[Cine] Portrait de la jeune fille en feu (2019)

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Portrait de la jeune fille en feu (2019; 51/20191025)

Parece que el otoño cinematográfico se anima un poco. Y en tres días he acumulado tres posibles reseñas, creo que haré las tres, ya explicaré porqué tenía dudas con una, relacionadas con recientes estrenos. Y lo mejor del caso es que son propuestas interesantes, independientemente del grado en que hayan resultado mejor o peor. En general, bien. Y empezaré por esta película francesa firmada por Céline Sciamma, que me interesó desde el momento en que la vi anunciada en la cartelera. Así que este viernes pasado, me fui yo solico al cine, a las cuatro y cuarto de la tarde, para poder disfrutar de la versión original de este largometraje.

Bretaña es una tierra hermosa a la que, de vez en cuando, pienso que debería volver.

Había oído hablar del cien de Sciamma, pero no había tenido oportunidad de ver ninguna de sus películas. Y aquí nos presenta una película de época, ambientada en una isla bretona a finales del siglo XVIII, cuando la ilustración ya ha calado profundamente en las vidas de las gentes en Francia, al menos de las más cultivadas. Héloïse (Adèle Haenel) es una joven inquieta por la cultura y con una actitud relativamente introspectiva de la vida, que vivía a gusto en un convento disfrutando de la lectura y la vida intelectual. Pero su madre, la condesa (Valeria Golino), la ha sacado del convento para casarla con un buen partido milanés, tras la muerte de su otra hija. Marianne (Noémie Merlant) es una joven pintora, que ha seguido la profesión de su padre y maestro con aprovechamiento, aunque por su condición de mujer se ve obligada a restringir los temas que puede pintar, o pintar los temas prohibidos con la firma de su padre. Recibe el encargo de la condesa para pintar a su hija, que se niega a posar, sabiendo que el destino del retrato es servir de escaparate para decidir su «compra» como esposa por parte de su prometido. Marianne lo hará de memoria, pero se verá obligada a convivir intensamente con Héloïse durante unos días. Y esa convivencia traerá consecuencias inesperadas para todas.

La propuesta de Sciamma entra plenamente dentro del cine de mujeres y claramente feminista. Maneja tres temas principales de forma simultánea, y muy bien imbricados unos con otros. El deseo de independencia y de realización personal de las mujeres ilustradas; la sororidad, la solidaridad entre mujeres, puestas de manifiesto en la actitud de las dos jóvenes hacia la joven criada que las atiende y que tiene un embarazo no deseado; y la libertad, o su carencia, para elegir el amor en la persona que cada cual desee, sea cual sea su sexo. El caso es que todo esto lo hace de forma clara, sin ambigüedades, pero sin estridencias. Con mucha elegancia, con una puesta en escena bella y sobria al mismo tiempo, y centrándose en los gestos y las reacciones de las mujeres protagonistas.

Ni qué decir tiene que las interpretaciones son de primer nivel. Ya había visto en un par de películas a Haenel, y ya me constaba su solidez interpretativa. Pero Merlant, que lleva el peso de la narración, ya que el relato se presenta fundamentalmente desde su punto de vista, hace también un papel excelente.

Película muy recomendable, bella de ver, y que sólo debería retraer a los más cerriles miembros de nuestra sociedad del siglo XXI. El problemas es que todavía quedan muchos cerriles miembros en nuestra sociedad.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] La fille inconnue (2016)

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La fille Inconnue (2016; 142017-1003)

Hace ya una semana que vi esta película. Pero como en lo que llevamos de esta no he tenido tiempo para publicar nada dos de ellos, se me ha retrasado un poco la cosa cinematográfica. Bueno… incluso he acumulado otra película que no pensaba ver. Ya hablaremos de eso. El caso es que sí me atraía el ver la última película de los hermanos Dardenne, Jean-Pierre y Luc.

Hace ya unos años que tuve la oportunidad de ver Le silence de Lorna (El silencio de Lorna), una película a la que no le faltaba interés, aunque tampoco acababa de ser una película redonda. Y posteriormente, en vídeo y en casa, porque nos perdimos su estreno en salas de cine, pude ver Deux jours, une nuit (Dos días, una noche) en la que destacaba su protagonista, Marion Cotillard, que fue justa candidata a los Óscar en su momento por este trabajo. Demostrando, una vez más, que es una de las mejores actrices del momento, y que a pesar de haber alcanzado la fama no deja de hacer películas más sencillas y comprometidas socialmente. Bien por la Cotillard. Si me acuerdo, volveré a esto en mi próxima reseña de cine.

Visité Lieja hace ya algo más de quince años, en un día de mucho calor, y de luz no especialmente favorecedora. No tengo muchas diapositivas digitalizadas de la ciudad… pero algunas hay.

En ambas películas, la cámara de los Dardenne enganchaba a un personaje femenino y lo acompañaba sin soltarlo durante todo el metraje de la película mientras exponían sus tesis sobre la inmigración, o sobre los problemas laborales y el riesgo de desempleo en cada una de ellas. En ambas ocasiones, las localizaciones se encontraban en Lieja y sus alrededores, y nuevamente han vuelto al mismo lugar para seguir las peripecias de otra mujere. En esta ocasión se trata de la doctora Jenny Davin (Adèle Haenel), una joven médica que está acabando de hacer una sustitución de un veterano profesional en un modesto consultorio en Seraing, ciudad industrial y obrera, literalmente junto a Lieja a orillas del Mosa, con perspectivas de incorporarse posteriormente a un consultorio más moderno y de nivel en la propia Lieja. Pero una tarde, tras acabar la consulta, mientras comenta con un alumno de medicina, Julien (Olivier Bonnaud), las incidencias del día, llaman al timbre y decide no abrir. Hace una hora del final de la consulta, no es un servicio de urgencia y tiene que enseñar a Julien los límites de su implicación personal/profesional. Al día siguiente, una joven subsahariana aparecerá muerta a orillas del Mosa. Y por una grabación de vídeo sabremos que es la persona que llamó al timbre. La vida de Jenny Davin cambiará completamente respecto a lo que tenía planeado.

Como decíamos, volvemos al mismo esquema. Una mujer, honesta por naturaleza y convinción, envuelta en un dilema moral de graves consecuencias, y que se embarca en una búsqueda. Una búsqueda tan sencilla como descubrir el nombre de la víctima y ponerle una lápida, pero que le llevará a encontrar una verdad mucho más importante. Con el tema de la prostitución de fondo y de la explotación de las mujeres, especialmente de aquellas más vulnerables en nuestro entorno, como son las inmigrantes irregulares, los Dardenne expondrán la tesis de que la muerte de la joven no tiene un sólo culpable, sino muchos.

Atención, riesgo de destripar la película… lo aviso por si no queréis seguir leyendo a partir de aquí, y saltar a después de la foto.






La hermana celosa, el chulo, los clientes, la policía para quienes hay casos más importantes, el adolescente que no quiere delatar a alguien…

Retomo la cuestión,

Todo ello desde la mirada de la joven Davin, que como digo es una mujer esencialmente honesta, y una profesional preocupada, que nos muestra una forma de afrontar la medicina general que quizá se está perdiendo. En unos lugares por la situación y actitud del médico funcionarizado, aun con las ventajas de un servicio público de salud, en otros por la presión para hacer dinero de la medicina privada,… y no se hace dinero donde viven los pobres, o donde el riesgo de enfermas es mayor.

Haenel hace razonablemente bien su papel, transmite con razonable convicción su situación de persona agobiada por una decisión personal con consecuencias graves. Pero sin que lleguemos a empatizar del todo. No acaba de hacernos sufrir con ella. La entendemos, pero nos situamos de forma externa. Cotillard, en su momento, sí que nos metía plenamente en su angustia. Pudimos ver a Haenel hace unos años, y creo que puede dar más de sí. Aunque quizá el problema no sea tanto la actriz como el planteamiento de los Dardenne. Estos, al igual que sucedía en Le silence de Lorna consiguen un producto honesto de cine social, pero no acaban de redondear la película, no acaban de darle la dimensión que podría tener. A pesar de todo, recomendable para todo aquel que entienda que el cine es algo más que un sitio donde se atiborra uno de palomitas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Les combattants (2014)

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Les combattants (2014); vista el 20 de agosto de 2015.

Como de costumbre, cuando dejo el título de la película en su idioma original es que he visto la película en versión original subtitulada en castellano, que es como hay que ver el cine. En la cartelera española, también es posible encontrar esta película con el título literalmente traducido como «Los combatientes».

Veamos por lo tanto qué ha dado de sí esta película francesa dirigida por Thomas Cailley, y que según algunas críticas es uno de los títulos potencialmente más interesantes en un verano en el que salvo alguna película de animación, la cosa está relativamente floja, cinematográficamente hablando.

En ausencia de fotografías de la región donde sea ha rodado la película, nos pasearemos también por Francia, pero por el Quercy. Cuyo lugar más visitado y característico es el santuario de Rocamadour.

En ausencia de fotografías de la región donde sea ha rodado la película, nos pasearemos también por Francia, pero por el Quercy. Cuyo lugar más visitado y característico es el santuario de Rocamadour.

La película nos habla de dos jóvenes, chico y chica, que apenas están abandonando su adolescencia. El chico, Arnaud (Kévin Azaïs), es un joven sensible, que va por el mundo algo despistado, y que tras la muerte de su padre, está ayudando durante el verano a su hermano mayor en el negocio de carpintería familiar. La chica, Madeleine (Adèle Haenel), es un «chicazo» que, preocupada por las amenazas del mundo actual, terrorismo, catástrofes ecológicas, riesgo nuclear, etcétera, está convencida de que hay que aprender técnicas de supervivencia y defensa personal para la potencial situación apocalíptica en la que se puede encontrar el mundo a corto plazo. Atraído como se siente por la chica, Arnaud la seguirá a un campamento de preparación previa al alistamiento en el ejército. Donde las cosas no serán como pensaban, y la respuesta de ambos tampoco.

Estamos ante una película más sobre adolescentes, un poquito más mayores de lo habitual en esta ocasión, que viven desorientados sin acabar de integrarse en el mundo, con peculiaridades personales que los hacen no encajar. Quizá la vuelta de tuerca de este filme es que en algunos aspectos, los roles previsibles están vueltos del revés. Quien aportan sensibilidad y sentimientos es el chico, que claramente se siente fascinado por la joven, que en tras su comportamiento de «marimacho» un poco bruta, muestra una franca femineidad que le desconcierta. Por contra, la chica muestra más determinación, más capacidad para la acción y la resolución de situaciones. Para bien, o para mal. Al final, la película que tiene un claro componente de «buenrollismo», permitirá a los dos jóvenes crecer, y quizá encontrar en el otro algo que igual no esperaban.

Pero quizá, más agradables son algunos pueblecitos como Souillac.

Pero quizá, más agradables son algunos pueblecitos como Souillac.

Todo ello se basa fundamentalmente, aparte de una ambientación cálida y agradable en el mediodía francés, creo que está rodada en las proximidades de la desembocadura del Ródano, en la más que buena interpretación de ambos jóvenes, que dan credibilidad y autenticidad a los caracteres que interpretan.

Estamos por lo tanto ante una película que nos cuenta una historia poco compleja, pero con sentimientos y con intención, que se deja ver bastante bien. Quizá no destaque con especial fulgor en el panorama cinematográfico, pero es correcta, y nos muestra unos intérpretes jóvenes con proyección de futuro.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

O Beaulieu, que como su nombre indica, es un bello lugar.

O Beaulieu, que como su nombre indica, es un bello lugar.