Ya tuve ocasión de comentar en su momento la película que desde mi punto de vista fue la más meritoria del año desde el punto de vista de la temporada de premios cinematográficos, aunque luego los votantes de tales premios no estuviesen de acuerdo conmigo. Cosas que pasan. Y prejuicios que se mantienen. El caso es que también en los días en que vimos la película tuve ocasión de hablar con una par de personas que habían leído la obra original de Patricia Highsmith en la que se basa. Y decidí darle una oportunidad. Aunque seamos sinceros, hasta ahora las novelas de Highsmith no habían sido santo de mi devoción.
The Price of Salt, o Carol
Patricia Highsmith (originalmente bajo el pseudónimo de Claire Morgan)
Virago Press, 2014
Edición electrónica
La novela nos cuenta la historia de un incipiente amor entre Carol, una mujer casada de la alta sociedad de Nueva Jersey, y Therese, una joven de diecinueve años, que trabaja temporalmente como dependienta en unos grandes almacenes, pero que aspira a ser escenógrafa (en la película Therese quiere ser fotógrafa). Sin embargo, esa historia de amor va a ser difícil que llegue a algo en concreto. Estamos en algún momento en torno a 1950, y la sociedad no tolera este tipo de comportamientos entre las mujeres. Y menos en una mujer casada con un hombre «respetable» y con una hija.

Como hice cuando comenté la película «Carol», me voy fotográficamente a Nueva York… que aparece bastante menos en el libro, por el mayor espacio dedicado al viaje por los Estados Unidos. Gran Central Terminal.
Salvo porque la película da comienzo con un homenaje a otra película de amor prohibido, Brief Encounter, tanto la obra literaria comparten un comienzo y un final del relato, que son muy similares. Con algunas diferencias no trascendentes, la guionista de Carol, Phyllis Nagy, respeta muy fielmente la presentación y el desenlace de la historia. Sin embargo, hay algunas diferencias que merecen destacarse.
La primera, de la que ya había oído hablar, es que la novela siempre se cuenta en tercera persona pero acompañando el punto de vista de Therese. Lo que sucede con Carol sólo lo conocemos en la medida de que está en compañía de Carol o por las noticias que le llegan a esta de una forma u otra. En la película no es así. Vamos alternando lo que sucede a ambas mujeres. Es una diferencia narrativamente importante, puesto que siempre nos queda la duda sobre lo que hace, piensa o quiere realmente Carol, mientras que acompañamos constantemente los pensamientos, los sentimientos, las dudas o las interpretaciones que hace Therese sobre lo que pasa y lo que le pasa. La segunda es que la novela es un relato de carretera en una proporción mucho más trascendente que la película. El viaje es mucho más largo, mucho más profundo, tanto en el repaso a la geografía y la sociedad norteamericana, como en las vivencias de las mujeres, especialmente de Therese. Otra diferencia que es importante hasta cierto punto son las edades de las mujeres. Los diecinueve años de Therese nos los creemos en la película, pero los treinta y uno de Carol, no. Aunque excepcionalmente guapa, tanto en actitudes como en aspecto, la Carol de Cate Blanchett no pasa por alguien con menos de cuarenta años en mi opinión. Y esa diferencia de edad también te hace ver la historia de una forma algo distinta. Aunque sociológicamente, una mujer de treinta y un años en 1950 puede que tuviese una situación social similar al de una mujer de 41 años en la actualidad. Pero también una chica de diecinueve años tenía que estar sacándose las castañas del fuego con más intensidad que una chica de esa edad en la actualidad.
Highsmith publicó originalmente la novela como pseudónimo. No porque tratase de un amor homosexual entre mujeres. Sino porque la escritora…, lo siento si destripo ligeramente el argumento…. cuidado si no queréis seguir… pongo una foto…

Edificio de las Naciones Unidas.
Como decía, la escritora dotó de un final con tono de «happy end» al relato. Ninguna historia de amor real tiene final feliz. Todas acaban tristemente. En el mejor de los casos, cuando uno de los enamorados llora la muerte del otro cuando ambos son ancianos… pero muchas acaban de muchas otras formas. La historia de Carol y Therese, al final de la novela, no ha hecho más que empezar. Y va a ser muy, muy, muy difícil. Pero Highsmith decide dotar de compromiso mutuo a ambas mujeres para tirar hacia delante. En una apartamento para dos, en algún lugar de Nueva York.
La novela está bien. Quizá no tan bien como obra literaria como la película como obra cinematográfica. Pero tiene pasajes realmente emotivos. A pesar de que al ser tan relativamente fiel la adaptación cinematográfica, no hay sorpresas cuando has visto la película. En cualquier caso, me parece recomendable… salvo para intransigente carcas de todo tipo que no entiende que un romance es un romance, no importa el sexo de sus protagonistas.

Calle 42 desde Time Square.