[TV] Cosas de series; una mediocridad, una curiosidad y una serie imprescindible

Televisión

En estos momentos veo tres tipos de series. Para una evasión total y absoluta de lo cotidiano, en los fines de semanas, las teleseries coreanas. Para relleno de momentos muertos, como la hora de comer, de cenar, una espera corta para hacer algo o cosas así, la animación. Y cuando me pongo a ver la televisión entre semana, la ficción occidental. Vamos con esta última, que últimamente me tiene un poco desmotivado.

No es Santiago de Compostela la ciudad que aparece representada en la serie española que comento hoy. Creo que es Vigo o Pontevedra. Pero a falta de fotos de estas, las de la capital gallega valdrán.

En alguna ocasión he dicho que Virgin river es una serie que me parece más propia de canales tipo Cosmopolitan y similares, destinados casi exclusivamente al público femenino, y que comencé a ver por algunos extraños paralelismos con Northern Exposure, aunque sean dos series totalmente distintas. Tras su primera temporada, se convirtió en un guilty pleasure de tomo y lomo. Y cuando llegó su cuarta temporada me puse a verla con la convicción de que era la última. Y por ello aguanté hasta el final… porque la serie ha entrado en una dinámica bastante aburrida y mediocre de escenas que se repiten constantemente, con diálogos casi idénticos unos de otros, y con una pérdida de empatía considerable hacia los personajes de la serie, que sí existía en su primera temporada. Para chasco mío, resulta que la serie continua. Pero dudo que yo continúe con ella, porque realmente ha entrado en una mediocridad absoluta. Me sorprende que algo tan flojo siga teniendo presencia en Netflix, mientas que otras producciones considerablemente superiores son canceladas. En fin… cosas del capitalismo. Lo cierto es que el público votante en IMDb se mantiene fiel, con puntuaciones buenas o muy buenas, dependiendo de los episodios. En fin… cosas del ser humano.

Un asunto privado es una serie española que aterrizó en septiembre en Amazon Prime Video. Me lo pensé un poquito antes de ponerme a ella, porque su principal protagonista, Aura Garrido, es una actriz que no me acaba de convencer. Pero bueno,… una serie detectivesca, con abundante humor, Jean Reno como el «mayordomo» y una interesante ambientación, un notable esfuerzo en el diseño de producción… Le di una oportunidad. No me arrepiento. Reconozco que me lo he pasado bien y me he reconciliado, un poquito, con la actriz protagonista. No es una gran serie. Vale. Es un entretenimiento. En los años cuarenta del siglo XX, en alguna ciudad gallega, la animosa hija de un célebre comisario de policía, hermana del actual, reivindica su capacidad para investigar a pesar de la negativa social al acceso de las mujeres a la policía. Así que, acompañada de su fiel mayordomo, se rebela y comienza a investigar a un asesino en serie. Hay que considerar que para aceptar el ambiente de la serie, hay que considerarla como un universo alternativo o una ucronía de la España real de los años 40. No hay señales de que el país vive en una dura posguerra con muchas privaciones, el entorno de la protagonista es muy glamuroso. No hay señales de que la policía del momento era órgano represivo con limitados recursos para la investigación criminal. No hay signos por ningún lado de la triste realidad sociopolítica del momento. Pero bueno… Es lo que hay. Una curiosidad entretenida, y con algunos momentos divertidos, pero sin más. Muy inspirada me parece en algunos personajes femeninos del cine francés. No sé si habrá segunda temporada. Si la hay bien, y si no, también bien.

Y con su tercera y última temporada, se nos han despedido para siempre las Derry girls. Una serie que me parece absolutamente imprescindible. Sabe a poco. Muy poco. Temporadas de seis episodios de media hora. Eso sí, no tienen desperdicio. Dinámicos. Con diálogos tremendamente inspirados. Retratando con humor una época y un lugar, en el que los problemas y los dramas, o tragedias, no faltaban, la época de los conflictos armados en Irlanda del Norte, una de las muchas cagadas heredadas del imperialismo británico. Pero la serie sabe retratar una época, denunciar una situación, con muchos culpables, sin acritud, con cariño hacia las personas que sufrían la situación. Y retrata estupendamente la transición desde la inconsciencia y la falta de responsabilidad de este grupo de adolescentes hacia una incipiente madurez, hacia la entrada en la edad adulta y hacia la asunción de responsabilidades, sin perder nunca el buen humor. La última temporada tiene un episodio extra, más largo, de 48 minutos, en el que se hace coincidir la mayoría de edad de las protagonistas, y el protagonista, con el referéndum de los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a la violencia armada en los condados británicos del Ulster. En general, es una de las mejores series que he visto en los últimos años. Y más a gusto.

[Cine] La niebla y la doncella (2017)

Cine

La niebla y la doncella (2017; 352017-0109)

Como se podría deducir de los artículos de este Cuaderno de Ruta que hablan de las novelas del escritor Lorenzo Silva que he ido leyendo a lo largo de los años, mantengo una relación de amor-odio con la serie de los guardia civiles Bevilaqua y Chamorro de este escritor español. Me aficioné a las novelas de Silva entre el año 2002 y 2003 durante la enfermedad de mi madre antes de que falleciese. Solía llevar encima, en edición de bolsillo, algún ejemplar de las mismas. Tanto de esta serie policiaca como otras novelas anteriores a esa fecha que me parecieron muy interesantes. En cualquier caso, los casos de estos peculiares guardia civiles me parecieron bastante entretenidos y bien escritos. Y sobretodo, conseguía empatizar con los protagonistas de estas novelas, y me gustaban las interacciones entre ellos. Curiosamente, ninguna de las novelas de esta serie posteriores a 2003 me ha parecido especialmente interesante. Algunas, incluso aburridas. Como bromeo a veces, da la sensación de que estamos ante publirreportajes literarios de la dirección general de la benemérita. No voy a entrar ahora en los porqués. Aquí estamos hablando ahora de cine.

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A estas alturas de mi vida, no he visitado todavía las Canarias. Pero bueno, la primera novela de Bevilaqua y Chamorro también transcurría en una isla, en Mallorca. Así que nos daremos un paseo por el Cabo Formentor.

 

Previamente, había visto la adaptación de una película con las aventuras de esta pareja. La desde mi punto de vista apreciable, aunque en general no demasiado apreciada, El alquimista impaciente de Patricia Ferreira. Es cierto que fue una película un poco fría, pero aparecían unos cuantos secundarios interesantes, y se deja ver. Fue la que me impulsó a leer las novelas. Parece que hay un par de telefilms sobre la pareja que no he visto. Que ni siquiera sabía que existían hasta hace un par de días. Y que parece que pasaron muy desapercibidas.

En cualquier caso, de las tres novelas iniciales de la saga, la que siempre me gustó más fue justamente la que ahora se ha adaptado en la ópera prima como largometraje del director Andrés M. Koppel. Si la primera novela era interesante por la interacción inicial de la pareja de guardias, y la segunda por la trama en sí misms, en esta tercera novela hacía su aparición, por fin, una peculiar femme fatale y la tensión sexual que conlleva, y que daba un poco de picante a la trama policial. Reconozcámoslo, una novela policiaca sin femme fatale… como que le falta algo.

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En esta historia, el sargento Bevilaqua «Vila» (Quim Gutiérrez) y la cabo Chamorro (Aura Garrido) tienen que partir hacia las Canarias, para intentar resolver un homicidio que se produjo en La Gomera y que lleva casi tres años pendiente, tras una primera investigación que terminó con la absolución del principal sospechoso. El teniente al mando, Nava (Roberto Álamo), y sobretodo la cabo Ruth Anglada (Verónica Echegui), tendrán que tragarse el orgullo y ayudar a los que vienen de fuera a resolver el caso. Aunque no será fácil encontrar sentido a los hechos que se presentan a los protagonistas. Especialmente, cuando Vila empieza a sentir por la vistosa cabo Anglada algo más que respeto profesional…

Sinceramente, esta película no funciona. Para empezar, el protagonismo femenino se carga tanto sobre la presunta artista invitada, Anglada, que la cabo Chamorro se convierte en un personaje absolutamente prescindible. Sobra por completo. No hace nada que no sea prescindible. Seguiremos por el hecho de que los diálogos están llevados de pena. En algún caso, da la sensación de que los cortan por donde les viene bien, sin que estén terminado. El montaje, salvo las escenas de acción iniciales, también tiene sus problemas. La fotografía y los paisajes de la isla podrían ayudar, si no fuera porque da la sensación de que se prescinde del hecho insular, que es un hecho importante a la hora de transmitir un poco de ahogo y falta de espacio a la historia. Nada. Tras un principio entretenido, entra la película en una zona central donde la investigación se convierte en una serie de conversaciones más o menos rutinarias, algún registo sin emoción, conversaciones entre los protagonistas con más pomposidad que contenido. De repente se genera una tensión sexual entre el sargento y la cabo que no sabemos muy bien de dónde viene ni a donde va… Todo para llegar a una recta final apresurada y un tanto liada, con una resolución que casi parece sacada de la manga, salvo que conozcas la historia original en la que se basa. Y a la que sorprendentemente es bastante fiel,… salvo en la ejecución.

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En cuanto a las intepretaciones… Quim Gutierrez es un Bevilaqua improbable. Demasiado «mono» para lo que debería ser un señor con una aspecto normalito, que si algún atractivo tiene viene de su socarrón escepticismo, que por la película no aparece por ningún lado. Echegui tiene el físico para una Anglada convincente, aunque yo siempre la imaginé rubia. No recuerdo si es algo que aparezca en el libro. Y más alegre, menos intensita. Un poco acartonada la interpretación de la actriz; como poco convencida con lo que hace. Y Aura Garrido como Chamorro… Garrido es una actriz limitada, un poquito sobrevalorada por el éxito de cierta serie de televisión, donde muestra algunas de estas limitaciones sin embargo. Pero es que aquí le dan un papel envenenado, porque es absolutamente prescindible. Pero es que además, en ninguna de las dos películas que he visto sobre el personaje de Virginia Chamorro, esta ha sido interpretada por una actriz que me convenciese según las descripciones de los libros. Citaré algunos párrafos.

«Chamorro era una cría de veinticuatro años que había intentado entrar en todas las academias militares para seguir la tradición familiar y que habiendo fracasado en el empeño se había conformado a regañadientes con ser guardia. No era del todo mal parecida, alta y medio rubia, pero la aridez de su trato le había granjeado como apodo una reordenación de las letras de su apellido que, en honor a la verdad, estaba más justificado por el truco fácil que por su nada ostensible orientación sexual. Más que masculina era un poco seca y bastante tímida.»

«…sería por el alcohol, pero Chamorro estaba tan guapa como Verónica Lake en la escena de la piscina de Los viajes de Sullivan.»

«Las mujeres de voz grave me recuerdan a Lauren Bacall en El sueño eterno. Lo que más me admira del Marlowe que en esa película compone Humphey Bogart, algo deficitario en ciertos aspectos, es que sea capaz de aguantarle la mirada y el pulso a una hembra de tal calibre.»

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A ver si en un futuro, posible adaptaciones de novelas de la pareja toman en consideración estas cuestiones. Aunque también es cierto que sólo se pueden aplicar a las de los primeros tiempos, justamente las tres que prefiero, en las que Chamorro es todavía una agente joven. Pero vamos, ni Garrido, ni en su momento Ingrid Rubio, dan el tipo. Las cosas, como son. Si no fuera por es imagen de sensualidad reprimida tras la fachada de guardia civil disciplinada y eficiente, de qué me va a interesar a mí esta pareja de policías.

En fin. Película fallida. Que no me siento con ganas de recomendar ni a los fan de la pareja de guardias. Lo siento. De verdad.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

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