[Libro] Un domingo en Ville-d’Avray – Dominique Berbéris

Literatura

Novela corta que apareció de oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. La experiencia me dice que en la editorial Libros del Asteroide se pueden encontrar pequeñas joyas literarias que no se encuentran en las grandes editoriales. Y está bien dar cancha a las pequeñas editoriales independientes que pelean por estar ahí en la maraña de los grandes grupos editoriales multinacionales, cada vez más concentrados en pocas manos. Y por lo tanto, cada vez menos fiables y sesgados.

Estampas parisinas, tanto en el centro de la ciudad como en la «banlieu» que la rodea.

Es el primer libro que leo de la escritora francesa Dominique Barbéris, y por lo tanto supone en gran medida entrar en territorio inexplorado. La premisa de partida es muy simple. Una mujer, ya de mediana edad, sea lo que sea lo que signifique esta expresión hoy en día, de clase media, nivel sociocultural alto, parisina de los barrios centrales, se dirige a Ville-d’Avray, en la periferia de la capital francesa, pero en la periferia más puestita, no la de los inmigrantes, para visitar a su hermana. En el camino, va recordando fragmentos de su vida en familia cuando eran niñas y adolescentes. Y en la conversación que mantendrán después de comer, la hermana se sincerará y le contará cosas de su pasado que no podía sospechar.

Novela cortita, sencilla, pero muy elegante. Tanto en su planteamiento como en su escritura. Conforme me adentré en la lectura comencé a lamentar que tuviese ante mis ojos el original en lengua francesa, puesto que la supongo una excelente lectura para refrescar mis conocimientos en el idioma de Molière. En cualquier caso, la escritora se adentra en la mentalidad y en la sensibilidad femenina cuando ha de desvelar sus secretos, aquellos que no se ha atrevido a desvelar hasta el momento.

Prácticamente la leí en un día. Aunque la comencé cuando volvía del viaje a Múnich, el grueso del texto lo leí en las horas de tren en el viaje en el día al Museo Würth La Rioja. Me gustó. Mucho. Muy recomendable.

[Libro] Un lugar desconocido – Seichō Matsumoto

Literatura

Tercera novela que leo de Seichō Matsumoto, un escritor japonés de crimen y policiaca, que me parece muy entretenido, y que suele tener más profundidad, bastante más, que la mayor parte de los escritores de este género. No obstante, parece que asocio estas novelas con las vacaciones. Y esta última novela de las que he leído de este autor también ha caído durante mi escapada festiva a Múnich hace poco más de un par de semanas. Si la segunda que leí sitúa la acción en los años 50 y la primera que leí nos traslada a los años 60, en esta ocasión nos hayamos ya en los años 70, y la gente ya viaja en tren bala en la línea Tokaido. Los trenes aparecen siempre de una forma u otra, con mayor o menor importancia, en las novelas de Matsumoto, o por lo menos en las que he leído hasta ahora. Y por eso ilustro la entrada con algunas fotografías de «mis» trenes japoneses.

¿A que son monos los «Haruka» que hacen el servicio ferroviario desde Kioto al aeropuerto internacional de Kansai pasando por Osaka, con su librea de «Hello Kitty»?

Matsumoto centra su relato en esta ocasión en un funcionario de lo que sería un ministerio de agricultura y alimentación del gobierno japonés. Un hombre con las características que se atribuyen a este tipo de trabajadores en el País del Sol Naciente. De unos cuarenta años o poco más, muy trabajador, muy dedicado, priorizando muchas veces su trabajo y su difícil carrera dentro de la función pública frente a los que el traductor llama «funcionarios de carrera» que supongo que son los formados para cuadros medios o directivos, altos funcionarios, al estilo de los diplomados en la ENA francesa, perteneciendo él a los funcionarios que entran por la base y van ascendiendo por méritos y antigüedad muy lentamente. En un viaje de trabajo a Kansai, es localizado en un restaurante, donde le comunican que su esposa, algo más joven, ha sufrido un ataque al corazón y ha fallecido. Ya había presentado problemas con este órgano con anterioridad. Tras los funerales, presenta sus respetos a las personas que atendieron a la esposa en el fatal evento. Y le empiezan a entrar dudas de qué pasó en realidad. Y qué tipo de vida llevaba en realidad su discreta esposa, sin hijos, dedicada a la casa y actividades artísticas. Y comenzará una investigación sobre la doble vida de su mujer con consecuencias inesperadas para él.

Esta es una novela que se cocina a fuego lento. Aunque cuando coge carrerilla se acelera en una difícil y deslizante pendiente para el asesino. Porque hay un asesino. Pero hasta muy avanzada no sabremos quién es asesinado, quien lo asesina y si será o no descubierto. Siendo una novela policiaca, uno de los detalles más notables es que la policía no aparece en la práctica en todo el relato, salvo de lejos y esporádicamente. El relato acompaña y sigue el punto de vista del viudo, así como sus reacciones ante sus descubrimientos.

El planteamiento del libro es muy original. Como en los libros anteriores del autor, además del misterio criminal, hay expone a crítica tanto a la institución matrimonial como a la cultura y modos del servicio público, funcionarios y otros empleados públicos, en Japón. Con diferencias marcadas, pero también con similitudes, con el que podamos tener en España… del que algo ser por ser empleado público yo mismo. Un libro que te acaba atrapando. No es una whodunit (¿quién lo hizo?), pues sabemos perfectamente quién es el asesino desde el momento en que se produce el crimen, aunque no lo voy a desvelar aquí. Es una obra de suspense que bien podría haber adaptado al cine Alfred Hitchcock en el que el misterio es si el asesino quedará impune o no, siempre desde la perspectiva del relativamente patético Tsuneo Asai, el protagonista de la novela. Muy recomendable.

[Libro] Luna llena – Aki Shimazaki

Literatura

La semana de Pascua fue una semana relativamente feliz y tranquila, con viaje a Italia incluido, y eso sin duda fue clave para romper con el bloqueo en la lectura que me tiene un poco atenazado desde hace unos meses. Bueno… con idas y venidas, desde que comenzó esta maldita pandemia. Me cuesta concentrarme en la lectura. Pero no durante esos días, por lo que aproveché para leer varios libros que tenía en espera. Vamos con el primero.

No es la primera vez que leo a Aki Shimazaki. Y realmente siempre he disfrutado de las obras de esta escritora japonesa, pero que no escribe en japonés. La escritora, nacida en 1954, se mudó en 1981 a Canadá y vive en la actualidad en Montreal. Comenzó a escribir a finales de los años 80 publicando su primera novela en 1991. Pero optó por escribir en la lengua de su país de adopción, el francés. Incluso si sus temas son fundamentales referidos a su país de origen. Lo cual, desde mi punto de vista, enriquece el conjunto por la capacidad de llegar con más facilidad a dos entornos culturales distintos, el asiático japonés, y el europeo occidental, o su extensión a Norteamérica.

A esta novela corta de Shimazaki que nos ocupa hoy, el editor español le ha dado un título no coincidente con el original. Ese Luna llena tiene que ver con lo que se nos narra, pero no es el original. En la edición original en francés, el título es Sémi, transcripción al francés de la palabra japonesa 蝉 semi, que significa cigarra, un título mucho más apropiado… bueno… es el que la autora quiso darle a su obra, así que necesariamente es más apropiado. Es habitual en la autora dar títulos de una sola palabra en japonés a sus obras, aunque este escritas en francés.

En esta novelita, acompañamos a un hombre, que reside con su esposa en una residencia para personas mayores, ya que esta tiene una demencia de Alzheimer en sus fases iniciales. Fases iniciales que evolucionan, de modo que un día, cuando se levantan por la mañana, ella ha olvidado que es su marido. Convenciéndole con la ayuda de una enfermera de la residencia de que es su prometido, tienen que volver a reconstruir su relación. Pero eso conllevará que se descubrirán secretos guardados durante décadas de matrimonio, aparentemente feliz y bien avenido, con los que nuestro protagonista tendrá que lidiar, puesto que pueden afectar a sus relaciones con toda la familia.

Shimazaki nos transporta a una delicada aproximación al mundo de las personas mayores y al peculiar mundo de relación con una persona con un deterioro cognitivo progresivo. Y al mismo tiempo, no dejamos de asistir a una peculiar historia de amor, un romance de edad avanzada que ha de sustituir a la ficción en la que los dos protagonistas de la historia se han sumido mutuamente durante los años de matrimonio. Un matrimonio gestado en los primeros años 70 del siglo XX, al estilo tradicional mediante un miai 見合い o en su modo formal omiai お見合い, encuentros organizados por un casamentero entre dos personas solteras que quieren formar una familia. Según leo, en los años 30 y 40 del siglo XX casi el 70 % de los matrimonios en Japón tenían este comienzo, aunque en la actualidad estaría en torno al 5 %.

Shimazaki se lee bien. Sus contenido son siempre delicados, incluso cuando se expresan conflictos complejos, difíciles. Y uno siente empatía por los protagonistas de sus historias. Generalmente gente que arrastran sus propios problemas durante sus vidas que les condicionan en mayor o menor medida. Para mí, su lectura es muy recomendable, y como autora un valor seguro a la hora de seleccionar algo para leer.

[Cine] Deep water (2022)

Cine

Deep water (2022; 22/20220330)

Adelanto ya que me arrepiento mucho de haber decidido ver este thriller «erótico» de Adrian Lyne. Un director que tuvo su momento de gloria en este género con una serie de películas que tuvieron un notable impacto en taquilla, y que se hicieron muy populares en los años 80 y 90 del siglo XX. Aunque pocas de ellas me convencieron realmente. E incluso alguna que me gustó en su momento, con el tiempo, la perspectiva y la experiencia, ahora la percibo de forma mucho menos favorable. Vamos… que no lo tenía muy claro…

Algunas fotografías en los bosques de ribera en torno a Zaragoza son apropiadas para ilustrar una película cuyo desenlace se da en un entorno no muy distinto.

Pero la película está libremente disponible en Amazon Prime Video, y se han leído comentarios en los medios que abrían una cierta esperanza a que la cosa no estuviese mal. Así que tranquilamente en casa, después de cenar, un miércoles me dispuse a ver esta adaptación de una novela del mismo título de Patricia Highsmith. Y nos encontramos ante un matrimonio en el que la mujer (Ana de Armas) toma esporádicamente amantes diversos, de forma tolerada por el marido (Ben Affleck), a pesar de que ambos dicen quererse mutuamente. La descripción de la situación en la sinopsis de la novela de Highsmith parece… «menos cariñosa». El caso es que uno de los amantes desapareció o falleció en un pasado, y el actual, tras una discusión con el marido en una fiesta… aparece ahogado. Y a partir de ahí podéis imaginar. Especialmente si hay un periodista (Tracy Letts) mosqueado con el asunto.

Lo malo de esta película no es que Affleck sea un actor mediocre que sólo de vez en cuando nos ofrece una interpretación interesante. Tampoco que intente explotar los encantos de de Armas, más que el talento interpretativo que ya ha manifestado anteriormente. Lo malo es que la película es inane. Vacía. Sin mucho recorrido. Hasta cierto punto previsible. Sin que sientas especiales emociones. Ni empatizas con los protagonistas o su supuestas víctimas, ni sientes una especial emoción erótica en las escenas teóricamente pensadas para ello, ni hay sensación de suspense… nada.

De verdad. Aunque la tengáis «gratis» porque tengáis la suscripción a Amazon Prime Video… no malgastéis vuestro tiempo. Seguro que hay cosas más interesantes que ver.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Drive my car ドライブ・マイ・カー (2021)

Cine

Drive my car ドライブ・マイ・カー (2021; 06/20220125)

El comentario de esta película dirigida por Ryūsuke Hamaguchi estaba previsto para ayer sábado. De forma tranquila, reposada. Pero estuve tan atareado, que no encontré el momento. Así que en esta mañana de domingo en la que no tengo previsto salir de casa hasta pasado el mediodía, será más propicia. La película la vimos en un sesión especial de preestreno, hasta el 4 de febrero no entrará en la cartelera normal, en versión original, por supuesto, y en una buena sala, con pantalla grande y buena imagen y sonido. Y diré una cosa para orientar mis impresiones finales. No sabíamos cuanto duraba cuando empezó a las siete y media de la tarde. Salimos con la idea de que serían las nueve y cuarto o nueve y media… cuando en realidad eran ya las diez y media. Tres horas de película que se nos pasaron en un vuelo. Y eso que estoy seguro que los aficionados al cine palomitero opinarán que es una «película lenta». Qué sabrán ellos.

La mayor parte de la película transcurre en Hiroshima. Y allí nos desplazaremos fotográficamente para ilustrar esta entrada.

La película comparte título con una canción de los Beatles de su álbum Rubber Soul. Y no es casualidad, porque está basada en un relato corto de Haruki Murakami, de su colección Hombres sin mujeres, que leí ahora hace cuatro años. Me parecía más reciente… cómo se pasa el tiempo. Y los títulos de las novelas y cuentos del autor japonés hacen alusión con frecuencia a títulos de canciones. Véase el título original de una de sus más celebradas novelas, y algunos otros relatos de la misma colección. La película toma elementos de otros relatos de la misma colección, especialmente Sherezade, esto está claro… la historia de la lamprea, y dicen también que Kino… aunque yo he sabido decir cuáles en este caso.

Kafuku (Hidetoshi Nishijima) es un actor y director teatral de éxito en Tokio, casado con Oto (Reika Kirishima), una madura pero guapa guionista de televisión, con quien tiene una buena vida marital a pesar de dos cuestiones; viven con el duelo de su niña pequeña muerta tiempo atrás, y su mujer le es infiel con otros hombres de vez en cuando. Un día encuentra a su mujer desvanecida en el suelo de su casa… y esta muere. Dos años más tarde, invitado a una residencia en un festival de teatro en Hiroshima, donde pondrá en escena una versión multinacional y multilingüe de Tío Vania de Chejov, deberá convivir en los trayectos en coche con una conductora muy joven y reservada (Tōko Miura), y se encontrará con uno de los antiguos amantes de su mujer (Masaki Okada). Y los fantasmas de un pasado con cuestiones sin resolver volverán a acecharlo.

Mi más valorada película del año pasado, como os contaba el segundo día de este año, fue otra película reciente de Hamaguchi. Me encantó. Me pareció que, independientemente de la cultura, la lengua, las formas y el entorno que envolvía la película me hablaba de cosas con las que todos podemos identificarnos de una forma u otra, sean o no nuestras vivencias personales similares a las de los personajes de la película. Pero la cuestión es que una de mis películas más valoradas de 2020 fue un estreno directo en plataforma en línea del mismo director, que vi en Filmin en medio del desastre que supuso para la exhibición cinematográfica la pandemia de covid-19. Por aquel entonces vi también en la misma plataforma Happy Hour, una impresionante película de más de cinco horas de duración, del mismo director, que también me pareció bastante notable; sobresaliente diría. Y todas estas películas tienen elementos temáticos comunes. Y en todas ellas el director muestra una maestría notable en la narración pausada, pero sin distracciones ni elementos superfluos, a pesar de la duración de los largometrajes, y con una visión cinematográfica, alejada por completo de los efectismos contemporáneos, pero muy solvente, muy eficaz, y que permite que las imágenes cuenten tanto o más que las palabras.

Un elemento importante de las películas de Hamaguchi es el buen trabajo de sus intérpretes. Sean profesionales o aficionados (Happy hour). Sean veteranos o jóvenes. Creo que es un excelente director de actores, extrayendo emociones profundas de sus rostros, de sus miradas, de sus expresiones. Además de los protagonistas de la película, que están fenomenales. Hay personajes secundarios que tienen un importancia determinante en la película, entre quienes destacaría a la coreana Park Yoo-rim, en su papel de actriz muda, que se expresa en el lenguaje de signos de su país, y que nos ofrece algunas de las escenas más emotivas y magníficas de la película. Especialmente, aunque no únicamente, ese escena final del Tío Vania, que ilumina no sólo a los protagonistas de la película, especialmente a lo joven conductora a la que conducirá a un peculiar y esperanzador happy end, sino también a los espectadores, si a estas alturas de la película no se habían coscado todavía de los paralelismos.

Y es que el diálogo entre la película de Hamaguchi y el Tío Vania de Chejov es fundamental. Lo que en el relato de Murakami es una mención de pasada, aquí establece unos paralelismos y unas capas de comprensión y desarrollo de los conflictos y emociones que enriquecen mucho la película. El arte es un diálogo constante entre las obras del pasado y las del presente; una conversación permanente en la que nadie está aislado, sino que está subido a los hombros de quienes lo precedieron. Y Hamaguchi cabalga aquí sobre los hombros de dos literatos, Murakami que le ofrecen la historia base y un conflicto, y Chejov que le ofrece una profundización que va mucho más allá de lo que un relato corto, que releí hace un par de días en un rato, puede permitir. Y además, no hace falta conocer la obra de Chejov. Hamaguchi ofrece más que suficientes claves durante los ensayos de la obra para que comprendamos este diálogo.

Esta película la veremos cuatro gatos. La entenderán/entenderemos tres. Se alejan muchísimo de los gustos de la masa. Y sin embargo está muy próxima a ser una obra maestra. Te deja una sensación de plenitud. De reconciliación total con lo que es o puede llegar a ser el séptimo arte. La cinematografía considerada como una de las bellas artes. Ética y estética. Personas y emociones. Imagen, sonido,… y cuando es pertinente, diálogos. No palabrería vacía como se estila en muchos blockbusters actuales. Monólogos en los que todas y cada una de las palabras que se dicen tienen sentido y son imprescindibles. No lo duden, si realmente les gusta el cine, vean esta película. Y lean el relato de Murakami. En este caso, la película es superior al relato original, pero también está a buen nivel… especialmente si se lee la colección completa de relatos dedicados a esos hombres que sufren la pérdida de las mujeres. O mejor dicho, dedicada a las mujeres que nos dejan profundos vacíos en nuestros corazones o almas. Kokoro 心 llaman en japonés a ese lugar ficticio donde reside lo más íntimo de la persona.

Curiosidades: 1) A la joven Tōko Miura la había visto ya en alguna cosa en televisión, pero no la recordaba. Pero sí recordaba que es la voz femenina que acompaña a RADWIMPS en las canciones de la banda sonora de la última película estrenada de Makoto Shinkai. RADWIMPS fueron los autores de la banda sonora de la película más conocida de Shinkai. 2) La atractiva Reika Kirishima, cuya presencia en la película nos sabe a muy poco… necesidades del guion, ya estuvo en el reparto de otra película que adaptaba a Murakami. 3) Con cierta frecuencia, en las novelas y relatos de Murakami el protagonista acaba dando unas vueltas por la isla de Hokkaidō, la más norteña de las grandes islas del archipiélago nipón. En el relato de Murakami en el que se basa la película sólo se menciona que la conductora es una joven de Hokkaidō. Pero Hamaguchi sí que traslada a los dos protagonistas a esta fría, en invierno, isla.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

[Libro] El verano sin hombres

Literatura

Poco antes de salir de viaje hacia China en mis dos semanas de vacaciones de final de primavera, se conocía en la prensa que el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019 se concedía a Siri Hustvedt. No soy muy dado a interesarme por estos premios que otorgan fundaciones a través de prestigiosos jurados y esas cosas. Suelo dar más importancia o me interesan más aquellos premios en los que los premiados son elegidos entre sus pares. No es que esta fórmula carezca de vicios, véase los Oscar; pero bueno,… nunca se conocerá la naturaleza de cómo un jurado «de prestigio» delibera, y que razonamientos se exponen. En un premio como el Princesa de Asturias, uno sospecha lo políticamente correcto juega un papel muy importante sobre la calidad o las cualidades de los candidatos. Pero qué queréis que os diga, me alegro que se lo hayan dado a Hustvedt.

Simplemente, algunas fotos en blanco y negro tomadas hace unas semanas con mi cada vez menos nueva Fujfilm XF10, interpretadas en blanco y negro, de la vida social en la calle de Zaragoza. Despedidas de solteras incluidas, que al fin y al cabo el matrimonio es uno de los temas que trata la novela de hoy.

Conocida por muchos… en realidad en este país es conocida por pocos. Pero, de esos pocos, muchos la conocen más por ser la segunda esposa de Paul Auster que por sus méritos propios. Que no son pocos. Yo la conocí a propósito de la literatura. Y en aquel momento, yo no sabía quién era su conyuge. La editorial La Fábrica publicó una breve colección, una pena que ya no siguiera sacando más títulos, en la que unía relatos literarios de buen nivel con las fotografías de fotógrafos también de gran calidad. Y uno de ellos unía a Hustvedt y al iraní Reza en un estupendo libro de relatos en torno a la figura de Simbad el marino.

Para celebrar el premio, decidí adquirir este «verano sin hombres», que iba a ser mi lectura durante el viaje a China. En él, una mujer, poetisa, en sus cincuentaytantos se refugia en su ciudad de origen, donde vive su anciana madre, después de una ruptura con su marido, que se ha liado con otra mujer más joven, lo cual desencadena un episodio de trastorno psicótico breve que la lleva a un hospital. Recuperado del cual, durante un verano, antes de reincorporarse a su trabajo académico, se refugia como decimos en la localidad de origen. Allí, reflexionará sobre su vida, se relacionará con su madre y su grupo de ancianas amigas, y dará clases de poesía a un grupito de treceañeras, que llevan sus conflictos inter e intrapersonales a cuestas.

En su conjunto, Hustvedt nos plantea su visión de la vida de la mujer, desde que sale de la niñez y se tiene que enfrentar a la sociedad y a las relaciones interpersonales por primera vez, sometida a tensiones (trata bastante el tema de abuso entre adolescentes) hasta la vejez, el miedo a la pérdida de la autonomía personal y a la muerte. A no ser. También cómo las convenciones sociales han condicionado tradicionalmente las vidas de las mujeres, forzándolas incluso a vivir una doble vida; una pública, de acuerdo a la moral dominante, y una privada, de acuerdo con los propios valores y creencias. Una reflexión que evita los tópicos de este tipo de situaciones, frecuentemente vistos en otras obras literarias y en el cine, para ir a una visión feminista pero no carente de autocrítica hacia el propio género femenino.

No está mal el libro. Tengo la sensación de que no es su obra más conseguida, de hecho ya tengo otra en espera que me despierta más expectativas. Pero está bien. Es recomendable. Se lee bien, teniendo una escritura y un planteamiento cuidados, y sabe evitar una linealidad monótona en el desarrollo de una historia, que no es una tanto una historia en sí misma como un corte en el tiempo, un segmento en la vida de una mujer que le sirve de recapitulación de lo que ha sido hasta ese momento y de lo que puede ser en un futuro. Con un aire de optimismo general hacia las capacidades de las mujeres, representado en lo que ha sido la madre y su grupo de amigas, como en la energía vita de la hija.

[Cine] La caméra de Claire (2017)

Cine

La caméra de Claire (2017; 34/20180716)

Título oficial en francés para una película cuyos diálogos están en su mayoría en coreano y en inglés, aunque haya alguno también en el idioma de Molière. Película del director surcoreano Hong Sang-soo, y protagonizada por su actriz favorita y pareja actual en la vida real, Kim Min-hee, con la participación especial y simpática de Isabelle Huppert.

Nota: por respeto a las gentes de oriente, se conserva el orden habitual de su onomástica, con el apellido en primer lugar, y luego el nombre personal que les es otorgado. Así, Kim y Hong son los apellidos de ambas personas mencionadas, aunque aparezcan en primer lugar.

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Tenía dos opciones, o ilustraba con motivos coreanos, por los protagonistas, o con motivos franceses, por las localizaciones; al final, me voy a Arlés, que no es lo mismo que Cannes, pero no anda lejos, y no deja de representar el ambiente del Mediterráneo francés. Sin playa.

Para comentar esta película nos tenemos que ir un poquito hacia atrás. Hace un año comentaba otra película dirigida por el mismo director y protagonizada por la misma actriz. Kim Min-hee se hizo relativamente conocida en occidente hace unos años por protagonizar un película de intriga erótica que recibió muy buenas críticas. Pero ya era una actriz y modelo famosa y conocida en su país, Corea del Sur. Un país que ha entrado en la modernidad a gran velocidad, con un gran desarrollo especialmente de las industrias tecnológicas, pero que ha tenido que evolucionar socialmente muy deprisa, siendo una sociedad que por mi experiencia, y lo que se aprecia por motivos indirectos, parece bastante conservadora. Por lo tanto, cuando el director Hong y la actriz Kim inician una relación, y esto implica la ruptura del matrimonio previo del director, se monta un escándalo. Como ha sucedido tradicionalmente en las sociedades conservadoras, la que se lleva las culpas es la actriz, aunque los problemas matrimoniales estuvieran en el director y en su esposa previa. De ahí surgió la película que pude ver hace un año, que de alguna forma era una reflexión y una catarsis en forma de drama sobre estos hechos, a través de unos personajes ficticios, pero que tienen mucho en común con los reales.

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La película de hoy es al mismo tiempo un pequeño experimento, un pequeño divertimento, y un paso más en esa catarsis. Nuevamente estamos ante un caso de infidelidad, real o imaginada, en el que el pato lo paga la mujer que llega de nuevas al triángulo. O si no llega, pero lo parece. Si la atención película llegaba en torno de drama, en esta ocasión no faltan dialogos chuscos, situaciones casi cómicas. Con Huppert actuando como desencadenante del cambio y como catalizador para que descubramos las cosas como son.

La película dura menos de 70 minutos, y fue rodada en unos pocos días, con los guiones improvisados de un día para otro por el propio director, durante el festival de Cannes de 2016. Y nuevamente, el director prefiere ser el que se presente a través de un alter ego de ficción bajo una luz desfavorecedora, a veces ridiculizadora, elevando por encima de todo los demás la figura de la mujer que sufre las consecuencias del reproche moral. También nos sirve para confirmar que Kim Min-hee, es realmente una buen actriz que puede derrochar encanto, y que tiene una variedad de registros y de expresiones muy notable. Junto con Huppert, que con su pequeña cámara Instax se lo pasa estupendamente en esta película, son de lo mejor del film.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Cine] The Party (2017)

Cine

The Party (2017; 13/20180223)

Separo esta película de mi ritmo habitual de comentarios. Durante los dos últimos meses, la mayor parte de las películas que hemos visto estaban relacionadas con las candidaturas a los Oscars, que se entregarán el próximo domingo 4 de marzo. Será ya en la madrugada del 5 de marzo en España. Dado que en esta edición, las películas oscarizables se han estrenado muy próximas en el tiempo… ha sido un agobio.

Pero este viernes pasado decidimos escaparnos a ver una película que nada tiene que ver con esta vorágine. Dirigida por la poco habitual Sally Potter, la historia tiene un olor a drama teatral, pero en realidad es un guion escrito para la pantalla grande que se transforma en una ácida comedia negra.

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El parlamento británico y alrededores; no faltan puyas a la eficacia/ineficacia de la política parlamentaria, con Kristin Scott Thomas como defensora y Patricia Clarkson como cínica crítica.

Janet (Kristin Scott Thomas), casada con Bill (Timothy Spall), el hombre que la ha apoyado en su carrera política desde siempre, celebra su nombramiento como ministra de sanidad del gabinete en la sombra del principal partido de la oposición británico. Por ello, va a realizar una pequeña fiesta en casa con unos amigos. Estará su amiga April (Patricia Clarkson), con su último acompañante, un esotérico y redicho alemán llamado Gottfried (Bruno Ganz). También otra amiga, profesora universitaria de estudios sobre la mujer, Martha (Cherry Jones), que viene acompañada por su pareja, Jinny (Emily Mortimer). Y está invitada también Marianne, amiga y subordinada, que no aparece, aunque si lo hace su marido, un ejecutivo del mundo financiero, Tom (Cillian Murphy). Pero lo que se presumía una reunión amable y alegre, dará lugar a una serie de confesiones que pondrán patas abajo el mundo de los siete reunidos. Y de la octava ausente.

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Sátira mucho más mordaz de lo que parece a simple vista de una burguesía progresista, que arrastra una serie de pecados derivados de la hipocresía con la que se mueven en sus relaciones. El feminismo, lo políticamente correcto, los roles en la pareja, la infidelidad, la acción política,… todos estos conceptos serán puestos en solfa por una película que en sí mismo es claramente más progresista que mucho de los que presumen de esta cualidad personal o política. Rodada en un austero pero eficaz blanco y negro, este breve largometraje de poco más de 70 minutos de duración, descansa en su buenísimo reparto, un conjunto de intérpretes británicos con alguna incorporación norteamericana, irlandesa y alemana, que aporta una solidez tremenda. Intérpretes que además muestran una versatilidad tremenda. Si todos ellos están fenomenales, las carcajadas más notables las arranca un inspirado Bruno Ganz encarnando al posmoderno místico más vacío que podamos encontrar. Quien puede pensar que lo mismo ha interpretado a un ángel que al mismísimo Adolf Hitler a lo largo de su carrera.

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Película que se ha colado de rondón por la cartelera, que no ha contado en ninguna quiniela para premios al uso, que no tiene candidaturas de ningún tipo, y que sin embargo probablemente es de lo más interesante, si no lo más interesante, que se pueda ver en estos momentos en las pantallas grandes española. Cosas que pasan.

Por cierto, ¿será consciente cierto director español de que su cena de amigos es una memez en plantemiento, desarrollo y resolución comparada con esta?

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Cine] Bamui haebyun-eoseo honja [밤의 해변에서 혼자] (2017)

Cine

Bamui haebyun-eoseo honja [밤의 해변에서 혼자] (2017; 502017-1112)

El historiado título coreano de esta película significa, y es el título de la versión doblada al castellano, que no se proyecta en Zaragoza, en la playa sola de noche. Y sola, no sé si de noche o al caer la tarde es donde reflexionará a sola la protagonista de esta película dirigida por el surcoreano Sang-soo Hong, de quien no había visto hasta el momento ninguna película. Sí de la actriz protagonista, que protagonizó recientemente una interesante y sensual película de época.

Young-hee (Min-hee Kim) es una actriz coreana, joven, quizá no tanto como aparenta, pero joven. La conocemos en paseando por una ciudad alemana, que por alguna imagen y las matrículas de los coches, HH, es Hamburgo. Ha escapado de una agobiante situación en su país, ya que ha mantenido una relación adúltera con un director de cine. Le está pasando factura, y no sabe cómo afrontar el futuro. En una segunda parte, volveremos a encontrar a Young-hee con sus reflexiones en Gangneung, una localidad turística costera de la República de Corea.

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Fotográficamente, nos vamos a la playa, claro. Al Báltico, a Travemünde, no lejos de Hamburgo, donde se encuentra el puerto y playa de la también hanseática Lubeca, o Lübeck. Y al mar del Japón, u Oriental para los coreanos, la de Haeundae en Busan.

El director de la película ejecuta con este film un complejo acto de reflexión, junto con su actriz protagonista, puesto que la película, siendo ficción, está basada en un una situación personal. Ambos, en la realidad, mantuvieron, quizá todavía mantengan, una relación que costó el divorció al director, más de veinte años mayor que la actriz. Siendo Corea del Sur un país muy conservador, tanto en política como en costumbres, el affair constituyó un escándalo de considerables dimensiones. Y como sucede en las sociendades más conservadoras, las peores arremetidas van dirigidas contra la joven, cuando quien rompe sus compromisos previos, con motivos o sin ellos, es el hombre. Es la mujer sin embargo, la que en este caso, tal y como se plantea la película, duda ante su futuro al haber pasado de ídolo de masas a villana. Sin ser una película explícitamente feminista, el enfocar sobre la mujer, el hacerla protagonista, nos permitirá reivindicarla. Puesto que sus sentimientos pueden o son, en la película, auténticos.

El peso del film lo lleva la actriz protagonista que se llevó el León de Oro en la última edición de la Berlinale, lo cual habla de cuánto gustó su interpretación. Es una actriz que ha pasado de ser hace unos años, según he leído, una actriz glamourosa por su belleza singular aunque considerada de escaso talento, a un actriz prestigiada que se ha reinventado a sí mismo. Os puedo asegurar que me sigue pareciendo tremendamente guapa y atractiva. Pero aquí no va de eso. Sin apenas maquillaje, con sencillos peinados e indumentarias, encara frente a la cámara una interpretación que le sale muy de dentro.

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Yo he leído como curiosidad algunos fotos o comentarios de gentes diversas por internet y se dicen verdaderas burradas de esta chica por este affaire.

No ha recibido una especial buena acogida del público común, los votantes en IMDb no le permiten llegar ni al siete. Sin embargo, la crítica se ha rendido por completo a una película compleja en su aparente sencillez con un discurso que presenta numerosas capas. A mí me gustó y me tocó, sin entrar, ni de lejos en valorar moralmente la situación. Porque no soy quien, ni nadie. Es la vida personal de los involucrados, que han de responder ante quienes hayan adquirido sus compromisos y ante nadie más. Tomémoslo como una pequeña apología a la tolerancia y el respeto a la intimidad, aunque sean personas públicas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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