[Viajes] Resumen de la escapada del «cambio de hora» a Málaga (y más)

Viajes

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Carlos en plata. Comentario técnico de las fotografías digitales realizadas en Andalucía con Fujifilm X100VI.

Hemos estado en el sur de España unos días. Desde el año 2020, el famoso, el de la pandemia, hemos ido adquiriendo la costumbre de hacer una escapada de cuatro o cinco días en el fin de semana del cambio de hora. Para aprovechar los últimos días en la que las tardes son largas en horas de luz solar. Empecé escapándome yo sólo, pero poco a poco se ha ido sumando más gente.

Este año el destino principal ha sido Málaga. Aunque ha habido años que hemos ido al País Vasco, adelantando alguna semana la escapada, generalmente nos vamos a Andalucía, donde hay más garantía de buen tiempo en estas fechas de final de octubre. Eso no quiere decir que no pueda salir algún día lluvioso… pero las temperaturas suelen ser agradables.

Este año… no han sido tan “agradables”, por exceso. Temperaturas de cerca de 30 ºC de máxima, con algún día, en la propia ciudad de Málaga, sobrepasando esta temperatura. Aunque ese día visitamos otras ciudades. Nos escapamos a Antequera por la mañana y ha dar un paseo por el Albaicín de Granada por la tarde. Todos los movimientos, en tren. Lo cual, con Renfe por el medio, es deporte de riesgo. Mira que hacen difícil un acto tan sencillo como coger un tren… Qué desdicha de gestores de servicios públicos tenemos en este país.

[Viaje] Grupos de fotógrafos analógicos visitando la cámara oscura de Valderrobres

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Excursión de un sábado soleado a Valderrobres con Fujifilm X100VI.

Fotonautas ZGZ es un grupo de gente con intereses comunes en el ámbito de la fotografía, y en concreto de la fotografía fotoquímica, o como muchos llaman, fotografía analógica. Todos nosotros nos interesamos en la fotografía con película de haluros de plata tradicional, con cámaras de diversos formatos, pero también practicamos de vez en cuando, algunos asiduamente, la fotografía estenopeica y otros procesos alternativos los más creativos y atrevidos. Surge del entorno del grupo de interés por este tipo de fotografía de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ, pero hay personas en el grupo que no son socias de esta asociación. Y como tantos grupos en España, nos comunicamos por WhatsApp.

Nuestra curiosidad por la luz y por los dispositivos que la capturan para crear imágenes que nos cautiven, tenemos intereses diversos y amplios. Y hay un cierto tipo de dispositivos que nos gusta visitar; las cámaras oscuras. Se visitó en su momento la de Tudela, aunque yo no pude ir. Y cada uno por separado hemos visitado otras. Por ejemplo, yo disfruté de la de Cádiz en octubre de 2020. Sí… de ese año.

Recientemente se instaló una cámara oscura en Valderrobres, en un edificio que fue un antiguo torreón de la muralla medieval de la bella población de la comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel, Aragón. Así que nos organizamos, y un grupo de siete de nosotros fuimos ayer sábado, 20 de septiembre a visitar la instalación. Valderrobres tiene bastante más que visitar. Muchos de nosotros ya habíamos visitado la población, incluso en más de una ocasión. Y la comarca del Matarraña, en los límites con Cataluña y la Comunidad Valenciana, de hecho es una comarca en la que se habla un dialecto del catalán, tiene mucho que ver, especialmente en lo que se refiere a riqueza paisajística y natural. Y cultural… que se encuentran también ejemplares de pinturas rupestres del arco mediterráneo, bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

[Viaje] Resumen fotográfico del viaje a Luxemburgo (y Tréveris)

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Fin de semana extendido en Luxemburgo y Tréveris (Alemania) con Fujifilm X100VI.

No me extenderé mucho porque no tengo mucho tiempo y no hay mucho que contar. Salimos el jueves pasado hacia Luxemburgo y volvimos ayer lunes. Una buena amiga tenía un viaje de trabajo a la capital del pequeño país, el Gran Ducado de Luxemburgo, y me ofreció acompañarla para aprovechar y hacer turismo por uno de los países europeos que todavía no había pisado. La ciudad de Luxemburgo quizá no sea el destino turístico más destacado que se me ocurra, pero tiene su encanto. Y todo su complejo sistema de fortificaciones, que se remonta a siglos atrás, es Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO… y esas cosas.

El sábado nos desplazamos a la vecina ciudad de Tréveris, al otro lado de la frontera con Alemania. Esta ciudad si que tiene mucho más interés. Aunque quizá no sea tan conocida en nuestro país, por estar apartada de los principales circuitos turísticos que se suelen visitar en el país teutónico. Pero su combinación de pasado romano y medieval hace que buena parte de los monumentos de la ciudad sean considerados también Patrimonio de la Humanidad.

Y el domingo, aprovechando los eficiente transportes públicos del Gran Ducado, gratuitos en todo el país para usuarios propios y visitantes, nos fuimos a visitar un par de castillos próximos unos de otros. El más ruinoso, pero con encanto por el entorno, de Beaufort, y el reconstruido y más imponente de Vianden. Ciudad donde comí una de las mejores omelettes de jamón y queso que he comido en mi vida. En una bar restaurante carente de todo tipo de encanto, salvo en lo que se refiere a lo que viene en el plato, que es lo que importa. ¿O no?

Inmediatamente nos metimos en el coche con aire acondicionado y nos dirigimos a Sos del Rey Católico. Donde hacía niveles de calor similares, pero las estrechas y umbrías calles de su casco histórico medieval aliviaban notablemente el paseo. Eso sí, tras visitar el palacio de Sada, lugar donde quedó registrado el nacimiento del Rey Católico, nos encontramos que se habían cerrado las nubes y amenazaba tormenta. Así que terminamos la visita y nos volvimos a Zaragoza, que al fin y al cabo eran ya las ocho de la tarde.

[Fotos] Amaneceres y atardeceres de verano en Zaragoza

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Sesiones de prueba y familiarización con la Fujifilm X100VI.

Siempre he llevado dos cámaras a los viajes. Cuando se usaba exclusivamente la película fotográfica, llevaba una cámara réflex con un par de objetivos y película diapositiva en color, y una cámara compacta, bolsillera, con película para negativos en blanco y negro. Cuando llegó lo digital, una réflex o cámara de sistema sin espejo y una compacta. La compacta con una doble función; tener una cámara a mano en los desplazamientos o cuando la cámara más grande fuera impropia, y un respaldo por si la grande fallaba.

Pero siempre he intentado que la digital compacta fuera de calidad suficiente. Suficiente también como para que fuese la cámara principal en desplazamientos cortos, por motivos distintos del disfrute vacacional, o cuando no quería llevar peso. Recientemente se me puso a tiro una cámara que en los últimos años ha sido difícil de comprar a un precio razonable, cuando razonable no siempre es sinónimo de barato. Y por ser probablemente la mejor opción como cámara de uso polivalente en viajes y otras situaciones de reportaje, en digital, la adquirí. Estas fotos, tomadas a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, por Zaragoza, son las pruebas y familiarización con la cámara.

[Viaje] Otro caluroso día de excursión, en Fitero y Tudela

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Excursión de muy caluroso festivo en viernes a Fitero y Tudela con Fujifilm X100VI.

Estamos en el fin de semana largo de mediados de agosto. Tradicionalmente es un fin de semana en el que me escapo siempre que puedo a algún sitio. Por diversos motivos. Uno de ellos es que es uno de los fines de semana más aburrido para pasarlo en Zaragoza. Calor, mucha gente de vacaciones, escasísimas actividades culturales, una cartelera de cine que da pena… Salvo que seas un asocial o tengas muchas granas de tranquilidad es un tostón.

Este año no ha surgido por motivos que no vienen al caso la posibilidad. A cambio, me escaparé un fin de semana largo a final de mes. Pero dicen que no hay mal que por bien no venga, y hace unos días, con unos amigos, empezamos a pergeñar la posibilidad de hacer alguna actividad… algún viaje en el día. Lo que pasa es que la predicción del tiempo, con alertas cubriendo buena parte del espectro visible en sus longitudes de onda más largas, tampoco invitaba mucho…

Después de mucho debatir por la típica aplicación de mensajería la cosa quedó en que íbamos a salir a algún sitio para comer. Carnuza, parecía ser, a ser posible. Y de forma extraña al final acabamos visitando Fitero y su monasterio y baños, y Tudela y su casco viejo, comiendo en esta última ciudad. Yo ya estuve en Tudela hace unos meses, y os lo conté aquí, por duplicado… no, por triplicado.

Inmediatamente nos metimos en el coche con aire acondicionado y nos dirigimos a Sos del Rey Católico. Donde hacía niveles de calor similares, pero las estrechas y umbrías calles de su casco histórico medieval aliviaban notablemente el paseo. Eso sí, tras visitar el palacio de Sada, lugar donde quedó registrado el nacimiento del Rey Católico, nos encontramos que se habían cerrado las nubes y amenazaba tormenta. Así que terminamos la visita y nos volvimos a Zaragoza, que al fin y al cabo eran ya las ocho de la tarde.