[TV] Cosas de series; investigando crímenes en vidas paralelas, en San Francisco o entre las nieves escandinavas

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Fotos de las calles de San Francisco, donde se desarrolla la serie de esta semana que más me ha gustado.

Vamos hoy con una americana, un inglés y una sueca. Y no es un chiste de los de gente de diversas nacionalidades entrando en un bar. Son tres series de investigación criminal… más o menos criminal, de muy diferente tono y trasfondo. Vamos con ellas. Todas se pueden ver en Netflix.

He visto la segunda temporada de The devil’s hour, un serie de crímenes en serie que transcurre en universos paralelos en el algún lugar de las Midlands inglesas. Creo que son las Midlands, pero da igual. No es en Londres. Es que las Midlands es muy propio para estas series, por algún motivo. Protagonizada por Jessica Raine y Peter Capaldi. La primera varía de profesión según la línea temporal en la que se desarrolle la historia. A veces trabajadora social, a veces policía. Y el segundo, capaz de mantener los recuerdos de distintas líneas temporales, luchando con todos los medios para romper un ciclo de muertes y crímenes. No voy a entrar mucho en detalle, porque es de las que tienes que ver si las quieres disfrutar. No te la pueden contar. Pero la segunda temporada me ha gustado más que la primera. Aunque sigue teniendo el problema de que a veces se lía demasiado. Pero está bien.

A man on the inside es una comedia con algún toque dramático, que nos ofrece un veteranísimo Ted Danson en estado de gracia. Danson interpreta a un profesor universitario de ingeniaría civil, ya retirado, que quedó viudo un año atrás tras acompañar a su amada esposa durante su enfermedad, una demencia de Alzheimer. Vive solo, en una rutina aparentemente aburrida. Y se relaciona casi exclusivamente con su hija, con quien se lleva bien, pero se comunica regular. En este aburrimiento, acepta la oferta de una detective privada de trabajar para ella infiltrándose de incógnito en una residencia para personas mayores en el centro de San Francisco, para descubrir al autor de unos robos. Por supuesto, lo de la búsqueda del ladrón es un enorme macguffin para impulsar el cambio en el protagonista, que abandonará su soledad y encontrará nuevos alicientes para vivir de forma activa. También para recolectar a un nivel profundo con su hija. Y para hacer nuevas y profundas amistades. Muy divertida, pero también muy emotiva. Esperando una segunda temporada. Muy recomendable.

Finalmente, Åremorden, es decir, Los crímenes de Åre, es una breve serie de cinco episodios basados en unas novelas de esos escritores típicos de crímenes de los países escandinavos. Lo que se ha llamado el nordic noir. La protagonista principal es una detective de la policía de Estocolmo (Carla Sehn) que, en el primero de los dos casos de la serie, está de baja por unos incidentes en su trabajo, y se refugia un tiempo en una casa de su hermana en la localidad de Åre, población próxima a la frontera con Noruega, en zona montañosa, y que vive de los deportes de invierno. Allí aceptará colaborar con la policía local en la resolución del asesinato de adolescente de los últimos años de instituto. Al final del caso, aceptará trasladarse para vivir y trabajar en la localidad. Aunque son cinco episodios de duración variable, en realidad se podrían haber agrupado en dos largometrajes televisivos entre dos horas y dos horas y media de duración. Uno de los casos abarca tres episodios, el otro, dos. No creo que aporte nada de especial al género, pero se deja ver. Es una serie correctamente planteada, realizada e interpretada. Quizá no mucho más, pero entretiene.

[TV] Cosas de series; lo sobrenatural en series británicas, con suspense y con humor

Televisión

Las series británicas siempre tienden a despertar mi interés. Aunque no necesariamente vea todas que se me ponen a tiro. También depende un poco de que el tema que traten me interese más o menos. Una de las virtudes que tienen es que son cortas en el número de episodios. Muchas veces no pasan de seis por temporada. Y por supuesto, la excelente calidad interpretativa de la que hacen gala los actores y las actrices británicas, muchos de ellos fogueados también en el teatro, lo que se nota. Traigo dos aquí que he visto recientemente. Las dos flirtean con lo sobrenatural, o algo así. Las dos tienen buenos repartos. Y, como curiosidad, en cada una de ellas, uno de los papeles protagonistas es desempeñado por un actor que fue el Doctor en diversas reencarnaciones del personaje principal de Doctor Who.

The devil’s hour es un drama policiaco que flirtea con lo sobrenatural, o algunos dirían con nociones de la ciencia ficción. Temas de universos paralelos y esas cosas. No voy a detallar mucho para no destripar el argumento. Protagonizado por Jessica Raine en el papel de una trabajadora social, en proceso de separación (pero no del todo) de su marido, el cual no acepta el extraño carácter de su hijo, tiene a su lado a Nikesh Patel como policía que busca a un extraño asesino que lleva actuando décadas, y en frente a Peter Capaldi (12ª encarnación del Doctor) como el asesino, con unas peculiares motivaciones. La trama de la acción se centra en los problemas familiares de la protagonista, así como en las consecuencias de permitir que se impida o no se impida una acción aparentemente mala, pero cuando las consecuencias de que no suceda son peores. En el lado de lo positivo, las buenas interpretaciones. Apetecía ver a Raine diez años después de encarnar a la uber charming comadrona de los años cincuenta en Londres. En el lado menos positivo, la trama es interesante, pero tan compleja que las piezas del rompecabezas no siempre encajan con precisión. No obstante, ha sido razonablemente atractiva tanto para público como para crítica.

Y luego está la segunda temporada de Good Omens, basada en la novela del mismo título del inefable, y lamentablemente ya fallecido, Terry Pratchett, en compañía de Neil Gaiman. Hay que decir que fue la primera temporada de la serie la que adaptó la novela de Pratchett y Gaiman, en la que el ángel Azirafel (Michael Sheen) y el demonio Crowly (David Tennant, la 10ª encarnación del Doctor), antiguamente Crawly, «el que se arrastra», la serpiente que tentó a Eva en el Paraíso, se aliaron para detener la batalla entre el Cielo y el Infierno en el Armagedón. Como consecuencia, ambos se han convertido en unos marginados para sus respectivos bandos, por lo que viven eternamente en paz en Londres, a lo suyo. Hasta que un día el arcángel supremo, Gabriel (Jon Hamm), aparece desnudo ante la librería de Azirafel, lo cual genera una nueva crisis en las relaciones entre el Cielo y el Infierno. Y nuevamente serán nuestros héroes los encargados de evitar que esto acabe con el mundo.

La nueva temporada es material original. Se inspira en el universo literario, pero explora en profundidad y desde otros puntos de vista las relaciones entre Crowly y Azirafel. No sólo en los acontecimientos contemporáneos, sino en el contexto de lo que fue su relación desde antes de la caída de Crowly junto con todos los partidarios de Lucifer, y a lo largo de todas las épocas. La historia es más personal, más íntima, más emocional. Más romántica. Romance que se expande a otros personajes, a veces de formas insospechadas. Si ya en el original se destilaba con maestría una parodia de las idea bipolar del bien y del mal, para dotar al mundo y a la ética de los seres pensantes de una amplia gama de matices y colores más allá del blanco y el negro, se insiste en ello en la obra actual, donde nunca es posible identificar al Cielo con «los buenos», ya que incluso ellos tienen planes cuestionables para el futuro del Universo y de la especie humana. Se acortan distancias con el Infierno, aunque aparezcan como blancos, limpios y guapos. Una serie fundamentada por una buena historia, por su fino humor, y por las excelentes interpretaciones de sus protagonistas. Y de secundarios como Derek Jacobi y Miranda Richardson, por señalar algunos nombres entre muchos otros menos conocidos, pero también excelentes intérpretes, como Nina Sosanya, Maggie Service, Shelley Conn… … … Muchos intérpretes aparecen en las dos temporadas, pero con distinto papel.

[Cine] Benediction (2021)

Cine

Benediction (2021; 37/20220714)

Nuevamente quedamos para ir al cine con una cartelera de verano que presenta pocos atractivos y, como en otras ocasiones, alguna bien reciente, nos decidimos por una película británica de época. Los británicos tienen buenos intérpretes y oficio para estas producciones, así que suelen ser una apuesta más o menos segura, aunque no siempre memorable. Dirigida por Terence Davies, muy especializado en películas de época, se trata de una película biográfica que, a priori, presentaba buenas oportunidades.

La persona histórica biografiada es el poeta inglés Siegfried Sassoon, interpretado en su juventud por Jack Lowden y en su últimos años de vida por Peter Capaldi, al que seguimos desde que es ingresado en un sanatorio psiquiátrico por negarse a volver al frente. Previamente considerado un oficial valeroso, casi temerario, en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial, afectado por la guerra se revolvió contra ella y escribió contra quienes la mantenían en lugar de buscar la paz con el diálogo. Las autoridades, por sus antecedentes, en lugar de juzgarlo decidieron atribuir esto a causas médicas y lo enviaron a un psiquiátrico en Escocia. Y es aquí donde comienza la película que seguirá al poeta durante unos quince o dieciséis años, principalmente en sus relaciones con diversos hombres, hasta su sorprendente matrimonio con una mujer bastante más joven. Intercalada con la biografía de esta parte de su vida, conoceremos a un Sassoon anciano, melancólico, convertido al catolicismo, su origen era una adinerada familia judía con la que no mantuvo relación al parecer, con una relación difícil con su hijo George, a quien quiso mucho.

Aprovecho unas fotos de Londres que seleccioné hace poco para mi Instagram viajero, y las uso para ilustrar esta tan británica entrada cinematográfica.

Como de costumbre en estas producciones, están hechas con oficio, tanto en la realización como en la interpretación. Como decía antes, en esto son una apuesta segura. Pero en esta ocasión, para mí, insuficiente. Aunque no se puede «suspender» a la película, no acabó de engancharnos el personaje. La película falla a la hora de centrarse, explorar y profundizar en cualquiera de los conflictos que plantea; el antibelicismo, sus relaciones románticas o sexuales con los hombres, algunas muy tormentosas, la relación con su mujer, o los motivos de su conversión al catolicismo, una religión que rechaza, y más en su momento, a los homosexuales declarados. Todo esto es presentado, mostrado… pero no debatido. No sabemos cuál es la tesis del autor sobre la vida de Sassoon. Y salimos del cine con la sensación de haber ingerido una cena muy bien presentada, pero sin un sabor definido que nos haga recordarla. En fin… cada cual verá si le interesa.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***