[Libro] The Tatami Time Machine Blues – Tomihiko Morimi

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Las novelas de Morimi en el universo del Tatami y sus derivadas espirituales transcurren en Kioto, y allí nos vamos, a pasear por las típicas calles y santuarios en Higashiyama.

En la primavera de hace dos años pude ver en una plataforma de contenidos una serie de animación japonesa que me encantó. Me divertí mucho. Me lo pasé pipa. Y así descubrí al escritor Tomihiko Morimi y su Universo del Tatami. El autor es de Nara, y realizó sus estudios universitarios en Kioto, período de su vida que supongo inspiró las andanzas de los personajes de este peculiar universo de ficción. Universo que vio la luz con su novelaYojōhan Shinwa Taikei [四畳半神話大系, literalmente las crónicas míticas de los cuatro tatamis y medio], que con el tiempo fue adaptada a serie de animación, que con el tiempo vi, y la novela que nos ocupa hoy Yojōhan Taimu Mashin Burūsu [四畳半タイムマシンブルース, literalmente el ‘blues’ de la maquina del tiempo de los cuatro tatamis y medio]. Y hubo otra novela, adaptada a largometraje de animación, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女, literalmente la noche es corta, camina, muchacha], que leí durante mi viaje a San Francisco. Esta última no es exactamente una historia perteneciente al Universo del Tatami, pero sus personajes y su espíritu tienen mucho que ver con este. Incluso la adaptación animada tiene un diseño de personajes claramente copiado de las series de animación mencionadas. Esta es mi favorita. La película ya la he visto en más de una ocasión, y cada vez le encuentra más miga.

Frente al complejo multiverso de la historia original, en el que una y otra vez regresamos cíclicamente a la repetición con variantes de la historia de watashi (yo, el protagonista de la historia), aquí estamos en una situación estable en cuanto a este multiverso. Es verano, y los habitantes de la residencia universitaria con habitaciones de cuatro tatamis y medio (algo más de siete metros cuadrados, de aquí viene el nombre del universo de ficción), al menos los afiliados al club de cine, está rodando una película, dirigida por Akashi, la joven que es el centro de atracción romántica de watashi, el protagonista. Pero dos situaciones llevan a esta microcomunidad al caos. Una botella de soda que se derrama sobre el mando a distancia del único aparato de aire acondicionado de la residencia, arruinando su funcionamiento en el agobiante calor del verano kiotense, y la aparición de una misteriosa máquina del tiempo y su «soso» viajero.

Estas novelas no están traducidas al castellano, por lo que las que he leído estaban en inglés. Pero tengo la sensación de que están bien traducida y trasladan con fidelidad el caos que nos quiere transmitir su autor. La historia no deja de ser un romance disfrazado de aventuras. Pero con las paradojas en el tiempo muy bien gestionadas. He de recordar que me encantan las historias de viaje en el tiempo, cuando están bien desarrolladas, porque son tremendamente divertidas e intelectualmente desafiantes. Aquí, salpicadas de aventuras absolutamente delirantes, que generan una notable hilaridad.

Con estas historias yo me lo paso muy bien. Quizá, esta sea la más ligera. La más casual. La más anecdótica. Pero recomendable. Muy recomendable, desde mi punto de vista. Aunque supongo que no atraerá a un público general. Sin duda puede atraer a un público joven, relativamente cultivado, y sin reparos a exponerse a otras culturas y situaciones. Aunque yo creo que es una exposición que debería promocionarse en todo tipo de gentes. Otome me resultó más entrañable. Trasunto de Akashi en esta historia, no son simplemente el mismo personaje; aquel era más profundo y empático. Akashi es más ligera… aunque también con mucho encanto. Y no he leído (todavía) la novela que comenzó todo esto. En algún momento. Por cierto, que del mismo autor es otra novela que también fue adaptada a largometraje de animación que vi hace unos años… quizá me anime a buscarla también.

[Libro] The night is short, walk on girl – Tomihiko Morimi

Literatura

Hace unas semanas, poco antes de salir de viaje hacia San Francisco, comentaba en una entrada televisiva lo bien que lo había pasado, lo mucho que me habían gustado las series y película de animación que adaptan algunas novelas de Tomihiko Morimi, dentro de eso que podríamos llamar The Tatami Galaxy y derivados o similares. Las dos series entran directamente en lo que realmente es la «galaxia de los cuatro tatamis y medio», mientras que la película vendría a ser como una variante sobre el mismo tema, pero como una historia diferenciada, aunque con un entorno y unos personajes íntimamente relacionados con las anteriores. Tanto el diseño de los caracteres como el tipo de ilustración en general es similar.

Finalmente, mientras preparaba el viaje, y con él los libros que iba a cargar en el lector de libros electrónicos, pensaba que de todo lo anterior, lo que más se me había quedado en la cabeza y el sentimiento fue la película, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女], cuya traducción más literal sería La noche es corta, camina, doncella. Pero supongo que ese doncella así a secas resulta un poco raro, anticuado, en los usos habituales del castellano, así que utilizad el equivalente que prefiráis ¿Jovencita? Quizá resulta condescendiente. Pero lo que nunca dejaré de considerar adecuado es que, no sabiendo su nombre, doncella de cabello negro es el apelativo más adecuado y algo poético.

En la película te quedas con la sensación de que todas las peripecias que se nos narran, y que son fieles a las que nos cuenta la novela, transcurren en una frenética noche, a la que el título hace referencia. Sin embargo, en la única cuestión donde se rompe la fidelidad, la novela se toma su tiempo. Dividida en cuatro partes, la primera, en la que Doncella de cabello negro decide vivir la noche, y que da título a la novela, transcurre en primavera, poco después de que la chica haya comenzado su primer año de universidad, mientras que Senpai, su secreto enamorado está ya en tercero. La segunda parte, con las aventuras en la feria de libros usados, es en verano, la tercera, con el festival universitario, es el otoño, y la cuarta y última, con la epidemia de gripe abatiéndose sobre Kioto, es en vísperas de Navidad. Lo cual da otro sentido, más romántico y nostálgico, al enamoramiento de Senpai hacia Doncella de cabello negro, y a su incapacidad para abordarla directamente, temeroso de fracasar y sufrir un rechazo.

La novela, así, como ya se intuía o se sentía la película, es una romántica historia de amor y enamoramiento en época universitario, que puede resonar tanto en su público destinatario objetivo, los jóvenes en esa época, como en adultos con una o varias décadas más a cuestas, pero que vivieron esa época, y seguramente recordarán situaciones no tan diferentes en el fondo. Aunque las formas, o el tono de realismo fantástico de la historia, así como el trasfondo cultural nipón la hagan aparentemente distinta. Una historia de romance, que no lo parece, pero lo es, de descubrimiento personal, y de aventuras que sólo se pueden vivir en un determinado momento de la vida y en un determinado lugar.

Me la merendé en el viaje de vuelta de San Francisco. Parte de él, porque me forcé a dormir lo que pude para evitar el desfase horario… algo en lo que fracasé por completo. Pero como es una novela que engancha, la terminé de todos modos. Y eso que perdí el lector de libros electrónicos, me lo dejé en el avión de ida a San Francisco, y tuve que leerla en el móvil… que es un peñazo. Pero bueno, a pesar de eso, una novela encantadora, que me atreveré a recomendar a románticos declarados, a románticos no declarados, y a cualquier persona que quiera evocar épocas más jóvenes e inconscientes de su vida. O sea… a casi todo el mundo. Timoratos y gente «seria», se abstengan.