No ha sido este último un fin de semana tan relajado como me hubiese gustado, pero a pesar de ello ha habido ocasión de ir a visitar algunas exposiciones, además de la película de cine de rigo, que comentaré otro día. Mañana o pasado. Nos hemos acercado al IAACC Pablo Serrano este domingo por la mañana, en el que las temperaturas se han atemperado por una entrada de viento fresco desde el norte, por lo que se paseaba con agrado sin sufrir las temperaturas altas de rigor en esta época.
En los últimos tiempos he oído críticas diversas a este edificio, calificado por algunos como de los más feos de España, pero lo cierto es que en su interior contiene unos espacios expositivos amplios, muy agradables, muy adecuados a la presentación de obras de arte moderno y contemporáneo, al que está dedicado el centro. Lo que más podamos lamentar es que no siempre se aproveche al máximo la disponibilidad de estos espacios, y que las evidentes restricciones presupuestarias que vinieron con la crisis haga que no siempre tengamos el nivel de exposiciones que nos gustaría. Pero cuando hay algo interesante hay que aprovecharlo.
En esta ocasión pudimos contemplar dos exposiciones que nos parecieron bastante interesantes. La primera de ellas se trata de una exposición de Salvador Victoria, pintor abstracto aragonés de nacimiento, aunque como muchas de las gentes de la provincia de Teruel hubo de buscarse la vida en otros lugares del país o del mundo para salir adelante. En cualquier caso, la exposición nos ofrece un repaso bastante interesante a su obra que nos gustó bastante.

Obra de Salvador Victoria (los colores que aparecen en la fotografía no son fieles a la obra original, ya que están alterados por efecto del procesado de la fotografía tomada in situ)
La exposición más importante que en estos momentos se desarrolla en el IAACC Pablo Serrano es la de la colección de Pilar Citoler. Esta médico odontóloga zaragozana es una demostración de lo rentable que puede ser esa profesión. Porque no debe ser barato adquirir, ni siquiera a lo largo de una vida una colección del calibre de la que se nos presenta en las salas de dos de los pisos del IAACC. Pintura, dibujo, escultura, serigrafías, fotografías, técnicas mixtas, con nombres propios que resonarán bien sonoros a los oídos incluso de los no aficionados al arte contemporáneo. Probablemente dedicaré una entrada específica más adelante a las obras fotográficas presentadas, que suponen al menos una tercera parte de la superficie dedicada a la exposición.
Pero por ahora, me limitaré a recomendar la visita a la exposición, y a dejar algunos ejemplos de lo que nos podemos encontrar en ella. Quizá no los más representativos, pero ejemplos, al fin y al cabo.