[Libro] El nombre de la rosa (a propósito de #CharlieHebdo)

Literatura

Este comentario sobre un libro que no acabo de leer sino que leí por primera vez cuando tenía 21 o 22 años, recién publicado en España, está inspirado por la tragedia de Charlie Hebdo.

Para exponer con racionalidad las ideas que me surgen necesariamente tengo que desentrañar el desenlace de la parte «detectivesca» de la novela. Si alguien no lo ha leído y no quiere conocer qué pasa, queda advertido.

Leí El nombre de la rosa de Umberto Eco por primera vez hace 29 o 30 años. Llevaba dos o tres años publicado en España y un día, en el tren camino de Jaca, un amigo sacerdote que tenía yo entonces lo estaba leyendo, y me lo recomendó vivamente. José Manuel era relativamente joven, tendría entonces 31 o 32 años, y no me parecía un sacerdote católico al uso. No sé cómo hubiera evolucionado y cómo sería a estas alturas. Por aquel entonces se me ocurrió decirle que si seguía fumando tres paquetes al día, corría el riesgo de palmarla a los cuarentaytantos; sentía yo mucho cariño por aquel hombre. Sólo vivió 10 años más. A estas alturas de mi vida, confío más en el Teorema de Bayes que en el dios del que me hablaba José Manuel.

Las religiones abrahámicas más conocidas, a pesar de estar emparentadas entre sí e incluir un código de comportamiento similar, llevan siglos enfrentadas entre sí, con el surgimiento de frecuentes movimientos fundamentalistas e intolerantes. Catedral de Milán.

Las religiones abrahámicas más conocidas, a pesar de estar emparentadas e incluir un código de comportamiento similar, llevan siglos enfrentadas entre sí, con el surgimiento de frecuentes movimientos fundamentalistas e intolerantes. Cruzadas o jihad son términos similares; guerras santas, guerras de religión. Incluso los cristianos, entre quienes han surgido movimientos cismáticos en distintos momentos de la historia, se han enfrentado con las armas por su religiones, tan similares por otra parte, o han aplicado procedimientos inquisitoriales, no exclusivos de la iglesia católica, aunque estos sean los más conocidos.. Catedral de Milán.

El caso es que cuando regresamos de aquel fin de semana en Jaca me hice con una copia del libro y lo devoré con pasión. Recuerdo perfectamente que en aquella primera lectura, me sentí totalmente atrapado por la historia detectivesca que protagoniza el franciscano Fray Guillermo de Baskerville con la ayuda del joven benedictino Adso de Melk. Después, con intervalos de aproximadamente 10 años entre ellas, realicé nuevas lecturas del libro. Conocido el desenlace de las misteriosas muertes en la abadía benedictina medieval italiana, me sentí más atraído por otros aspectos del libro. En un momento dado, por su esbozo de los conflictos entre güelfos y gibelinos, entre los que apoyaban el poder secular del papado y los partidarios del emperador del Sacro Imperio, entre quienes defienden el papel de los eclesiásticos en política y los que defienden la separación entre las iglesias y los estados. En otro, las condiciones de vida de las gentes de la edad media y el papel de las abadías en el desarrollo cultural y económico, los movimientos de regeneración de la iglesia, las discusiones sobre las riquezas materiales de los eclesiásticos. Más maduro, por las metáforas y los símbolos que se esconden en las líneas en las que Eco desarrolla su historia. Nunca me gustó la película, tan apreciada por el público. Empobrece enormemente el contenido del libro.

Hoy me parece que la novela se ha puesto tristemente de actualidad. Toda la trama detectivesca del libro gira alrededor de unas misteriosas muertes que se están produciendo en la abadía. Abadía famosa por su magnífica biblioteca, configurada arquitectónicamente como un laberinto, y guardada con celo de cancerbero por los monjes bibliotecarios. Tanto para que otros sabios puedan acceder a muchos de sus tesoros, como para evitar que accedan a aquellos libros considerados como sacrílegos, contrarios a la religión o peligrosos para las almas de los fieles. Preservación del saber y censura simultáneamente. Todas las muertes parecen asociadas a un libro. Un libro misterioso que finalmente se desvelará como el segundo tomo, pérdido para siempre, de la Poética de Aristóteles. Una segunda parte de una obra que trata sobre la comedia, sobre la risa. Algo intolerable para el asesino, ese ciego español (cuanto simbolismo hay en este libro), ese Jorge de Burgos, para quien todo aquel que lea este libro, para todo aquel que incite a la comedia, a la risa, a la parodia, como forma de expresión merece la muerte. Para quien dios nunca rio.

La religión islámica, muy avanzada y culta durante la edad media, se extendió desde la península arábiga por todo el norte de África y por buena parte de Asia, entre pueblos muy diversos. Hoy, los problemas de descolonización, el petróleo, la pobreza y otros conflictos tradicionales, es fuente de numerosos grupos extremistas partidarios de la violencia. Mezquita Nueva de Estambul.

La religión islámica, muy avanzada y culta durante la edad media, se extendió desde la península arábiga por todo el norte de África y por buena parte de Asia, entre pueblos muy diversos. Hoy, los problemas de descolonización, el petróleo, la pobreza y otros conflictos tradicionales, son el caldo de cultivo de numerosos grupos extremistas partidarios de la violencia. Mezquita Nueva de Estambul.

Era 1327 cuando sucedieron los hechos narrados. En aquellos momentos Europa se sacudía de encima como podía, con no poca incoherencia y mucha pobreza, irracionalidad y sangre, la caída de la civilización clásica que asoló sus ciudades y su cultura, y se acercaba al renacimiento. Guillermo de Baskerville representa el pensamiento racional y protocientífico de Guillermo de Ockam. Y los acontecimientos politicos que acontecen en la abadía son precursores de los cambios que la era moderna traerá al subcontinente europeo. En aquellos momentos, fuente de ilustración, conocimiento y ciencia era el islam, que había heredado de forma más fiel muchos de los conocimientos que los clásicos nos legaron. Casi setecientos años después, la civilización occidental producto de la evolución de aquella Europa medieval se ha impuesto de una forma u otra en todo el globo, a pesar de que lleva al menos 100 años en crisis, los 100 años que datan desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial. La cultura islámica, por el contrario, sufrió una crisis mucho más profunda y duradera que le ha llevado a retroceder a cotas de incultura, fundamentalismo y violencia muy graves.

En cualquier caso, tanto entonces como ahora, independientemente del credo que profesen, en ningún momento han faltado los fundamentalismos religiosos que no quieren que el ser humano ría. Ría y sea feliz. Ría y se comunique sin acritud. Que la ironía, la parodia, la caricatura sean las armas en las que se debatan las ideas y no los venenos, las bombas o los fusiles de asalto. Estos son días tristes. Pero a pesar de todos tenemos que recuperar la risa y la sonrisa. Porque si no, esos fundamentalismos religiosos, sea sacerdotes, imanes, ayatolás, popes, pastores, lamas o quien sea, serán los que irán ganando. y eso no lo podemos permitir.

Los judío han tenido que sufrir durante siglos la discriminación y la persecución por parte de sus vecinos, cristianos o musulmanes, desde que perdieron su tierra en sus revueltas contra Roma. El peor momento sin duda fue el antisemitismo alemán bajo la dirección de los nazis. Hoy en día, con un estado propio, lejos de haber aprendido los problemas de la intolerancia religiosa, aplican políticas de discriminación contra otros grupos religiosos y tienen políticas violentas y expansionistas a costa de grupos étnicos y religiosos que consideran inferiores ante los ojos de sus dios.

Los judío han tenido que sufrir durante siglos la discriminación y la persecución por parte de sus vecinos, cristianos o musulmanes, desde que perdieron su tierra en sus revueltas contra Roma. El peor momento sin duda fue el antisemitismo alemán bajo la dirección de los nazis. Hoy en día, con un estado propio, lejos de haber aprendido los problemas de la intolerancia religiosa, aplican políticas de discriminación contra otros grupos religiosos y tienen políticas violentas y expansionistas a costa de grupos étnicos y religiosos que consideran inferiores ante los ojos de sus dios. Judíos ortodoxos en las calles de Cracovia.