Llevan asegurándonos en Games of Thrones desde hace cinco años que el invierno está llegando. Pero hasta ahora, salvo en el Muro y al norte del Muro que siempre hace frío, y en Winterfell, que como su nombre indica es un sitio fresquito,… pues más bien hace buen tiempo en Westeros y al otro lado del Mar Angosto… calorcito incluso. El caso es que ha llegado la sexta temporada, y hemos perdido la guía de los libros de George R. R. Martin. El muy vago no ha publicado todavía el sexto libro. Nadie sabe lo que va a pasar a partir de aquí. Y como nos han mostrado en el primer episodio, en el que nos han hecho un recordatorio del estado de situación… pues parece que son las mujeres las que quedan para dar mal. Algún varón anda por ahí todavía… pero la sensación que es que la temporada va a ser un juego de damas. Bueno… ya veremos que dijo un ciego a otro ciego. Seguro que como en temporadas anteriores, nos quejaremos un poco al principio de que pasan pocas cosas, luego viviremos unos episodios estresantes,… y nos quedaremos con ganas de más. De mucho más… pero como digo, ya veremos.

Hoy he recibido algunos carretes de fotografías de Carmencita Film Lab.
Mientras tanto, hay pocas novedades y poco movimiento de interés en mi cartelera, que se ha tranquilizado mucho en estas últimas semanas. Un poco a idea. Del resto de las series, es The Americans la que me tiene más en un vilo. Después del golpe que supuso la desaparición de uno de los personajes colaterales más queridos, parece que la trama importante no está, de momento, en Paige (Holly Taylor), la perspicaz hija adolescente de los Jennings (Keri Russell; Matthew Rhys), como parecía. Sino en la sufrida Martha (Alison Wright), que nos está produciendo unos episodios de infarto. Y parece que todavía no ha terminado su drama… En un vilo nos tienen. Eso sí, como matrimonio, a los Jennings, nunca les había ido «mejor». Y definitivamente, los tontos,… el FBI.

Proceden de las cámaras y los objetivos fabricados al otro lado del telón de acero durante la guerra fría y que he estado probando estos meses atrás.
Y hemos asistido al final de temporada de un simpático procedimental policiaco con toques fantásticos. Nada más y nada menos que Lucifer (Tom Ellis), que aburrido del infierno se nos instala en Los Ángeles y se hace amigo de una guapa policía (Lauren German) con pasado de actriz que enseñaba las tetas (en la ficción, que nadie se emocione demasiado). Una serie que no prometía gran cosa, y que gracias a la simpatía y la química de sus protagonistas, especialmente el «diabólico», que después de todo está hecho un pedazo de pan, y unos guiones no complicados pero entretenidos,… pues tiene buenas valoraciones y se ha ganado una merecida renovación. ¿Quién será «mamá»? Seguro que está que cruje… como todas las chicas malas.

Si consigo poner un poco de orden en las fotografías, haré un artículo que sirva de balance.