[Cine] Cruella (2021)

Cine

Cruella (2021; 37/20210602)

Vamos a ver si lo dejo claro desde el principio. Yo no quería ir a ver esta película. Incluso cuando salió ganadora en la votación me planteé quedarme en casa. No ir. Al final, en los últimos tiempos han sido tan escasos los momentos para juntarse con determinada gente, que venció este último impulso. Las adaptaciones de acción real de los clásicos animados de Disney o sus derivadas son meros productos de mercadotecnia en los que, hasta ahora, poca calidad he visto. Muy poca. Es cierto que esta nueva visión de la mejor malvada de la factoría dirigida por Craig Gillespie tiene como atractivo a priori su reparto. Hay mucha gente en el elenco que casi nunca lo hace mal. Pero aun así, mi reluctancia a ver esta película era… enorme. Pero fui.

Vista de Great Marlborough Street con los almacenes Liberty en primer plano. Es una de las localizaciones de la película, que transcurre en los años 70 del siglo XX.

En esta película se reimaginan los orígenes de Cruella de Vil, que en realidad se llama Estella (Emma Stone/Tipper Seifert-Cleveland, de niña). Una niña muy especial y querida por su madre (Emily Beecham) a la que pierde en unas circunstancias muy trágicas, lo que la fuerza a vivir una infancia y adolescencia en el mundo de la delincuencia. Impulsada por su deseo de trabajar en el mundo de la moda, consigue entrar a trabajar para La Baronesa (Emma Thompson), quien se convertirá en su mayor antagonista, especialmente por los secretos que esconde relacionados con ella misma.

Siempre recuerdo una de las frases de Jessica Rabbit en Who framed Rogger Rabbit?… «I’m not bad. I’m just drawn that way.» «Yo no soy mala, fui dibujada así». Y no hay nada más que explicar sobre un personaje de ficción, especialmente en una comedia de acción, sea acción real o sea de animación. No hay que buscarle tres pies al gato. No hay que psicoanalizar al personaje. No hay que buscar razones para entender una infancia traumática y similares. Cuando las productoras, en un intento de ordeñar la vaca del dinero hasta dejarla exhausta, en el mejor de los casos no pasa nada. Pero con frecuencia, acaban desvirtuando el personaje que nos encantó. Porque Cruella de Vil era la salsa, lo que hacía interesante una historia como The hundred and one dalmatians, que si no hubiera sido una bobada. En este caso, pese a los esfuerzo del elenco… han creado un personaje que, realmente, a mí me ha parecido poco interesante, inconsecuente, y contrario en diversos aspecto a la maldad esencial del personaje original. Que nos encantó.

Separados del resto de Regent’s Park por el Inner Circle (vía urbana con paso de coches interior), los Queen Mary’s Gardens son la zona noble del parque. Regent’s Park es otra de las localizaciones típicas de la película.

La película es excesivamente larga, va muy rápida, pero no tiene un buen ritmo, se preocupa más de encajar la lista de éxitos musicales de los 60 y los 70 que de establecer un adecuado continuo narrativo, y en el único plano en el que se puede considerar que tiene algunos logros interesantes es en el diseño de producción. Las interpretaciones salen adelante por el oficio del reparto… y hasta ahí llega la cosa. Probablemente sea un éxito de taquilla… más o menos, dada la situación de la exhibición cinematográfica. Hasta yo fui a verla. Pero sinceramente, es un ejemplo de la mediocridad de Disney, más preocupada de aumentar el volumen del almacén del dinero del tío Gilito que de otra cosa. Por su puesto, es políticamente correcta y Anita (Kirby Howell-Baptiste) es negra, y aparece un personaje gay (John McCrea). Los dos son de los que apoyan a Estella, antes de convertirse en Cruella. O sea, ¿de los buenos? ¿Cruella de Vil es la «buena» de la película?

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
Entre las Terraces que rodea Regent’s Park, impresiona la columnata de Park Crescent. Puede representar las residencias de los más pijos (posh) personajes de la película.

[Cine] Entre Lady Bird y la Tonya (2017)

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Leía el otro día que los Oscars no se deberían considerar los premios a las mejores películas del año anterior, sino los premios a la mejor película estrenada entre finales de octubre y finales de diciembre… lo que conlleva que en estos momentos en España recaiga en una película estrenada entre enero y febrero de 2018. Un agobio. Esta son las dos últimas que hemos visto con carácter previo a la ceremonia que se celebrará mañana domingo, hora del Pacífico. Es decir en la madrugada del lunes en España. Este año tengo fiesta el lunes, es fiesta local en Zaragoza… pero me parece que no aprovecharé para chuparme la susodicha ceremonia. Creo.

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Para respetar los deseos de Christine «Lady Bird» McPherson, nos iremos a Nueva York, a pasear por los alrededores de la NYU (New York University) y de Washington Square, que está allí al lado.

Lady Bird (2017; 14/20180225)

Estreno en la dirección de Greta Gerwig, una actriz que fundamentalmente se ha hecho un hueco en el corazón de muchos cinéfilos gracias a sus interpretaciones en una serie de largometrajes en el ámbito del cine independiente y de bajo presupuesto. A mí me cae muy bien. El caso es que esta película, tras un recorrido exitoso por el circuito de festivales de cine independiente, ha llegado colocada a la temporada de premios. Donde triunfó en los Globos de Oro, con premios a la mejor película y mejor actriz protagonista en la categoría de ¡¡¡película de comedia o musical!!!

Os lo juro… ES-UN-DRA-MA.

Nos cuenta las aventuras y desventuras de una adolescente, Christine «Lady Bird» McPherson (Saoirse Ronan), durante su último año de instituto en su ciudad de Sacramento. Ciudad que es presentada como la más aburrida de la historia de la humanidad. Y encima va a un instituto privado católico. Bueno, pues que la chica, además de los picores hormonales propios de la edad, tiene ganas de pirarse lo más lejos posible del lugar, es decir a Nueva York, para estudiar en la universidad. Pero en su familia no anda sobrados de pasta, y encima, su madre, Laurie (Laurie Metcalf), es más tiesa que un ajo.

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Volvemos al comentario recurrente en esta temporada de premios. Las expectativas creadas en torno a esta película eran tan elevadas… que defrauda un poco. Entendámonos, es una película realizada con honestidad y buen gusto, notable para una novata. Aunque es sorprende lo conservadores que resultan a veces los mensajes que encierran las películas de los realizadores progresistas de los Estados Unidos. En fin.

Gerwig no es tonta, y ha sabido contar con un buen reparto, muy sólido, que da mucha consistencia al film. Ronan es indudablemente una de las mejores actrices de su generación, y Metcalf, que aunque no sea reconocida por su nombre resultará familiar a muchos espectadores, es una secundaria muy muy sólida.

Mientras escribo esto, con la ficha de la película en pantalla, me sorprende comprobar en su país de origen tiene la calificación por edades «R», que es relativamente restrictiva… No llega a la maldición del NC-17… pero… En fin, estamos en una época impregnada de moralina conservadora. La película es en general bastante recomendable, aunque no la hayamos apreciado como el peliculón oscarizable del que nos han hablado algunos críticos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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I, Tonya (2017; 15/20180301)

Y terminamos la ronda de oscarizables con la «Toña». Esta película no opta a los premios más gordos del palmarés, pero se ha hablado mucho de sus interpretaciones femeninas, protagonista y de reparto, que sí optan a premios.

Craig Gillespie nos trae su versión de la vida y el escándalo que rodeó a la patinadora sobre hielo de alto nivel norteamericana Tonya Harding (Margot Robbie), que partiendo de un entorno pobretón, casi barrobajero, impulsada por su despiadada madre, LaVona (Allison Janney), y con la ayuda de su entrenadora, Diane Rawlinson (Julianne Nicholson), llegó a estar en la alta competición, juegos olímpicos incluidos. Pero el escándalo de la agresión inducida por su entorno hacia su rival Nancy Kerrigan, acabó con su carrera.

Lo mejor de esta película son dos cosas. Por un lado, el indudable buen trabajo del duo femenino protagonista, como sucede en la película que he comentado hoy en primer lugar. Por otro lado, el tono de la primera mitad del largometraje, algo excesivo. Empieza en tono de comedia con tonos negros. Es prácticamente una sátira de la típica película de autosuperación norteamericana. Ya sabéis, esa en la que el protagonista parte de una situación muy desfavorable para acabar siendo un héroe del gusto yanqui. Pero aquí, todo va mal. Y la cosa podría haber llevado a una película notable si hubieran sabido mejor cómo dar un cierre en este tono. Pero la película poco a poco se desinfla un poco. Y sin resultar mal en ningún momento, pierde en gran medida su mala leche, llevándonos a un tono neutro que no le sienta bien.

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Película en la que la propia Robbie ejerce de protagonista, ya que tiene un claro objetivo. Intentar demostrar que esta actriz es algo más que una cara bonita y un cuerpo escultural, y que es capaz de ofrecer algo más. Y creo que es cierto. Creo que es buena actriz. Otra cosa es que de aquí le lluevan los papeles de calado para impulsar su carrera desde el punto de vista artístico. Mientras, supongo que se llenará los bolsillos ejerciendo de supervillanaheroína vestida de coloricos. De todos modos,… no creo que gane el Oscar. Por cierto, esta actriz mide 12 o 13 cm que el personaje real y es mucho más mona… realmente no sé hasta que punto da «la talla» físicamente hablando. Y además es australiana, residente en Londres.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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Lars y una chica de verdad (2007)

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Lars y una chica de verdad (Lars and the Real Girl, 2007), 8 de junio de 2008.

El cine de hoy en día sorprende poco, la verdad. Hace tiempo que la mayor parte de los filmes no son más que darle vueltas a ideas ya tratadas, a esquemas muy trillados. Hay quien dentro de esa línea principal lo hace mejor, y muchos que lo hacen peor. Las historias originales son escasas. Los planteamientos novedosos, más escasos todavía. Pero de vez en cuando te encuentras con historias como la de Lars. Y te reconcilias un poco con una de tus artes favoritas.

Nos encontramos con una historia peculiar, dirigida por Craig Gillespie. Lars, un tipo de 28 años, interpretado por Ryan Goslin, tímido y mal adaptado a su entorno social, se monta una peculiar historia con «una chica de verdad», interpretada por… una muñeca de plástico,… de las usadas para hacer cochinadas… de esas. El entorno social, un pueblo o pequeña ciudad al norte del medio oeste americano o algo así, es un personaje importante. Hay una relación con un hermanos, interpretado por Paul Schneider, que es cordial pero superficial. La historia de fondo que hay detrás de la relación irá apareciendo durante el filme. También está la cuñada, la británica Emily Mortimer, afectiva, cariñosa, mucho más comprensiva pero que choca constantemente con el retraimiento de Lars a la hora de iniciar una relación más cercana. Y luego está el resto del pueblo. Gente conservadora pero amable. No hay abusones que maltraten a Lars.

El filme es un drama en el que te ríes. Hay momentos realmente hilarantes ante las peculiares situaciones que se producen entre los personajes. Siempre con la «chica de verdad» como mudo protagonista de por medio. Pero la película es un seria reflexión sobre la soledad y la incomunicación. Con un punto de vista optimista, pero con una profundidad que viene especialmente subrayada por el contraste entre la frialdad de algunos sentimientos o del frío ambiente invernal en el que se suceden los hechos y la calidez que algunos de los personajes son capaces de transmitir.

La interpretación está muy bien. Tanto losmomentos más hilarantes como los más serios están sostenidos sobre los hombros de actores y actrices que no hablan mucho, en los que muchas veces es más expresiva una cara o un silencio que cualquier parrafada de texto. Los tres mencionados anteriormente lo hacen francamente bien. Pero salen muchos otros personajes importantes, aunque la duración de sus papeles sea pequeña. No sobra nadie. Quizá hay que destacar a Patricia Clarkson, que sólidamente interpreta a la médico de familia que se hace cargo de la parte clínica del problema, pero aportando arrobas de humanidad. También a Kelli Garner, como la chica con el potencial de devolver a Lars a la vida real.

En su conjunto, un filme muy agradable, qu,d izá un pelín largo para lo que tiene que contar, pero que nos cuenta una historia original sobre problemas humanos de siempre. Yo la encuentro recomendable para todo el mundo. Aunque supongo que los fanáticos de los efectos especiales y los tiroteos la encontrarán frustrántemente simple en su factura. Cosa falsa, puesto que tanto las localizaciónes como la iluminación están muy pensadas y muy integradas. Yo le pongo un ocho, con la misma nota en la interpretación y un siete en la dirección.

Para transmitir el optimismo que te deja la película, ilustraré la entrada con las coloridas casas y canales de la Isla de Burano.

Panorama colorido

(Pentax K10D; SMC-DA 21/3,2
Composición de cuatro fotogramas)