De las exposiciones de arte que he visitado en los últimos tiempos, una de las que más me impresionó fue la que dedicaron en el Grand Palais de París a Hokusai, probablemente el dibujante, pintor y grabador más famoso en occidente del arte japonés anterior a la restauración Meiji. Recientemente, el Museo de Zaragoza, un museo con mucho más interés del que muchas veces se le concede, abrió una exposición temporal dedicada a un contemporáneo de Hokusai, Utagawa Hiroshige. Las obras proceden de la colección de arte oriental legada al museo por el coleccionista Federico Torralba Soriano, que fue profesor y catedrático de historia del arte en la Universidad de Zaragoza.
Esta exposición es infinitamente más modesta que la que pude ver en París, y tiene menos variedad, ya que se centra fundamentalmente en estampas de algunas de sus series más famosas como las Cincuenta y tres estaciones de Tokaido, las Cien famosas visas de Edo (nombre antiguo de Tokio), o las Treinta y seis vistas del monte Fuji (que no hay que confundir con la serie del mismo nombre de Hokusai, más famosa). Hay alguna otra cosa, y se exponen algunos otros objetos de la colección de arte oriental mencionada que ponen en contexto la obra de Hiroshige.
Os dejo a continuación con algunos ejemplos de las obras expuestas.
Realmente, es una exposición muy recomendable. No cansa, no es muy amplia, se puede dedicar un rato a verla con calma, con detalle. Uno se queda asombrado de la delicadeza, el detalle y la belleza de las obras. Un estilo muy distinto de lo que se podía ver en Europa en la misma época. Pero ni mejor ni peor, sólo distinto. A mí cada vez me gusta más.