Sí, hoy traigo tres series cuyas respectivas temporadas he finiquitado recientemente. Cuyo interés es mayor o menor según los intereses de cada cual. Pero hay una de las tres que cada vez considero como más imprescindible. Y que por algún motivo, en un momento dado se dejó de hablar de ella habitualmente.
Vamos de menos a más, según mis gustos.
En Netflix me he merendado Girlboss, una serie cuya primera temporada, no sé si habrá segunda, ha tenido trece episodios de media hora. Y que está basada, nos advierten que muy vagamente, o sea que no nos creamos que las cosas fueron exactamente así, en la vida de la joven empresaria norteamericana Sophia Amoruso, una individuo que de ser bala perdida se convirtió en empresaria multimillonaria a base de vender ropa usada o que lo pareciese. Como la tal Amoruso es también productora ejecutiva de la serie, ya que esta se basa en un libro escrita por ella misma, y dado que la serie tiene un tono general de comedia, con algún ratito de drama, damos por sentado que no van a presentar a la protagonista, Sophia (Britt Robertson), y su mejor amiga Annie (Ellie Reed), desde un punto de vista negativo. He de decir que la serie me ha parecido irregular, con un comienzo bueno pero luego con altibajos. Episodios inspirados y otros no tanto. Supongo que porque tarda en arrancar, y en realidad tampoco hay tanto que contar que interese. Las dos chicas protagonistas lo hacen bien, y en general entretiene. Pero vamos,… sin mucho más.

Fortitude… ejem,… el archipiélago de Svalbard forma parte del reino de Noruega, algunos de cuyos fiordos, como el Hardangerfjord, y ciudades, como Bergen, pude visitar hace unos años. Próximamente espero hacer otra visita a algunas de las regiones más nórdicas de este bello país.
Me he visto también la segunda temporada de Fortitude, una serie cuya primera temporada me dejó un sabor agridulce, porque cambió de género en un par de ocasiones, y no sé si siempre le sentó bien. Policiaca en principio, con sus asesinatos y esas cosas, ambientada en una ficticia comunidad en una islas árticas con una sospechosa similitud con Svalbard (aunque está rodada en Islandia, que no hay osos y es menos peligrosa), ha seguido con su mezcla de serie de crímenes, con ciencia ficción y con fenómenos paranormales. Lo bueno que tiene la serie son las sólidas interpretaciones y momentos… Tiene momentos muy buenos, excelentes, por los que merece la pena aguantar, aunque haya momentos de bajón. Para quienes quieran ver algo distinto. Por cierto… es un poco a lo Game of Thrones… ni siquiera los protagonistas tienen garantizado que sobrevivan. Si a alguien le cuentan que se puede encontrar en Amazon Prime, que es gratis para los suscriptores premium de Amazon, que sepa que es España,… no se puede ver a través de este servicio, que es racanillo a la hora de generalizar por el mundo su oferta. Pero bueno… en este servicio estoy viendo una cosa curiosísima. Ya os lo contaré.
La serie que considero imprescindible es Homeland. Ya con su sexta temporada acabada, y sabiendo que al menos tendrá ocho temporadas, es probablemente una serie de espionaje de referencia, con muy pocas otras que le puedan toser. Desde luego está por ahí The Americans, que es un enfoque muy distinto, y luego están algunos productos británicos que tienen un sello especial. Esta serie estuvo muy marcada por el primer arco argumental, que duró tres temporadas. En la primera subió a los cielos, en la segunda muchos se quedaron mirando sin saber muy bien,… y en la tercera, algunos/muchos, no sé, la condenaron al infierno, tal vez insatisfechos con la resolución de dicho arco argumental, que a mí ni me disgustó. Ni mucho menos. Yo seguí dándole oportunidades… Mejor dicho, yo seguí disfrutando con ella, porque más allá del entretenimiento televisivo, ofrece buenas historias, notables interpretaciones y agudas reflexiones sobre la actualidad política mundial. Es más, ha sabido actualizarse con habilidad. E incluso si no ha acertado con sus predicciones políticas, eso no ha impedido que su proposición fuera más válida que nunca. No. No hay una presidenta en EE.UU. Pero da igual, muchas de las cosas que han pasado en esta sexta temporada son reflexiones válidas. Al mismo tiempo que sus responsables han sabido hacer crecer a sus protagonistas, cada vez más maduros y más ricos en matices, también han sabido ser más osados en sus planteamientos. Del tópico de la amenaza islámica han ido evolucionando, con los previsibles choques con los servicios de espionaje rusos, y sobretodo, en esta última, en la que el enemigo está en casa. Y no es el enemigo de los protagonistas. Es el enemigo de un sistema político, la democracia representativa, que muchos dan por consolidado y por dado, pero que está en fuerte riesgo. Si no lo podemos considerar ya gravemente dañado, viendo lo acontecido en los últimos diez años. Obsérvense las últimas citas en las urnas de EE.UU., Reino Unido y Francia. Tengo mucha curiosidad por saber por donde seguirán en el futuro. Pero desde luego ahí estaré para enterarme, salvo causas de fuerza mayor.
Hay una serie que acabo de ver (no se si es antigua o moderna) The night off, con Turturro de protagonista (abogado perdedor y oportunista) y con guiones de Richard Price, quien tuviera otro gran momento en The Wire. Personalmente me ha parecido muy, pero que muy buena. Iluminación años 70 y 80. Fotografía excelente (y me quedo corto). Aconsejable.
Pues muchas gracias por la recomendación. No me había enterado de la misma, y tiene muy buena pinta. Aunque ahora estoy muy limitado de tiempo para añadir nuevas series a mi cartelera personal, tomo nota para un futuro.