[TV] Cosas de series; hasta el espacio y más allá

Televisión

Después de los días de las fiestas de fin de año, después de las nevadas de estos días, después de cierta atonía en la visualización de series, lo cual no quiere que tenga unas cuantas por comentar, toca hacer un repaso a uno de mis géneros favoritos. Quizá por eso también es uno de los que más decepciones me produce… pero bueno. Esta vez no estamos hablando de eso. Vamos con las aventuras espaciales.

Como nunca faltan los planetas helados en las sagas galácticas, seguiremos disfrutando fotográficamente de la nevada de estos días.

Primero, el especial de navidad de Doctor Who. Desde que se retomaron regularmente las aventuras espaciales del Doctor en 2005 de forma regular, la serie ha tenido momentos muy buenos, algunos realmente estupendos, en los que uno tenía ganas, incluso cierta ansiedad, por que llegasen nuevos episodios y aventuras. Mis momentos favoritos están en aquellos episodios en los que coincidían en pantalla Amy Pond (Karen Gillan), River Song (Alex Kingston) y quizá algún que otro ángel lloroso. Aunque mi episodio favorito sigue siendo uno en lo que no salía ninguna de ellas… y el Doctor tenía un papel secundario. Pero salían ángeles llorosos. Y la estupenda y adorable Sally Sparrow (Carey Mulligan). Aquella época pasó. Y aunque la serie me sigue entreteniendo, ya no me despierta la misma expectación. Demasiado devorada por lo políticamente correcto, se les ha olvidado que para que funcione bien tiene que haber una buena combinación de Doctor y compañero/a. Y la época de Jodie Whittaker, que me gusta como doctora, no tiene el mismo lustre,… porque los compañeros me parecen sosos. Sinceramente. El compañero es importante, como lo es Watson para Holmes, o Sam para Frodo, o Sancho para Don Quijote, o Dororo para Hyakkumaru, o Han Solo para Luke Skywalker… por poner ejemplos de los géneros más diversos. Porque representa a la persona común en el viaje del héroe. Nos representa a nosotros, los espectadores, que somos personas comunes. Pero tiene que haber química, tiene que haber salero en la interacción, tiene que servir de puente. En el especial de Navidad de este año… pues ha habido una cosa buena, y otra mala. La buena es que han recuperado a Jack Harness (John Barrowman), que siempre anima el cotarro. La mala es que han recuperado a los Daleks como villanos… que me aburren soberanamente. Las votaciones de los usuarios de IMDb nunca me parecen especialmente fiables… pero si comparamos las puntuaciones de 8 y mucho y hasta 9 en los tiempos de Amy Pond con el 6,1 de este especial… quizá os hagáis a la idea.

The Mandalorian… ah… la segunda temporada de esta serie de la franquicia Star Wars ha confirmado las sensaciones que ya teníamos en la primera temporada. Se han recuperado los valores más importantes de la saga original. Aventuras, humor de dosis razonables y adecuadas, personajes que generan empatía en el espectador, una buena banda sonora, nuevos mundos y aventuras donde realmente te importa la peripecia de los protagonistas. En algún momento hemos llegado a comentar incluso que, aunque con medios técnicos más sencillos que la mayoría de las películas de la saga, es lo mejor que hemos visto de la misma desde «El imperio…». Normalmente diría… ¡qué ganas de ver más! El problema es que ha resultado como si sólo hubiesen pensado en dos temporadas, y que no les daría la historia para más. Porque el final de la temporada, que nos es ni mucho menos el mejor episodio de la serie hasta el momento, ha sido perfecto como el final de la serie. Y nos deja muchas dudas sobre la evolución de la misma dentro de un año. Ojalá vuelva con el mismo interés que nos ha despertado en su dos primeras entregas… ya veremos. Mientras, anuncian una cascada de nuevas series. ¿Pasará, lamentablemente, como con las películas para la gran pantalla? En lugar de centrarse en unos pocas pero bien hechas, Disney comenzó a ordeñar la vaca constantemente, saturando a los aficionados y bajando la calidad de los guiones y las producciones. Disney da miedo. Mucho miedo. Más que Palpatine.

Si descontamos mi gusto infantil por los primeros episodios de las primeras series de la franquicia hace… muchos años,… Star Trek: Discovery ha sido la serie de Star Trek que más me ha gustado. O casi cabría que decir… la única que me ha gustado. Las series de Star Trek siempre han tenido un algo cutre que me ha echado tradicionalmente para atrás. Y esa filosofía de concordia y buen rollo de la que han presumido siempre sus seguidores, siempre me ha parecido una filosofía un poco de baratillo y no siempre realmente coherente con lo que presenciaba en pantalla. De hecho, siempre me ha parecido que la mejor serie de Star Trek, y más coherente, desde un punto de vista filosófico, es una parodia suya, de la que todavía estamos esperando su tercera temporada. Pero con Michael Burnham (Sonequa Martin-Green), las distintas versiones de Philippa Georgiou (Michelle Yeoh), y las distintas versiones de Lorca (Jason Isaacs)… lo cierto es que me encontré con un estilo totalmente distinto, mucho menos cutre, mucho mucho mucho menos cutre, y con tonos más matizados, menos ingenuos cuando no puramente maniqueos. No perfecta, pero mucho más digerible para mis gustos. Curiosamente, aquellas características de la serie que la hacían más interesante para mí… producían un cierto rechazo en los fans tradicionales. Por lo que la serie ha ido regresando al redil. Ciertamente con un nivel de producción muy superior al tradicional de las series de la franquicia, pero con unas tramas y con unos personajes que me cuesta tomarme en serio. La tercera temporada empezó bien, pero no tardo en divagar en una serie de situaciones que empezaron a disminuir alarmantemente el interés que tenía en la misma. Afortunadamente los últimos episodios, los dos últimos, y a pesar de una «mala» (Janet Kidder) absolutamente ridícula en muchos aspectos, han sido bastante entretenidos y no han dejado mal sabor de boca. También tengo la sensación de que han cerrado un ciclo y que no tengo ni idea de dónde irán a parar sus futuras aventuras. En fin… ya veremos, que dijo un ciego a otro ciego. Por cierto… odio a la alferez Tilly (Mary Wiseman). De verdad. No la soporto. ¿Por qué la han hecho tan mema?

[TV] Cosas de series; viajes a las estrellas

Televisión

En un par de semanas, y por diversas circunstancias, se me han acumulado un montón de series que he terminado, o he terminado su temporada en curso. Cada vez es más frecuente que sean serie de temporada única. Pero la cuestión es muy variable. Así que tengo mucho trabajo pendiente. Que voy a intentar dosificar de una forma racional. También ha habido noticias tristes. Después de la tercera temporada de Santa Clarita Diet, que para mí, y para muchos, había estado a gran altura, siendo muy divertida y la mejor de las tres… Netflix ha anunciado su cancelación… ¡¡¡¡???? Nuevamente, en el mundo de la televisión priman intereses que no tienen que ver con la calidad de las series.

En cualquier caso, las dos series de hoy no han sido aquellas en las que ha pasado más tiempo desde que terminé de verlas hasta hoy. Pero sí aquellas en las que ha pasado más tiempo desde que empecé hasta hoy. Y las dos tienen muchas cosas en común. Y notables diferencias. Y encima pertenecen a uno de mis géneros preferidos, aunque muchas veces maltratado; la aventura espacial. La space opera.

Qué mejor para ilustrar esta galáctica entrada que un paseo por las salas de espera del espaciopuerto de Disneyland Paris antes de hacer un recorrido por una galaxia muy muy lejan, en la atracción que más me hizo reir en todo el día. Dos veces.

Star Trek: Discovery – 2ª temporada

Cuando llegó su primera temporada, se vio claramente que esta nueva serie de la franquicia Star Trek era un intento de modernizar, actualizar, aumentar el nivel de calidad en la producción de las series de este universo de la ciencia ficción. Y en gran medida se consiguió. Situaciones mucho menos maniqueas, conflictos éticos, una mejor presentación y mayor nivel de efectos visuales, siempre algo cutres en la franquicia, personajes interesantes, conflictuados, menos estereotipados… Lo cual parece que conllevo dos efectos. Algunos que sólo teníamos buen recuerdo de la serie original, pero había abominado de buena parte de lo que se hizo después en la franquicia, nos reconciliamos con ella. Por contrapartida, fanáticos fieles a la franquicia se quejaron de que se había perdido el espíritu de la misma.

En su tercera temporada, en la que ha vuelto a haber un arco argumental que ha envuelto los (¿excesivos?) catorce episodios. Conservando algunos de los elementos de la temporada anterior, se introducían elementos que llevaban a una cierta reconciliación con los tradicionalistas de la franquicia. El capitán Pike (Anson Mount), un joven Spok (Ethan Peck), la eventual aparición de una de las variantes de la Enterprise,… todo ello reunía a la nueva serie con la tradición trekkie. Algunos de los nuevos protagonistas como la principal, Michael Burnham (Sonequa Martin-Green), o esa robaescenas que es la emperatriz/capitana Georgiou (Michelle Yeoh), y algún otro personaje o situación, más la calidad de la producción, la vinculan a los nuevos tiempos.

El resultado final me resulta ambiguo. No me ha parecido que tuviera el mismo nivel que la primera temporada, pero en cualquier caso ha sido bastante disfrutable y entretenida. Uno de los principales problemas que le veo es que es larga para lo que van a contar. Es una historia que se puede contar en nueve o diez episodios, en la que ha habido redundancias, momentos que no han aportado casi nada al avance de la trama. Ha sido morosa por momentos. Pero bueno… bien está.

Parece que habrá tercera temporada. Pero no sé muy bien como, tal y como ha acabado esta temporada. Quizá con una renovación absoluta de protagonistas que haría que dejase de tener tanto sentido el Discovery del título. O tal vez haya habido una preparación a un spin off con la Enterprise del capitán Pike como protagonistas. Con Rebecca Romijn en su papel de Number One… mientras que la tripulación de la Discovery serguirá sus aventuras en… bueno. Es que no quiero destripar el final de la temporada. Ya veremos como sigue la cosa. Según la Wikipedia, la tercera temporada es segura, indica que con la tripulación actual y en la Discovery, y lo que piden los fanáticos de la serie es que se haga el spin off de la Enterprise de Pike y Number One.

The Orville – 3ª temporada

Esta parodia del universo Star Trek fue una de las más agradables sorpresas del año pasado. Su creador y protagonista, Seth MacFarlane, se dedicó a replicar el ambiente de las series más clásicas de la franquicia trekkie como un vehículo para realizar un crítica social y política a la sociedad norteamericana, y de buena parte del mundo, de la actualidad. Si la franquicia original ha presumido siempre de impulsar valores positivos, como el valor de la ciencia, la necesidad de la exploración y el descubrimiento, el buen rollo entre civilizaciones y razas,… la humanidad como valor en sí mismo, también es cierto que visto en retrospectiva, la forma en que se prestan esos valores es, por decirlo de alguna forma, bastante ingenua. Naïf.

La crítica de MacFarlane es más incisiva, repasa los problemas de tolerancia y convivencia que se observan hoy en día en el que los populismos, especialmente de derechas, encuentran su camino a través de los sistemas electorales para impactar en los ciudadanos y obtener cuotas de poder o representación en unos sistemas políticos en los que no creen. E introducen intolerancia, sexismo, racismo,… lo que queráis. La tripulación de The Orville, ella misma repleta de ironías, se enfrentará en sus aventuras a estas cuestiones y nos permite reflexionar un poco. O un mucho en alguna ocasión. Yo me lo pasé bien en su primera temporada.

Y me lo he pasado bien en la segunda. Nuevamente, sin tomarse demasiado en serio a sí misma, manteniendo un estilo de parodia simpática y amable hacia su original trekkie, ha ido repasando nuevos temas o revisando los ya tocados. Pero ha ido más allá, nos ha ofrecido algunos arcos argumentales que han resultado muy entretenidos. Y de paso ha procedido a parodiar/homenajear otras sagas célebres de la ciencia ficción.

Una de las «razas» del universo de The Orville en esta temporada han sido los kaylons, una civilización de seres robóticos, que claramente están inspirados en los cylons de Battlestar Galactica (léase saylons). Y el último episodio de la temporada ha estado claramente inspirado por las luchas de rebeldes contra un imperio, con una banda sonora que mimetiza el estilo de las de John Williams para la saga Star Wars.

Yo me lo sigo pasando muy bien con esta serie. Que dure mucho tiempo con este nivel. Por cierto, la Kelly Grayson alternativa, siendo la misma actriz (Adrianne Palicki), es todavía más atractiva que la original.