[Recomendaciones semanales] Unas poquitas recomendaciones variadas, muy variadas

Fotografía

Hoy traigo cuatro recomendaciones. En una semana en la que he estado muy ocupado, demasiado ocupado, no he tenido ocasión de fijarme mucho en la actualidad fotográfica o en el repaso de los fotógrafos clásico o ya establecidos. Y además vengo con un cierto grado de frustración. Cuando adquirí mi Canon EOS RP aspiraba a usar con ella, a través de un adaptador, uno de los objetivos más nítidos y estupendos que tengo, el Leica Summicron 35 mm f2 ASPH. Pero no va. La geometría de esta lente no se adapta bien a las cámaras digitales, salvo que incorporen en su firmware las correcciones oportunas, es decir las cámaras Leica. Salvo utilizada con aperturas muy cerradas,… los artefactos que introduce en la imagen la pueden arruinar. Usada con película fotográfica es imbatible. Y cuando se puede usar con la digital, no encuentro otra con mayor claridad, contraste y nitidez. Qué pena. Las fotos que muestro son de ayer, algunas muestran los problemas, otras no.

Con el Summicron ASPH

Miyako Ishiuchi es una fotógrafa japonesa,… muy japonesa. Con ese estilo de los fotógrafos de la revista Provoke, a finales de los años 60 del siglo XX y principios de los 70, que usaban la película en blanco y negro para obtener imágenes muy contrastadas, con un grano, una estructura muy marcados, con encuadres poco convencionales, muy expresivas. Con una diferencia, la inmensa mayoría de aquellos fotógrafos eran hombres e Ishiuchi es mujer, con una sensibilidad propia. Desde hace unos años, su estilo cambió, optó por el color, por fotografías más limpias, más introspección. Muy reconocida actualmente, su obra está en colecciones de prestigiosos museos en todo el mundo. Nos lo contaron en Blind Magazine. Yo vi algunas de sus fotos cuando visité Hiroshima, en el museo que recuerda el bombardeo atómico, a propósito de una de sus series sobre este nefasto suceso.

Más de una vez he puesto de manifiesto mi frustración para acercarme al collage de forma mínimamente convincente, poniéndose así de manifiesto las enormes limitaciones de mi creatividad artística. Pero me siento atraído a este género en muchas ocasiones, al menos como espectador. Por ello dediqué un rato al trabajo de Deborah Turbeville, una fotógrafa de moda, considerada muy vanguardista. A mí me parece que en los años 70 y 80 actualizó los estilos prevalentes 50 años atrás, en la época delas vanguardias, que es algo distinto. Aunque a mí ya me vale. Nos lo contaron en Creative Boom. Ya falleció hace unos diez años.

En American Suburb X nos mostraron esta semana un trabajo reciente de Anne Lass, que creo que ya he traído en alguna ocasión a estas páginas. Aunque no encuentro la referencia. Igual no (al final, a posteriori, algo he encontrado). La fotógrafa se introduce en lugares donde la mayor parte de las gentes no se introduce. Espacios clandestinos, de «mala nota». Burdeles, salas de juego ilegales, clubs «para hombres», en las que Lass encuentra una particular estética fotográfica entre el kitsch y la abstracción, con toques retro, por no decir camp. No sé si lo estoy explicando bien. Mejor que lo veáis vosotros mismos.

Hay dos tipos de sitios web o vídeos en Youtube que soy reacio a visitar. O por lo menos a hacerlo de forma frecuente o sistemática. Los de las marcas fotográficas o las tiendas que venden los aparatos, y los de los «embajadores» de las marcas. Es que te mienten. O en el mejor de los casos, no te dicen toda la verdad. Tienen unos intereses creados tan manifiestos, que cantan mucho. En el caso de los «embajadores» no quiere decir que sean malos fotógrafos, o que eventualmente no cuenten cosas interesantes… pero no te puedes fiar. Sin embargo, esta semana en PetaPixel nos hablaron de una embajadora de un conocida marca de chismes fotográficos, Michelle Valberg, canadiense ella, y me gustó mucho su estilo de fotografía animal. Mucho. Por supuesto, la conversación en el artículo deriva hacia los chismes en lugar de hacia las fotografías. Que lo mismo que se hicieron con chismes de la marca que representa, se pudieron haber hecho con otras, por lo que el chisme importa sólo hasta cierto punto.

[Recomendaciones fotográficas] Algún obituario, algunos clásicos y algunas cosas más

Sin categorizar

Llevo más de un mes sin escribir una entrada de recomendaciones fotográficas en su debida forma. Entre viajes y otros entretenimientos, no he tenido ocasión. Por lo tanto, voy a hacer una rápida revisión de cosas que he ido recogiendo en el último mes. Sólo una parte de ellas, porque una mes… da para mucho. En fin. A ver si ahora durante el invierno, sin muchos viajes a la vista, la cosa recupera su rutina.

Traigo hoy como complemento a mis recomendaciones fotográficas algunas fotografías realizadas sobre película en blanco y negro a la hora de la recogida del mercado de Porta Palazzo en Turín, Italia.

Un obituario, el de Luis Baylón (1958 – 2023), no muy mayor, un fotógrafo documental, de los que ahora muchos llaman, pendantemente street photographers. Gente que, cuando va en serio, se patea las calles, no para obtener instantáneas robadas de extraños, más o menos a la moda, sino para dar fe de los temas trascendentes, humanos, que están en las calles. O para dar rienda suelta a su apreciación estética de lo cotidiano. Nos lo contaban, entre otros sitios, en Clavoardiendo.

El autorretrato es un género muy presente en la fotografía contemporánea. También en la menos contemporánea; pero ahora encontramos una diversidad de fotógrafos, y sobre todo fotógrafas, que centran su actividad artística en este género. Otros, otras casi deberíamos decir, lo hacen de forma añadida o concurrente con otro tipo de fotografía. En AnOther Magazine hablaron de los autorretratos de la neerlandesa Viviane Sassen. Una fotógrafa que se ha movido sobre todo en el terreno de la moda, aunque no únicamente.

Irving Penn es uno de los grandes nombres de la historia de la fotografía. Un clásico y un referente de los grandes, aunque tengo la impresión de que empieza a ser olvidado por los más jóvenes, enfrentados a un bombardeo de imágenes, que les hace difícil distinguir lo auténtico de lo que está de moda. También en AnOther Magazine nos hemos encontrado de sus retratos de una compañía de danza que a finales de los años 60 ofrecían su espectáculo y su arte bailando desnudos en las calles de San Francisco. Enorme dominio de la forma, la composición, las texturas, las luces y las sombras. Enorme. Dicen que, estos grandes fotógrafos, si estuvieran en activo hoy como en aquellos tiempos, pasarían desapercibidos, aplastados por los miles de millones que cada día inundan las redes. Difícil decir quienes serán los clásicos de la fotografía del siglo XXI… Supongo que de alguna forma acabarán destacando. No lo sé.

Paz Errázuriz en un fotógrafa chilena, especialmente comprometida con los sectores marginales de la sociedad de su país. Aunque también se ha movido por otros países de la América latina. En Blind Magazine nos ofrecieron hace unas semanas algunos ejemplo de su capacidad para el retrato con alma y con significado.

El francés Pierre-Elie de Pibrac apareció también hace unos días en las páginas de Blind Magazine, con fotografías de varias de sus series realizadas en Japón. Desde el blanco y negro de aquellos que es efímero, con una belleza que no durará, hasta la lujuriante vegetación y naturaleza de algunos paísajes del país salpicada aquí y allí del rastro de la obra del ser humano, hasta los retratos de aquellos que han quedado al margen de la sociedad, que van desde los miembros de la yakuza hasta los que perdieron sus hogares en Fukushima. Fotografías serenas pero profundas.

Jiatong Lu es una fotógrafa china nacida en el gigante asiático, pero establecida en Nueva York. Hace unos años contrajo la Enfermedad de Lyme, una enfermedad de origen infeccioso, una bacteria transmitida por garrapatas, con reservorio en los roedores y herbívoros salvajes. Aunque se puede dar en algunos países de Europa, es más frecuente en Norteamérica. Aunque hay muchos casos asíntomáticos, o que transcurren con un síndrome similar a una infección vírica inespecífica, eventualmente pueden causar enfermedad grave en el sistema musculoesquelético y en el sistema nervioso. La enfermedad puede cronificarse, y genera mucho sufrimiento y discapacidad en los afectados. Lu, afectada por una forma grave de la enfermedad, encontró una comunidad de afectados con los que estableció contacto y realizó un proyecto para superar mentalmente la enfermedad y para reflexionar y trasladar al público la gravedad de la enfermedad. Nos lo contaron en Lenscratch.

[Recomendaciones fotográficas] Un obituario, el fotógrafo de plató y alguna cosa más

Fotografía

Me enteré por la entrada que Clavoardiendo le dedicaba a la noticia, pero luego fue apareciendo poco a poco en la mayoría de los sitios en internet que sigo para estar al día en la cosa fotográfica. El neerlandés Erwin Olaf (1959 – 2023) falleció hace unos pocos días como consecuencia de una complicación tras someterse a un trasplante de pulmón. Hacía tiempo que no oía hablar de él, cuando hace unos años era una presencia frecuente en los medios especializados y no tan especializados. Supongo que se deberá a la enfermedad, sea cual sea la que llevó al mencionado trasplante. Los retratos y las escenas que fotografiaba, muy planificados, muy representados, eran de una precisión técnica impresionante, con un gran dominio de la iluminación y la composición. Aunque a mí en ocasiones me ha transmitido una cierta frialdad, no ajena a otros fotógrafos de su misma nacionalidad. Sus temas, en sus trabajos más personales, eran muy existencialistas, especialmente reflejando el sentimiento de alienación de muchas personas y colectivos en la sociedad actual. Que la tierra le sea leve.

En los últimos años, por razones que no vienen al caso, no es que los Países Bajos sean mi país favorito, ni mucho menos. Pero en homenaje a Erwin Olaf dejaré unas fotos de mi visita a la ciudad de Haarlem hace ya catorce años.

En Lensculture me ha llamado la atención las fotografías de la fotógrafa japonesa Mayumi Suzuki, en las que reflexiona y hace catarsis del estresante proceso de someterse a un tratamiento de infertilidad para alcanzar una maternidad que se resiste. Se insiste en el artículo que la cuestión es más difícil en Japón, por las carencias en educación sobre sexualidad y fertilidad. Suzuki combina autorretratos, naturalezas muertas, imágenes clínicas procedentes del diagnóstico por la imagen para realizar una reflexión profunda y compleja sobre esas dificultades. Me ha parecido muy interesante. Es originaria de Onagawa, una pequeña ciudad en la costa del Pacífico japonesa, muy afectada por el terremoto de 2011, pero que una de las que más rápidamente y más dinámicamente se recuperó. La fotógrafa ha dedicado también proyectos a las consecuencias del seísmo.

Feature shoot dedicó un artículo hace unos días a la fotografía de plató, o al foto fija como se le llama últimamente. El fotógrafo que documenta con su cámara el proceso de rodaje y prepara el material promocional de una película o serie de televisión. Normalmente resulta en un trabajo muy anónimo a pesar de que el fotógrafo esté incluido en los créditos de la película. Pero ha habido fotógrafos de prestigio que han realizado trabajos muy interesantes documentando rodajes. Recordemos a los fotógrafos de Magnum Photos que documentaron el rodaje de The Misfits, última película (completa) de Clark Gable y Marilyn Monroe. En el artículo que traigo aquí, el fotógrafo de rodaje es David Dettman, y se centra en uno de los capítulos más célebres y aclamados de la serie Black Mirror, San Junipero. Las fotografías recogen la visión cinematográfica de la producción, pero me sirven fundamentalmente para hacer un reconocimiento a estos fotógrafos. En no pocas ocasiones nos ofrecen retratos o escenas maravillosas.

[Recomendaciones fotográficas] Un clásico y otras cosas interesantes

Sin categorizar

Indudablemente, Richard Avedon es considerado como uno de los grandes de la fotografía de moda del siglo XX. De la segunda mitad del siglo XX. Fue una fotógrafo excelente. En la concepción de sus fotografías, en la forma en que las llevaba a la práctica, en su composición, en la humanización de sus modelos… Muy bueno. Pero para mí, su mejor trabajo no estuvo en el mundo de la mola. Cuando cogió su cámara y un tela blanca que le sirviera de fondo absolutamente neutro para sus retratos y se dedicó a recorrer el Oeste americano para mostrar y comprender a las gentes que lo conforman, más allá de mitos y prejuicios, es cuando quedó ya claro que es uno de los mejores de la historia de la fotografía. Esta semana nos lo han recordado en Blind. Y si alguien quiere saber más, recomiendo este vídeo de Ted Forbes, en su canal The Art of Photography, que conoció momentos mejores en lo que se refiere a su interés, pero que tiene un archivo de vídeos muy recomendable.

El sencillo blog de Elizabeth Avedon siempre ha sido fuente de inspiración, aunque hace tiempo que no se le mencionaba en estas páginas. Sí. Tiene que ver con el Avedon de la recomendación anterior. Pero tiene méritos de sobra en el ámbito de la cultura y de la fotografía para ser reconocida, no como fotógrafa, pero si como conservadora, editora, estudiosa, diseñadora… lo que queráis. El caso es que esta semana nos ha traído uno de los nuevos trabajos de Nick Brandt, un fotógrafo por el que siento debilidad y que no deja de reinventarse a sí mismo, pero sin perder su línea de pensamiento y su coherencia personal a la hora de denunciar las agresiones al medio ambiente y de defender la necesidad de ser activos para preservar lo que debe ser preservado. Ahora ha lanzado su mirada sobre las poblaciones que ven en riesgo sus hogares y su medio de subsistencia por el incremento de los niveles de los mares, que inundarán costas, islas y esperanzas. Siempre necesario, Nick Brandt.

Olivia Arthur es fotógrafa de Magnum Photos. La fotógrafa británica se aleja del tópico del fotógrafo reportero que se mete en todos los saraos donde caen bombas y vuelan balas, para acercarse a una diversidad de sujetos sobre los que hay algo interesante que contar. Y para mí es importante que esto se haga con amplias dosis de empatía, que las fotografías muestren sin ambages la humanidad de la persona que aparece en ellas, algo en común con los anteriores. La conozco ya desde hace años, pero definitivamente me interesé más por ella a raíz de su participación en el proyecto en el que con otras siete fotógrafas seguían los pasos de Inge Morath en el pasado, recorriendo el Danubio desde sus fuentes hasta su desembocadura en el mar Negro. Esta semana, la página oficial de Magnum Photos ha dado un repaso a su recorrido profesional.

Finalmente, hoy mismo, en la cuenta de Instagram de Tokyo Camera Style, he encontrado la interesante propuesta del fotógrafo japonés Yoshihiko Ueda (Instagram) y su libro de 600 páginas con las fotografías de sus viajes a China durante dos décadas. Son muchas fotografía las que caben en 600 páginas, pero en lo que he podido ver, hay cosas, enfoques, muy interesantes. Y sobretodo, una ocasión para analizar visualmente los cambios que el gigante asiático, en continua transformación, ha sufrido en veinte años. Si lo pudiese pillar a un precio razonable, es decir, no demasiado penalizado por gastos de transporte y aduanas, no me importaría tener el libro. Después del paréntesis debido a la pandemia y otras circunstancias que no vienen al caso, hay ganas de volver al Asia oriental. Muchas ganas.

[Recomendaciones fotográficas] Feminismos cuestionados, recolectoras e investigadoras sobre el terreno

Fotografía

En la última semana han sido tristemente noticia continuada las consecuencias del comportamiento indebido del presidente de la Federación Española de Fútbol con una de las jugadoras de la selección nacional femenina de este deporte que gano el título en el reciente campeonato del mundo de esta disciplina. Lo lógico es que durante toda la semana se hubiera hablado del logro de las deportistas… pero desgraciadamente, no. Voy a dejar claras dos cuestiones sobre mi visión del tema. Dos cuestiones que explican que a mí, personalmente, el fútbol y su entorno no sólo no me gustan sino que históricamente me repelen. Como espectáculo, el fútbol me aburre soberanamente. Que los mejores equipos del mundo dediquen 90 minutos o más a corretear por una pradera de césped y sólo consigan meter un gol… me parece un tostón de mucho cuidado. Y sí. Mi exposición al deporte fue suficiente en mi juventud como para que entienda sin problemas lo que está sucediendo en el campo. No hay que ser físico cuántico para entenderlo. Y por otra parte, en lo que ha cultura se refiere, desde hace décadas, me parece que es uno de los fenómenos culturales más rancios y anticuados que existen. Un machismo dominante y agobiante, una cultura tóxica y de sustancias tóxicas, con el tabaco y el alcohol como tradicionales apoyos de los programas que se dedican al tema, cuando la legislación lo permite, un tribalismo no menos tóxico en el que no se celebra a los mejores sino a los de la tribu aunque sean unos negados o unos violentos, una incapacidad para hablar en público si no es con frases hechas («no hay enemigo pequeño», «hay que jugar los 90 minutos», «en este mundo no hay favoritos»,… por sólo indicar algunas tópicos de todos los días), y un sistema métrico absoluto, el campofutbolero, en el que todas las superficies se miden en unidades de «campos de fútbol», aunque el campo de fútbol reglamentario más grande sea casi el doble de grande que el reglamentario más pequeño. Todo absurdos. Pero en esta ocasión me servirá para traer aquí tres recomendaciones fotográficas relacionadas con mujeres.

En Oldskull nos han hablado recientemente del berlinés Helmut Newton. Un clásico de la historia de la fotografía, del que yo tengo algún que otro libro, de los más pesados, en kilogramos, de mi biblioteca fotográfica. El punto de vista del artículo es el de que Newton contribuyó con su obra al feminismo y a la liberación de la mujer. Mujeres poderosas, imponentes, las que aparecen con frecuencia en sus sesiones para el mundo de la moda. Independientes, sexualmente decididas y activas, enigmáticas… Pero hay otros puntos de vista para analizar o contemplar la vida y obra del fotógrafo. Para quienes lo conocieron, y hablan de su proverbial timidez, sería el fetichismo o la fantasía del tímido ante un sujeto, la mujer, mucho más inaccesible para él de lo que su obra nos hace suponer. Pero también hay quienes ven en la obra de Newton una fotografía explotadora del cuerpo y la sexualidad de la mujer, una obra que alimenta la fantasía de quien querría dominar a esas mujeres de apariencia poderosa. Si uno recorre la obra de Newton, probablemente encontrará ejemplos que apoyen cualquier de las tesis que se quieran plantear, siendo una obra amplia y compleja. ¿Donde se encuentra mi posición? Indecisa. He visitado al menos en tres ocasiones la Fundación Helmut Newton en Berlín, un interesante museo dedicado a la fotografía, que siempre tiene exposiciones de fondos propios dedicados al fotógrafo. Y siempre he considerado que es un fotógrafo de primer orden con una obra que, con más frecuencia de la que desearía, me confunde.

En el viaje a Japón de 2019 visitamos Ise. Y próximo a esta ciudad, en la costa, en la ciudad de Toba, la Mikimoto Shinju Jima, la isla de las perlas de Mikimoto, dedicada al mundo de las perlas cultivadas que desarrolló Mikimoto Kōkichi. Pero antes de que las perlas fueran cultivadas, las ostras perlíferas eran recolectadas por mujeres que se sumergían sin equipo alguno en el mar en su búsqueda. Son las ama [海女], las mujeres del mar, que originalmente se sumergían para recolectar alimentos del mar. Las ama no son exclusivas de la prefectura de Mie, donde se encuentran Ise y Toba. Las hubo por todo el litoral japonés. Pero también por otros países del oriente asiático. Y se han hecho muy famosas las haenyeo [해녀], también mujeres del mar, de la isla de Jeju en Corea, en el estrecho de Tsusima, entre la península coreana y el archipiélago japonés, que se sumergen para recolectar moluscos y otros animales marinos comestibles. El mismo fenómeno. Pero si en Japón en estos momentos las ama de Mikimoto son un reclamo turístico, en Jeju estas muejres siguen trabajando, muchas de ellas con edades muy avanzadas, porque las mujeres más joven no quieren trabajar en esto. Un oficio en extinción. En Another Magazine nos han hablado del trabajo de Peter Ash Lee documentando recientemente el trabajo de estas mujeres. Muchos son también los que dan una interpretación feminista a la actividad de las haenyeo, especialmente dado el carácter profundamentamente patriarcal de la sociedad surcoreana. Sin embargo, se puede analizar desde una perspectiva más tradicional, si comparamos con los grupos de humanos cazadores-recolectores, previos a la revolución agrícola. Los hombres se dedicaban a la caza, a la pesca cuando estamos junto al mar o un gran lago; las mujeres a la recolección. Y aquí también, las mujeres son recolectoras, mientras los hombres salen a alta mar con sus barcos a pescar. Puntos de vista. Las ama japonesas fueron objeto de interés fotográfico hace unas décadas, por el trabajo de Yoshiyuki Iwase. Un trabajo que hoy en día es visto desde un punto de vista crítico por la potencial sexualización de los pechos desnudos de las mujeres en las fotografías. Las ama de Mikimoto nunca se sumergieron desnudas, llevaban y llevan unos atuendos blancos que les cubre el cuerpo de la cabeza a los pies.

Menos controversia en la interpretación de quién es y la naturaleza de su actividad despierta la primatóloga Jane Goodall. Goodall fue una de las primatólogas, chimpancés, que contrató el paleoantropólogo Louis Leakey para el estudio de los grandes primates, junto con Birutè Galdikas, orangutanes, y Dian Fossey, gorilas. Goodall, actualmente 89 años, se ha pasado casi sesenta años estudiando a los chimpancés. Y es una auténtica heroína para quienes amamos las ciencias en general, la biología en particular. Incluso si algunos han criticado su metodología… crítica absurda cuando nadie ha hecho algo y alguien tiene que abrir el camino. Es normal que los métodos de trabajo, las mentalidades y las premisas cambien con el tiempo. La cuestión es que sus fotografías interaccionando con los chimpancés han impactado fuertemente en el imaginario colectivo y han contribuido notablemente a alimentar la mentalidad conservacionista y de respeto hacia los animales. En PetaPixel han dedicado recientemente un artículo a una de las fotografías realizadas por Hugo van Lawick en 1964 en Tanzania. Y creo que está bien terminar hoy con una figura que no supone dudas sobre el papel de la mujer en el mundo. Salvo, quizá, para los presidentes de las federaciones de fútbol, vaya usted a saber. Y similares.

[Recomendaciones fotográficas] Guerras, cine, minimalismo e infancia

Fotografía

Hoy al mediodía, mientras comía, he visto un breve documental de 20 o 25 minutos sobre la hipótesis de un derrumbe del régimen dictatorial totalitario de Corea del Norte. Todo indica que la política de absoluto aislamiento que ha seguido el país tras el comienzo de la pandemia ha conllevado la insuficiencia de alimentos y lleva a la población a una nueva hambruna de las que periódicamente asuelan el país. Que eso no es más que una excusa para limitar la llegada de informaciones desde sus vecinos del sur del a península coreana, los cuales, viven en la miseria, dominados por EE.UU., especialmente los productos de cultura popular como la música, las películas o las teleseries. Y que la magra clase media del país está sufriendo también las consecuencias, lo cual puede llevar a una desestabilización del régimen, cosa que no se ha producido cuando las hambrunas han afectado a la inmensa mayoría de campesinos y obreros poco cualificados. Casualmente, esta semana, el 27 de julio, fue el 70º aniversario del Acuerdo de Panmunjom, por el que se declaraba el armisticio en la durísima guerra que había comenzado tres años atrás, y que se venía negociando desde hacía dos años, cuando ya se había producido la estabilización de los frentes y la dificultad para que cualquiera de los dos bandos pudiera conseguir una victoria rápida y segura sobre el otro. Los dos países siguen en alto en fuego, pero nunca han dado por terminado el estado de guerra entre ambos. La agencia Magnum Photos nos mostraba en su cuenta de Instagram ese 27 de julio las fotografías del suizo Werner Bischof, realizadas en 1951 y 1952. Llaman la atención muchas cosas… muy terrible esa guerra… pero la hipocresía de la guerra… el lado de los «buenos» llamaba a los campos de concentración donde recluía a los prisioneros chinos y norcoreanos «campos de reeducación». La dialéctica propia de los regímenes totalitarios adoptada por los «demócratas». Claro está que Corea del Sur no tuvo una constitución razonablemente democrática hasta 1987.

Dos de los fotógrafos de hoy tienen relación con Suiza, por lo que ilustraré la entrada con estos paisajes del monte Pilatus en Lucerna, realizados con Leica M2, Zeiss Biogon C 35 mm f2.8 y Kodak Tri-X 400.

Rineke Dijkstra es una fotógrafa muy reconocida que adquirió fama y el respeto como artista por su mirada a la adolescencia, llena de comprensión y humanidad. En Aperture nos han mostrado recientemente cómo la neerlandesa sigue con líneas de trabajo similares, pero mirando más hacia la infancia o la época prepuberal, manteniendo su estilo, depurado, elegante, directo, estéticamente cuidado. Y humano.

Entre los muchos y diversos fotógrafos japoneses, uno de los que siempre me han gustado es Masao Yamamoto (Instagram). Tengo algún libro con su obra. Pero últimamente lo tenía un tanto olvidado. Con un estilo minimalista, muy en la línea estética de la que hablaba Junichiro Tanizaki en su Elogio de la sombra, es uno de los artistas más reconocidos en el ámbito de la fotografía japonesa. Y en Oldskull nos lo han recordado.

En más de una ocasión he hablado de la vinculación frecuente de las gentes del cine con la fotografía. Por supuesto, no es infrecuente que los directores de cine o los directores de fotografía se sirvan de la fotografía fija, tanto como expresión artística o como herramienta auxiliar a su trabajo creador como cineastas. Hoy mismo, esta mañana, hemos estado viendo una exposición con fotografías del director Carlos Saura de la que espero hablaros dentro de unos días, tal vez el domingo que viene. En el blog de Leica nos han hablado de las fotografías de Yul Brynner, famoso actor que actuaba con la cabeza rapada, y que se llevaba su Leica a los rodajes, o a sus citas con el famoseo artístico y cultural de su época. Y nos ha legado un cuerpo de obra fotográfico notable tanto por su valor documental como por su calidad expresiva. Nació en Rusia, en Vladivostok en 1920. De padre ruso, con antecedentes europeos y mongoles, y madre supuestamente gitana de la Besarabia. Por lo que sus facciones exóticas, que alimentó con el rapado de cabeza, le dieron mucho juego a la hora de elegir papeles. Se nacionalizó estadounidense en 1943, pero cambió de nacionalidad en 1965 para pasar a ser suizo, como alguno de sus antepasados. Qué vidas. Dicen que inspiró al profesor parapléjico de los mutantes de la Marvel.

[Recomendaciones fotográficas] De cine y otras cosas diversas

Fotografía

La relación entre fotografía y cinematógrafo es evidente. Parten de principios similares técnicos similares, de tecnologías compartidas, para llegar a formas de expresión distintas, pero con puntos en común; la imagen captada mediante la luz. Dejando a un lado animaciones generadas por ordenador y similares, en la que no hay proceso fotográfico de base. Pero bueno… en general. Así pues, no son raras las gentes de la fotografía que también han filmado, y menos en estos tiempos en que cualquier cámara fotográfica tiene también funciones de filmación, y tampoco son raras las gentes del cinematógrafo que han dedicada tiempo y esfuerzo a la fotografía fija, como la llaman ellos. Muchos de ellos son, entre los que conocemos, son directores. Por supuesto, directores de fotografía también. Y no son raros los intérpretes. Hoy hablaremos de Agnès Varda, que también se sirvió de la cámara fotográfica, tanto para preparar sus películas como para documentar aquello que le interesaba. Nos han hablado de ello en The New Yorker.

Mes y medio después de volver de San Francisco, y aún no he tenido tiempo de revisar todas las fotografías del viaje. Y apenas he empezado a pensar cómo lo reflejaré en mis álbumes fotográficos tradicionales tras cada viaje. Ayer encontré tiempo para repasar algunas fotografías del Palacio de las Bellas Artes, un lugar muy fotogénico. Incluso con una pequeña cámara compacta como la Sony ZV-1.

La pareja artística conocida como Albarrán Cabrera, Ángel Albarrán y Anna Cabrera, llevan años trabajando, y poco a poco, afortunado se han ido ganando el respeto de los conocedores y aficionados a la fotografía, por su expresivas imágenes en las que no dudan en experimentar y utilizar todo tipo de procesos, convencionales y alternativos. Auténticos artistas plásticas que trabajan la luz y los materiales en los que la recogen. Nos han hablado de sus últimos trabajos en Clavoardiendo Magazine.

35mmc es un sitio web dedicado originalmente a la fotografía con película tradicional, aunque si desdeñar hablar de fotografía digital, y que sólo muy de vez en cuando hablan de cuestiones que pueden trasladarse a estas líneas. Pero esta semana han hablado del proyecto The End of the Dream, una serie de instalaciones en grandes carteles publicitarios, en las que se reproducen a gran tamaño fotografías que pueden contemplar las gentes que pasan sobre los riesgos que amenazan el nivel de vida en California; la sequía, los incendios del medio natural y los problemas con la vivienda. El fotógrafo, Thomas Broening, usa para sus fotografías veteranas cámaras Leica de la serie M, para película fotográfica.

En Lensculture hemos podido ver algunas fotografías de la ucraniana Hanna Hrabarska, actualmente en los Países Bajos, que documentan su periplo huyendo con su madre desde su hogar en Ucrania hasta instalarse como refugiadas de guerra en el país occidental. El punto de vista de Hrabarska es el de dirigir el objetivo de su cámara hacia su madre, reflejando la tristeza del éxodo y la nostalgia del hogar. De los muchos trabajos que han surgido con motivo de la guerra en el este de Europa, este es uno de los que más me ha llamado la atención.

Finalmente, me ha llamado la atención en AnOther Magazine un artículo dedicado a cómo las fotógrafas ven y viven la maternidad. Especialmente la propia. Son muchas y muy diversas las fotógrafas que han seleccionado, así que no las voy a detallar todas. Pero me ha gustado el planteamiento de muchas de ellas.

[Recomendaciones fotográficas] Poquita cosa, pero más interesante de lo que pensaba

Sin categorizar

Teníamos una conversación curiosa hace unos días. Cuando yo era un adolescente o un joven de veintipocos, las personas con tatuajes no eran frecuentes. Y además, quienes los llevaban no eran precisamente aquellos a quienes las madres de la época querrían como yernos; legionarios, carcelarios, marineros… Era así la cosa. Simplemente, la generación de mi hermana, que es nueve años más joven, ya empezó a llevar tatuajes. Al principio, pequeños, discretos. Poco a poco más amplios y característicos, como cuando se pusieron de moda en las mujeres los de la zona lumbar, y luego llegaban los anestesistas y no querían poner la epidural en los partos para no arrastrar las partículas de tinta al líquido cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo junto con el anestésico, montándose el pollo con las quejas de las parturientas. Y hoy en día, lo raro es encontrar a una persona de ciertas edades, un amplio intervalo de edades, que no lleve uno, o varios, o muchos. Y no son distintos de cómo éramos nosotros cuando teníamos 20 años y mirábamos con aprensión a las personas tatuadas. Durante mi primer viaje a Japón no visitamos ningún onsen 温泉, típicos baños de aguas termales de origen volcánico, frecuentes en el país por la geología del archipiélago nipón. Durante el segundo sí, porque nos alojamos en algunos ryokan 旅館, alojamientos tradicionales japoneses, que incluían ondeen. Y allí nos encontramos con una norma frecuente en estos establecimientos… prohibidos los tatuajes. Y es que en Japón, los tatuajes se suelen asociar a la yakuza, el crimen organizado del lugar, y eso es así porque fueron prohibidos tras la restauración Meiji, por motivos de imagen nacional, y así fue durante años. Volvieron a estar permitidos tras la guerra mundial. Pero la consideración de mal gusto permanece en la mentalidad del país, por lo que hoy en día todavía son raros. En Another Magazine nos muestran el trabajo de Akimitsu Takagi, un escritor que escribió novela negra con personas tatuadas, pero que también se documentó fotográficamente, durante varias décadas del siglo XX, unas fotografías que no eran conocidas y que recientemente han visto la luz, mostrando ese mundo de bajos fondos donde sucedían los tatuajes en el País del Sol Naciente.

Llevo un tiempo enyando con el uso del flash en la fotografía de aproximación. En esta ocasión con un flash anular al que he podido acceder, un tipo de accesorio al que nunca había accedido. Y que puede ser muy interesante, aunque no en cualquier situación.

Como contraste a lo anterior, me han gustado los retratos del dúo de fotógrafos contemporáneos Fotómetro, Rona Bar y Ofez Avshalom, la mayor parte de ellos jóvenes, aunque no exclusivamente, en los que ponen de relieve aquellos detalles del atuendo, los complementos, o las alteraciones corporales, por ejemplo los tatuajes, que sirven para marcar la individualidad de cada una de las personas, en el entorno que constituye su espacio personal más íntimos, con los pequeños detalles que significan el ejercicio de la libertad personal del retratado. Los retratos me han resultado estéticamente interesantes y agradables, y en un plano más subjetivo, creo que resaltan la humanidad de aquellos que en ocasiones viven fuera de los cánones estéticos que las costumbres y las modas imponen. Lo hemos visto en Booooooom. Me quedo con las ganas de saber por que este duo de israelíes que vive y trabaja en Londres, usan un nombre para su dúo en castellano, con la tilde incluida.

Al igual que no soy muy partidario de enlazar recomendaciones de los sitios patrocinados por las marcas de cámaras, por su obvios sesgos, tampoco las recomendaciones de los medios oficiales de las redes sociales o de los servicios en internet, por idénticas razones. Promocionan a sus clientes principales. Pero curiosamente, Irene del Pino, protagonista de un artículo con entrevista en el blog de 100ASA, curiosamente trasnochado nombre, no parece ser cliente de este servicio de portafolios compartidos, al estilo de 500px, pero algo más serio. Aunque muy enojoso de usar. Ni siquiera tiene cómo buscar a un fotógrafo,… o yo no he encontrado la forma. De hecho, del Pino no parece tener presencia propia en internet, hay que encontrar su trabajo en otros lugares. El enlace que he puesto en su nombre corresponde a los Encuentro Fotográficos de Gijón, porque me ha parecido razonablemente completo. Del Pino se define como fotógrafa documental, que registra los cambios en el paisaje, natural o urbano, con o sin presencia de personas, aunque el factor humano está presente habitualmente. Su estilo me ha gustado. Obviamente es una fotógrafa reflexiva, que camina, que recorre, que regresa a los lugares, para encontrar el mejor ambiente, la luz adecuada, la forma en que refleja adecuadamente sus sentimientos sobre el lugar.

Finalmente, en Lenscratch nos han mostrado otro trabajo de una fotógrafo documental, la neoyorquina Sant Khalsa, pero criada en California, y que ha recorrido el sudoeste americano donde proliferan los establecimientos destinados… a vender agua. Sin más. Exclusivamente agua. Sin propiedades. Sólo, con adjetivo tipo «cristalina», «pura», «paradisiaca»… La mercantilización del bien común, sin más. Y que también refleja una realidad social. La deficiente calidad de los suministros de agua potable a través de los grifos de los hogares, especialmente en los lugares donde la pobreza es más rampante. Lo cual afecta todavía más a estas magras economías, con la curiosa paradoja de que muchos de estos establecimientos están regentados por inmigrantes, latinoamericanos, coreanos, chinos,… que de esta forma parasitan a sus propios congéneres. Un trabajo sencillo… y sin embargo notable en su profundidad.

[Recomendaciones fotográficas] Algunos fotógrafos de Magnum Photos y otros que pasaban por ahí

Fotografía

Frank Horvat vivió durante 92 años, nació italiano de padre húngaro y madre vienesa en una población a orillas del Adriático con regusto a viejos imperios que hoy en día es Croacia, vivió países tan diversos como Suiza, India, Pakistán, Estados Unidos e Inglaterra, hasta que se asentó en Francia hasta su muerte. Un persona del mundo, supongo. Conocido como fotógrafo de moda, se mantuvo activo desde los años 40 hasta entrado el siglo XXI, ensayando muchos géneros fotográficos, y en todos fue excelente. En Blind Magazine nos han hablado de sus primeros quince años de trabajo como fotógrafo, en el mundo de la moda. Un fotógrafo elegante e imprescindible

Ian Berry retomó recientemente su trabajo sobre el agua después de visitar el retroceso de los glaciares en lugares como Islandia y Groenlandia. Démonos pues un paseo por Islandia para ilustrar la entrada de hoy.

También en Blind Magazine nos han hablado de otro excelente fotógrafo, Ian Berry, miembro de Magnum Photos, por lo que ya podréis supone que el reportaje era su ámbito principal. Siempre un reportaje comprometido. Y no pocas veces difíciles. En las fotografías que nos enseñan en el artículo, parten de su trabajo en los años 70 del siglo XX sobre el agua, y los problemas sociales y ambientales relacionadas con el líquido elemento. Pero también muestran algunas recientes, cuando el fotógrafo ha vuelto al tema por las consecuencias que la crisis climática global está teniendo para el agua y su disponibilidad.

Fotografía conceptual es un término que hoy en día se aplica a todo tipo de trabajos por parte de fotógrafos también muy diversos. Por ello, es un término a veces muy devaluado. Y sin embargo,… qué admiración siento ante los buenos fotógrafos conceptuales, cuya creatividad siempre he envidiado a rabiar. Y en F-Stop nos han hablado esta semana del italiano Gian Luca Groppi. Un narrador de historias a su modo, con mucho humor, ironía… pero también poesía. Tengo que bucear más en el trabajo de Groppi.

Esta semana terminé de ver la sexta temporada de la serie Black Mirror. De la serie hablaré otro día. Ha cambiado mucho y tengo que pensar en qué medida me gusta todavía… o no tanto. Creo que sí, pero… ya hablaré. El caso es que, como nos cuenta Magnum Photos en un tweet, Netflix invitó al veterano fotógrafo documental británico David Hurn (instagram) a fotografiar el rodaje del ultimo episodio de la temporada, Demon 79, que me gustó mucho aunque me parece más propio de otras series… me dejó sorprendido su inclusión en esta,… y en el que destaca sobremanera el trabajo de Anjana Vasan en el papel protagonista. Que conste que al público votante en IMDb no le ha entusiasmado; de los menos puntuados de la serie. El blanco y negro de las fotografías de Hurn contrasta con la colorida estética setentera del episodio.

[Recomendaciones fotográficas] Centenario de Ribaud y algunas cosas más

Fotografía

Leo en la cuenta de Instagram de Magnum Photos que ayer 24 de junio fue el centenario del nacimiento del fotógrafo francés Marc Riboud. Nos dicen en la nota, que incluye varias fotografías de Riboud, que Cartier-Bresson le invitó a entrar en la agencia tras ver publicada la fotografía del feliz pintor en la Torre Eiffel. Siempre me han gustado las fotografías de Riboud. Algunas de ellas son de las que tengo un recuerdo más prolongado, desde que empecé a interesarme por la fotografía como una afición global, no simplemente como algunos que se dicen fotógrafos porque se compran una cámara y suben fotos a las redes sociales. Yo, después de 34 años y dos meses desde que me compré mi primera cámara réflex, sigo considerándome sólo aficionado a la fotografía. Pero no sólo a hacer fotos. A todo lo que rodea la fotografía como arte y cultura. El caso es que recuerdo las fotos del francés desde hace mucho. Y siempre me ha dado la sensación de que debía ser un tipo majo, simpático. Porque da igual lo que esté contando, el protagonista siempre son las personas, el ser humano. Es de estos fotógrafos que yo considero, en el mejor sentido de la palabra, humanistas.

Algunas fotografías de viaje a Hong Kong en 2016, que menciono en el texto de hoy.

En Aesthetica Magazine dedican un artículo esta semana a Carrie Mae Weems, fotógrafa norteamericana a la que le cabe el honor de haber sido el primer artista negro que hizo una exposición en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York estando todavía viva. Parece que hasta 2014 a los Guggenheim sólo les interesaban estos artistas cuando habían empezado ya a criar malvas. Creo que no es la primera vez que la traigo a estas páginas, pero su fotografía me gusta porque siempre son imágenes que desafían las narrativas «oficiales» sobre la historia, la sociedad, el forma en qué las personas deben vivir su vida. Por su puesto, con la perspectiva de ser mujer y de una minoría étnica tal que, a priori, permanece al grupo social más desfavorecido socialmente en la sociedad estadounidense. Yo que vosotros me daba una vuelta por sus fotografías.

Visité Hong Kong en 2016. Lo hice un poco por casualidad. Surgió sobre la marcha, de forma inopinada. Y es uno de los viajes más divertidos que he hecho. También de forma inopinada. Ni siquiera lo hice con compañeros de viaje habitual. Y aunque a dos de los que participaron en el viaje los he visto muy esporádicamente desde entonces, nos movemos en círculo sociales diferentes, los recuerdo con afecto. Hong Kong, en aquel momento, todavía aparecía como una isla de democracia en el ámbito de la República Popular China. Imperfecta, pero democracia, con un cierto nivel de libertades. Al menos según The Economist Democracy Index. Pero conforme el régimen de Pekín mete mano en la antigua colonia británica, la cosa va empeorando, y en la actualidad ya califica como régimen híbrido. O sea, naciones, o partes de ellas, con fraudes electorales regulares, lo que les impide ser democracias justas y libres. Estas naciones comúnmente tienen gobiernos que ejercen presión sobre la oposición política, la justicia no es independiente, la corrupción generalizada, que ejercen acoso y presión sobre los medios de comunicación. Estados de derecho anémicos, en general con fallos más pronunciados que las democracias defectuosas en los ámbitos del desarrollo de su cultura política, con bajos niveles de participación en la política y problemas en el desarrollo de la gobernabilidad. Pero no llegan a calificarse como régimenes autoritarios… oye. Como consecuencia de ello, muchos ciudadanos de la antigua colonia la están abandonando, especialmente si su actividad profesional exige un entorno de cierta libertad. Wong Chung-wai es un fotógrafo que ha documentado abundantemente su ciudad natal y a sus gentes. Sus padres huyeron de la China continental a Hong Kong buscando cierta libertad. Aunque la colonia británica tampoco era un modelo de democracia. Los británicos no exportaron nunca la democracia a sus colonias, con la excepción de aquellas que sustituyeron a la población aborigen por una mayoría de anglosajones (Canadá, Australia, Nueva Zelanda,…). Wong ha abandonado ahora su ciudad natal, como hicieron sus padres hace cuarenta años. Y su último homenaje lo centra en el paisaje, y en los adolescentes que tendrán que apechugar con el futuro de la región. Recordemos que los ciudadanos de la colonia en el momento de su retrocesión a China tienen derecho a un pasaporte británico especial que les permite instalarse en determinados países de la esfera británica. Lo hemos visto en Blind Magazine. Sus fotos me gustan mucho.

Finalmente, de nuevo de vuelta en Aesthetica Magazine, las fotografías del turco Burak Boulu, realizadas con la cámara de un teléfono inteligente, conforman coloridos y significativos bodegones encontrados por los lugares por donde se mueve, que parece preparados, cuando no lo son, no hay planificación, o así se nos informa. Quizá no tenga la profundidad que los trabajos de las anteriores recomendaciones… pero a mí me han alegrado un poquito. Me han puesto de buen rollo.

[Recomendaciones fotográficas] Fontcuberta y otras cosas más o menos cotidianas

Fotografía

Hace unos días dedicaron un artículo en Clavoardiendo a Joan Fontcuberta, un fotógrafo, que practica la fotografía, pero que también es estudioso teórico de la fotografía. Y que despierta tantas admiraciones como escepticismos o rechazos. O por lo menos eso he creído percibir en cuanto he visto y leído sobre él por ahí. De lo que conozco de su obra, a nivel personal, diré que hay cosas que me gustan y me han interesado y,… otras, no tanto. Su principal tesis es que, contra lo que muchos piensan, una fotografía no es nunca testimonio de verdad. Supongo que con el auge de las falsas fotografías generadas por lo que llaman inteligencia artificial, se lo estará pasando bomba. En cualquier caso, no recuerdo muy bien cual fue el primero de sus trabajos del que fui consciente, probablemente Herbarium, aunque ya unos años después de que se publicara. Pero sí recuerdo que me interesó mucho su Sputnik. Suele ser más apreciado en el extranjero que en España… pero eso es tan habitual, que no lo hace nada especial. Actualmente ha presentado una obra sobre «dinosaurios», con textos en lengua klingon. Realmente, le gusta provocar. El caso es que lo que he podido ver por ahí, me ha resultado razonablemente interesante.

Ya que los Alpes son protagonistas en una de las recomendaciones de hoy, nos daremos un paseo fotográfico por el Gornegrat y el descenso hacia Zermatt.

En Aesthetica Magazine nos han llevado al terreno de lo cotidiano, cuando lo cotidiano sucede en el sur de Inglaterra, en la costa próxima al estuario del Támesis, de la mano del fotógrafo británico Owen Harvey. Y en esa región inglesa, que disfruta simultáneamente de la costa marina y del tiempo meteorológico más benigno de la islas Británicas, Harvey ha dirigido su mirada hacia las gentes, especialmente como colectivos, que visitan la zona, mostrando al mismo tiempo la enorme diversidad social y étnica de esa Inglaterra que algunos querrían pura, blanca y protestante… y fuera de Europa. Con buen humor, pone en cuestión, para bien y para mal, las ideas de identidad y comunidad. Como nos dicen en el artículo.

En 2020, sorprendió en la temporada de premios cinematográficos la película Minari, que muchos consideran surcoreana, pero que es estadounidense, aunque sus protagonistas sean coreanos o norteamericanos de origen coreano. Y en ella nos hablaban de las peripecias de una familia de inmigrantes coreanos intentando salir adelante en algún lugar del Medio Oeste, o del Sur, no recuerdo muy bien, de los Estados Unidos. A mí me gustó mucho, muy bella película, aunque también le encontré algún pero. Cuando hace unos días en aPhotoEditor publicaron el trabajo de Arin Yoon, recordé la película. Y además, las fotografías también me gustaron y me recordaban a la estética de la película. Arin Yoon es una inmigrante surcoreana en Estados Unidos a los que llegó de niña. Y reflexiona con frecuencia con sus fotografías sobre la vivencia de los coreanos-americanos en ese país. Casada con un militar, también ha documentado fotográficamente las experiencias de las familias de los militares de ese país. Lo hemos visto en aPhotoEditor.

Finalmente, la curiosa forma de presentar sus fotos en uno de sus últimos trabajos del canadiense (o al menos vive en Canadá) Alex Buisse. No lo han presentado en aPhotoEditor. Este fotógrafo se dedica a fotografiar el deporte de aventura, en diversas manifestaciones, pero siente una especial debilidad por la montaña, por los Alpes, y por lo tanto por el esquí y el alpinismo. Y sobre sus fotografías y las de otros fotógrafos, de alta calidad, de alta resolución, ha ido dibujando las típicas líneas de colores que encontramos en los mapas de pistas de esquí o en los libros y revistas de alpinismo, con las rutas propias de estos deportes de montaña. Y esto lo combina con las fotografías más íntimas de su propia familia, con su esposas y dos niños pequeños, cuando van de vacaciones, generalmente también a la montaña y a la nieve. Me han gustado mucho sus fotos. Su página web está llena de fotos… pero no de este tipo. Buceando un poco se pueden encontrar sus peculiares mapas de rutas, pero no sus íntimas fotos familiares.

[Recomendaciones semanales] Moriyama, Alice Springs y otros fotógrafos interesantes

Fotografía

Daido Moriyama es un fotógrafo japonés, de los más reconocidos internacionalmente, que ya he recomendado en diversas ocasiones. Pero no me importa volver a él de vez en cuando. Fotógrafo callejero por excelencia, fotógrafo de cámara compacta, reactivo a cualquier situación, de los que disparan con frecuencia, con una estética característica, de altos contrastes y grano duro. Esta última semana se ha asomado a mi pantalla del ordenador por varios caminos, yo lo traigo aquí de la mano de Another Magazine.

Emulando a una pareja de fotógrafos que traigo hoy aquí, paisajes nevados de los Alpes. Con película fotográfica. Hace 26 años. Entonces no podía ser de otra forma. Con película fotográfica. Aunque ya se habían asomado a los escaparates diversas opciones de captura fotográfica electrónica; analógica y digital. Sí analógica… que la fotografía con captura electrónica puede ser analógica o digital.

Muchos conocen al alemán Helmut Newton. Muchos lo admiran. Muchas lo critican. Por su forma de mirar a las mujeres, fundamentalmente. Pero muchos menos conocen a June Newton, su esposa, conocida como Alice Springs en el mundo de la fotografía, pues así es como firmaba sus obras. Australiana, adoptó su pseudónimo del nombre de una conocida ciudad del país-continente de las antípodas. Estupenda retratista, es una fotógrafa que también merece la pena que sea conocida por todos los aficionados a la fotografía. También viene de la mano de Another Magazine.

Andy Warhol es uno de los artistas modernos de referencia, un referente de la historia del arte moderno y contemporáneo. Pero su obra es extensa, casi inabarcable. Y dado que se apoyaba con frecuencia en la fotografía para su labor creadora, el número de fotografías que realizó con distintos fines a lo largo de su vida fue enorme. En Another Magazine nos actualizan con algunas de sus fotografías menos conocidas.

Después de tan famosos artistas, movámonos entre otros menos conocidos y contemporáneos. Me han gustado los paisajes alpinos nevados que podemos ver en Booooooom, del dúo de fotógrafos holandeses Arturo + Bamboo (Arthur Groeneveld y Bamboo van Kampen). Con película fotográfica. En color. Y en blanco y negro. Muy majos.