[Cine] The Party (2017)

Cine

The Party (2017; 13/20180223)

Separo esta película de mi ritmo habitual de comentarios. Durante los dos últimos meses, la mayor parte de las películas que hemos visto estaban relacionadas con las candidaturas a los Oscars, que se entregarán el próximo domingo 4 de marzo. Será ya en la madrugada del 5 de marzo en España. Dado que en esta edición, las películas oscarizables se han estrenado muy próximas en el tiempo… ha sido un agobio.

Pero este viernes pasado decidimos escaparnos a ver una película que nada tiene que ver con esta vorágine. Dirigida por la poco habitual Sally Potter, la historia tiene un olor a drama teatral, pero en realidad es un guion escrito para la pantalla grande que se transforma en una ácida comedia negra.

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El parlamento británico y alrededores; no faltan puyas a la eficacia/ineficacia de la política parlamentaria, con Kristin Scott Thomas como defensora y Patricia Clarkson como cínica crítica.

Janet (Kristin Scott Thomas), casada con Bill (Timothy Spall), el hombre que la ha apoyado en su carrera política desde siempre, celebra su nombramiento como ministra de sanidad del gabinete en la sombra del principal partido de la oposición británico. Por ello, va a realizar una pequeña fiesta en casa con unos amigos. Estará su amiga April (Patricia Clarkson), con su último acompañante, un esotérico y redicho alemán llamado Gottfried (Bruno Ganz). También otra amiga, profesora universitaria de estudios sobre la mujer, Martha (Cherry Jones), que viene acompañada por su pareja, Jinny (Emily Mortimer). Y está invitada también Marianne, amiga y subordinada, que no aparece, aunque si lo hace su marido, un ejecutivo del mundo financiero, Tom (Cillian Murphy). Pero lo que se presumía una reunión amable y alegre, dará lugar a una serie de confesiones que pondrán patas abajo el mundo de los siete reunidos. Y de la octava ausente.

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Sátira mucho más mordaz de lo que parece a simple vista de una burguesía progresista, que arrastra una serie de pecados derivados de la hipocresía con la que se mueven en sus relaciones. El feminismo, lo políticamente correcto, los roles en la pareja, la infidelidad, la acción política,… todos estos conceptos serán puestos en solfa por una película que en sí mismo es claramente más progresista que mucho de los que presumen de esta cualidad personal o política. Rodada en un austero pero eficaz blanco y negro, este breve largometraje de poco más de 70 minutos de duración, descansa en su buenísimo reparto, un conjunto de intérpretes británicos con alguna incorporación norteamericana, irlandesa y alemana, que aporta una solidez tremenda. Intérpretes que además muestran una versatilidad tremenda. Si todos ellos están fenomenales, las carcajadas más notables las arranca un inspirado Bruno Ganz encarnando al posmoderno místico más vacío que podamos encontrar. Quien puede pensar que lo mismo ha interpretado a un ángel que al mismísimo Adolf Hitler a lo largo de su carrera.

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Película que se ha colado de rondón por la cartelera, que no ha contado en ninguna quiniela para premios al uso, que no tiene candidaturas de ningún tipo, y que sin embargo probablemente es de lo más interesante, si no lo más interesante, que se pueda ver en estos momentos en las pantallas grandes española. Cosas que pasan.

Por cierto, ¿será consciente cierto director español de que su cena de amigos es una memez en plantemiento, desarrollo y resolución comparada con esta?

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Cine] The Bookshop (2017)

Cine

The Bookshop (2017; 462017-1611)

Llegó hace un par de semanas casi a la gran pantalla la última película de la directora española Isabel Coixet, que nuevamente ha optado por rodar en inglés, con un equipo técnico y artístico predominantemente británico. Y en esta ocasión se ha rodeado de un reparto de lujo para rodar esta adaptación de la novela del mismo título de la inglesa Penelope Fitzgerald. En la cartelera española se encuentra más frecuentemente en su versión doblada al castellano bajo el título literalmente traducido de La librería.

Carlos Carreter

Margate, población inglesa que también mira hacia el mar del Norte, me servirá para ilustrar la ficticia Hardborough… «Pueblo Duro» traducido del idioma de Shakespeare al de Cervantes…

Florence Green (Emily Mortimer) es una viuda de guerra inglesa que a finales de los años 50 se instala en una pequeña población costera a orillas del mar del Norte para montar y llevar una librería, en la que no dudará en poner a la venta algunos de los títulos más osados y novedosos del momento. Pero se ganará la animadversión de la cacique del lugar, la todo poderosa Violet Gamart (Patricia Clarkson), que quería convertir el local donde se abre la librería un indeterminado «centro de arte». Con una niña, Christine (Honor Kneafsey) y un aristócrata ya mayor y retirado del mundo, Edmund Brundish (Bill Nighy), como improbables aliados, tendrá que luchar contra los embates de la prepotente señora del lugar.

Me llama la atención que Coixet haya sentido la necesidad de buscar en la ficción literaria británica para hablar del caciquismo prepotente y arbitrario, de la ignorancia y el despreción hacia la cultura, y del conservadurismo ciego y necio de las sociedades rurales. Como si no hubiese ejemplos por toneladas en su Cataluña natal y en general en toda España; como si no apreciásemos constantemente sus efectos en nuestra sociedad y en las noticias cotidianas. Indudablemente, a la hora buscar las oportunidades comerciales internacionales, ha despreciado de hablar más directamente y sin ambages a sus compatriotas. Por lo demás, Coixet demuestra una vez que es una directora con mucho oficio, muy preocupada por la belleza formal del producto, pero que resulta fría en el planteamiento. Ha perdido la frescura de alguna sus primeras producciones, formalmente más «cutres» (no lo eran, ni mucho menos), pero emocionalmente mucho más cálidas y cercanas.

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Afortunadamente, el reparto es un acierto rotundo. El trío de adultos protagonista son capaces de elevar cualquier producción a un nuevo nivel. La solidez británica de Mortimer y Nighy, este último lo mismo sirve para una comedia alocada que para un drama clásico sin despeinarse, más la expresiva sobriedad de la norteamericana Clarkson, una actriz que cada vez me sorprende más, cómo es capaz de desprender tanta maldad con tas pocas palabras, sitúan a este drama entre las películas indudablemente recomendables de la cartelera española actual. Aunque no sea más que por ver a esta gente trabajar, id a verla.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Televisión] Cosas de series; buenas noticias desde las noticias y algunas series cortas británicas

Televisión

Sí. En este verano donde tan poca cosa destacable he encontrado, hasta el punto de que me estoy dedicando a repasar las aventuras pasadas del Doctor, un episodio piloto, el de The Newsroom, procedente de la HBO, ha servido para elevar el nivel y el entusiasmo. El debate sobre qué deben ser los noticiarios televisivos, el papel de los medios en el mundo actual, la ética de los mismos parecen ser los temas fundamentales de este drama protagonizado por Jeff Daniels y la británica, y desde mi punto de vista encantadora, Emily Mortimer. Una actriz esta última que me gustaría ver más a menudo. Yo es que me enamore de ella en Love’s Labour’s Lost (Trabajos de amor perdidos). Y eso que no era la «prota».

Menos mal a este estreno, porque el otro que me ha llamado realmente la atención este verano, Bunheads, después de un piloto divertidísimo, y un buen segundo episodio, nos llevó a un tercero irregular, que se salva también por el encanto de Sutton Foster, pero en el que por lo demás no queda claro por donde va a tirar esta especie de clon californiano de la chicas Gilmore.

Y mientras, me he entretenido con un par de series británicas. Miniseries de cinco y seis capítulos.

La primera que quiero comentar es True Love. La verdad es que no me atrajo mucho al principio. Pero de repente vi al frente del reparto a David TennantBillie Piper. Cielos, me dije. Estos dos, ¿no habían quedado separados en universos paralelos hace unos años? Bien. Pues en realidad sí. Esta serie de cinco episodios de media hora de la BBC, rodada en la coqueta ciudad costera de Margate, nos presenta distintas situaciones en las que nos hace cuestionarnos cuál es el significado del verdadero amor. Un hombre felizmente casado que de repente recibe la visita de una antiguo amor de juventud que le propone irse con él. Otro hombre casado sumido en la rutina de los problemas domésticos, con una mujer absorbida con el cuidado de los hijos al que se le presenta una oportunidad con una joven que le saldrá rana. Una profesora de instituto enamorada de una de sus alumnas de 16 años. Una mujer con síndrome del nido vacío que se encontrará a sí mismo en un inmigrante turco. Un tímido que intenta ligar por internet mientras se ve acosado por una adolescente amiga de su hija. Su hija, que era la que liga con la profesora. La cual antes estuvo liada con el marido de la mujer con el síndrome del nido vacío… Es decir, historias independientes, aunque con caminos cruzados. Lo cierto es que ha resultado floja. Quizá, para el tipo de historias que nos ha contado, los capítulos de media hora escasa son insuficientes para desarrollar correctamente los personajes y las situaciones. Y ya digo, Tennant, el marido al que se le presenta su amor de su juventud, y Piper, la profesora que se lo monta con la alumna (muchas cuestiones éticas aquí que son ignoradas), ni se ven.

La segunda es Hit & Miss, de la cadena Sky, que va sobre los problemas de Mia (Chloë Sevigny). Porque la tal Mia es una transexual que ahorra para operarse trabajando como asesina a sueldo. Y si esto no basta, de repente que una antigua relación femenina que tuvo, ha muerto y le ha dejado al cargo de sus cuatro vástagos, entre la adolescencia y la tierna infancia. Y uno de ellos es hijo de Mia, de cuando aún ejercía eventualmente como hombre. Y un tipo bastante prepotente y rijoso se tira a la mayor de los cuatro, una adolescente altamente despistada. Y todo esto en el norte de Inglaterra, que parece que en cualquier momento nos va a salir por ahí un tal Heatcliff salido de una novela de las Brontë, pero hoy en día. En fin. Un dramón como de aquí a Pekín. Que está muy bien hecho, y excelentemente interpretado, pero que en algunos momentos se vuelve un poco espeso. Cuesta concentrarse. Pero son seis episodios con una valoración bastante positiva en general para todos ellos.

Dover

Al igual que en Dover, en la ciudad de Margate, donde se desarrolla True Love, también encontramos acantilados de creta.

[Cine] Hugo (2011)

Cine

Hugo (2011), 24 de febrero de 2012.

Esta película ha sido vista en versión original y por ello se respeta el título original de la misma. También es posible encontrarla en la cartelera española en versión doblada al castellano como La invención de Hugo, título más próximo a la novela de Brian Selznick en la que se basa, The Invention of Hugo Cabret.

Siempre he tenido sentimientos contrapuestos respecto al cine de Martin Scorsese. Veréis. En su momento leí algún libro suyo sobre cine, y me gustaron mucho. Me gustó lo que me contaba, me gustó lo que aprendí, me gustó cómo me lo contaba, y sobretodo, me gustó lo que intuí de la calidad humana del prestigiado director. Sin embargo, no me siento atraído por muchas de las películas que ha hecho. No voy a poner en cuestión aquí su categoría como uno de los directores de referencia de los últimos cincuenta años. Pero a mí, algunas de su obras, incluso de las que son consideradas como obras maestras, no consiguen engancharme. Cosas que pasan. No obstante, con los antecedentes que hemos escuchado de la película que hoy considero, acudimos con entusiasmo a verla.

La actual estación de Montparnasse es un monstruo de hormigón que ha perdido todo el encanto de las viejas estaciones parisinas. Eso sí, los trenes son los rápidos y modernos TGVs.

Nos encontramos en algún momento del período de entreguerras en París, probablemente a principio de los años 30, y el escenario principal de la acción es la imponente estación de Montparnasse, donde continuamente entran y salen los trenes con sus locomotoras de vapor, la gente va y viene y la vida bulle en sus andenes, en sus cafés, en sus tiendas. Y allí, entre pasadizos ocultos a la vista del público vive Hugo (Asa Butterfield), un huérfano que cuida de los delicados mecanismos de los relojes de la estación. Su padre (Jude Law), relojero y conservador de un museo, murió cuando este se incendió, no sin antes haber recogido de sus almacenes un autómata mecánico con intención de repararlo. El niño fue recogido por su tío Claude (Ray Winstone), un borracho que le enseñó a cuidar los relojes de la estación y luego lo abandonó. Hugo obtiene su alimento de los hurtos que realiza en las tiendas de la estación, y las piezas que necesita de la pequeña tienda de reparación de relojes de Papa George (Ben Kingsley) un viejo gruñón, que lo atrapa y le roba la libreta de su padre que le sirve de guía para reparar al autómata. Con la ayuda de Isabelle (Chloë Grace Moretz), la ahijada de Papa George, también huérfana, una ávida lectora de su edad deseosa de correr aventuras, intentarán recuperar la libreta y reparar el autómata. También tendrán que sortear la persecución del amargado inspector Gustave (Sacha Baron Cohen), policía de la estación, dañado físicamente durante la guerra mundial, y enamorado secretamente de la simpática florista de la estación, Lisette (Emily Mortimer). La historia tomará nuevos rumbos cuando descubran que Papa George es George Méliès, uno de los principales precursores del cinematografo como fabrica de narraciones y de sueños, ahora caído en el olvido, y que junto su esposa Mama Jeanne (Helen McCrory) acogió a Isabelle como a su propia hija cuando sus padre murieron.

El borrachín tío Claude aparece ahogado en los muelles del Sena, justo para amargarle la vida una vez más al bueno de Hugo.

Toda la película tiene dos objetivos claros. Por un lado, realizar un monumental homenaje a Méliès como precursor inevitable e ineludible del cine como fábrica de sueños y de aventuras, con su capacidad de alterar la realidad a modo de un prestidigitador, y sumergirnos en mundos y vidas alternativas y apasionantes. Por otro lado, reivindicar este tipo de cine, tanto como parte fundamental de la historia del medio, como dirección a seguir en un futuro para atraer a las miradas más limpias a las salas de cine. No se han escatimado medios. Con una monumental recreación infográfica de la ciudad de París y en especial de la antigua estación de Montparnasse, un rodaje en 3D, que como suele ser habitual nos llama la atención los primeros minutos pero luego pasa a un discreto segundo plano por el interés de la obra y es totalmente prescindible, con una magnífica banda sonora de Howard Shore, con una fotografía impresionante, que creo que se apreciaría mejor sin el malhadado 3D, y con el rescate de una estupenda colección de secuencias de las películas de Méliès, así como de otras figuras de las primeras épocas del cine como Harold Lloyd, Buster KeatonDouglas Fairbanks, u otros muchos que no voy a citar por no ser prolijo.

En las interpretaciones, los niños están bien. Mejor Chloë Grace Moretz, que Asa Butterfield, aunque tiene un papel más insustancial. Formidables Ben KingsleyHelen McCrory. Histriónico, aunque no mal Sacha Baron Cohen. Desaprovechada Emily Mortimer. Como lo está Christopher Lee, en su papel de librero, que alimenta el destino de la niña. O la escasa pero interesante presencia de Jude Law, como padre del chaval. En general, el reparto en su conjunto cumple con buena nota, aunque abrumado por la presencia de los escenarios y los homenajes cinéfilos.

Uno de los modernos TGVs acaba de abandonar la estación de Montparnasse, y recorre los "arrondissements" parisinos antes de salir al campo libre.

¿Qué podemos decir del conjunto del filme como resumen? Podríamos ponernos puntillosos sobre algunas consistencias en el argumento. Sobre algún fallo en el ritmo global del conjunto. Sobre la intrascendencia de algunas historias paralelas. Desde luego sobre la pertinencia de apuntarse a la moda del 3D, que hace mucho tiempo que deseo que sea una moda pasajera, por lo menos tal cual se practica hoy en día. He visto escrito sobre todo esto por ahí. Pero lo cierto es que a mí la película me enganchó y mucho. Soy de los que realmente se deja llevar por la magia del cine, por la posibilidad de vivir las vidas de otros que no somos nosotros, y hacerlo con intensidad. Es una aventura, la de los niños, dentro de otra aventura, la de los pioneros del arte cinematográfico, dentro de la aventura de homenajear esa forma de hacer cine y de proponer su perdurabilidad en el futuro. Y yo me apunto. Y además, el filme consigue emocionarme profundamente, hasta el punto de que se me humedezcan los ojos en varios momentos del largometraje. Pero con una emoción sincera y aceptada, y no forzada como hacen otros cineastas de renombre. Así que sin duda, esta película va a quedar como una de mis favoritas. Durante mucho tiempo. Ya me apetece volver a verla para rescatar muchos de los detalles que seguro que se me han perdido. U otros que no. Que alegría ver un a modo de Django Reinhardt tocando en la cafetería de la estación. Por poner un ejemplo. Qué bien. De verdad. Y los trenes, muchos trenes. Y los homenajes a algunas viejas fotografías del pasado. Y la belleza de la mecánica. Ya me callo.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

Hay cosas que no cambian, aunque la película la dirija Scorsese; en una película de producción norteamericana, París es una película en la que, te pongas como te pongas, desde cualquier punto de vista, siempre se ve la Torre Eiffel.

Transsiberian (2008)

Cine

Transiberian (2008), 29 de octubre de 2008.

Conversación telefónica. Ayer, a las 17:04 horas.

T.: ¡Qué rollo de semana, qué frío y qué mal!
Yo: Sip.
T.: ¿Nos vamos al cine?
Yo: Pero si el lunes no encontramos nada decente que ver.
T.: ¿A tí no te gustaban las películas de trenes? Porque echan Transiberiano o algo así.
Yo: La crítica no la pone muy allá.
T.: Pero sale el Noriega.
Yo: Ese te pondrá a tí, por que lo que es a mí…
T.: A tí te pondrán los trenes,… y alguna moza que saldrá…

Tras esta conversación, que no terminó aquí pero que siguió por derroteros que a nadie más importan, nos abrigamos para afrontar el gélido viento de este final de octubre y nos fuimos a ver esta película, coproducción europea, firmada por Brad Anderson. Con cierto escepticismo… pero con ganas de dar una vuelta.

La película es un thriller ferroviario. Unos voluntarios norteamericanos regresan de hacer sus buenas obras en Pekín, y como él (Woody Harrelson) es un fanático de los trenes, deciden hacer el viaje en el mítico Transiberiano. Ella es su mujer (Emily Mortimer), y se dedica, como aficionada, a la fotografía. Comparte el compartimento de las literas con un español (Eduardo Noriega) y su novia (Kate Mara). En una parada, el buen chico norteamericano, pierde el tren y a partir de ahí pasan cosas. En un momento dado, entra en acción un detective ruso de narcóticos (Ben Kingsley). Y hasta aquí puedo contar.

Entre lo bueno que se puede decir de la película es que, efectivamente, a quien le gusten los ferrocarriles en el cine no quedará defraudado. Bellas imágenes de trenes circulando en paisajes variados, con un predominio de la taiga y la tundra siberianas. Una serie de escenas entre venerables locomotoras de vapor soviética es el clímax desde este punto de vista. Pero por lo demás, la película flojea mucho. Los personajes no están bien dibujados. O son muy tópicos, o son poco creibles. El personaje de Mortimer, que es quien lleva la mayor parte del peso de la película, no es plausible. Una mujer con un pasado duro y complejo no actúa luego como un ratoncillo asustado cuando vienen mal dadas. No es lógico. Por otro lado, la acción avanza a golpes. Tan pronto pasan cosas como sientes que estás perdiendo el tiempo con lo que estás viendo. Falta ritmo. Lo que no es igual a que ese ritmo tenga que ser necesariamente rápido. El ambiente frío y descarnado de la Siberia invitan a un ritmo lento y agobiante. Pero definido, que no es el caso.

Las interpretaciones se resiente de la mala definición de los personajes, y los únicos que se salvan un poco de la quema son Mortimer, por los pelos, no es culpa suya sino de las inconsecuencias del personaje, y Kingsley, que siempre muestra oficio. Harrelson, a ratos, resulta casi caricaturesco, y Noriega está muy poco convincente.

En resumen, película recomendable para fanáticos ferroviarios y si no hay nada más que hacer. Poco más. Yo le pongo un cinco, con una seis en la dirección y un seis en la interpretación.

Otras opiniones en:

Como curiosidad, la película está rodada en Letonia, no lejos de Polonia, donde se tomó la siguiente imagen ferroviaria.

Pospiezny - Poznan

Tren "rápido" en Poznan (Polonia) - Fujifilm Finepix F10

Lars y una chica de verdad (2007)

Cine

Lars y una chica de verdad (Lars and the Real Girl, 2007), 8 de junio de 2008.

El cine de hoy en día sorprende poco, la verdad. Hace tiempo que la mayor parte de los filmes no son más que darle vueltas a ideas ya tratadas, a esquemas muy trillados. Hay quien dentro de esa línea principal lo hace mejor, y muchos que lo hacen peor. Las historias originales son escasas. Los planteamientos novedosos, más escasos todavía. Pero de vez en cuando te encuentras con historias como la de Lars. Y te reconcilias un poco con una de tus artes favoritas.

Nos encontramos con una historia peculiar, dirigida por Craig Gillespie. Lars, un tipo de 28 años, interpretado por Ryan Goslin, tímido y mal adaptado a su entorno social, se monta una peculiar historia con «una chica de verdad», interpretada por… una muñeca de plástico,… de las usadas para hacer cochinadas… de esas. El entorno social, un pueblo o pequeña ciudad al norte del medio oeste americano o algo así, es un personaje importante. Hay una relación con un hermanos, interpretado por Paul Schneider, que es cordial pero superficial. La historia de fondo que hay detrás de la relación irá apareciendo durante el filme. También está la cuñada, la británica Emily Mortimer, afectiva, cariñosa, mucho más comprensiva pero que choca constantemente con el retraimiento de Lars a la hora de iniciar una relación más cercana. Y luego está el resto del pueblo. Gente conservadora pero amable. No hay abusones que maltraten a Lars.

El filme es un drama en el que te ríes. Hay momentos realmente hilarantes ante las peculiares situaciones que se producen entre los personajes. Siempre con la «chica de verdad» como mudo protagonista de por medio. Pero la película es un seria reflexión sobre la soledad y la incomunicación. Con un punto de vista optimista, pero con una profundidad que viene especialmente subrayada por el contraste entre la frialdad de algunos sentimientos o del frío ambiente invernal en el que se suceden los hechos y la calidez que algunos de los personajes son capaces de transmitir.

La interpretación está muy bien. Tanto losmomentos más hilarantes como los más serios están sostenidos sobre los hombros de actores y actrices que no hablan mucho, en los que muchas veces es más expresiva una cara o un silencio que cualquier parrafada de texto. Los tres mencionados anteriormente lo hacen francamente bien. Pero salen muchos otros personajes importantes, aunque la duración de sus papeles sea pequeña. No sobra nadie. Quizá hay que destacar a Patricia Clarkson, que sólidamente interpreta a la médico de familia que se hace cargo de la parte clínica del problema, pero aportando arrobas de humanidad. También a Kelli Garner, como la chica con el potencial de devolver a Lars a la vida real.

En su conjunto, un filme muy agradable, qu,d izá un pelín largo para lo que tiene que contar, pero que nos cuenta una historia original sobre problemas humanos de siempre. Yo la encuentro recomendable para todo el mundo. Aunque supongo que los fanáticos de los efectos especiales y los tiroteos la encontrarán frustrántemente simple en su factura. Cosa falsa, puesto que tanto las localizaciónes como la iluminación están muy pensadas y muy integradas. Yo le pongo un ocho, con la misma nota en la interpretación y un siete en la dirección.

Para transmitir el optimismo que te deja la película, ilustraré la entrada con las coloridas casas y canales de la Isla de Burano.

Panorama colorido

(Pentax K10D; SMC-DA 21/3,2
Composición de cuatro fotogramas)