Левиафан (Léviafan) (2014); vista el 5 de enero de 2015.
Como es costumbre en mí, conservo el título original de la película cuando la he visto en versión original subtitulada. Como el título está en ruso, con caracteres cirílicos. Incluyo la transcripción a caracteres latinos más adecuada para representar la pronunciación del título a un hispanoparlante. En el resto del artículo, los nombres propios rusos los he escrito como los he encontrado, que suele corresponder con la transcripción dentro del idioma inglés, ya que no siempre he encontrado la adecuada en castellano. La forma «leviathan» no es un forma adecuada de transcripción en castellano. La película se ha dado en llamar traducida al castellano como Leviatán.
Muy bien recomendada venía esta película rusa dirigida por Andrey Zvyagintsev, que viene recolectando éxitos en distintos festivales y opta al «eunuco dorado» como película de habla no inglesa. Hace mucho tiempo que no veía una película procedente de la Federación Rusa, especialmente de realización reciente, y no sabía muy bien lo que me iba a encontrar.

He empezado a revisar las fotos del año 2014 de cara a elaborar el libro o libros de fotos del año (viajes excluidos).
En esta película nos cuentan cómo Kolia (Aleksey Serebryakov), un hombre que con su mujer, Lilia (Elena Lyadova) y su hijo (Sergey Pokhodaev) vive en las frías regiones de la península de Kola, a orillas del mar de Barents, se dispone a pelear con la ayuda de abogado amigo suyo que viene de Moscú, Dimitri (Vladimir Vdovichenkov), contra las pretensiones del alcalde del lugar (Roman Madyanov) de expropiarle su casa y sus terrenos. El motivo de la expropiación son la instalación de una central de comunicaciones para la población, pero Kolia sospecha que dada la privilegiada situación de su casa, el alcalde, corrupto, quiere usarlo en beneficio propio. Pero la lucha va a ser muy difícil; son muchos los intereses generales y particulares que se le pondrán en contra.
El Leviatán es un monstruo legendario que aparece en la biblia judía, y por tanto en algunos libros del antiguo testamento cristiano, que representa al mal más esencial. No siempre adopta la misma forma, pero hay quien asimila la ballena o el gran pez que se traga a Job como una representación de este monstruo. No hace falta que avance mucho la película para darnos cuenta que Kolia es un moderno Job, que como al de la leyenda judía se le echa encima toda la maldad que en estos momentos se pueda concebir en un país esencialmente corrupto como es Rusia, y que por su rechazo a doblar la rodilla puede acabar perdiéndolo todo. Hasta que punto esto va a ser así, lo dejo al que quiera ver la película. Por lo tanto, la película es una durísima crítica a la sociedad rusa actual, que no deja títere con cabeza. Ni a los políticos, actuales o tan pretéritos como queramos considerar, ni a la administración de justicia, ni a la policía, ni a la iglesia ortodoxa, ni a los propios rusos en general. Una sociedad en la que reina el sálvese quien pueda, el alcoholismo, una violencia latente que en cualquier momento puede hacerse evidente, el machismo, no poca desesperanza. Cuanto más en un lugar tan inhóspito como las regiones árticas que aúnan en un mismo paisaje una impresionante y austera belleza y un sentimiento de desolación agobiante.
Todo ello se pone de manifiesto de forma casi magistral en la película. Con un guion sistemático, sin resquicios, que avanza lenta pero inexorablemente, y que trata al espectador como persona inteligente. Nada se explica todo se muestra; a veces se insinúa. En ocasiones lo que no se muestra es suficiente para expresar mucho, y utilizando el tópico oxímoron, hay silencios atronadores en su mensaje. La realización me parece heredera de la escuela rusa que viene incluso de la época soviética. Mucho simbolismo, pocas palabras, planos largos y mantenidos, con detalles que nunca son superfluos. El uso de la metáfora visual es constante, y los diálogos no tienen desperdicio, especialmente los aparentemente más inocentes. Todo muy alejado de la verborrea sonora y visual de buena parte de las producciones que vienen del imperio occidental al otro lado del charco.
No sólo la realización es más que notable; las interpretaciones son también de primer orden. Todos los intérpretes, desde los protagonistas hasta los secundarios realizan una convincente representación de los personajes que les son asignados. Destacan por supuesto los dos grandes antagonistas, Serebryakov como Kolia y Madyanov como el alcalde. También merece un mención destacada la sufrida interpretación de Lyadova como esposa del protagonista, una mujer todavía joven, atractiva, pero en la que se percibe el cansancio de la dura vida en las regiones árticas y el miedo a perder su hogar, un hogar acogedor mantenido con esfuerzo, y que además tiene que luchar con el carácter del marido, que la quiere, y con el rechazo del hijo, que lo es de una esposa previa y difunta.
En mi opinión, una de las mejores películas que he visto en los últimos años. Y si hasta hace poco pensaba que Ida era una opción clarísima para el óscar a la película de lengua extranjera, creo que esta tiene más méritos por su valentía, por su complejidad conceptual, por su excelente puesta en escena y por el conjunto de sus interpretaciones, más variadas y ricas que las también excelentes de la película polaca. Mi recomendación es que vayáis a verla si tenéis ocasión.El final te deja absolutamente anonadado. Descubrir para qué quería realmente los terrenos el alcalde es demoledor. Y esta mezcla de historia de amor y tragedia es de un nivel que se ve poco últimamente. Por cierto, después de verla me sorprende que al principio del filme se mencione que está realizada con la ayuda ministerial rusa… ¿No se leyeron el guion? Como buenos miembros de una burocracia corrupta ¿no lo entendieron? Porque también Putin recibe lo suyo.
Y sobretodo, da mucho miedo. Estamos en un país donde los casos de corrupción cada vez surgen con más frecuencia. Una deriva hacia una situación como la que aquí se nos describe sería absolutamente terrible. Más vale que nos espabilemos los españolitos…
Valoración
- Dirección: *****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: *****