Quedé muy contento hace un par de meses con el libro en el que el británico Will Gompertz nos introducía en el mundo del arte moderno y contemporáneo, en un recorrido desde los impresionistas a nuestros días, una red de influencias que el equipara a una red de metropolitano con un mapa que recuerda al del «tubo» de Londres. En otoño de 2015 apareció publicado en español otro título de este experto en arte, que ha trabajado para la Tate y que ahora lo hace para la BBC.
Piensa como un artista
Will Gompertz; traducción de Miguel Marqués
Taurus, noviembre de 2015
Edición de árboles muertos

El domingo pasé con mi sobrino Diego, de siete años por el IAACC Pablo Serrano, el modesto centro de arte contemporáneo que tenemos en Zaragoza.
En este libro, Gompertz desgrana en 9 capítulos las características esenciales del pensamiento de los artistas, que de alguna forma pueden extenderse a aquellas personas que desarrollan un trabajo realmente creativo. Emprendedores, perseverantes hasta el éxito, curiosos, «ladrones» de ideas, escépticos, con visión de conjunto pero sin perder de vista los detalles, con un punto de vista propio, valerosos, reflexivos… son las características que ilustra con ejemplos reales de la historia del arte. Y que nos llevan a los dos últimos capítulos del libro que sirven al autor para hacer dos grandes propuestas,… que yo soy escéptico sobre su inmediata puesta en marcha. Por lo menos en el país en el que vivo.

Diego es muy jovencito todavía para interesarse por estas cosas, y de hecho fuimos a ver si podíamos subir a la terraza… que no pudimos. Pero no viene mal que le vayan sonando cosas o que se acostumbre a ver cosas.
Toda escuela debiera funcionar como una buena escuela de arte, menos preocupada por el aprendizaje de hechos concretos y más interesada en fomentar el pensamiento crítico y analítico, y en permitir que el alumno desarrolle su propio aprendizaje sobre sus propios interesas. Esa es la primera. Notable verdad,… especialmente para un país como España donde cada cuatro años el gobierno de turno cambia la ley de educación con el fin de introducir los mecanismos para el control del pensamiento y de las conciencias de acuerdo con su agenda ideológica. La segunda es que toda empresa, toda oficina debería funcionar como un gabinete de artistas, con profesionales independientes que cada cual aporta el resultado de su creatividad, y sin el sometimiento a los miedos e inseguridades de aquellos a los que el destino, más que los méritos, les ha llevado a ser propietarios o jefes. Sí. También hay ganas de cambios de este nivel… «especialmente» en la administración pública donde yo trabajo,…
Como en mi anterior experiencia con este autor, el libro es muy ameno. Y de alguna forma funciona como los libros de «autoayuda», «superación» o «inspiración» para la vida de cada cual. Pero con un nivel literario y un interés de los ejemplos tratados infinitamente superior a cualquier cosa de lo poco que he leído en dicho género. Y por supuesto, aporta cultura sobre el mundo del arte, que nunca viene mal. Quizá no tan brillante como el ¿Qué estas mirando?, pero muy interesante, sin duda.

En cualquier caso, nuestra principal discusión es sobre si este tipo en esta playa es Darth Vader o Luke Skywalker con capucha… cosa que no sé si le haría gracia al autor del cuadro. A ver si vuelvo un día de estos y me entero mejor de lo que hay expuesto.