[TV] El lenguaje de las flores con acento mejicano

Televisión

Hoy voy a dedicar principalmente mi recomendación televisiva a una reciente producción mejicana para Netflix que ciertamente me ha dejado muy buen sabor de boca. Pero he notado también una omisión reciente… y la quiero subsanar. A principios de agosto terminé de ver la segunda temporada de G.L.O.W., las entrañables mujeres de la lucha libre americana. Esta es una serie que, detrás de su horrible estética ochentera y de su tema aparentemente banal, desgrana una interesante historia de relaciones humanas entre gente de esos que a los anglosajones les encanta llamar loosers, literalmente «perdedores», pero que los hispanohablantes, por los menos los de este lado del Atlántico, llamaríamos pringados o pardillos. Con una duración ajustada en sus episodios, unos guiones muy bien pensados, unas interpretaciones de muy muy buen nivel, esta comedia con tintes dramáticos es probablemente una de las mejores opciones que ofrece hoy en día Netflix, una plataforma que, desgraciadamente, está evolucionando más al terreno de la fantasía, el terror y los misterios paranormales de lo que desearía.

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Las flores son muy bellas, pero suelen atraer a seres muy peligros. Pican y muerden… pues de eso va la serie mejicano de hoy, más o menos.

Pero vamos con otra de las agradables sorpresas de esta plataforma de vídeo bajo demandas. Que no es otra que La casa de las flores, producción que nos llega desde Méjico, y que ha sorprendido por varios motivos. Con un reparto notablemente sólido en su capacidad interpretativas, al frente del cual encontramos a Verónica Castro, una de esas reinas de los culebrones que aterrizaron en España en los años 80, encontramos una comedia ágil, que resuelve en 13 episodios de 30 minutos un argumento absolutamente de culebrón, de esos que tienen más de 150 o 200 episodios. Con todos sus elementos, una familia diversa, amoríos, traiciones, glamour, hijos secretos, ambiciones por el poder, la cárcel… de todo. Pero también una producción con muchas ganas de reírse de sí misma, de parodiar a todos esos culebrones, pero sin hacer sangre.

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El comienzo me resultó un poco preocupante. La narración de la historia por parte de una muerta, recuerda demasiado a otras series. Luego te das cuenta de que nos es una copia/plagio, sino que es precisamente un elemento más a parodiar, a introducir en el cóctel de tópicos y lugares comunes, para crear una idea original. Políticamente incorrecta, pero con inteligencia, no deja de poner en solfa una sociedad «bienpensante» y «educada» pero machista, intolerante a la diversidad social, sexual, racial, a los discapacitados… que critica todos aquellos «defectos» que no saben ver en sí mismos. A ratos algo «almodovariana» tiene señas de identidad propias. Y si bien no es un producto perfecto, tiene algún que otro altibajo, el conjunto te deja un excelente sabor de boca.

Como decía, además de la idea original, la alegre mezcla de elementos conocidos en otras producciones, y un excelente diseño de producción, cuenta con la baza de un excelente nivel de interpretaciones. Me he quedado encantado con esa Paulina (Cecilia Suárez), que con la cadencia de su hablar ha protagonizado algunos momentos casi sublimes. O la presencia del español Paco León, un actor que no es especialmente de mi gusto y simpatía, y que sin embargo está fenomenal como «marido» de la anterior.

Recomendable. Francamente, muy recomendable.

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[Cine] Foxcatcher (2014)

Cine

Foxcatcher (2014); vista  el domingo 15 de febrero de 2015.

Pocas novedades interesantes en un fin de semana marcada por el triunfo de la mediocridad literariocinematográfica sobre cualquier otra consideración. Supongo que pocos se han animado a estrenar algo interesante por el miedo a competir contra lo que los medios han garantizado sea un producto de consumo para rebaños humanos, más que para personas, sobre el erotismo y las relaciones humanas. Nosotros nos escapamos discretamente a la versión original de una película estrenada algunas semanas antes y que venía siendo alabada especialmente por la calidad de sus interpretaciones. Veamos que ha dado de sí esta película de Bennett Miller, basada en sucesos reales en el entorno del equipo estadounidense de lucha libre en los años ochenta.

Los hermanos Schultz, David (Mark Ruffalo) y Mark (Channing Tatum), fueron medallistas olímpicos en los descafeinados juegos de Los Ángeles en 1984, la década de los boicots en los coletazos finales de la guerra fría. El mayor, David, un hombre de familia, sereno, metódico y protector de su introvertido hermano más joven. Este es atraído por un multimillonario, John du Pont (Steve Carell), que bajo unos ideales de nacionalismo extremo quiere montar y ser entrenador de un equipo de lucha libre que sea la base del éxito futuro de los Estados Unidos en ese deporte, el equipo Foxcatcher. También quiere atraer al hermano mayor, que en un principio rehusa porque tiene su vida familiar y personal bien montada. Pero con el tiempo ambos hermanos trabajarán en las lujosas instalaciones próximas a la mansión de du Pont. Pero también pronto se pondrá de manifiesto que las relaciones entre los hermanos y excéntrico el multimillonario serán difíciles.

Los paisajes en los que se desarrolla buena parte de la película parecen las tierras permanentemente otoñales o invernales de Pensilvania.

Los paisajes en los que se desarrolla buena parte de la película parecen las tierras permanentemente otoñales o invernales de Pensilvania.

Realizada con tremenda sobriedad, con escenas en las que muchas veces los diálogos son inaudibles o apenas audibles, con planos largos, la película falló básicamente en interesarme. Realmente, este tipo de historias dentro del mundo del deporte, deportes que no me interesan, y que son muy del gusto norteamericano, no me llegan a captar casi nunca. Por mucha corrección e interés que tenga la realización del filme, lo que en el se cuenta me mantiene constantemente alejado.

A eso sumo que los caracteres sobre los que trata tampoco me producen especial empatía, cuando no directamente me resultan desagradables. Caso especialmente notable con el personaje del millonario. Las interpretaciones son interesantes, pero se basan en una intensa caracterización de los intérpretes, que es algo que no me gusta en exceso. Prefiero las interpretaciones que me transmiten lo que haya que transmitir por el esfuerzo actoral y no por el maquillaje o el disfraz. De alguna forma, estas interpretaciones me resultan frías. Anecdóticas presencias de Sienna Miller, como mujer de David Schultz, y Vanessa Redgrave, como la madre del multimillonario. Esta última, podría haber dado un poquito más de sí dentro de la historia.

Así que finalmente tampoco acertamos especialmente con la película elegida. No es una mala película, ni mucho menos, y supongo que habrá quien la encuentre interesante y con no pocos méritos. Pero no nos enganchó, nos mantuvo ajenos e indiferentes a lo que sucedía en pantalla. Desconozco el grado de veracidad sobre los hechos reales. Por lo poco que he mirado por internet, parece que se toman muchas libertadas a la hora de adaptar los hechos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Un clima aparentemente siempre gris y frígido, parecido al fin de semana que tuvimos estos últimos días en Zaragoza.

Un clima aparentemente siempre gris y frígido, parecido al fin de semana que tuvimos estos últimos días en Zaragoza.