La segunda jornada del Seis Naciones ha empezado a definir cosas.

Entre los que habitualmente van por debajo, ni Italia está tan bien después de vencer a Francia, ni Escocia va del todo mal. Merecida victoria escocesa ante los azzurri, en un partido muy entretenido.

Los que están flojos de verdad son los franceses que suman dos derrotas consecutivas. El partido contra Gales no fue bueno, aunque estos respiran un poco tras la derrota contra Irlanda. En cualquier caso no son el equipo que dominó el año pasado. Una decepción.

El partido que ha cerrado la jornada, si no vistoso por las malas condiciones que ha impuesto la lluvia, por lo menos ha sido disputado y emocionante. La falta de definición de los irlandeses y la seriedad defensiva inglesa ha permitido que los de la rosa se lleven el partido, y que el renovado equipo inglés sea en estos momentos el favorito del torneo, que de todos modos permanece muy abierto.

En honor a los mejores hasta el momento, la foto de hoy vienen de tierras inglesas.

El puerto y la playa de Margate, junto con algunos horrores arquitectónicos, al atardecer.

No tenía muy claro si este año iba a seguir el único espectáculo al que vengo siendo fiel en los últimos años. El campeonato de rugby de selecciones nacionales por excelencia del hemisferio norte, y por tanto el de más abolengo del mundo. Tres partidos cada fin de semana son muchas horas de televisión, y no sé si las quiero dedicar. Es posible que me limite a los partidos más destacados. Pero finalmente, este fin de semana sí que he visto los tres inaugurales, que probablemente marquen tendencias de lo que va a ser el campeonato.

El tema es que tal y como han sido los partidos inaugurales, va a haber muchos partidos interesantes. Porque son muchos los equipos que lo han hecho bien. O incluso bien y mal en un mismo partido.

Se iniciaron las hostilidades con el duelo celta entre Gales, actual campeón, e Irlanda, siempre candidato a hacer algo grande. Y el sábado la armó en Cardiff, con un primer tiempo en el que se escaparon claramente en el marcador. Esto, más un ensayo nada más comenzar el segundo tiempo, hizo que la reacción galesa en esta segunda parte, en la que pusieron de manifiesto lo que pueden hacer, fuese insuficiente. Gales es menos favorito este año. E Irlanda tendrá que mostrar más regularidad durante los ochenta minutos si no quieren tener algún disgusto. Pero el partido fue realmente muy entretenido.

Siguió la contienda con la celebración de la Copa Calcuta entre Inglaterra y Escocia en Twickenham. Con un equipo inglés muy renovado, los escoceses hicieron lo de siempre. Le pusieron muchas ganas, incluso poniéndose por delante, para poco a poco ir manifestando su inferioridad y su ineficacia atacante, encajando poco a poco los puntos que le dieron a los de la rosa una victoria holgada. El equipo inglés se mostró serio y bien plantado en el campo, y presenta su candidatura al torneo. Otro partido también muy entretenido.

El domingo Francia volvía a Roma tras la humillante primera derrota en el torneo ante Italia. Mal comienzo de los franceses. O buen comienzo de los italianos que también tuvieron su mérito. Aunque al final de la primera parte los del gallo iban por delante. Pero la sorpresa llega en la segunda parte, en la que los italianos consiguen irse por delante con un ensayo y un drop, y la reacción francesa es insuficiente no pudiendo ensayar en la jugada final, apuntándose la segunda derrota consecutiva en Roma. Lo cual la aleja de ser considerada favorita al torneo. Por cierto que esta vez los italianos han jugado mejor que hace dos años. Su victoria me parece más meritoria. Hace dos años es que el partido fue muy malo en general.

Ya que los héroes de la jornada han sido los «azzurri», nos iremos a celebrarlo a una de las terrazas de la piazza Maggiore de Bolonia.

En este país, que un día al año fuese designado por las diversas iglesias que por ahí pululan para recordar a un tal Patricio que luego hicieron santo y patrón de Irlanda importaba más bien poco. Pero los irlandeses son muy suyos para estas cosas, y a través de diversos actos y campañas por todo el mundo que van desde los desfiles en todo el mundo, los capítulos especiales en series de televisión, o las campañas que hace cierta marca de cerveza negra en sus «pubs» franquiciados por todo el mundo hace que ayer todo el mundo hablase del hecho. Claro. En el mundo del rugby, Irlanda es alguien y no se dejó de comentar el hecho, más cuando se enfrentaban a su archienemigo, la selección de Inglaterra. Bueno. En realidad, los de la rosa son el archienemigo de todo el mundo en el hemisferio norte.

Bosques de color verde "irlanda" en el Parque Nacional de Connemara.

Pero ayer, iba a ser otra nación celta la que se iba a quedar con todo el protagonismo. Y justamente. Estaba casi cantado que Gales se llevaba el título del Seis Naciones 2012. Para que ello no fuera así, tenían que perder en su enfrentamiento final contra Francia en Cardiff, y la irregular Inglaterra tenía que ganar a Irlanda, y además que los tanteos de ambos partidos permitiesen enjugar las diferencia de 40 tantos en el average a favor de Gales. Bien. No hubo titubeos. Gales derrotó a Francia. Un equipo galés con un juego alegre, decidido, convencidos de sí mismos, que en un partido muy entretenido cobró venganza de la semifinal del mundial sobre un equipo galo, timorato, limitado ofensivamente, y que pagó caro una vez más como contra Inglaterra sus escasos fallos en defensa. Hicieron una muy buena defensa. Pero a lo largo de 80 minutos raro es que no tengas un fallo. Y eso supone un ensayo del contrario, y los siete puntos de diferencia que hubo en el marcador. Si eso no lo compensas con capacidad ofensiva,… pues nada. Un fracaso.

Tras el primer recordatorio a la fiesta irlandesa y a su color verde, pasearemos por el país ganador. Por ejemplo, por la bonita estación ferroviaria de Conwy en el norte de Gales.

En segundo lugar del torneo quedó Inglaterra. Una selección en proceso de renovación que en el torneo ha ido de menos a más. Solo ha perdido contra los campeones, pero ganó con claridad a franceses e irlandeses, aguando ayer con la contundencia de su paquete de delanteros la fiesta de San Patricio a los del trébol. Inglaterra volvió ayer a sus esencias. Una delantera poderosa y arrolladora que se hace con el oval y que empuja al contrario hasta la línea de ensayo. Y siempre un pateador a palos sólido. Ha sido su receta en muchas ocasiones, y si es lo mejor que saben hacer, más les vale que lo exploten.

También subiremos a la cima del Monte Snowdon, principal altura de Gales, para ver un paisaje no menos verde que el de sus vecinos irlandeses.

Francia e Irlanda han quedado empatadas a puntos. Empataron entre sí y perdieron con los dos de cabeza. Pero las sensaciones son muy distintas. Los del trébol han quedado por delante porque han jugado con más alegría, perdieron por muy poco contra gales, pudieron ganar en St-Denis, y sólo han tenido un día realmente malo en la última jornada. Más ensayos, más puntos, más todo que Francia que ha decepcionado mucho, con agujeros defensivos que le han costado muchos puntos importantes, y con una capacidad ofensiva que sólo han puesto de manifiesto contra los equipos pequeños.

Podemos visitar también las ruinas de la abadía de Strata Florida en el interior del país, antes de dirigirnos al más poblado sur.

Finalmente, ayer se jugaban en el Olímpico de Roma la Cuchara de madera entre Italia y Escocia. Por el juego desplegado en jornadas anteriores, yo hubiera dicho que el equipo escocés era superior y favorito para llevarse el partido. Pero ayer hicieron un partido catastrófico en el peor partido de todo el torneo dadas las circunstancias. Y se llevaron justamente el infame trofeo. Que entendámonos. Si se lo hubiese llevado Italia tampoco nos hubiera sorprendido gran cosa. Y con esto termina el campeonato de este año, y hasta el que viene.

Y en el sur de Gales podemos pasear por las playas y el puerto de Tenby, que ofrece un aspecto peculiar con la marea baja.

Para finalizar en el castillo de Cardiff, capricho decimonónico de un potentado escocés, que desde esta perspectiva nos esconde el estadio del Millenium, donde ayer los galeses se llevaron el trofeo de las Seis Naciones 2012.

En esta penúltima jornada del Seis Naciones 2012 que se ha jugado este fin de semana el interés estaba en ver cual de las grandes quedaba fuera de combate. Con Inglaterra arrastrando la derrota frente a Gales, y Francia el empate frente a Irlanda, ninguna de las dos se podía permitir la derrota si querían seguir optando al título. El choque fue emocionante, pero la salida arrolladora de los de la rosa que anotaron dos ensayos en la primera mitad del primer tiempo condicionó de forma definitiva el partido. Máxime porque los del gallo, aparte de aprovechar los lanzamientos a palos que provocaba la correosa defensa inglesa, no pudieron acercarse con peligro a la línea de ensayo hasta muy avanzada la segunda parte, y sin poder evitar la reacción de los blancos ya que la defensa gala flojeo bastante. Así que un equipo hasta entonces mediocre, Inglaterra, se llevó el partido en casa de su máximo enemigo. Es cierto que ambas selecciones están en transición y renovación, pero desde luego los que dieron la sensación de tener más ganas pese a sus limitaciones son los de la otra orilla del Canal de la Mancha.

La sombra del pepinillo (The Gherkin, 30 St-Mary Axe, Londres) fue alargada sobre St-Denis, para desgracia del quince del gallo.

Dado que Gales, en una faena de aliño en su casa, se dehizo de Italia en el partido menos vistoso de los que ha jugado en el torneo, Inglaterra opta todavía al título siempre y cuando sea capaz de ganar a Irlanda, y por mucho. En caso de empate en la clasificación, lo que determina el título es el tanteo a favor. En estos momentos Gales lleva un tanteo a favor de +44, frente al +6 de Inglaterra. Se me antoja harto difícil que en caso de victoria inglesa en Dublín, perdón, en su casa en Twickenham, y de derrota galesa en Cardiff ante Francia ambas fueran de tal magnitud que se enjuagaran esos +38 puntos de diferencia a favor de los del dragón. Pero,… hay que jugarlo. Seguro que los galeses tienen más en mente conseguir el Gran Slam que el miedo a semejante catástrofe.

En cualquier caso, otra cuestión importante se juega esta última jornada. Tras la derrota de la siempre animosa pero ineficaz Escocia contra Irlanda, se enfrentará a Italia en el Olímpico de Roma para evitar la Cuchara de madera. Esto ya empieza a ser también un clásico, desgraciadamente para ambas selecciones.

Esta locomotora de vapor del ferrocarril de cremallera del Monte Snowdon luce con orgullo en su lateral la bandera y el nombre en gaélico del país que probablemente celebrará por todo lo alto el campeonato el próximo sábado; yo por lo menos así lo espero.

Definitivamente, el gran animador del torneo de este año son los galeses. Pero antes de comentar el partido que jugaron en Twickenham con la selección inglesa, repasemos los otros dos partidos de la jornada.

En el partido que inauguró la jornada, Irlanda se deshizo con facilidad de Italia en el Aviva Stadium de Dublín. Por mucho que los comentaristas de Canal + prentendan ver lo mejor de la azzurra, fundamentalmente porque está plagada de jugadores argentinos, yo no acabo de ver una progresión neta en esta selección. Es cierto que cuando sus contrarios tienen un día tonto plantan cara con valentía y los resultados se aprietan. O como sucedió el año pasado, van y les dan una sorpresa mayúscula a los gabachos. Pero si delante tienen una selección normal, bien plantada y seria, no son rival. Y los del trébol lo dejaron claro con ese 42 – 10 que al final lucía en el marcador. Cuatro ensayos les colocaron a los animosos italianos, y con su pateador a palos que sólo fallo uno de ocho lanzamientos, y porque estaba en una situación realmente mala, al final del partido y cansado. Nada que hacer para los azzurri.

En el final de la jornada, fue Francia la que manifestó las carencias de Escocia. Un equipo el del cardo que no juega mal, pero que no resuelve. Que no tiene pegada. Que no hace puntos tras la línea de ensayo. Y así, una Francia discreta, pero con jugadores de calidad, fue capaz de resolver el partido, sin brillantez pero con eficacia.

Y el plato fuerte de la jornada era el que enfrentaba en Londres a Inglaterra  y Gales. Gales con la obligación de demostrar que realmente es el equipo revelación, y que tiene opciones a hacer algo grande. Inglaterra, que siempre está demostrada a demostrar que son favoritos, y más en su casa, además tenía que comprobar que los numerosos cambios introducidos en la selección de la rosa son eficaces. El partido fue intenso, bonito y disputado. Durante la mayor parte del encuentro fue un cambio de alternativas en el dominio del balón y en el terreno, con los puntos cayendo de un lado u otro por los golpes de castigo. Hasta que los galeses mostraron que en situación de necesidad tienen ganas, calidad e ideas, y consiguieron atravesar la línea de ensayo inglesa con el balón en la mano. Aun los ingleses pudieron empatar in extremis, pero el balón no se posó con claridad tras la línea de ensayo. Siete puntos de diferencia. Y el liderato y la triple corona para los del dragón.

Los únicos que pueden contestar el dominio galés son los del gallo. Francia ha disputado un partido menos, y ha ganado los dos que ha jugado. Pero también es un equipo en renovación que se las tiene que ver consecutivamente contra Irlanda, contra Inglaterra, y en el último partido contra Gales, que previamente se tiene que limitar a salvar el escollo de Italia en Cardiff. Todavía no está nada decidido en el campeonato. Pero hay un claro favorito. En cualquier caso los tres partidos de los gabachos va a ser interesantísimos.

Sigo teniendo pendiente hablaros de los trenes de la AZAFT en Casetas. Todo llegará. En la foto, el frontal de uno de los viejos y simpáticos ferrobuses que servían las líneas regionales de baja ocupación. A imagen y semejanza de los "schienenbus" alemanes.

Este fin de semana fue la segunda jornada del torneo de las Seis Naciones de rugby de 2012. Había un plato fuerte, el Francia – Irlanda en St-Denis, y dos partidos con claros favoritos. Lo cierto es que nos quedamos con las ganas. El partido en la banlieu parisina se suspendió por entender los implicados en el partido que las placas de hielo provocadas por el intenso frío en el campo ponían en excesivo riesgo la integridad física de los jugadores. Se espera que se pueda jugar este fin de semana que viene, en el que el resto de los equipos descansan.

Pero no fue el único sitio donde hizo frío. Y sorprendente fue ver cómo el Estadio Olímpico de Roma se estrenaba como sede de los partidos de la selección azzurra con parte de su cesped cubierto por la nieve. Algo realmente notable, más propio de otras latitudes. Y en estas condiciones, azzurri e ingleses nos ofrecieron un encuentro poco vistoso, con victoria de los del quince de la rosa, más debida a las carencias italianas que a sus propios méritos, en mi humilde opinión. Pero bueno, es un equipo en renovación, que todavía no tiene un seleccionador fijo ni un proyecto, y habrá que espera a ver que hace en un futuro.

Día frío y desapacible en Roma, como el miércoles que padecimos hace unos años en la capital italiana a orillas del Tíber.

Supongo que en Cardiff, donde se enfrentaban Gales y Escocia también haría bastante frío. Pero el moderno estadio del Millenium en la capital galesa tiene su techo retractil, que ambos equipo estuvieron de acuerdo en cerrar, para preservar en buen estado el cesped, y así poder ofrecer un mejor juego y un mejor espectáculo. Y lo hicieron. Indudablemente un partido muy entretenido, con una primera parte en los que los escoceses pusieron en serios aprietos a los animosos galeses, y una segunda en la que estos últimos aumentaron su concentración, los del cardo la perdieron, y con un par de tarjetas amarillas permitieron que los del dragón anotaran con la alegría que les es habitual tres ensayos que definieron el resultado final. En estos momentos, Gales es el equipo más divertido de ver, independientemente de si está más o menos inspirado.

Esperemos que en pocos días, veamos el final de esta segunda, gélida e incompleta jornada del más prestigioso torneo de rugby del hemisferio norte.

El castillo de Conwy, en el norte de Gales, puede ser metáfora de la fortaleza que han adquirido los del quince del dragón.

Pasada ampliamente la resaca de los mundiales de Nueva Zelanda hace unos meses, la élite europea a nivel de selecciones vuelve al trabajo en una competeción seria. El rito anual del Seis Naciones.

Básicamente, en la forma de encarar la competición este años, parece que encontramos dos diferencias claras entre los equipos. Los que evolucionan ligeramente y los que cambian notablemente. Entre los que han experimentado más cambios están Francia e Inglaterra.

Los del gallo tuvieron un relativo éxito el año pasado al llegar a la final del mundial, pero se vio empañado por actuaciones mediocres o malas en otros momentos del año. Así que han cambiado entrenador, y se supone que planteamientos. En el partido contra Italia, lo que vimos es que de momento no hay gran espectacularidad en su juego, pero se tomaron el partido en serio, con disciplina, lo que les permitió superar ampliamente a los voluntariosos italianos, que no pudieron resistir más allá de cierto punto. No hubo sorpresa como el año pasado. Italia también busca cambios y mejoras, pero de momento no vimos más que más de lo mismo. Mucho juego de delantera y falta de resolución.

Inglaterra fue la gran fracasada del año pasado en el mundial, y también ha sufrido muchos cambios, con la retirada de algunos jugadores emblemáticos y con nuevo entrenador. En Edimburgo, contra Escocia se pusieron el mono de trabajar, y sin excesiva brillantez resolvieron el partido. Los escoceses también siguen en su línea. Le ponen ganas e ilusión, parece que van a conseguir algo, pero les falta resolución y concentración. Cedieron un ensayo a principio del segundo tiempo que les puso las cosas muy difíciles.

El partido realmente entretenido, muy divertido, fue el que celebraron Irlanda y Gales en Dublín. Fueron los equipo europeos que mejor impresión causaron en los mundiales, siendo Irlanda eliminada por Gales, por lo que el partido tenía sabor a revancha, y Gales por Francia en un partido en el que tuvieron que jugar la mayor parte del encuentro con sólo catorce jugadores. Estábamos ante un equipo irlandés sólido, que ha ido renovando poco a poco, más experimentado y que jugaba en casa, contra un equipo galés, muy joven, muy entusiasta, pero más inexperto. Hubo alternativas en el dominio, en el juego y en el marcador para ambos equipos, y al final, gracias al empuje y la movilidad de sus jugadores, los galeses recuperaron el ensayo en contra que llevaban a 10 minutos del final y vencieron por sólo dos puntos de diferencia. La victoria irlandesa tampoco hubiese sido injusta, pero creo que las ganas de los gales bien merecieron la victoria.

Si todo sigue así, espero que uno de los dos equipo celtas se lleve el campeonato. Aunque queda mucho camino por recorrer.

En honor del vencedor más meritorio de la primera jornada, Gales, una imagen de una vieja locomotora de vapor en la estación de Llanfair (Fujifilm Finepix F10).