Pieces of a woman (2020; 03/20210117)
La actriz británica Vanessa Kirby está de moda. Una actriz que procede fundamentalmente del mundo de teatro, pero que en los últimos años se ha ido infiltrando en las producciones de televisión y para la gran pantalla. Tiene talento y tiene presencia. El papel que más vuelo le ha proporcionado es su princesa Margarita en The Crown, donde se convertía en una auténtica roba escenas, y que le llevó a ganar algún premio que otro. Ahora sólo necesita el papel que le dé el prestigio en la gran pantalla. Y creo que muchos han pensado que el que realiza en esta película dirigida por el húngaro Kornél Mundruczó, rodada en Canadá, aunque la acción se desarrolle teóricamente en Boston, es ese papel. Algunos hablan incluso de su candidatura al Oscar. Aunque todavía no está claro cuál va a ser la repercusión de una película estrenada en la mayor parte del mundo en la plataforma de Netflix, y sobre la que hay opiniones diversas.

La película tiene un acto inicial de gran fuerza e impacto. Una joven pareja va a tener su primer hija. Él, Sean (Shia LaBeouf), es lo que en inglés se llama un blue collar, un empleado en una empresa de construcción, no bien aceptado por la madre de su compañera (Ellen Burstyn), superviviente del holocausto judío. Ella, Martha (Kirby), es una white collar, con mayor nivel cultural tiene un empleo de más nivel o mejor consideración social. Han decidido tener el parto en casa, pero la matrona en la que confiaban tiene otro parto al mismo tiempo y manda una sustituta, Eva (Molly Parker). Aunque la niña nace aparentemente bien, minutos después del parto, muere. El resto de la película nos narrará cómo el duelo afectará a cada uno de ellos y cómo afrontarán de forma muy diferente las consecuencias del mismo.
La película es muy académica en su concepción y su realización, confiando en el buen trabajo de los intérpretes, que están todos a gran nivel. Pero tiene un problema que vimos no hace mucho en otra película que también prometía mucho. Tiene un comienzo tan potente, que luego la historia pierde mucha fuerza y asistimos a una representación del duelo que, por bien interpretada que esté, nos parece rutinaria, y que no aporta nada realmente nuevo. No he podido dejar de compararla con otra película sobre el duelo, excelente desde muchos puntos de vista, que sabía llevarnos de la mano del duelo de su protagonista por su hijo muerto hasta un culmen importante que permite el principio de la cicatrización de la heridas que deja. Por lo tanto, esta película lo tenía complicado para funcionar como una gran película. Por otra parte, la otra línea dramática que queda en un segundo plano, aunque el tramo final de la película se centre en ella, la cuestión sobre la responsabilidad de la matrona, queda desdibujada y tratada con trazos muy esquemáticos.

Entendámonos. No es una mala película. En absoluto. Podemos considerarla incluso como recomendable, especialmente para los abonados de la plataforma. Está bien hecha, muy bien interpretada… pero no es extraordinaria. Y quizá eso puede lastrar el recuerdo que la interpretación de Kirby, por donde empezaba este comentario, deje en nuestras memorias. Por cierto que el resto del reparto también está igualmente a buen nivel.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ***
