. El casco antiguo de Utebo en formato medio digital.

El catalán Joan Fontcuberta es uno de los fotógrafos españoles que genera más controversia entre los amantes al medio. Creo que despierta admiración y rechazo a partes iguales, o eso deduzco de lo que los medios (más o menos) especializados escriben. Voy siguiendo las cosas que hace desde hace tres décadas. Y he leído alguno de sus ensayos sobre el arte y la práctica fotográfica. Algunas de sus cosas me gustan, otras no tanto. Recientemente nos recordaban su quehacer con motivo de una exposición en la que nos habla de los monstruos, Monstrorum historia, donde reúne fotografías de varias de sus series anteriores. Alguna de ellas, como Herbarium la conozco por haber visitado alguna exposición sobre ella. Fontcuberta juega mucho con los significados y los significantes de la imagen fotográfica. Y por lo tanto, para poder disfrutar de su obra hay que liberarse de prejuicios y acudir a la misma no con la idea de ver los que creemos ver, sino lo que el fotógrafo intenta que veamos. No confundamos el realismo con la realidad.

No conocía yo la obra de la japonesa Kunié Sugiura. Desconozco el porqué de la tilde en su nombre, habitual cuando los nombres japoneses se transcriben al francés, pero cuando lo hacen al inglés o al castellano, la autora reside en EE. UU. En fin, da igual. Sugiura lleva años en el panorama del arte contemporáneo. Y aunque utiliza la fotografía para sus obras, estar suelen invocar el auxilio de otras disciplinas artísticas, como la pintura y la escultura, por lo que suelen ser técnicas mixtas. Me llamó la atención en un artículo de Aperture, y me gusta bastante cómo a lo largo de su carrera ha jugado con la forma y la luz. Otra forma de entender la fotografía.

Nos hablaban recientemente del esfuerzo que está realizando la agencia Magnum Photos para digitalizar su enoooooorme archivo fotográfico, en concreto su archivo de diapositivas en color. Dicen que disponen de aproximadamente 650 mil diapositivas. El artículo que lo contaba tenía lo suyo de propaganda ya que glosaba las virtudes de las cámaras de formato medio de Fujifilm con sensor de 100 megapíxeles para esta tarea. No sé. Creo que Hasselblad tiene un sistema de gestión del color más orientado a la fidelidad de los colores, mientras que Fujifilm fía más en su «simulaciones de películas fotográficas» como argumento de venta. Pero bueno… el cliente tipo de una cámara de formato medio digital creo que busca más la fidelidad que el truquillo de mercadotecnia. Digitalizar diapositivas en color no es fácil. Las antiguas Kodachrome aguantan bien el paso del tiempo, pero las Ektachrome y otras película para positivos en color similares basadas en el proceso E6 o precursores, suelen presentar una degradación de los tonos de color que es necesario corregir, tarea no sencilla en un medio que requiere tanto rigor como un archivo de estas características.

Por lo que nos cuentan, también van a intentar sacar un rendimiento económico de este esfuerzo, que no será barato, poniendo a la venta productos derivados, como libros o copias fotográficas de aquellas fotografías más destacadas que vayan digitalizando de este amplio archivo. El primer ejemplo de esta serie de obras, que van a denominar A world in color, está dedicado a la llamada Primavera de Praga, el intento democratizador de la sociedad checa en 1968 que se vio aplastado por la invasión de las tropas soviéticas y del Pacto de Varsovia. Los fotógrafos son diversos. Y muestran que, aunque la mayor parte de las imágenes que hemos visto de aquella intentona democrática nos han llegado en blanco y negro, el reportaje en color ya había avanzado mucho a esas alturas del siglo XX.

Termino con una fotógrafa actual, Katie Jo Small, que tal vez no está al mismo nivel de los anteriores, ni mucho menos, pero cuyos retratos realizados con película tradicional me han resultado simpáticos, y de ahí me he ido a revisar el resto de su obra, que me ha caído bastante bien también.

[Recomendaciones fotográficas] Sociedades, familias, jóvenes, paisajes mínimos y trenes

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Comentario sobre las fotografías instantáneas realizadas con Fujifilm Instax SQ6 con película Instax Square Color. En incluyen algo de fotografía ferroviaria, sobre la que se habla en la entrada.

Tras dos domingos sin recomendaciones fotográficas por motivos diversos, voy con algunas que he ido recogiendo en estas tres últimas semanas. De forma un poco telegráfica, que este domingo por la mañana ando un poco liado. Sin saber todavía qué compromisos voy a cumplir, y con cuales voy a quedar mal.

Martin Parr es uno de los fotógrafos más reconocidos del Reino Unido. Y su fuerte es el retrato de la sociedad británica, con su punto de ironía, de humor, con cariño, pero sin ahorrar críticas. Con un estilo fotográfico muy directo, apoyado en la iluminación diurna con el flash, su fotos son fácilmente reconocibles. No son fotos «bonitas». Pero son indudablemente personales y siempre cuentan historias. La gente en su salsa. Empezó fotografiando en blanco y negro, pero evolucionó hacia la fotografía en color, como digo muy distintiva. A mí me cae muy simpático. Tiene cara de buena gente. Luego… vete tú a saber.

Issei Suda fue un fotógrafo japonés ya fallecido. Murió en 2019 a los 78 años. También fue un fotógrafo de lo cotidiano, aunque no dejó de fotografiar también en sus viajes, o las tradiciones de los pueblos y ciudades japoneses. Aunque su estilo visual es muy distinto al de Parr, no dejan de tener cosas en común. Pero casi siempre fotografió en blanco y negro, aunque no exclusivamente. Apoyándose también en el flash cuando convino. En Pen Magazine nos han llamado la atención sobre su trabajo de dos años, a principios de los años 90, en los que utilizando una cámara Minox, se dedicó a documentar la vida de su familia, esposa, hija y perro. No nos cuentan que tipo de Minox usó. Si algún modelo de Minox 35, similar a la que yo uso en mis viajes para el blanco y negro, o la pequeña cámara de espías. Tal vez esta última, por el aspecto de las fotografías que he podido ver.

Hace un montón de años, cuando la principal red social para compartir fotografías era Flickr, seguí durante un tiempo a Olivia Bee. En aquellos momentos prácticamente una adolescente, a finales de la década de los 2000, su estilo era muy espontáneo, con película fotográfica, y sus motivos sus propios amigos adolescentes. Llamó la atención de las marcas, que entendieron que ese estilo podría atraer consumidores jóvenes, ya que hablaba mejor su lenguaje que otros fotógrafos más establecidos. Hoy en día la sigo todavía en Tumblr y en Instagram. Quizá por costumbre. No me gusta o me atrae todo lo que hace, pero de vez en cuando muestra obra muy conseguida. Aunque creo que está ya muy vendida a lo comercial. Pero oye… de vez en cuando, y con película fotográfica en color…

Conocí recientemente los paisajes minimalistas de Alon Koppel tomados en las orillas de los Grandes Lagos norteamericanos. Muy sencillos, en los que el color, y sus matices, es la base de la composición. Pero revisando su página web, la dedicada a la fotografía personal, no la dedicada a la fotografía comercial, he encontrado muchas cosas que me han interesado. En su fotografía comercial se dedica principalmente, aunque no exclusivamente, a la arquitectura.

Siempre me ha interesado la fotografía ferroviaria. Aunque últimamente la practico poco. Los trenes en España se han vuelto estéticamente muy aburridos. Hace poco más de una semana, me acercaba en Alcázar de San Juan al minúsculo museo ferroviario que tienen por allí. Dependiente del Museo Nacional del Ferrocarril, está mantenido por la asociación local de amigos del ferrocarril, pero sólo abren los domingos por la mañana, así que me tuve que conformar con lo que vi desde fuera. El caso es que recientemente conocí el trabajo de la argentina Mena Sambiasi, argentina radicada en Madrid, con fotografías realizadas en el Museo del Ferrocarril de Madrid, un lugar que he visitado varias veces. Me gusta cuando se fija en el detalle, más que en las vistas generales. Actualmente se pude ver este trabajo en el propio museo hasta el día 26 de marzo de este 2025.

[Recomendaciones fotográficas] Reporteros, adolescentes, un poco de alegría y garzas

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata.

Hace casi un mes que no publico una entrada de recomendaciones fotográficas. Ya dije que por diversos motivos últimamente no me centro en estas cosas. Principalmente porque estoy cansado del trabajo y no me apetece ponerme ratos y ratos delante del ordenador explorando páginas webs. Prefiero hacer otras cosas. Entre ellas, salir a la calle o al campo con una cámara fotográfica. En estos momentos, eso me aporta mucho más. Pero en cuatro semanas, tiempo he tenido de seleccionar algunas páginas que me han llamado la atención.

Weegee. Reportero gráfico estadounidense que, en los años 40 y 50 del siglo XX, dejó un impresionante archivo de la crónica de sucesos y la vida nocturna neoyorquina. Yo lo descubrí a partir de una película que se inspiraba en su vida, aunque no era biográfica. No está muy valorada en IMDb,… pero a mí me gustó mucho. En fin. Weegee, que en realidad se llamaba Arthur Fellig, nació en un lugar que hoy en día es Ucrania, pero entonces era el Imperio Austro-Húngaro. Pero, como tantos, emigró a EE. UU. buscando la prosperidad… y se encontró con una cámara de fotos, un flash, y una furgoneta con un laboratorio fotográfico incorporado. Se le atribuye la famosa receta para una buena fotografía, «f8 and be there» (f8 y estar allí). Pero no todo el mundo la entiende bien. Supongo que porque es un dicho propio de un lugar y una época. Aunque para mí sigue siendo válido. Hay que conocerlo porque es una figura de referencia en la historia de la fotografía. Me lo sugirió Aesthetica Magazine.

Veía hace unos días el vídeo en Youtube dentro del canal Frames dedicado a Mark Edward Harris. Os lo dejo puesto aquí.

En el vídeo, Harris comenta en diálogo con Tomasz Trzebiatowski cinco de sus fotografías; dos realizadas en Corea del Norte, una realizada en un onsen japonés, un retrato de un orangután en una reserva natural y un paisaje de los Juegos Olímpicos de París. Es interesante conocer el proceso creativo de primera mano. Las más llamativas, por la aventura que supone obtenerlas, especialmente la de la guardia de tráfico, son las de Corea de Norte. Pero la más hermosa con diferencia es la fotografía de la que se convertiría en su esposa en el onsen. Muy hermosa; un verdadero compendio de estética fotográfica, femineidad y cultura japonesa.

Me sigo quedando en Japón. Y en una figura femenina japonesa. En el Tumblr de Photopraxis vuelvo a ver una fotografía que siempre me pone de buen huphilmor. Del japonés Kōji Takashima, nos muestra a una mujer joven, en Kobe, 1951, esparciendo el agua de un cubo ante la mirada del fotógrafo, con una cara de felicidad, por la parte de juego que hay en el acto. Al mismo tiempo, la composición es prácticamente perfecta. No he podido averiguar mucho más del autor de la fotografía. Pero todo indica que era un aficionado cuyas fotografías se reprodujeron en varias revistas de la época. Debió trabajar en las oficinas de una constructora de material rodante ferroviario.

Hace unos años las adolescentes y, en menor grado, los adolescentes como sujeto de interés fotográfico. Casi siempre con similares narrativas y formas fotográficas. Hasta tal punto se hizo frecuente que fue un tema que acabó por cansarme un poco… bastante. Lamentablemente, sepultando aquellos trabajos que realmente fueron originales y significativo, como el de la neerlandesa Rineke Dijstra. De todos modos, hace unos días, en Lens Culture, me llamó el trabajo de la británica Philippa James. Y creo que tenía su cosa, tanto formal como conceptualmente. Por eso… me llamó la atención y lo rescaté.

Y termino con algo que no es fotografía. La presencia de un ave, la garza, en el arte oriental. Viene de parte de Historia del arte con Kenza, un podcast que escucho de vez en cuando. Me gustan mucho determinadas formas de arte del Asia oriental. Y me gustan las garzas. Aunque algunas veces, lo que aparecen en esas obras son grullas. No confundirlas. Si las garzas, especialmente las especies de color blanco, representan la pureza, las grullas, representan la longevidad. En las pinturas asiáticas, la garza suele tener la coronilla de la cabeza de color rojo como es propio de Grus japonensis, una grulla muy bella.