Me entero que Michael Kenna ha cambiado de género. Aunque sea puntualmente. Tradicionalmente dedicado al paisaje, en blanco y negro, es realmente uno de mis fotógrafos paisajistas favoritos. Y uno de los países del mundo donde vuelve una y otra vez a registrar sus paisajes es Japón. Durante 30 años ha realizado viajes al País del Sol Naciente para mostrarnos la belleza del paisaje nipón. Pero recientemente ha cambiado de género, y va a publicar un libro de desnudos realizados en aquel país oriental. No es fácil de momento ver ejemplos. Su página web no se actualiza con una frecuencia excesiva. Y en las galerías que le representan en Japón y en Francia, donde se presenta este trabajo, no lo recogen todavía. Habrá que estar al tanto. De momento, se puede ir probando con una búsqueda en Google Images con los términos «Michael Kenna rafu» y a ver que va apareciendo. De momento poco. Un artículo en L’Oeil de la Photographie que no enlazo porque dejará de estar disponible en breve si no te suscribes pagando a esta página.

Yo tengo mi propia forma de ver el paisaje japonés, muy distinta de la de Michael Kenna. Fotografías realizadas en Hiroshima.
En Plataforma de Arte Contemporáneo dedican un artículo a la portuguesa Helena Almeida (1934 – 2018) en el que me entero que esta artista falleció recientemente. Almeida fue una artista conceptual en la que mezclaba la fotografía con sus performances e instalaciones, siendo ella misma el sujeto de la obra. A mí me pareció siempre interesante.
Finalmente, en las últimas semanas el canal de Youtube del SFMoMA (Museo de arte moderno de San Francisco) estaba prestando su atención a otras disciplinas artísticas distintas de la fotografía. Pero volvió a nuestra disciplina favorita con un vídeo dedicado a Larry Sultan. El trabajo del que habla The Valley es una serie realizada en los lugares de rodaje de películas pornográficas, en los que puede encontrar interesante fotografiar cualquier cosa o persona, menos la acción propiamente dicha que habitualmente interesa al público de estas películas. Algunos de sus retratos están llenos de empatía hacía unas personas a las que el público mira habitualmente con una mezcla de admiración, envidia, rechazo y censura moral. Os dejo el vídeo. La serie no es apta para lugares de trabajo, de todas formas.