Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Kamakura es uno de mis lugares favoritos en Japón. Y no sólo por el Gran Buda del templo Kōtoko-in.
Shinkansen Daibakuha [新幹線大爆破] (2025; 22/20250505)
En vísperas de salir de viaje (frustrado, como ya he contado), el lunes pasado, añadí un par de estrenos que pensaba comentar a la vuelta del viaje. Pero aquí me tenéis con la oportunidad y el tiempo para hacerlo. Por lo menos una hoy. Otro estreno directo en plataforma, en Netflix, que si no hubiese sido por una serie de antecedentes quizá no me hubiera atraído mucho. Con un título original que se traduce como Explosión en el «Shinkansen», el título en ingles, Bullet train explosion, es mucho más atinado que el anodino título en castellano, es una secuela de una película de los años 70 que alcanzó cierto grado de celebridad, o al menos de popularidad. En aquel entonces, la denominación de tren bala para los trenes de alta velocidad que circulaban en la línea Tokaido estaba más justificada por la forma del morro de la locomotora. En los más modernos esta forma está inspirada por la aerodinámica del martín pescador.

El caso es que el director del filme, Shinji Higuchi, ha dedicado buena parte de su carrera en los últimos 20 años a recrear nuevas versiones o secuelas de clásicos del cine de acción nipón. Desde el clásico Godzilla, a varios mangas/animes muy populares. Y en un momento dado se decidió por recrear el clásico ferroviario de los años 70. Al contrario que otros largometrajes en Netflix, este no ha pasado previamente por las salas de cine en Japón. Fue directamente un estreno en la plataforma en todo el mundo el 23 de abril pasado. Y esto es algo que, ya adelanto, está justificado y es una pena al mismo tiempo. Está justificado porque la película no deja de tener cierto tono general de telefilme de entretenimiento. Pero es una pena porque algunas de las muy conseguidas escenas de acción con el tren como protagonista estaría bien verlas en pantalla grande. Por cierto, shinkansen 新幹線 no significa tren de alta velocidad, Kōsoku tetsudō高速鉄道 en japonés, sino nueva línea troncal (o principal), que es el nombre genérico de las líneas de alta velocidad en el País del Sol Naciente. Luego, cada una tiene su nombre. La que sale en la película es la Tōhoku Shinkansen, nueva línea troncal del nordeste, mientras que en la película de los años 70 la acción transcurría en la Tōkaidō Shinkansen, nueva línea troncal de la ruta del mar oriental. Tōhoku es el nombre de la región japonés que ocupa el nordeste de la isla de Honsu. Tōkaidō era el nombre tradicional de la ruta que comunicaba Eda (hoy en día Tokio) con Kioto y Osaka.

El argumento es muy sencillo. Y muchos pensarán que es copia de una película norteamericana en que el vehículo era un autobús en lugar de un tren, y que a mí me pareció mala, aunque gozó de cierta popularidad. Pero no. En realidad fue la película yanqui la que copió el concepto de la película japonesa de 1975 en la que un tren con una bomba a bordo no debía bajar de los 80 km/h si no querían que explotase. En la actual, que se plantea como una secuela de aquella, décadas más tarde, el tren no debe bajar de los 100 km/h. Y como ya he comentado, el recorrido del tren es otro. En realidad es una de estas secuelas que se presentan como tales, introduciendo referencias a la película de antaño, pero que no dejan de ser nuevas versiones de lo mismo. Pasó lo mismo con cierta película reciente de tornados en el medio oeste americano.
La película tiene varias peculiaridades. Una de ellas es que está realizada con la colaboración activa con JR東日本 o JR East, que es la empresa que gestiona la mayor parte de los ferrocarriles, antiguamente estatales, que sirve la región nororiental de la isla de Honsu, con base en Tokio. Una de las cosas de las que me he enterado en la película, otra curiosidad, es que las líneas Shinkansen de esta compañía no están conectadas físicamente, no hay continuidad en las vías, con las de JR東海 o JR Central, a pesar de que ambas comparte la estación de Tokio como estación terminal. Como consecuencia de esta colaboración, los empleados de la compañía ferroviaria, especialmente el revisor principal del tren (Tsuyoshi Kusanagi) y la maquinista del tren (Non), aparecen como los héroes de la película. Siempre impecables, muy profesionales, eficientes y efectivos, cumplidores del deber. Algunas escenas casi son de publirreportaje. Pero no molestan. Y estos dos personajes generan empatía en el espectador.

Con los mimbres mencionados hasta el momento, uno pensaría que la película no daría mucho de sí. Que tendría un tono muy de telefilme y un argumento cuestionable. Bueno… pues ciertamente un tono de telefilme tiene. Pero lo cierto es que está bien hecha. Que las escenas de acción, si bien improbables, tienen cierta verosimilitud comparada con las sobradas inverosímiles de productos similares norteamericanos. Que como ya he dicho los personajes generan empatía y está razonablemente bien interpretada. Así que sus dos horas y cuarto de duración se me pasaron en un vuelo, y me entretuvo mucho. Lo cierto es que la encuentro recomendable para los abonados a la plataforma. Especialmente si son aficionados al mundo ferroviario. Por lo que tengo entendido se rodó con abundancia de maquetas a escala… con gran verosimilitud. Los japoneses están demostrando que con medios sencillos y tradicionales se pueden conseguir cosas estupendas sin necesidad de recurrir a los gráficos generados por ordenador, tan cantosos en muchas ocasiones. Mirad lo que paso con la última versión de Godzilla de los japoneses, tan estupenda.
Valoración
Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***



