[Cine] Longlegs (2024)

Sin categorizar

Longlegs (2024; 40/20240805)

Para mí, el acto de asistir a la sala de cine para ver esta película dirigida por Osgood Perkins, un director que hasta ahora se había movido en la mediocridad más absoluta por el repaso que he hecho a su filmografía, estuvo rodeado de una serie de circunstancias que no sé hasta que punto la opinión que voy a trasladar sea lo suficientemente ecuánime. Es ilusorio que cualquiera diga que emite una opinión objetiva sobre una película. Nuestras opiniones están sesgadas a priori por prejuicios inevitables, que se derivan de los valores que presiden nuestras vidas, la cultura en la que nos movemos, la educación que hemos recibido, formal o informal, o las experiencias previas, en las salas de cine o en otros medios artísticos o del mundo del espectáculo. Entre otras cosas que se os puedan ocurrir. Pero intento ser ecuánime. E cuando digo que quiero ser ecuánime, digo que pretendo que mi visualización de la película sea activa, participativa a cierto nivel, crítica, tanto si estoy predispuesto a favor como en contra, y dando siempre una oportunidad a la obra, siendo consciente que mis prejuicios pueden guiarme de forma equivocada. Y con este espíritu me dirigí el lunes pasado a ver una versión original subtitulada en español, aunque no necesité mucho los subtítulos, a las 16:30 de la tarde, después de salir de trabajar, en compañía de otras dos personas.

Y todo iba bien hasta que aproximadamente cuando llevaba 45 o 50 minutos de película empecé a sentirme mal. Me dolían las piernas, los brazos y la espalda, sentía un frío que no se justificaba por la excesiva potencia del aire acondicionado en la sala, como de costumbre en Zaragoza, salas siempre demasiado frías en verano y siempre demasiado cálidas en invierno, e incluso empecé a tiritar. Siendo médico como soy, mi diagnóstico de presunción fue «un escalofrío febril de probable origen infeccioso, viral en la mayor parte de las ocasiones». Cuando nos infectamos por un virus o una bacteria, el germen se multiplica en el órgano de entrada, y cuando alcanza un cierto nivel, pasa a la sangre, se produce una viremia o bacteriemia, y se desencadena un pico febril. La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo ante la infección ya que puede detener o ralentizar la reproducción del germen. Pues eso es lo que pensé que me estaba pasando. Como había poca gente, me aparté de la gente que me acompañaba, me aislé, y a pesar del malestar, seguí viendo la película hasta el final. Cuando terminó, me cogí un taxi y me fui a casa… me puse el termómetro, no había fiebre, me tomé un ibuprofeno, tuve un episodio de sudoración profusa como si hubiera tenido fiebre, me sentí cansado, me fui pronto a dormir… y todo pasó en cinco horas. A las diez de la noche estaba durmiendo como un bendito y sin problemas. Ni idea de lo que me pasó en realidad.

La cuestión es si realmente pude apreciar o no las bondades o defectos de la película que vimos, y hasta que punto. Una película que se plantea en inicio dentro de caminos trillados. Un asesino en serie, una agente del FBI joven, relativamente bisoña, con un compañero veterano y simpático (Blair Underwood), y una ambientación fría, agobiante, con primeros planos en contrapicado con grandes angulares, y cámara subjetiva situándose en el punto de vista del personaje, con frecuencia. La joven agente (Maika Monroe), rarita, con traumas no bien definidos a cuestas, y una relación rara con su madre (Alicia Witt). La trama va derivando poco a poco hacia el satanismo, incluso con toques sobrenaturales, y poco a poco va apareciendo en pantalla un extraño personaje, el principal sospechoso, un irreconocible, en su caracterización, Nicolas Cage.

En primer lugar, los derivados de The silence of the lambs a veces me gustan y a veces no. Es un género que ni me entusiasma ni lo rechazo. Si está bien hecha, fenomenal, y si está mal hecha, mala suerte. La película que nos ocupa… está razonablemente bien hecha. No tan maravillosa como lo que he leído en algunos críticos y comentaristas, pero sí, está bien hecha. Con oficio y con cierta personalidad. Y también está bien interpretada. Bueno, la excesiva caracterización de Cage y su histrionismo al actuar no son de mi gusto a pesar de las alabanzas que recibe de algunos. Y la actriz protagonista no acaba de convencerme del todo a la hora de expresar sus angustias… pero no está mal. Pero el satanismo sobrenatural y estas cosas,… me cuesta más aceptarlas. En estos géneros me resulta muy difícil entrar en eso que se llama la suspensión voluntaria de la incredulidad. Soy demasiado incrédulo ante este tipo de fantasía. Porque el terror sobrenatural no deja de ser un subgénero de la fantasía, asociado o no al crimen. Cuando la fantasía es franca, cuando se crea un mundo realmente distinto, entro muy fácilmente en ella. El realismo mágico, el realismo fantástico, especialmente en literatura, también es un género en el que entro con facilidad. Estas películas de terror satánico no dejarían de ser una forma de realismo mágico. En un universo que parece el nuestro, surge algo de carácter fantástico, sobrenatural. Pero no suelo poder con ello.

El caso es que me desligué emocionalmente de la película en el momento en que los aspectos fantásticos de la película aparecieron. El problema es que también coincidió con mi malestar físico. ¿Influyó este en ese desenganche del filme o este hubiera sucedido igualmente de todos modos? No lo puedo asegurar con rotundidad. Creo que, por experiencias previas en los últimos años, no muy frecuentes, porque es un género que no frecuento, sí se hubiera producido. Pero si he de ser sincero y ecuánime, no puedo dejar de lado la hipótesis de que el malestar físico que sufrí influya en una opinión más fría que tibia hacia esta película. Mi valoración subjetiva son esas dos magras estrellas. Que normalmente se interpretarían como un suspenso. Pero como podréis leer si seguís el enlace a la interpretación que hay que hacer de ese sistema de estrellas, veréis que los defino como «Es una película que me parece floja, o bien, que sólo puede ser atractiva para los amantes del género al que pertenece. …» Es decir, no debéis interpretar que la considero una película mala o regular. Es que no me interesó. Por lo tanto, si el género os gusta, puede que la consideréis una buena película. A vosotros os toca decidir. ¿Creéis que soy ecuánime en mis opiniones?

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: **

Kick-Ass (2010)

Cine

Kick-Ass (2010), 8 de junio de 2010.

Es curioso. Vi el avance de esta película hace un tiempo y nunca pensé que acabaría viéndola. De superhéroes adolescentes, basada en una historieta y con Nicolas Cage en el reparto. Realmente, la probabilidad a priori de encontrar una motivación suficiente para caminar hasta la sala de cine y pagar una entrada por un producto así me parecía suficientemente próxima a cero como para pensar en ella. Y de hecho, se me olvidó tal cual. Pero en las últimas semanas me sorprendieron las numerosas críticas positivas. La única negativa la leí ayer por la noche, después de ver el filme. Y ayer teníamos la tarde un poco histérico-gamberra. Y nos metimos a verla.

Dirigida por Matthew Vaughn, la cosa empieza como una película americana de institutos, con el típico pardillo (Aaron Johnshon) al que no hace nadie caso, que le gustan las historietas, y que sufre abusos diversos por todo tipo de gente. En una de estas, se le ocurre que alguien debería plantearse ser un superhéroe para hacer un poco de justicia para la gente común. Se busca un traje,… el más horrible que uno se pueda imaginar, sale a la calle, y le dan una paliza y una cuchillada que casi lo matan. Pero el tema no queda ahí. Reincide y llama la atención de dos auténtico justicieros con disfraz, un tipo (Nicolas Cage) con su hija de 11 años (Chloë Moretz) que se están entrenando para acabar con un mafioso (Mark Strong) que les amargó la vida en un momento dado. Este tiene un hijo (Christopher Mintz-Plasse), el típico hijo tonto de mafioso, que también entra en el negocio de los héroes en pijama. Por supuesto, están los amigos del pringado, tan pringados como él, y una niña mona del instituto (Lyndsy Fonseca) con la que tras una serie de vicisitudes acabará triunfando, en todos los sentidos de la palabra.

La gracia de la película es que es una total y absoluta parodia del género del superhéroe, que se combina con dosis de comedia juvenil normal, y al mismo tiempo es una película de acción con dosis de violencia explícita y gore muy superiores a las películas que busca parodiar. Con un guion razonablemente ágil, vemos pasar las distintas peripecias entre la incredulidad y la sonrisa (a mí en ningún momento me sacó la carcajada), con algún tono de amargura de vez en cuando. Técnicamente, bien realizada como casi todos los productos norteamericanos.

En el campo de la interpretación, es de las pocas películas en las que he visto a Cage contenido y eficaz. Lo cual es una novedad agradable. También son notables las interpretaciones de los malos de la películas, especialmente de Strong. Los pardillos y la chica mona cumplen sin más, puesto que resultan ser todo, incluso el presunto protagonista, personajes secundarios al que realmente se lleva el foco de la película y del espectador. Y este personaje que se come a los demás es el de la niña convertida en máquina de matar, interpretada como hemos dicho por Chloë Moretz, y que es una mezcla de candidez infantil y personaje tarantiniano o matrixiano cuando se pone borde y se lía a balazos con todo dios. La disociación entre la imagen de la niña y sus acciones es lo que mantiene entre epatado y emocionado al espectador, sentado y atento en su butaca.

Resumiendo, un producto entretenido, superior en general a la mayor parte de las películas del género al que parodia, pero que tampoco es tan allá como en alguna crítica que he leído. Buena parte del mérito, como ya he dicho, la niña. Sospecho que habrá una segunda parte, que habrá perdido el factor sorpresa, y que será absolutamente prescindible. Pero mientras, quien quiera pasar un rato razonablemente divertido, en este principio de verano con una cartelera tan pobre, esta es una opción más que razonable.

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
***

El monstruo y la anciana

Un malo en las calles de Zaragoza amenaza a una ancianita; que venga Hit Girl y lo elimine - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8