Wonder Woman (2017; 262017 – 2606)
Durante dos meses y un día he estado con un permiso especial laboral. No he pisado el lugar de trabajo, ni consultado el correo electrónico, ni ningún documento relacionado con el trabajo, y apenas he hablado durante ese tiempo más que con un par o tres de personas del entorno laboral. Y alguna de ellas por un encuentro azaroso. Desconexión total. De hecho, cuando volví el martes, ni siquiera me acordaba de mi contraseña de acceso a la red informática. Mente en blanco.

Yo siempre he sido más de Afroditas voluptuosas, que de Ateneas guerreras o de Artemisas cazadoras. Y por cierto… palurdos guionistas y creadores del mundo superheroico. Si decidís basaros en la mitología griega, no le ponéis a una niña el nombre de Diana, que es romano. Y si buscáis algo que suene bien, porque Artemisa no mola, pues os lo curráis un poco más, que algún nombre chulo y apto a las mentes limitadas habrá en griego.
El lunes era por lo tanto mi último día de desconexión, y un pequeño grupo de amigos decidió darme una «fiesta» esa tarde. Nada desenfrenado. Un cine, unas cervezas, un pequeño picoteo, unas risas, y a una hora más que prudente para madrugar al día siguiente, en casa. Todo fenomenal,… salvo que cuando me enteré de la película para la que habían sacado entradas. No me gustan las películas de superhéroes. Tienen algo intrínseco en su concepción que hace que en el mejor de los casos haya considerado alguna de ellas como tolerable. Pero en general, por mucho dinero y fuegos de artificio que lleven a cuestas, me parecen malas. Bromeando, siempre he dicho que es una mezcla de guion, que a mí me parece siempre el mismo con variantes cosméticas, y de los estúpidos trajes que visten. Excepción a la norma,… alguna de las series de Netflix sobre el tema. Donde no suelen llevar trajes ridículos y hay unos desarrollos argumentales muuuuuuuuucho más interesantes. En algunas de ellas, por lo menos.

Las fotografías acompañantes corresponden a una exposición sobre dioses de la mitología clásica grecorromana que pude visitar hace unos años en el Pergamonmuseum de Berlín.
Así que a priori no tenía ninguna intención de ver esta película, dirigida por Patty Jenkins. Hay quien ha dado trascendencia al hecho de que sea una mujer quien la dirija. Yo que soy un absoluto convencido de que a pesar de las aparentes diferencias, hombre y mujer son parte de la misma especie, hace tiempo que considero que eso es menos importante de lo que aparece. Por lo menos, en un producto tan comercial como este, donde la cuenta de resultados es tan importante. En otro tipo de producciones más independientes y con otro aire… puede haber diferencias de visión, pero en esto… Me extrañaba. A priori. Y a posteriori también.
La «gran novedad» del sarao es que es una película que tiene como protagonista absoluta a una superheroina, procedente de la mitología griega, Diana, princesa de Temiscira, interpretada por la guapísima y simpática Gal Gadot. Ahí lo tengo que reconocer, la chica tiene carisma. Y unas mínimas cualidades interpretativas, que no eran de suponer a priori si observamos su filmografía previa en la gran pantalla, donde llevaba una estupenda carrera como chica florero. El argumento,… es lo de menos. Como siempre hay unos buenos, unos malos, varias ocasiones para escenas de acción, y un final tremendo de fuegos de artificio donde lo rompen todo. Todas las películas de superhéroes están cortadas exactamente por el mismo patrón, son prácticamente la misma película, con diferencias cosméticas como decía antes.
Ciertamente, aunque me alejo muchísimo del entusiasmo de esos críticos que la alaban, y más de esos que parecen que han llegado al cine en la época superheroica y no han visto nada más, un reparto bien elegido y con buena química entre ellos, especialmente entre la protagonista y el chico interpretado por Chris Pine, hace que la experiencia no sea penosa sino entretenida. Notable logro en mi caso. Eso no quita para que la historia tenga altibajos y que el final me pareciera horroroso. Una exhibición pirotécnica que vaciaba de sentido cualquier diferenciación debida al sexo de la protagonista que se hubiera querido plantear.
Bien. Fue un día de fiesta. Y lo pasamos bien. Pues vale, por bien empleado doy el tiempo. Aunque debo de avisar de un horror más. Acudimos a una versión doblada al castellano… y el doblaje es sencillamente HORRENDO.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: **/***