Malcolm & Marie (2021; 12/20210213)
Había expectación con el estreno de esta película en Netflix. Los principales implicados están de moda o son valores al alza. El director, Sam Levinson, y su protagonista femenina, Zendaya, trabajan juntos en una de las series de moda, como creador y protagonista de la misma, aunque sea en una plataforma rival, habiendo recibido algún que otro premio, especialmente para la actriz, muy apreciada por su trabajo. Su protagonista masculino, John David Washington, también protagonizó una de las películas que más expectativas despertó el año pasado. Una de las pocas que se atrevió a estrenar en la ventana veraniega en la que la pandemia pareció remitir en agresividad.

La película tiene sabor teatral, aunque es un guion original para el cine. Dos únicos personajes, los dos protagonistas, que llegan al final de la noche a su casa, único escenario, aunque es un casa de nivel que ofrece muchos escenarios… salón, jardín, baño, dormitorio… Y un diálogo que comienza de forma banal, con la alegría de él, un director de cine que viene del estreno exclusivo de su película más personal con éxito de los asistentes y, probablemente, de la crítica. Ella llega apática. Simplemente se pone a hacer una cena. Unos macarrones con queso, esa marranada prefabricada que comen los países de cultura anglosajona, y que nada tiene que ver realmente con la honorable pastasciutta italiana. Hasta que empiezan a discutir por un quítame de ahí unas «gracias»… en un diálogo en el que se tratan una serie de temas sobre las relaciones, sobre la droga, sobre el cine, sobre la crítica, sobre el racismo, sobre la pareja…
Rodada en blanco y negro, con película tradicional, la Double-X 5222 de Kodak, con un buen trabajo del director de fotografía húngaro Marcell Rév, que también trabaja en Euphoria, un tipo muy competente, y con una banda sonora interesante que alterna géneros, la película tiene una innegable ambición de trascendencia, de trabajo personal, casi de cine de arte y ensayo… que hace que a ratos caiga en el tópico, en caminos trillados, en discursos previsibles, y que de alguna forma compense a la baja el excelente trabajo actoral, quedándose al final en una película que… ni mucho ni poco, sino todo lo contrario.
Si estás suscrito a Netflix, le puedes dar una oportunidad. La película está bien, lo que pasa es que había levantado muchas expectativas. Y la satisfacción es función de las expectativas cumplidas sobre las expectativas depositadas en algo. Por eso quedé un tanto insatisfecho, un tanto vacío. Pero siendo justos, no está mal. La verdad es que como estoy todavía con «la resaca» de la última película del ciclo de Wong Kar-wai, tan estupenda, de la que os hablaré en unos días,… se queda un poco meh… Y también en aquella se habla de las relaciones…
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ***