[Blog] 20º aniversario de este «Cuaderno de ruta»

Páginas personales

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

Ya lo he contado en otros aniversarios de este blog, de este Cuaderno de ruta. Aunque había tonteado previamente con la idea de realizar un blog personal con anterioridad, fue el 8 de febrero de 2005 cuando comencé en serio en publicar con una periodicidad casi diaria este blog. En otra plataforma. Eventualmente, en 2008, migré sus contenidos íntegros a WordPress, donde se mantiene. Mi intención era muy modesta. Parar de mi excesivamente ajetreada vida de aquel momento durante media hora, escribir algo que me relajara, y publicar, necesariamente, alguna fotografía realizada por mí.

No voy a dar estadísticas del blog de estos 20 años. No tiene mayor sentido. Nunca he pretendido una gran audiencia. Siempre ha sido algo que he hecho para mí. Y que me servía para comunicar mis cosas a las varias personas cercanas a mi corazón, pero lejanas geográficamente con quienes sólo podía compartir cosas muy de vez en cuando. Con la popularización de las redes sociales, algunos de estos fines dejaron de tener sentido. Hay otras plataformas que lo permiten. Pero no el hecho de parar un rato del estrés diario y escribir algo. Por ello seguí haciéndolo, aunque la audiencia desde sus mejores tiempos a esta parte, se ha dividido por 6 o por 8.

Para celebrarlo, fotos. Al fin y al cabo una de las cosas para las que sirvió fue para estimular mi afición fotográfica. En 2005 estábamos sumergiéndonos en la fotografía digital, que hacía mucho más inmediata la publicación de tus fotografías. Pero luego, una parte importante de las fotos que han aparecido en estas páginas son las de mis viajes. Estoy bendecido por el hecho de que viajo con frecuencia. Por ello, he decidido publicar en este aniversario, 20 fotografías de viajes, una por año. De los viajes más significativos de cada año. Y si en un año había varios viajes muy significativos, entonces evitando repetir país o destino. Espero que os gusten.

Me he planteado la posibilidad de dejar de publicar el blog. Ya he dicho que otras redes sociales suplen algunos de los fines que tenía cuando comencé a publicarlo. Pero creo que seguiré un tiempo. Es cierto que a veces me estresa un poco mi autoimpuesta obligación de publicar algo. Quizá, por ello, igual bajo el ritmo de publicación. Ya veré. Hay que tener en cuenta que también publico mis experiencias fotográficas, desde un punto de vista más técnico, en Carlos en plata. No sé. Ya veré. Creo que iré más tranquilo en próximos tiempos… pero ya me pensaré como sigo en un futuro. Seguir otros 20 años… me parecería raro. El mundo en la red de redes es efímero, casi por definición. Nunca pensé que, 20 años más tarde, sería escribiendo estas cosas. Nos vemos.

[Blog] 19º aniversario de este Cuaderno de Ruta

Páginas personales

Bueno. No es hoy. Fue el pasado jueves día 8 de febrero. Síp. 19 años escribiendo entradas en este blog personal, que desde hace muchos años se centra en mi tiempo libre. Hubo un tiempo en que escribía también alguna entrada de opinión. O repasaba las noticias de actualidad de la semana. Pero me encontré conque el nivel de cultura democrática y de libertad en España es menor, bastante menor de lo que te esperas. No voy a entrar en detalles, pero como no escribo esto para hacer causas, sino como reflexión personal que comunico a los cercanos que los siguen como forma de mantenernos en contacto, me quise ahorrar disgustos, y oculté muchas de las entradas. Es lo que hay. No queráis saber los comentarios burros que recibí y que anulé por estar moderados.

Así que tiempo libre es. Cine, libros, televisión, viajes, fotografía… que de una forma u otra también son un modo de expresar lo que soy, aunque sea más indirecto que la expresión directa de opinión. En total, en estos 19 años he publicado 6862 entradas. Bueno… si lo dejamos a fecha 8 de febrero de 2024 serían un par menos, 6820. Y en ese tiempo transcurrieron 6939 días, un promedio de 0.9886150742 al día. Por lo tanto, no se puede dejar de decir que es un diario personal, pero público. Por cierto, acompaño esta entrada con algunas de las fotos realizadas entre el 8 de febrero de 2023 y el 8 de febrero de 2024. Todas hechas con película fotográfica tradicional, que es la que me motiva fotográficamente cuando no estoy viajando. Cuando viajo, me da igual el medio fotográfico, lo que importa es el viaje.

Cosas de las que no hablo, o tan apenas hablo… pues quizá de lo más personal, familia y relaciones próximas. Y trabajo. Al fin y al cabo, empecé a escribirlo para romper un dinámica en su momento en la que el trabajo me ocupaba mucho tiempo de mi pensamiento, y me empezaba a estresar un poquito, con otras cuestiones añadidas que ahora no vienen a cuento. Se trataba de parar media hora durante cada día, o la mayor parte de los días, y pensar o hablar de otras cosas. Y siempre acompañada la entrada de al menos una fotografía realizada por mí. Lo cual sirvió para impulsar mucho mi afición por la fotografía. Aunque hace 19 años fuera de una forma un poco naíf.

¿Seguiré de forma indefinida? No lo sé. Puede que sí o puede que no. Los blogs personales hace tiempo que dejaron de estar de moda. Ahora, desde hace años, la gente se expresa a través de las redes sociales. Cuando estas empezaron a imperar, los blogs personales empezaron a decaer. En los momentos de máxima afluencia, recibía como cinco o seis veces más visitas de lo que recibo ahora. No es que me haya importado mucho ese dato, pero es significativo. Además de este blog, mantengo otro dedicado a hablar exclusivamente de fotografía de forma más técnica (en esta dirección los posts más antiguos). Por mi cabeza ha pasado que cuando llegue el 8 de febrero de 2025 cesaré de escribirlos. Y me dedicaré a otra forma de difundir mis cosas. Así que tengo un año para pensar si lo hago y cómo lo hago.

Algunos me han preguntado… ¿y que pasará con todo lo que has escrito, con todas las imágenes que has publicado? Y contesto,… no pasará nada. Simplemente, de un modo u otro, desaparecerán. Porque si no os habéis percatado, internet es efímero, cambiante, siempre mutante. No es lugar para guardar legados. Aunque hay quienes buscan la forma de conservar el pasado de la red de redes. Los digital se desvanece con el tiempo. Ya es hora de que los vayamos asumiendo todos. Nadie mira hacia atrás, a lo que escribía hace 19 o 9 años, ni siquiera hace 9 meses. No aparece en las búsquedas de los buscadores… por otra parte cada vez más sesgados a los contenidos patrocinados. Así que… como decía… no pasará nada.

[Blog] 18 años de Cuaderno de ruta

Páginas personales, Sin categorizar

En realidad, hoy no es el aniversario de este Cuaderno de ruta. Fue el miércoles. Pero esta semana ha sido un poquito estresante, he tenido que atender a múltiples cuestiones, y decidí no añadir a ese estrés la obligación de pensar o acordarme de comentar el aniversario de este blog como hago habitualmente cada año. No pasa nada por retrasarlo unos días, dejarlo para una tranquila mañana de domingo. Tanto más tranquila y relajada cuanto desde el viernes por la tarde estoy con un catarro que me tiene un poco pocho. Mi primera infección vírica en cuatro años. Es como si la temida pandemia producida por el SARS-CoV-2 hubiese alejado de mi todos los demás virus patógenos. No, covid-19 no es el nombre del virus, es el nombre de la enfermedad que produce. El nombre del virus es esa ensalada de letras que os he indicado. ¿O se decía sopa de letras? Bah,… da igual.

Me gusta recordar que el Cuaderno de ruta comenzó su andadura un 8 de febrero de 2005, con una entrada muy sencillita. Sus primeros años fueron en Blogger, donde abrí una cuenta en 2002, antes de que fuera comprada por Google. Pero en aquellos momentos no supe cómo iniciar y hacer funcionar aquello. Creo que para llevar un blog, o una bitácora como decíamos con frecuencia entonces, hay que tener clara porqué quieres hacerlo y para qué. Si no, no tiene sentido. Lo de bitácora está mal dicho, por cierto. Llamarlo cuaderno de bitácora o cuaderno de navegación, por analogía con los de los barcos sí que me parece bien. Y de la expresión cuaderno de navegación vino que yo decidiera llamarlo Cuaderno de ruta. Mi propósito, el que hizo que al final se mantuviera durante estos 18 años, fue quitarme de encima el estrés cotidiano durante un ratito todos los días o la mayor parte de los días, dedicándome a escribir sobre algo, lo que fuera. Distinto de lo que en aquel entonces me llevaba por la calle del retortero, en un cierto sinvivir.

Otro propósito importante que me hice en aquel 8 de febrero de 2005 fue que en todas las entradas del blog incluiría al menos una fotografía realizada por mí mismo. Por aquel entonces ya usaba predominantemente la fotografía digital, por lo que no era complicado disponer de imágenes fotográficas nuevas, o de archivo, para mis entradas. Y esto fue un acierto. Porque me impulsó notablemente a hacer fotografías, y gracias a ello, en poco tiempo, mejoré y aprendí mucho. En un par de años tuve la sensación de avanzar mucho más de lo que había hecho en los años anteriores. Hoy, por ejemplo, tiro de archivo. Y, curiosamente, de fotografías realizadas con película tradicional. Las que hice en blanco y negro en Tokio en 2019, en un viaje en el que olvidé en casa la cámara compacta para hacer este tipo de fotos. Así que en la capital japonesa, para los últimos días del viaje, compré un par de cámaras de un solo uso. Y son unas fotos que siempre me han producido un sentimiento ambivalente, y las repaso y las vuelvo a procesar de vez en cuando, para ver cuánto soy capaz de exprimir los resultado de usar una cámara tan limitada en sus capacidades y en su definición óptica.

En mis capacidades fotográficas siempre he distinguido cuatro épocas. La primera, entre abril de 1989 y octubre de 1992, con mi primera cámara réflex, años en los que era muy entusiasta, pero estaba muy mal orientado. De vez en cuando había alguna foto maja, pero en general era una catástrofe. La segunda, entre octubre de 1992 y algún momento a finales de 1994 o principios de 1995. Gracias a los cursos que hice en Galería Spectrum, me orienté. Y supe dónde mirar para inspirarme en fotografía. Por lo que avancé muy deprisa. Después, entre principios de 1995 y septiembre de 2004 vino un tiempo donde hacía alguna foto maja que otra de vez en cuando, pero me estanqué en mi proceso. En el otoño de 2004, cuando me puse en serio con el mundo digital, y con el uso de aquellas mis primeras cámaras digitales de las que os he estado hablando últimamente, tanto aquí como en mi blog técnico (artículos antes de marzo de 2022), volví a progresar deprisa en un periodo que duró hasta un momento impreciso entre 2010 y 2012. Y después y hasta la fecha, otra época de progreso más lento, que poco a poco ha venido marcado por mi regreso a la película fotográfica tradicional.

En cualquier caso, como sucedía en aquel febrero de 2005, me sigue importando poco quién y cuántos me leen estas líneas. Sigo escribiéndolas más para mí que para cualquier otra persona. Aunque ciertamente me alegra cuando ciertas personas me comentan su contenido. Y lo que siempre me ha parecido curioso, no sé si les pasa a otros, los comentarios interesantes pocas veces aparecen en el propio blog, donde ese tipo de actividad es tremendamente escasa. Si directamente, a través de las mensajerías de las redes sociales o, para quienes me conocen en persona, tomando un chisme en una cafetería. Es algo esporádico. Pero muy satisfactorio. Ya merece la pena el esfuerzo. Hasta el año que viene.

[Blog] 17º aniversario de este Cuaderno de ruta

Páginas personales

Ayer fue un día muy atareado. Salí por la mañana a las siete menos cuarto de la mañana y no llegué de nuevo hasta casi las siete y media de la tarde, siendo responsable de esto el trabajo. Como lo sabía de antemano, programé el día anterior la entrada cinematográfica de este Cuaderno de ruta. Por cierto, parece que a los responsables de los Oscar les gusta más la película que a mí. Sin acordarme de que ayer es el aniversario de este Cuaderno de ruta.

Lo comencé a redactar en 2005, un 8 de febrero, claro, en la plataforma Blogger, que hoy en día forma parte del entramado de servicios de la empresa de publicidad Google. En realidad, ya entonces pertenecía a Google, pero yo había abierto mi cuenta un tiempo antes, cuando no era así, en unos primeros escarceos fallidos. Porque no tenía claro de qué iba a ir la cosa. El 24 de enero de 2008 abrí cuenta en WordPress, y el 8 de febrero de ese año, coincidiendo con el tercer aniversario del Cuaderno de ruta, la convertí en la cuenta principal del mismo. Con el tiempo, importé todas las entradas de la plataforma Blogger a la de WordPress.

Una de las cuestiones que me propuse cuando comencé hace 17 años, una vez que me había ya adaptado a la fotografía digital, fácilmente explotable para su uso en redes sociales, fue que en todas las entradas habría al menos una fotografía realizada por mí. Y fue algo que vino bien para impulsar mi afición fotográfica. Me motivaba a hacer fotografías y a hacerlas bien, para presentarlas públicamente. Durante muchos años, alojé las fotos en Flickr, desde donde las insertaba en el Cuaderno de ruta. Hace tiempo que tengo desatendida esa cuenta de Flickr, servicio que fue empeorando o quedando anticuado con el tiempo, o hizo cambios contractuales que dejaron de hacerlo interesante. Y con el tiempo, muchas de las fotos que aparecen no están realizadas con aparatos digitales puesto que volví a la fotografía con película tradicional. Que me motiva y divierte más. Por cierto, como los temas más técnicos de fotografía no son interesantes con carácter general, salvo que seas aficionado, creé otro blog específico para ello en carloscarreter.es. Cuyo cumpleaños no celebro.

Como ya he comentado muchas veces, nunca he tenido interés en tener una gran audiencia, con muchas visitas y muchos «me gusta». Lo concebí como una forma de frenar todos los días durante media hora del estrés de actividad en el que estaba sumido en aquella época, al mismo tiempo que me comunicaba con gente amiga. En aquellos momentos los blogs estaban de moda. Ahora se visitan mucho menos. La inmediatez de otras redes sociales puede más. Aunque sus mensajes sean mucho más superficiales y banales como promedio. Ahora hay más comunicación,… pero es más pobre. Y sujeta a los intereses publicitarios y económicos de las plataformas. Pero esta mañana mismo, convirtiéndome en improvisado mirón y cotilla, contemplaba cómo un par de personas usaban sus teléfonos móviles para revisar contenidos en sus plataformas sociales… y estaban encantadas con esa banalidad y ese interesarse por contenidos similares a los de la telebasura. Las plataformas sociales son pobres en contenidos, son banales, porque muchos espectadores/consumidores están encantados en esa pobreza. Hace unos días, en un grupo en una de ellas, un usuario me reprochaba que un concepto lo había expresado yo con dos palabras y le resultaba «rebuscado». Para el mismo, el proponía una frase con siete palabras de gran simplicidad semántica… ¡¡¡??? Viva la pobreza del léxico cotidiano.

Desde 2011, los contenidos se limitan a mis actividades relacionadas con el tiempo libre. Durante un tiempo, todos los sábados hablaba de temas de la actualidad, a través de los cuales expresaba mi opinión sobre ellos. No tengo ni tenía intereses en ninguna formación política, incluso si sus posturas declaradas se acercan a mi visión de la sociedad, todas me resultan desagradables por igual por ser plataformas de acceso al poder más que de transformación positiva de la sociedad. El caso es que empecé a recibir mensajes muy desagradables y hostiles de todo el espectro político. Además, soy funcionario público. Y comprobé que algunos empleados públicos eran represaliados por sus opiniones que aparecía en internet. Tal cosa sucedió también con responsables públicos procedentes de todo el espectro político, de derecha a izquierda. No estoy aquí para sufrir, sino para relajarme y disfrutar. Así que oculté esas entradas. Si algún día mejora la educación democrática de nuestra sociedad ya volveré a expresarme… si no… eso es trabajo de otros. Creo. No me parece percibir en el periodismo mucha independencia y calidad en las informaciones y las opiniones.

Por lo tanto, en este Cuaderno de ruta hay un total de 6206 entradas, esta incluida, de las que son públicas un total de 5972. Están ocultas, salvo que conozcas el enlace a la misma, que remito a personas conocidas y concretas, un total de 232. Esto hace un promedio de casi casi casi una al día. También hay varias páginas, fuera de lo que es la sucesión cronológica, pero cuyos contenidos, salvo el que se refiere a cómo valoro las películas de cine que veo, está periclitado. Pongo el enlace al significado de la palabra para quienes me acusan de rebuscado por tener más léxico que el promedio de los hispanohablantes. Lo cual, si es homenaje a algo es… a la constancia. La calidad tiene altibajos, como mi estado de ánimo, el tiempo que dispongo para elaborar una entrada, mi inspiración a la hora de escribir, o si mi vida en esos momentos incluye actividades más o menos interesantes.

Espero seguir un tiempo más. La fotografías acompañantes, todas realizadas desde el 8 de febrero de 2021… pero con película tradicional… que como ya he dicho, me divierte más que lo digital.

[Blog] 14 años de Cuaderno de Ruta…

Informática e internet, Páginas personales

Sí. Con puntos suspensivos, porque no tengo intención de parar de momento, aun con el bajón de lectores de los últimos años, que parece estabilizado. Pero nunca me planteé este Cuaderno de Ruta como algo que respondiese a otros objetivos distintos de los dos iniciales:

  • Parar un rato «casi» todos los días de la vorágine de los quehaceres cotidianos para escribir sobre algo e ilustrarlo con alguna foto realizada por mí mismo. Una forma de estimular dos habilidades que me parecen importantes, la escritura y la fotografía.
  • Comunicar con aquellos a los que quiero pero veo poco y que de esta forma pueden saber que estoy y que hago cosas.
Las fotografías de mis viajes siempre han tenido mucha presencia en este Cuaderno de Ruta. Y en los últimos años, los viajes por el Asia oriental especialmente. Como a Japón (encabezado), Hong Kong (sobre estas líneas), Corea del Sur y Taiwán (en las siguientes fotografías). Y van a continuar… Ya hay billetes comprados para Shangái, para dentro de unos meses…

Catorce años. Desde el 8 de febrero de 2005. En aquellos momentos en Blogger, que todavía no pertenecía a Google. Ahora están todas las entradas importadas y agrupadas en este blog de WordPress. Que quedará deslucido dentro de poco. Hasta hace unos años, las fotos no las subía aquí, sino que las enlazaba desde Flickr. Pero con las nuevas políticas de esa plataforma, dicen que las borran todas menos mil si no pasamos por caja. Y no tengo ganas de perder el tiempo borrando todas menos las enlazadas.

Esto es internet, y no sirve para guardar memorias. Eso se hace con otros medios. Por eso sigo haciendo álbumes de fotos en papel. Internet es para el día a día. Lo de hace años… atrás queda. Y nada es para siempre en la red de redes; es el paradigma de lo efímero. Aunque a muchos no se lo parezca.

En fin. Que ya está. Estos días no he tenido mucho tiempo para entrar cosas. Y no sé cuando cambiará la racha, así que llevo un par de semanas con más días sin entrada que antes. Pero así son las cosas. Nos vemos.

[Blog] 13 años dando la tabarra

Páginas personales

8 de febrero. Me he levantado como siempre a las 6:25 de la mañana. Aunque llevaba despierto por lo menos media hora. Totalmente desvelado ya. He salido de casa como siempre, y aunque he hecho alguna tontería en los transbordos de autobús para ir a trabajar, hoy me ha costado 25 minutos llegar.

A las 7:21 estaba esperando con otros compañeros a que abrieran el centro de trabajo, lo cual ha sucedido un minuto más tarde. He revisado algunas cosas en mi mesa, pero a las 7:45 he salido de nuevo de mi centro de trabajo para ir al Hospital Universitario Miguel Servet para realizarme unas radiografías de mi pie izquierdo. Me he enfadado.

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Las fotos de hoy las he sacado de otro blog, de mi fotolog en Tumblr, con fotos de viaje. Y han sido obtenidas al azar con la dirección https://deviajeconcarlos.tumblr.com/random

Una de las profesionales sanitarias que me ha atendido hace mal su trabajo, puesto que en ella eran muy obvio algunas de las deficiencias que los profesionales sanitarios tenemos en nuestro trato con pacientes y usuarios en general de los servicios de salud. No comunicamos adecuadamente. No proporcionamos la información necesaria para la correcta colaboración del paciente, luego nos enfadamos si no colaboran como nos gustaría… Mantenemos actitudes paternalistas. Me he callado losdatos de mi situación profesional que probablemente hubieran corregido algunas de estas cuestiones, pero hubiera aumentado el riesgo de que al final se hicieran mal unas puñeteras radiografías.

A las 9:11 he cogido el autobús de vuelta a mi centro de trabajo, donde he reingresado a las 9:27. En el trayecto me he acordado que hoy hace 13 años que empecé a escribir mi Cuaderno de ruta. Este Cuaderno de ruta. Y no tenía ni idea de cómo comentar este aniversario.

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Una noticia sobre el juicio que se celebra en Francia contra Facebook por su censura de la cuenta de un profesor francés que había publicado una imagen de la pintura del siglo XIX L’origin du monde de Gustave Courbet, me ha dado el tema. Nunca a lo largo de la historia había sido tan fácil para tanta gente ejercer la libertad de expresión. Esto se contradice por el hecho de que no somos pocos los que sentimos que desde hace unos años los derechos sociales y políticos de los ciudadanos están en retroceso. Esto, en los países donde se han alcanzado históricamente un nivel de desarrollo alto de los derechos individuales. No merece la pena decir nada de donde esto ni siquiera ha sucedido.

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Cuando surgieron los weblogs, abreviados los blogs, término ya asentado en el castellano por lo que lo podemos escribir sin cursivas ni comillas, se abrió un espacio de libertad de expresión. Que ha sido más difícil de mantener de lo que parece. Este Cuaderno de ruta tiene más de 150 entradas ocultas, que retiré porque me exponían a comentarios airados o insultantes, a mensajes de correo en el mismo tono, o incluso comprometían mi desarrollo profesional si algo de ellos contrariaba la opinión del politicastro de turno que llegaba a un puesto directivo de la organización para la que trabajo. Hace unos siete años que no hablo de todo lo que quisiera en estas páginas. En las que nunca he planteado posiciones extremas ni dogmáticas. Más bien, por mi formación científica de base, mi opinión siempre pase del escepticismo. De poner en duda cualquier teoría, y someterla a tortura a ver si aguanta.

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Mi Cuaderno de ruta nunca ha tenido una gran difusión, pero en un momento dado 300 personas al día entraban a leer mis cosas. Con el tiempo, cuantos más «seguidores» oficiales me dice WordPress que tengo, menos visitas llegan. Y hoy oscilan entre los 50 y 100 al día. 600 seguidores oficiales en WordPress, más los que tengo en Twitter y Facebook, más las búsquedas en Google y otros,… y cada vez menos visitas. La atención de la gente se ha desviado hacia las redes sociales. Facebook, Instagram, Twitter, Tumblr,… donde hay mucha gente que hace declaraciones altisonantes sobre ser libre. Redes donde eres en realidad muy poco libre. Porque las manejan plutócratas cuyas intenciones e ideología desconocemos realmente aunque podamos sospechar, que nos ofrecen un medio de comunicación entre pares, pero que controlan fuertemente. Sabemos que les interesan los ingresos por publicidad, pero no sabemos qué más. Las posiciones de Mark Zuckerberg y sus colaboradores con respecto a la libertad sexual parece más propia de un integrista religioso que de otra cosa. Con una sorprendente tolerancia hacia quienes buscan destruir los valores democráticos, que campan a sus anchas. La sensación de que estamos mucho más cerca del universo de 1984 se acrecienta poco a poco. Cuando se habla de distopías orwellianas, muchos piensan en dictaduras sin más. Esto es simplista y pueril. La distopía orwelliana es aquella que controla por completo el lenguaje y los símbolos de la sociedad. Y ahí estamos. Y muchos gobiernos, que deberían defender el sistema de libertades, encantados. Y haciéndose fotos con los jerarcas chinos y felicitándose de las inversiones en China; o de las inversiones de los chinos en sus países. Pensemos unos momentos en el sistema «de libertades» chino, basado exclusivamente en la «libertad de consumir» cada vez más.

Seguiré con este Cuaderno de ruta. Porque nunca lo empecé con el objetivo de que me lean. Lo hice para dedicar casi todos los días un rato a desconectar del trajín cotidiano. Y para obligarme a hacer fotos. Mi proyecto particular 365/365 (algo menos), lleva 13 años en marcha. Y me preguntan por qué no he empezado nunca un 365/365… ¿Están tontos o qué?

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[Blog] 12 años

Informática e internet, Páginas personales

Suelo recordar cada año el aniversario de este Cuaderno de Ruta. Fue un martes 8 de febrero de 2005 cuando decidí tomarme en serio lo de escribir un mantener un blog. Había hecho un intento previo, cuando la herramienta Blogger, que entonces no pertenecía a la todopoderosa Google, empezó a destacar en el panorama de internet, y de ahí que mi primera entrada se titulase Hola,… de nuevo.

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Un día de este invierno caminé durante un buen rato y con una cámara de fotos por la huerta de las Fuentes y el soto de Cantalobos en el extrarradio de la ciudad de Zaragoza, como he hecho en numerosas ocasiones en estos últimos doce años. Opté por el blanco y negro. El día de invierno lo pedía. Y algunas de esas fotografías servirán para acompañar esta entrada de aniversario.

En otras ocasiones he presentado alguna estadística de actividad… pero hoy estoy perezoso para ello. Simplemente decir que son 4253 entradas públicas, 4254 con la actual, y 232 privadas, que decidí hace unos años retirar de la consideración pública, dado el bajo respeto que según pude comprobar en su momento se ejerce en España por sus ciudadanos y responsables políticos sobre la libertad de opinión. Así quedo en un diario que recoge mis actividades de ocio y tiempo libre. La opinión sobre temas políticos y sociales quedará para otra vida, en la que venturosamente naceré en un país más respetuoso. Admiro a aquellos que pelean por mantener los derechos de los ciudadanos. Pero esta herramienta no se concibió como una herramienta de pelea, sino como un medio de expresión relajada. Nació para librarme diariamente (o casi) de las preocupaciones cotidianas durante 30 o 40 minutos, no para buscarme confrontaciones, y por ello me retiré voluntariamente de escribir según que contenidos.

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Actualmente aparece como V.3.0. Es decir, versión 3. La primera versión fue la etapa en Blogger, la segunda fue mi cambio a WordPress, y la tercera fue cuando fusioné los contenidos de ambas etapas dentro de WordPress, y le di un cambio general de aspecto al Cuaderno de ruta que se mantiene hasta este momento. En estos momentos, no siento deseos de hacer cambios sobre la plataforma de gestión de contenidos o sobre el aspecto general del blog. Pero sí llevo pensando un tiempo que tengo que diversificar algunos contenidos. Aunque no entre en determinados temas sociopolíticos como he explicado, sí que me apetece hablar más de otros temas relacionados con el mundo de la cultura, la ciencia, y el conocimiento en general.

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Uno de los objetivos del Cuaderno de ruta fue, es y será estimularme en el mantenimiento de mi afición por la fotografía. En un principio comenzó de forma muy tímida, con una fotografía por entrada, de pequeña resolución, siempre realizada por mi mismo. Ahora lo habitual es que cada entrada contenga varias fotografías realizadas por mí, con resoluciones más elevadas. Y hasta tal punto ha impulsado mi afición, que en este momento mantengo otro blog dedicado en exclusiva a la fotografía y otras artes visuales, que en el Cuaderno de ruta se refleja en entradas menos técnicas y más visuales que llevan al otro. Nunca he tenido claro que ese esfuerzo se refleje en muchas visitas y mucha difusión de los contenidos, pero sí que se ha reflejado en que me «ha forzado» a aprender más sobre fotografía. Y eso es muy satisfactorio.

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Nunca pretendí tener un gran número de seguidores. Mis motivaciones eran más personales. El blog en sus inicios tenía más intención de ser un instrumento impulsor del cambio en mi vida, y creo que eso se consiguió. Aunque la vida da muchas vueltas, y aquellas motivaciones para el cambio las contemple desde la distancia en el tiempo con cierta sonrisa condescendiente, hacia mí mismo. Pero la cuestión es que aunque mi número de seguidores y visitas es modesto, en algunos momentos ha sido cualitativamente interesante. Y aunque los comentarios son muy escasos, he recibido mensajes privados de personas que han aterrizado en mi Cuaderno de ruta que han derivado en diálogos muy enriquecedores. Siendo como soy una persona que valora más calidad que cantidad, especialmente en las relaciones humanas, eso me produce una moderada satisfacción.

La audiencia de los blogs ha disminuido cuantitativamente en los últimos años. Bastante. Las redes sociales más populares se llevan la mayor parte del tráfico. Lo cual, hasta cierto punto, está produciendo un empobrecimiento en los intercambios de ideas. Salvo que una persona tenga claro lo que busca en las redes sociales y seleccione cuidadosamente lo que escucha y a quien habla, estas generan en su mayoría ruido poco aprovechable.

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No. No me defino como «bloguero». Entiendo que quienes se definen así son aquellas personas que construyen al menos parcialmente su vida en torno a su blog con el fin de ganarse la vida, ser influyente, adquirir un prestigio o lo que sea. Y mi Cuaderno de ruta funciona al revés. Mientras tenga una vida, podré construir el blog en torno a ella. Si esta desaparece o se empobrece, el blog desaparecerá o se empobrecerá. Por lo tanto, no soy «bloguero», soy otras cosas. Pero no me apetece ponerme etiquetas y no digo lo que soy con carácter absoluto. Con carácter relativo, según el momento del día, soy amigo, soy hermano, soy tío, soy compañero de trabajo, soy amante, soy médico especialista en medicina preventiva y salud pública, soy aficionado a la fotografía, soy lector, soy cinéfilo, soy científico, soy curioso de la historia o del arte,… Pero eso depende del momento, de quien o lo que ocupe mi mente en ese momento, de quien tenga a mi lado, o lo que tenga obligación o voluntad de hacer en cada momento. Y algunas de esas cosas son las que se reflejan en el Cuaderno de ruta. Aquellas más públicas, puesto que soy celoso guardián de mi vida privada.

Y así me despido. Hasta mañana en lo que se refiere a los contenidos habituales del Cuaderno de ruta. Hasta dentro de un año, espero, en lo que es volver a celebrar un año más de existencia de este vuestro blog.

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El día de los blogs,…

Informática e internet

Blog Day 2008 … pues eso, porque todas las cosas tienen que tener un día. A alguien se le ocurrió que con determinadas tipografías, «31.08» se parecía a la palabra «Blog», por lo tanto hoy es el día de los blogs; el Blog Day.

En la página dedicada a la ocasión, proponen una forma de celebrarlo, para la que hay que seguir una serie de pasos, pero que en esencia consiste en encontrar cinco nuevos blogs que previamente no conocías, y recomendarlos. También hay una serie de pasos previstos para poder medir el impacto… Pues bien, no tengo tiempo para hacer las cosas tal y como sugieren, pero por lo menos me sumaré en espíritu, proponiéndoos aquí los cinco últimos blogs a los que me he suscrito utilizando Google Reader. Los pongo en orden de menos reciente a más reciente subscripción.

  • Stephen Fry – Blog: Para quienes no estén al día, Stephen Fry es un actor británico, especialmente recordado por haber encarnado a un tal Peter que se reunía con sus amigos en una mansión inglesa y… bueno les pasaban cosas, derivadas de la mala costumbre que tenemos de envejecer. Pues bien, además de ser buen actor, a Fry le gusta la tecnología y con periodicidad semanal nos hace alguna recomendación que no está basada en un conocimento tecnológico exhaustivo, sino en su experiencia como usuario normalito de a pie.
  • Historias con Historia: La historia contada de forma amena en forma de pequeñas historias de lo más variado. Tiene artículos más interesantes y otros menos, pero en general merece la pena estar al tanto de cuando surgen los primeros. Hace tres días publicaron una entrada muy interesante sobre cómo se trató en la Conferencia de Potsdam la cuestión de la dictadura de Franco en España.
  • Focus on Singh-Ray Filters: Entradas dedicadas al uso adecuado de filtros fotográficos, con especial atención a los productos de la marca Singh-Ray… que lamentablemente no se encuentran habitualmente en los comercios españoles. En cualquier caso, es ilustrativo desde el punto de vista de mejorar la técnica fotográfica de cada cual.

Ayer salí al campo a tomar fotos, pero la luz se puso un poco gris en los alrededores de la estación de Orna de Gállego. Amenazadoras nubes de tormenta, que taparon la calida luz del atardecer. En cualquier caso, aún pude hacer uso de mi filtro polarizador para que destacaran más intensamente las nubes en el cielo azul.

En los alrededores de la estación de Orna de Gállego

(Canon EOS 40D; Tokina ATX-Pro 12-24/4)

¡Hola mundo!

Páginas personales

Esta es la primera entrada del borrador de lo que puede ser mi Cuaderno de ruta en su versión 2. La versión 1, actualmente activa, se encuentra alojada en Blogger. En estos momentos me encuentro analizando la posibilidad de comenzar una nueva etapa bajo el paraguas que ofrece WordPress.

Durante unos días o semanas estas páginas estarán a prueba, hasta que tome una decisión sobre si es mi nuevo cuaderno de ruta activo o sigo con la versión original. Así que si por algún motivo llegas aquí,… pues no esperes encontrar grandes cosas. En cualquier caso, un saludo.

La imagen que acompaña esta entrada está tomada en la Calle Alfonso de Zaragoza.

Escaparate

(Canon EOS 10D, EF 70-210/3,5-4,5 USM)