Se notó en Zaragoza la Semana Santa. Fueron muchas las personas que salieron a otros puntos de la comunidad autónoma, no se podía viajar más allá, para relajarse en esos días. Esperemos que no compartieran muchos coronavirus entre sí. La cobertura vacunal todavía es baja, y aunque ya se nota en términos de morbimortalidad en algún grupito de personas, la población todavía es susceptible de picos epidémicos que ponen en riesgo nuestro sistema sanitario.
El caso es que los que nos quedamos pudimos disfrutar de una ciudad más tranquila. De un acceso a exposiciones o museos más tranquilo. De unas calles más pacíficas, animadas, pero tranquilas. No era difícil encontrar un lugar para sentarse relajadamente con un par de personas más a conversar guardando las debidas distancias y tomando algo con calma.
Y por supuesto, con una cámara encima para documentar aquellas escenas que se cruzaran por el medio y me llamasen la atención. Los detalles técnicos en Leica M6, Planar 50/2 ZM, Summicron 35/2 ASPH, filtros de densidad neutra, Kodak TMax 400 y piernas para caminar.