[Cine] Whiplash (2014)

Cine

Whiplash (2014); vista el lunes 19 de enero de 2015.

Por supuesto, la película la vimos en versión original subtitulada en castellano. Pero en este caso tanto la versión original como la doblada tienen el mismo título. Bien sea heredado del tema compuesto por Hank Levy, bien sea por los «latigazos» que se dan en el filme. Y mucho revuelo y entusiasmo ha levantado esta segunda película del joven director Damien Chazelle, cuyo primer filme no he tenido ocasión de ver, también alrededor de la música de jazz. Veremos qué ha dado de sí. La historia no es nueva ni original. Un joven aprendiz, en este caso un joven batería que cursa su primer año en un prestigioso conservatorio de música neoyorquino, y que tiene como modelo a algunos de los más intensos baterías de la historia del jazz. El joven Andrew (Miles Teller) vive para su instrumento y sus estudios. No tiene muchos amigos y aspira a lo más alto. En el se fija el duro profesor Fletcher (J.K. Simmons), que dirige la «big band» más prestigiosa del conservatorio, que lleva una larga trayectoria de premios. Pero no es fácil entrar y menos permanecer en ella. Fletcher es duro, inmisericorde. Promueve la competencia despiadada entre los alumnos. Busca sus puntos débiles para comerles la moral. Ambos personajes, alumno y profesor no tardarán entrar en confluencia y en conflicto al mismo tiempo.

Por lo que se ve, las mejores escuelas o conservatorios de música están en Nueva York. Y de casi cualquier arte, si hacemos caso al mundo del cine.

Por lo que se ve, las mejores escuelas o conservatorios de música están en Nueva York. Y de casi cualquier arte, si hacemos caso al mundo del cine.

La película ha causado impacto y muy altas valoraciones tanto en la crítica como en el público. Con un ritmo magnífico, una historia contada de diversas formas, ya digo que no es excesivamente original, se convierte sin embargo en una experiencia novedosa. Austera en determinados momentos en palabras, aunque siempre rica en imágenes, llega a sus más altas cuotas en los enfrentamientos entre ambos personajes, favorecida además por una realización técnicamente impecable en la que destaca especialmente el magistral montaje, especialmente complejo cuando ha de seguir las ejecuciones de batería. Por supuesto, el amante del jazz disfrutará escuchando las interpretaciones musicales, y más que la del Whiplash que da título a la película, del Caravan de Juan Tizol y Duke Ellington que supone el momento culminante del filme. Por supuesto, ambas son elegidas por su dificultad para el intérprete de batería, Whiplash por su complejo compás de 7/4, y Caravan por el endiablado ritmo que lleva el arreglo elegido para la película. Pero donde más expectación a levantado el filme es en las interpretaciones, especialmente la de Simmons, que compone un personaje intenso, arrollador, con una expresividad tremenda, con una fortaleza que se come todo lo que se le pone por delante. Un trabajo actoral superlativo bien acompañado por el joven Teller y los secundarios del filme.

Por consiguiente, no tenía otra opción que ilustrar esta entrada con algunos paisajes neoyorquinos.

Por consiguiente, no tenía otra opción que ilustrar esta entrada con algunos paisajes neoyorquinos.

La película no ha carecido de críticas negativas, sin embargo. Especialmente desde el mundo del jazz. La revista especializada Downbeat se queja amargamente de la falta de realismo que ofrece la película sobre en qué consiste la formación en esta disciplina musical en los modernos conservatorios de música. Es algo que intuyo en las escenas en que vemos al joven Andrew ensayar. Mucho sudor, mucha sangre, mucha intensidad,… pero carencia absoluta de metrónomos que le indiquen si realmente va rápido o se retrasa con respecto al tempo marcado. Resulta espectacularmente dramático, pero con un punto de absurdo. Hay cosas que fallan en el paralelismo planteado entre la supuesta anécdota entre Jo Jones y Charlie Parker, que se supone hizo que este se convirtiera en el genio que fue, y la historia que se nos cuenta en la película. Si no consideramos estas inexactitudes, poco creíbles dentro del mundo del jazz actual real, la película resulta intensa, dramática, y, como ya he dicho, excelentemente interpretada. No es de extrañar que haya recibido tantas alabanzas. Pero desde mi punto de vista, estas inexactitudes que desconozco al igual que Downbeat si se deben a la ignorancia del director o a su deseo de ampliar la atracción y el interés del público a costa de la verosimilitud, le quitan algún puntito en la nota global. De la que por otra parte es una película bastante recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****
Y qué mejor que un anochecer en Manhattan como se ve desde la isla de Roosevelt. Bonito, ¿verdad?

Y qué mejor que un anochecer en Manhattan como se ve desde la isla de Roosevelt. Bonito, ¿verdad?