[TV] Cosas de series; en los entresijos del poder, entre humor y asesinatos

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. No he estado en Washington D. C. Y con la mala gente que reside por allí ahora, no me apetece mucho. Así que ilustraré la entrada con otro edificio bien conocido de trascendencia política, pero que está en Nueva York.

Leía ayer un artículo, relativamente pesimista, aunque escrito con humor, no he guardado el enlace y me da pereza ponerme a buscarlo, en el que se reflexionaba sobre el hecho de que en estos momentos las tras superpotencias que hay en el mundo, EE. UU., China y Rusia, están gobernadas, en su más alta magistratura, sus presidentes, o como lo llamen los chinos… espera que lo busco,… sí es el presidente, aparte de un montón de cargos más que indican que es el mandamás,… como decía, esta gente son tiranos totalitarios, unos con una realización efectiva de esta figura, y otro, intentándolo mientras se carga lo que quede de la democracia y el estado de derecho en su país… que ha presumido de ser el líder del «mundo libre» desde hace casi un siglo. Manda «güevos» que decía el presidente de las cortes aquel.

El caso es que no han faltado las representaciones del poder en la televisión. En forma de dramas o de comedias. Que, curiosamente, pocas veces me han interesado realmente. El drama político sólo me engancha a medias. Aunque haya algunos muy buenos. Pero quizá por esas carencias de mi parte, no estoy enlazando ninguno, ni de forma interna en este Cuaderno de Ruta, ni de forma externa a las referencias habituales en materia de cine y televisión.

Recientemente tuve ocasión de ver en Netflix uno de estos dramas, que en realidad está presentado en clave de comedia. También en conjunción con otro género que se ha puesto muy de moda últimamente, la whodunit en clave de comedia con reparto coral, y con un protagonista, el detective, que es peculiar, listo y que siempre triunfa. Poirots posmodernos que tienen su gracia, salvo que se acabe abusando del género. Cosa bastante probable. Todo empezó con una película para la pantalla grande, que ya ha tenido alguna secuela que ya me dejó a mí un tanto frío. Lo que digo de «abusar del género». No es que antes no hubiera producciones de este género… es que se ha puesto de moda de nuevo. La serie es The Residence, y la residencia del título no es otra que La Casa Blanca, escenario del crimen.

Durante una cena de estado en la residencia del presidente de los EE. UU. se produce el asesinato de un alto responsable de los servicios domésticos y hosteleros del lugar. Los responsables de resolver el caso son los miembros de la policía de Washington D. C. Pero sintiendo que les viene grande la situación, buscan la ayuda de una excéntrica detective (Uzo Aduba), que coincide que es una ornitóloga aficiónala y fanática. Y que tiene unas horas para descubrir el responsable del crimen mientras están retenidos en La Casa Blanca todos los invitados, de mayor o menor rango.

La serie es entretenida. Tiene detrás una conocida factoría de realización de series, por lo que no habrán faltado equipos de guionistas para pulir la historia. Aunque una abundancia de escritores no siempre garantiza un buen guion final. De hecho… bueno, vamos a dejarlo estar. El caso es que está bien. Creo que podría haber tenido un poco más de mala baba. Más ironía. O adentrarse en la comedia negra. Y quizá pierde la oportunidad de poner en solfa las «cabezas coronadas» aunque sean durante cuatro años y (presuntamente) por el voto popular. Pero yo me divertí. No está mal. Pero lo que digo… ¿por qué tengo la sensación de que han perdido la ocasión de haber hecho algo con más enjundia? Cosas que pasan.

[TV] Cosas de series; solos o acompañados de erupciones volcánicas

Televisión

No sabía si dedicar la entrada televisiva de esta semana a los dramas médicos o a los misterios tecnológicos o «sobrenaturales-loquesea». Al final, como tenía a manos unos fotos apropiadas para esto último con ello iré.

Camino de acceso para visitar una de las lenguas del Mýrdalsjökull, glaciar bajo el cual encontramos el volcán Katla, que da título a una de las series de hoy.

Están de moda las erupciones volcánicas. Y últimamente uno de los sitios estrella para visitarlas es Islandia. Una erupción en la península de los Rejkjanes de las de tipo tranquilo, de lavas fluidas y vistosas coladas que se desparraman alrededor de la fisura que se abre en el suelo del área volcánica. Dicen que el volcán más activo de Islandia es el Hekla. Pero el más famoso de los últimos fue la que se produjo en el glaciar Eyjafjallajökull en 2021, que también fue de lava fluida, pero que se acompañó de la expulsión grandes cantidades de ceniza a la atmósfera, llevando al cierre del espacio aéreo en Europa, por los riesgos para las aeronaves. Recordar que el nombre ese tan complicado es el del glaciar; la erupción recibió ese nombre porque el volcán está bajo la masa de hielo de ese glaciar. Y no lejos del glaciar Eyjafjallajökkul, unos kilómetros hacia el este está el Katla, bajo el glaciar Mýrdalsjökull, alguna de cuyas lenguas pude visitar en 2016, y que también es uno de los más activos y potentes de la isla. La última erupción documentada es de 1918. Por lo que ahora lleva un tiempo largo de inactividad, ya que las erupciones históricas desde el año 930 han sido en intervalos de entre 20 y 90 años. En sus erupciones son muy peligrosos los lahares, por la fusión masiva del glaciar debido al calor emitido por la eurupción, lo cual lleva a enormes inundaciones que arrastran gran cantidad de sedimentos. Es uno de los riesgos más importantes para la población en caso de erupción de un volcán.

La serie de televisión del mismo nombre, Katla, transcurre durante una erupción ficticia actual. El volcán está muy próximo a la localidad de Vik i Mýrdal, en el sur de la isla, muy popular entre los turistas, por los espectaculares paisajes costeros alrededor de la península de Dyrhólaey, próxima a la población, o por la propia playa de arena negra de la misma. De esta zona son las fotografías que acompañan la entrada. Pues bien, encontramos Vik con los accesos cerrados y con la mayor parte de la población evacuada mientras el Katla erupciona, cuando empiezan a aparecer, cubiertos de cenizas, una serie de personas desnudas, algunas dadas por muertas o desaparecidas. Lo cual altera las vidas de los pocos habitantes que quedan en el lugar. No voy a decir más sobre el argumento, para no destripar las sorpresas. La serie va de menos a más. Yo estuve a riesgo de dejarla en los primeros episodios, pero conforme avanza se hace más interesante, más intensa y más sorprendente. No es para calificarla de excelente, pero sí de interesante, con buenos trabajos interpretativos. La veréis en Netflix, si os interesa.

Solos (el título original de la serie está en castellano aunque sea una serie estadounidense) es una serie que ha aparecido en Amazon Prime Video en las últimas semanas. Una miniserie de siete episodios de media hora de duración con unos protagonistas muy notables y conocidos ( Morgan FreemanAnne HathawayHelen MirrenUzo AdubaAnthony MackieConstance WuDan Stevens y Nicole Beharie) Es una de las muchas series nacidas al hilo de los confinamientos debidos a la pandemia. La premisa es la de presenciar la peripecia de personas que viven solas o se encuentran solas. Una científica que quiere viajar al futuro para resolver sus problemas actuales, una mujer ya mayor que se presta voluntaria a una misión espacial sin retorno para encontrarse a sí misma, un hombre que ha de morir y busca un «sustituto» para su familia, un hombre al que sacan de su desmemoria debido a lo que parece un Alzheimer,… y otras situaciones en las que el protagonista se encuentra solo, con un tono futurista. De hecho, dejando al lado alguna voz por llamadas telefónicas o similares, creo que sólo en uno de los episodios hay dos intérpretes en pantalla. La serie es irregular. Algunos episodios son buenos, pero otros, no tanto. Los intérpretes están todos a buen nivel, aunque no siempre consiguen salvar su episodio. Cuesta poco darle una oportunidad, dada su corta duración, tanto en número de episodios como en el minutaje de los mismos.