[Cine] The long walk (2025)

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Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. A lo largo del camino, un adelanto sobre las fotografías realizadas con Fujifilm GFX 50R con una óptica nueva… de segunda mano.

The long walk (2025; 54/20251116)

En estos momentos, a las 8:30 de la mañana del 8 de diciembre de 2025, día festivo en España a pesar de la teórica separación iglesia-estado, celebrándose el absurdo mito que dice que una adolescente de hace 2030 años más o menos dio a luz a un niño sin haber mantenido relaciones sexuales en su vida, siento una sensación de profundo desconcierto. No por lo de la mítica adolescente, casada con una señor más mayor, carpintero, que dicen que nunca la tocó. Sino por otras cuestiones. El mes de noviembre ha sido una mezcla de cosas buenas y cosas no tan buenas, de constante sensación de no tener horas suficientes en el día y de varios caos que se han ido resolviendo milagrosamente. Siempre decimos en mi entorno laboral que una de las fases en la planificación de los proyectos de salud y asistencia sanitaria es «Culminación inexplicable del proyecto». Seguida de «Premios y honores a los que no han participado». Pues algo así.

En este ambiente, en el que se mezcla lo laboral con lo privado, aunque he ido bastante al cine, lo he hecho de forma irregular. Y aún he tenido menos tiempo para hablar de ellos. Como colofón, en estos días de fin de semana extendido, he pillado algún virus, que me está haciendo la pascua. Lo noté ya el jueves. Pero hasta el viernes no se declaró en su forma total. No es grave. Las mañanas las paso bien. Pero las tardes, en estado de postración y dolores musculares difusos, no importa los bocadillos de ibuprofeno que me tome, las paso de forma más bien miserable. En esta mañana me he vuelto ha despertar de forma razonablemente entonada. Espero que no se tuerza la cosa por la tarde. Así que me pongo con el comentario de una película que vi… ¡¡¡ el 16 de septiembre !!? En fin, vamos con esta adaptación de una novela temprana de Stephen King dirigida por Francis Lawrence.

En unos Estados Unidos gobernados por un gobierno autoritario y populista, no sé qué manía tienen los críticos de cine en confundir una sociedad distópica de algo que simplemente es una dictadura policiaco-militar, con el fin de levantar los ánimos años después de una guerra civil, todos los años se reúnen un grupo de jóvenes, uno por cada un de los estados que forman el país. Y se lanzan a una carrera caminando. Que termina cuando sólo queda uno vivo. Porque si alguno se para. O si simplemente baja la velocidad por debajo de un determinado límite, un militar armado con un fusil le pega un tiro en la cabeza. La película nos narra una estas carreras, durante la que conoceremos a algunos de sus participantes, sus motivaciones… y poco más.

Me costó decidirme a ir a verla. Lawrence, el director, ha hecho carrera a base de dirigir videoclips y a Jennifer Lawrence como heroína de acción. Y Stephen King… no es santo de mi devoción. Pero bueno… ya que estábamos, la vi. No está mal hecha… está bien hecha de hecho. Y bien interpretada. Quizá es lo que más valga la pena de la película. La forma en que estos jóvenes actores llevan sus diálogos y responden al absurdo de la situación, a la que han llegado de forma más o menos voluntaria, más o menos forzada. Y con lo que está cayendo en el mundo, y en Estados Unidos en particular, diríase que, aunque la novela es de los años 70, se adapta especialmente bien a la deriva antidemocrática y antiliberal del régimen presidencialista de la potencia norteamericana. Y sin embargo…

Sin embargo, la historia tampoco supone una especial reflexión sobre estas cuestiones. Sip, se nos presenta un país con un sistema dictatorial. Militarizado. Pero del que sabemos poco. De hecho, parece un mero macguffin para justificar que se realice esta carrera que, por lo demás, sin más explicación, o con las que se nos ofrecen, parece más bien estúpida. ¿Qué puede tener de estimulante para un país sin libertades el ver por la televisión como van fusilando a 49 de los 50 participantes? ¿Qué puede tener de edificante? ¿Es una mera amenaza del tipo «esto os puede pasar en cualquier momento si nos da la gana»? No tiene que ver con nada realmente, simplemente se describe una situación angustiosa, que no sabemos de dónde procede exactamente ni sabemos dónde va. Más allá de ese final, absolutamente previsible a partir de una determinada conversación entre los personajes interpretados por Cooper Hoffman y David Jonsson, ambos estupendos por lo demás. Una película correcta, razonablemente recomendable, si no ha desaparecido de las pantallas a estas alturas, pero que deja con una sensación de que tiene menos dentro de sí de lo que aparenta. A la larga, es más una película de terror que un comentario político. Y a mí, el terror, no me va demasiado.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Licorice Pizza (2021)

Cine

Licorice Pizza (2021; 07/20220127)

Siempre he tenido unas sensaciones ambivalentes con el cine de Paul Thomas Anderson. Considero que es un excelente director de cine, con una visión muy personal, muy expresiva… pero las cosas que cuenta, la mayor parte de las veces… no me interesan. Y mira que no ha hecho muchas cosas. En el ámbito del largometraje, digo. Y creo que las he visto, de una forma u otra, todas. Pero en alguna de sus películas, tan alabadas por la crítica y por el público más cinéfilo… pues me he aburrido. Así que cuando empecé a oír hablar de esta película me quedé frío. A la expectativa. Cierto es que pronto empezaron a lloverle las alabanzas. Y premios. Pero claro, ya he dicho que sus anteriores películas… No obstante parece que era «obligatorio» ir a verla.

Si no hubiese llegado la pandemia, es probable que a estas alturas ya tuviese fotos de California para ilustrar esta entrada. Pero no ha podido ser. Así que como Nueva York también está en la película, Central Park de la Gran Manzana tendrá que valer.

La ocasión surgió un par de semanas antes de su estreno, cuando anunciaron una sesión especial, con proyección de la película sobre película de 70 mm, a lo grande. En una de las pantallas de proyección más grandes de Zaragoza; la sala 4 de los Palafox. O sea, el Palafox de toda la vida, de cuando era niño, cuando no había multicines, y el paseo de la Independencia estaba salpicado de salas de cines o teatros que sólo hacían teatro en contadas ocasiones, la mayor parte de las ocasiones proyectaban películas de cine. Por supuesto, está rodada sobre película tradicional, no sobre digital… pero no está rodada sobre película de 65 mm, sino sobre películas Kodak Vision3, de distintas sensibilidades a la luz y al color, de 35 mm. Supongo que el copiar el fotograma de 35 mm sobre el de 70 mm para la proyección, sirve para aumentar también el tamaño del grano, que hace que la película tenga el aspecto de una película de principios de los años 70, época en la que se localiza la acción. Dentro de unas semanas volvemos a otro evento similar, con una película de la que temo me arrepentiré, que sí que está rodada con 65 mm (Sí, el formato «medio» del cine es película de 65 mm para rodar, y 70 mm para proyectar. El formato «pequeño» es de 35 mm para ambas acciones. Uso nomenclatura propia de la fotografía para denominar los formatos. Habría también formatos «subminiatura» de 16 mm, como en esta excelente película, o de 8 mm, de uso por aficionados, estudiantes y principiantes).

Transcurre en la película en los años 70, a principios, en torno a 1973, la crisis del petróleo de ese año que influye en el argumento de la película nos sitúa, en uno de los valles que conforman el área metropolitana de Los Ángeles, donde el día de la foto escolar un alumno de instituto de 15 años, Gary (Alana Haim), se enamora a primera vista y empieza a tirarle los tejos a Alana(Cooper Hoffman), una de las asistentes del fotógrafo, de 23 años. Y ahí empieza una peculiar historia de amor, improbable e incluso imposible si tenemos en cuenta las edades de los protagonistas. Él es además actor infantil, y los reencuentros frecuentes comienza cuando Alana es contratada como carabina para cuidar de los actores y actrices infantiles que van a participar en un programa de televisión en Nueva York. Y así, en una serie de episodios encadenados, más que en una historia única y lineal, van produciéndose los reencuentros de los protagonistas, con altibajos en la naturaleza de su relación.

La película, como decía, está rodada para que mantenga un aspecto en la luz y la estructura de la imagen similar a las películas de aquella época. Anderson es codirector de fotografía junto con Michael Bauman, en una trabajo realmente meritorio, muy notable. Es el primer trabajo en un largometraje como director de fotografía de Bauman, aunque ha trabajado en numerosas producciones dentro del equipo de iluminación como jefe de iluminación o electricistas. El tono es luminoso, muy angelino, muy californiano, y acompaña perfectamente una historia formada por una serie de historias pequeñas que mantienen un tono de comedia, realmente muy divertido. Yo me reí varias veces. El conjunto está perfectamente enlazado y se siente como una unidad a pesar de la naturaleza episódica del argumento. Hay una progresión en la relación.

Pero es que además la película está salpicada con la presencia de conocidos actores y actrices, mucho más famosos que los protagonistas, que interpretan a personajes reales, aunque con los nombres algo cambiados, pero muy reconocibles. Así Christine Ebersole es Lucy Doolittle, alter ego de Lucille Ball; Sean Penn interpreta a Jack Holden, protagonista de «Los puentes de Toko-san», alter ego de William Holden que protagonizó Los puentes de Toko-ri (The bridges at Toko-ri); Tom Waits, interpreta a Rex Blau, un director de cine basado en Mark Robson… que rodó entre muchos títulos conocidos lo mencionados «puentes»; Bradley Cooper es Jon Peters, sin el nombre cambiado, peluquero, o estilista capilar si lo preferís, y productor que mantuvo una cierta relación con Barbra Streissand. Por poner unos ejemplos. El reparto es muy coral, aunque dominado por los dos personajes protagonistas, y podemos decir que el trabajo del conjunto está a un alto nivel. De los dos protagonistas, me quedo con el trabajo de Alana Haim, que también se lo curra en el mundo de la música. Toda su familia sale en mayor o medida en la película. Anderson ha dirigido vídeos musicales para el grupo que forma con sus hermanas mayores. Su trabajo es más consistente… pero también es más madura en edad que su compañero de reparto, que también lo hace muy bien. Pero si se confirma que es una contendiente para los Oscars, lo tendrá merecido.

Resumiendo, estamos ante una película con la que lo pasamos muy bien. Una comedia romántica que rompe con todos los esquemas habituales del género, que da un repaso a una época ya en la historia y a su cultura popular, y que escondidos entre lo cómico y lo romántico, no deja de hablarnos de otros valores importantes, relacionados con la tolerancia, la amistad o la familia. Por poco convencionales que puedan ser en un momento dado. Muy recomendable. De lo mejor del último año.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****