[Libro – historieta] La giovinezza – Hugo Pratt (un relato de Corto Maltés)

Literatura

En las tres semanas que he estado de vacaciones, aun me queda el lunes, hasta el martes no vuelvo al trabajo, he roto con el maleficio del bloqueo lector que sufría desde hace varios meses. Y han sido cuatro los libros que me he leído. No muy largos, pero todos muy interesantes. No los comentaré necesariamente en el orden en el que los leí. De hecho, esta historieta de Corto Maltés, el personaje universal del cómic creado por Hugo Pratt, fue el tercero de los cuatro.

A falta de fotos de Manchuria, que no tengo, usaré las recientes de la Costiera Amalfitana para mostrar el mar Tirreno, parte del Mediterráneo a orillas del cual también nació nuestro amigo Corto.

Cuando volvíamos en tren desde Sorrento a Roma, donde pasé las dos últimas noches del viaje, teníamos 50 minutos de espera en la estación central de Nápoles, y me metí en la sucursal de LaFeltrinelli que había en la estación. En Italia hay muchas librerías de todo tipo. Más que en España, estoy convencido, aunque no he leído nada al respecto. Pero es frecuente encontrar sucursales de dos cadenas que están por todo el país; la mencionada LaFeltrinelli, y Mondadori. Ambas tienen la sede en Milán. Pero para que os hagáis una idea, Mondadori pertenece a la familia Berlusconi, y LaFeltrinelli la fundó un militante del Partido Comunista Italiano, que fue el partido comunista disidente de la Unión Soviética por excelencia. La verdad es que ambas cadenas están muy bien para perderse en ellas, aunque la orientación social de LaFeltrinelli me atrae personalmente más, sin que tenga que ver con militancia política alguna. Y allí encontré unas historietas de Corto Maltés en un formato que no había visto nunca en castellano, libros más manejables, más pequeños de formato, y con relatos que no conocía. Me compré esta, que por lo que hojeé prometía hablarnos de cuando el marinero de Malta, hijo de una gitana de Sevilla y de un marinero de Cornualles, tenía sólo 17 años, pero ya viajaba embarcado por el mundo.

Y su peripecia le lleva a Manchuria, en las fases finales de la guerra ruso-japonesa, 1905, en un momento en que el armisticio ya está firmado, con la victoria nipona, aunque hay unidades rusas que todavía disparan. En realidad, en este relato corto de las aventuras de Corto, aparece poco. Y más bien hacia el final. A quienes acompañamos en sus peripecias hasta que confluyen con el maltés son a Rasputín, desertor del ejército ruso donde ha matado a un oficial, y a Jack London, que está como observador neutral, en el lado del frente nipón.

El relato es la primera parte de una historia más larga en la que Corto y Rasputín iban a acabar viajando a la búsqueda del reino de Saba y las minas del rey Salomón. Pero los azares editoriales hizo que la acción se detenga cuando ambos se disponen a abandonar Manchuria.

Me ha encantado. Es muy divertido. Y me encantan los alter egos de los personajes históricos. Evidentemente, el místico ruso, Grigori Rasputín, no estuvo en la guerra ruso-japonesa de soldado, aunque sí que viajó por Siberia entre 1904 y 1905, con sus rollo religiosos. Conoció a la zarina y al zar hacia finales de ese 1905. En cuanto al auténtico Jack London, sí que estuvo en Manchuria de periodista con el ejército japonés, al principio de la guerra, en 1904, pero no pasó de ese año ya que los japoneses lo expulsaron y no consiguió que su periódico lo acreditara ante el ejército ruso, donde esperaba tener más libertad de acción. Pero bueno, como dicen los propios italianos, idioma en el que he leído el libro, «si non è vero, è ben trovato». No será verdad, pero está bien narrado. Muy recomendable. Aunque supongo que los fans del maltés ya lo conocerán todos. Tengo que leer más libritos de esta colección.

[Libro] Bloqueo lector y el Dylan Dog

Literatura

Total, total, totalmente atascado en la novela La infancia de Jesús de J.M. Coetzee, escritor sudafricano del cual he leído varios libros, que he devorado con rapidez. Sin embargo, llevo prácticamente dos meses atascado en esta novela del capense, que a pesar de no ser muy extensa, 272 páginas en su edición en papel de tapa dura, no he pasado todavía de la mitad, aunque al principio me llamó mucho la atención. Este fin de semana estoy de reflexión. Tomaré la decisión sobre si sigo o lo paso a la lista de «malditos». Pero nunca había tardado en «retirar» un libro sin acabarlo.

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Para ilustrar la entrada, instantáneas de la estación central de Milán, donde compré el «fumetto».

Mientras, de vez en cuando me leo una historieta. Cuando estuve en Milán, en la estación central, poco antes de coger el tren hacia Zúrich, y de allí a Constanza, entré en una sucursal de la Feltrinelli. Una «pequeña» que ocupa tres o cuatro pisos en la estación. Y curioseando, me compré una historieta, un «fumetto», en italiano, económico, con el fin de leer en el tren. El viaje era muy entretenido para contemplar el paisaje así que se quedó en la mochila. Mes y medio más tarde lo he recuperado.

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De trata de una aventura de Dylan Dog, de Tiziano SclaviAtraverso lo specchio, título que claramente homenajea a la obra de Lewis Carrol, aunque también hace alusiones a la tradicional Blancanienves, ilustrada por Giampiero Casertano, en la que Rowena, una de las protagonistas de la historia, que ha adquirido un espejo encantado. Tras una fiesta en casa de Rowena, algunos de los asistentes empezarán a morir levantando las sospechas de Dylan Dog, detective de lo oculto.

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Entretenida historia que juega con el género de terror, aunque desde mi punto de vista más como una suave parodia inteligente, en la que aprovecha para hablarnos de los miedos de la gente corriente, con una estética que se diría un poco trasnochada, pero que me parece notablemente adecuada. La verdad es que lo he pasado bien, y de paso he aprovechado para probarme un poco en mi capacidad para leer en italiano. El italiano escuchado lo vengo comprendiendo ya en un 75-80%, aunque el hablado por mí lo tengo en un nivel más bajo,… apreciablemente. Pero quería ver que tal el leído. Y suficiente para leer esta «fumetto» con cierta agilidad.

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Y un ejemplo de los paisajes alpinos que me «impidieron» leerlo en ese momento.

[Libro] Cuadernos japoneses

Literatura

La habitualmente interesante editorial Salamandra, en su declinación Salamandra Graphic, dedicada a la historieta y la ilustración, nos propone esta obra con carácter autobiográfico del historietista e ilustrador italiano Igor Tuveri «Igort». Y en ella podremos ver cómo un habitual de los «fumetti» se viene a reciclar en «mangaka».

Cuadernos japoneses – Un viaje por el imperio de los signos
Dibujos y textos de Igort; traducción de Regina López Muñoz
Salamandra Graphic, 2015

Para ilustrar

Para ilustrar la entrada de hoy buscaremos un lugar de Tokio donde se mezcle el Japón más tradicional y el moderno.

Ya tuve ocasión de leer una obra que nos contaba la experiencia de un historietista en un país oriental… aunque dado el país de que se trataba, no dejaba de tener un tono absolutamente surrealista. En esta ocasión el tono es totalmente distinto. Y más que contarnos la historia de la experiencia, que también, nos encontramos ante todo ante un libro que nos ayuda a comprender las sensaciones y sentimientos del autor durante sus experiencias trabajando en el País del Sol Naciente, así como nos ayuda a comprender mejor la cultura nipona. Como dice el subtítulo añadido, ayudándonos a comprender los signos, el idioma de los símbolos propio de la cultura japonesa. En realidad, más que una historia, como dicen en la página de su editor en lengua italiana, la original, estamos ante un documental en forma de historia gráfica.

Rodeados de e

Rodeados de edificios modernos e impersonales, los jardines Hamarikyu fueron parte de las propiedades imperiales.

Particularmente, he disfrutado mucho del libro, que he leído tranquilamente en pequeñas dosis durante unas cuantas noches, antes de dormir. Con un dibujo excelente, en una edición de muy buena calidad, no dejas de imbuirte en la riqueza cultural del país nipón, en lo que tiene de bueno y en lo que tiene de malo. En sus luces o en sus sombras. En su capacidad para la delicadeza, o en su capacidad para despreciar a los más desafortunados de sus ciudadanos. En su versión de democracia ilustrada, o en su versión de imperio militarista y cruel. Muy complejo para abarcarlo en cualquier tipo de obra. Pero Igort ayuda mucho. Muy recomendable.

Cedidios hoy en día

Cedidos hoy en día al pueblo tokiota, mezclan naturaleza, tradiciones, muy necesaria paz y tranquilidad, para descansar del frenesí de la gran urbe.