[Cine] Ghosted (2023)

Cine

Ghosted (2023; 29/20230430)

Empecemos por el coqueteo con el absurdo que supone que el título de la película en castellano sea Ghosting, frente al título original en inglés que es Ghosted. Vosotros veréis si es algo que necesita mucho más comentario, si es que el encargado de la mercadotecnia es tonto perdido, o si es un cachondo con un sentido del humor dadá… No sé. En fin. Decidí verla porque los antecedentes de cine estrenado directamente en la plataforma Apple TV eran interesantes. No todas las películas de estreno que he visto en la plataforma han sido perfectas o muy buenas, ha habido de todo, pero si que solían ser propuestas interesantes, más o menos conseguidas en su ejecución. Es, por decirlo así, la seña de identidad de la plataforma. Pero lo que me he encontrado con esta película dirigida por Dexter Fletcher tiene que ver más con los peores estrenos de cine de acción en otras plataformas más populares que con ese interés, hasta la fecha, de buscar propuestas más originales por la compañía de la manzana mordida.

Como es habitualmente en estas películas, sus protagonistas se mueven por el mundo como si tuviera el tamaño de La Rioja… pero de los lugares que visitan sólo tengo fotos de Londres. Así que eso.

El reparto era llamativo. Un granjero norteamericano (Chris Evans) conoce a una chica muy mona y muy maja (Ana de Armas), con la que conecta, y de la que espera una continuación en la relación… pero esta ni le contesta a los mensajes, ni le llama… lo ignora por completo. Así que, habiendo descubierto, al más puro estilo acosador, que la chica está en Londres, se lía la manta a la cabeza y se va a la capital británica, en un gesto «romántico». Para encontrarse que la chica es una letal agente de la CIA a la que busca un peligrosísimo criminal (Adrien Brody) al frente de una organización criminal secreta. Y claro… a partir de ahí, el lío de aventuras inverosímiles propio del género.

No me extenderé mucho para no prolongar la agonía de pensar en esta película. El guion parece escrito por un equipo de chimpancés tecleando al azar en sus procesadores de textos… o más bien una IA tipo ChatGPT que se ha revisado todas las películas del género y ha elaborado un pastiche de situaciones típicas y tópicas pero inconexas, descoordinadas, y muchas veces sin sentido, con una carencia absoluta de originalidad y creatividad, como es lo propio de estas IA de moda, a pesar de que a la cerril población mundial les parezca que sus textos son propios de genios. Y para más inri, la química entre los dos protagonistas es prácticamente nula,… y ya van dos películas de Ana de Armas protagonizando cine de acción en las que pincha escandalosamente, a pesar de su buen hacer en otro tipo de películas.

Sinceramente, no. Ni es una propuesta interesante. Ni está bien hecha. Ni está especialmente bien interpretada. Ni es especialmente divertida. Aunque también sea difícil calificarla de catástrofe. Pero si de algo peor, porque sobre las ruinas de una catástrofe a veces surgen cosas inesperadas. Es simplemente la mediocridad elevada a la enésima potencia. Película alimenticia, para engordar catálogo, que atraerá por sus nombres, y que lo mejor que se puede hacer con ella es olvidarla por completo. Y pensar que este director hizo una película que me resultó muy simpática.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Sunshine on Leith (2013)

Cine

Sunshine on Leith (2013), 24 de junio de 2014.

Tarde de cine tranquilo y relajante, evasión a toda costa. Nada de complicaciones. Ese es el planteamiento. Así, qué mejor que un musical. O una película con canciones. Más sobre esta diferencia más adelante. La vemos en versión original, imprescindible para recoger los muchos matices de los diálogos, especialmente cuando se juega con los acentos de distintas partes de un país o del mundo. Pero si alguien quiere la versión doblada, en la cartelera española la encontrará bajo el título de Amanece en Edimburgo, que parece similar, pero no es lo mismo. Veamos por lo tanto lo que da de sí este filme firmado por Dexter Fletcher, con un especial protagonismo para la música de The Proclaimers. Pop british a gogó.

Castillo de Edimburgo

Definitivamente, hoy, Edimburgo, fundamentalmente soleado. Y qué más representativo que el Castillo.

Davy (George MacKay) y Ally (Kevin Guthrie) son dos jóvenes de Edimburgo, del barrio de Leith, que han prestado servicio en misiones del ejército británico en Afganistán. Ambos retornan a sus casas, con el peso de haber perdido compañeros en acciones militares, pero con la esperanza del reencuentro con sus familias. Davy tiene una familia acogedora, en la que les espera sus padres, Jean (Jane Horrocks) y Rab (Peter Mullan), a punto de celebrar sus 25 años de casados, y su hermana Liz (Freya Mavor), novia de Ally, enfermera que sueña con ver el mundo y no encerrarse en casa como su madre. Ally no es acogido tan cálidamente en casa de su hermana hasta que se reintegre en la vida civil. En una fiesta, Liz presenta a Davy a su compañera Yvonne (Antonia Thomas), una inglesa simpática y dicharachera, que encandilará al tímido y fuertemente arraigado en su entorno Davy. Pero pronto comenzarán los problemas. Especialmente cuando Rab se entere que tiene una hija de 24 años de la única aventura extramatrimonial que tuvo, apenas recién casado.

Calton Hill

En la película descubrimos que Calton Hill y sus vistas puede ser un buen lugar para camelarse a una chica inglesa.

Drama romántico con tonos de comedia y tono de buen rollo general, con tres parejas, cada una con sus propios problemas e idiosincrasias que se van desarrollando en paralelo, al mismo tiempo que pivotan en torno a la familia que forman Jean, Rab, Davy y Liz. Pero estamos ante una película con canciones. No le llamo musical. Suelo diferenciar estos dos tipos, aunque a veces las transiciones son progresivas y es difícil decir cuando estamos ante un tipo y otro. Les Miserables es claramente un musical. Está basado en un musical teatral, todo sucede cantando y con música. No hay confusión posible. Cabaret en su versión teatral es un musical, pero la película incluye abundantes diálogos interludiados por las canciones del musical, está en la frontera. La de ahora es una película con diálogos, en los que se intercarlan con fortuna las canciones de The Proclaimers. El problema es que las canciones pueden ser un añadido vistoso a la trama, pero necesariamente la simplifica, resta tiempo al desarrollo y a los matices. Y esto se nota en la película, donde los dramas se trazan con rotulador de punta gorda y acudiendo a los tópicos, para dar tiempo a encajar los números musicales. Números musicales, cantados por los propios intérpretes que están bastante bien. No soy yo a estas alturas de mi vida un apasionado del pop, pero la amplia cultura musical británica permite situar buenos productos en este tipo de música que resultan perfectamente encajables en una película de este tipo. Si hasta en España se hizo con la sobrevalorada El otro lado de la cama,… imagínate en el Reino Unido. Por otra parte, algunos de los temas son ampliamente conocidos. Se deja como plato fuerte final la canción más conocida de la pareja de gemelos escoceses, I’m gonna be (500 miles), que tras su pegadizo ritmo y melodía que hemos escuchado hasta la saciedad en otros filmes, en anuncios comerciales, y esas cosas, esconde una letra bastante cuidada, como el conjunto de los temas. Que por cierto están muy bien arreglados, con un toque folk que los acerca al ambiente escocés.

North Bridge

Son varias las veces que cruzamos por North Bridge o cualquier otro de los puentes que nos permiten salvar las vías del ferrocarril o la estación Waverley.

El reparto, en su mayoría escocés, con el añadido de algunos ingleses a quienes toca o no según los casos adoptar el acento y la fonología escocesa cumple sin problemas, números musicales incluidos. Junto con veteranos como Mullan o Horrocks, tenemos gente joven, varios de los cuales proceden de las series de televisión británicas, y que muestran que hay un abismo entre estas y las españolas. Para mí uno de los problemas de las series y el cine español actual es el bajo nivel actoral que se aprecia, especialmente en la gente que procede de la televisión. Los británicos son más exigentes y se nota.

Dublin St

No he estado yo en el distrito de Leith, aunque bajando por aquí por Dublin St y pasando por la «gesthouse» donde me alojé el año pasado se iba hacia allí.

Buenrollismo a tope para refrescar una calurosa tarde de verano, en un inverosimilmente y constantemente soleado Edimburgo, en una comedia dramática o drama con toques de comedia, que no tiene grandes pretensiones o no se le aprecian, pero que hace que salgas con buen humor de la sala de cine, y tarareando los temas más populares. Podría haber sido manifiestamente mejor, pero no nos quejaremos en exceso.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Waterloo Place

Y lo que es difícil de «tragar» es ese Edimburgo perpetuamente soleado, si hasta en pleno mes de julio nos encontramos noches de niebla heladora.