The Lady in the Van (2015; 252016-2104)
La primavera no nos lo está poniendo fácil a los aficionados al cine en Zaragoza. Normalmente, siempre supone un momento de bajón en la oferta cinematográfica que se suele ir salvando porque es cuando encuentran huecos películas de cine independiente o de cinematografías poco potentes, pero que tienen en ocasiones una sorprendente calidad, a pesar de la modestia de sus medios. Pero no estamos sabiendo encontrar esas oportunidades este año.
En un momento dado, optamos por el valor seguro que a priori puede suponer la perspectiva de una interpretación de Maggie Smith. Actriz británica que ha alcanzado elevadas cotas de popularidad en los últimos años por el magistral papel de condesa viuda en el culebrón de época más celebrado de los últimos tiempos. Así que con esta perspectiva nos acercamos a ver la película británica dirigida Nicholas Hytner, basada en una experiencia real vivida por el escritor Alan Bennett.

Nos iremos a Londres, dado el tema del filme, de momento cogeremos el metro en la estación de South Kensington.
Este novelista, dramaturgo y guionista inglés acogió durante quince años en la parte delantera de su casa a una vagabunda que vivía en una fugoneta, con una particular relación que además de esta adaptación al cine ha tenido también adaptaciones literarias o teatrales. Por supuesto, la señora de la furgoneta, Mary Shepard/Margaret Fairchild está interpretada por Smith. Y detrás de esta situación un drama personal, que se extendía durante décadas en la vida de Fairchild, más allá del accidente que la llevó a la vida indigente.
La cosa prometía. O por lo menos, podemos afirmar que había elementos suficientes para ofrecer una buena historia, a poco que el buen hacer de los intérpretes y el oficio a la hora de rodar se pusiesen al servicio de la misma. Los intérpretes están bien. Y oficio técnico cinematográfico hay. Pero de alguna forma, la película no acaba de cuajar. No está mal,… pero al final te quedas un poco frío. ¿Posibles razones?

Podemos pasear a la orilla del Támesis a la altura de la Torre de Londres y su célebre puente.
Una está clara. Maggie Smith podrá ser una excelente actriz, pero en esta película se limita a hacer el papel que viene haciendo últimamente de señora gruñona pero con corazón. No hay grandes diferencias reales entre la indigente de la furgoneta y la condesa viuda de Grantham. Otra está en que el alter ego cinematográfico del escritor, interpretado por el habitualmente competente Alex Jennings, nos deja fríos. No es un señor que nos caiga simpático. Ni nos gusta el como afronta sus dilemas morales. De hecho, él y su vecindario, nos parecen una panda de pijos ingleses bastante hipócritas, pero sin que la película suponga realmente una reflexión profunda sobre esa hipocresía. Finalmente, al final, la señora muere… esto no es destripar la trama,… es algo que es evidente, y te quedas con la sensación de que todo ha sido una curiosa anécdota. Sin más. Y no creo que esta fuera la intención de los responsables del filme, ni mucho menos. Pero es lo que sentimos.
Por lo tanto, sin ser una película merecedora de un suspenso, es de alguna forma un película fallida, que se hace algo larga con su hora y tres cuartos de duración para lo que realmente cuenta. Habrá gente que le guste, especialmente los fans de Maggie Smith. Pero probablemente es una película fácilmente olvidable.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: ***

Y podemos ir a hacer algunas compras no lejos de Harrods a la caída de la tarde.