[Recomendaciones fotográficas] De Sander a PhotoEspaña 2022

Fotografía

Sinceramente, tal y como veo el verano, dudo que este año me pase por Madrid para visitar las exposiciones de PhotoEspaña 2022 en su «nosecuantos» aniversario. Sale muy caro el viaje en tren de alta velocidad, hace un calor horrible, y tengo otros planes en los que dedicar el tiempo y el dinero. De hecho… por algún motivo… incluso desde la comodidad de mi casa y mi ordenador, últimamente me cuesta más encontrar temas fotográficos motivantes. Estoy en una especie de crisis creativa que las elevadas temperaturas, y la pereza que producen para salir de casa con una cámara, no hacen más que empeorar. Aunque ayer, como el fin de semana pasado, salí a caminar al amanecer, con una temperatura razonable, y me dio para hacer algunas fotos, que os muestro aquí. En cualquier caso, algunas recomendaciones fotográficas he acumulado en los últimos días.

En Blind nos hablaban recientemente de la obra de August Sander. Sander fue un fotógrafo alemán, asentado en Colonia, con éxito y reconocimiento profesional en su época, fue sobre todo un retratista con estudio, pero que brilló cuando se dedicó sistemáticamente a realizar retratos de personas de todos los estamentos sociales y profesionales de la sociedad alemana de la época. Los retratos son técnicamente irreprochables. Pero en contenido y planteamiento, conceptualmente, son mejores todavía. Una obra que sitúa a Sander como uno de los grandes de la historia de la fotografía. Uno de los más destacados ejemplo de la Nueva Objetividad alemana. No fue adepto al régimen nazi. Y el régimen nazi lo miró con malos ojos. Retrataba a todo el mundo, daba igual su origen étnico, con la misma mezcla de objetividad y empatía. Su hijo fue prisionero político, y su última obra de su proyecto de retratos de las gentes del siglo XX fue la máscara mortuoria de su hijo, fallecido en prisión en 1944. Prácticamente no ejerció la fotografía después.

Seguimos en Alemania. ASX American Suburb X nos traslada a los años 1979-1985, cuando el fotógrafo Ulrich Wüst realizó una serie de paisajes urbanos en la entonces República Democrática Alemana. Paisajes urbanos en los que las ciudades parecen prácticamente desprovistas de presencia humana, sólo aquí y allí se ve la pequeña figura de una persona perdida en los ordenados paisajes en los que se mezclan las arquitecturas tradicionales de las ciudades alemanas con el hormigón de la arquitectura del realismo socialista. Técnicamente impecables, nos llevan a ciudades deshumanizadas, a sensación de alienación, a despersonalización del lugar donde viven las personas. No conocía al fotógrafo y sus paisajes urbanos me han atraído poderosamente.

En PAC Plataforma de Arte Contemporáneo nos hablan del trabajo Armonía de la fotógrafa Ana Palacios. En PAC y en muchos otros sitios han hablado en los últimos tiempos de sus exposiciones en PHotoEspaña 2022. Esta es una fotógrafa de «aquí», de Zaragoza, pero que como tantas otras personas que destacan en sus campos profesionales, artísticos o lo que sea, se ha desarrollado como fotógrafa «allí», es decir, fuera de Zaragoza. En cualquier caso, yo la conocí, literalmente, en el año 2016 cuando presentó su exposición Albino en el Paraninfo de Zaragoza, donde pudimos disfrutar de una visita guiada por la propia fotógrafa, en la que demostró su simpatía, cercanía, empatía con sus motivos y compromiso social. Como he ido siguiendo su trayectoria en los últimos años, me alegro que cada vez esté siendo más reconocida y valorada, en este país tan cainita, en el que se suele machacar el clavo que sobresale.

Desde que comenzó la absurda guerra en Ucrania, absurda por ser guerra no por ser en Ucrania, son frecuentes los artículos sobre fotógrafos o fotografías de el país agredido por el imperialismo fascista ruso. Y muchos son de obra realizada al vuelo en los últimos meses, reportajes que intentan, unos con más éxito que otros, mostrar la realidad de esa estúpida guerra. Pero en Booooooom nos han traído la obra de una fotógrafa ucraniana, Lisa Brukreyeva, sobre la visión que tiene de su propio país fuera de la guerra. Nos dicen que comenzó a fotografiar en 2019, hace sólo tres años. Y se centra en lo documental, en el reportaje. Pero su visión me parece mucho más madura, ya que en muchas de sus fotografías conecta la actualidad del país con su historia reciente, del último siglo. Me ha gustado su enfoque y su estética.

Los chinos sacan pecho cuando hablan de su gestión de la pandemia. A pesar de ser responsables de un intolerable rechazo en el reconocimiento del problema y de la emergencia que se estaba desarrollando en su propio país. Y como son una dictadura y no tienen que responder ante nada y ante nadie, presumen de su política de cero casos, con impresionantes confinamientos como los dos meses en los que recientemente Shangái estuvo con sus habitantes encerrados férreamente en su casa. En Photography of China nos han mostrado las calles vacías de la populosa ciudad china entre marzo y abril de este año vistas por el ingle´s Anthony Reed. No nos olvidemos nunca que no sabemos lo que realmente pasa en el país, por el control de su régimen de la información, los medios y la propaganda. Así que… mucha prudencia en las valoraciones sobre un régimen que no debería existir.