El domingo pasado se organizó por parte de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) un paseo de descubierta del soto de Ranillas y algunas otras zonas verdes del Parque del Agua de Zaragoza. Fue una mañana veraniega, de calor; aunque dentro de los bosques de ribera, esa es la definición de la palabra «soto», también se les conoce como bosques de galería, la temperatura era más llevadera.
En este paseo, pudimos fotografiar animales. Algunos muy móviles y difíciles de pillar, que precisaban el uso de un teleobjetivo, y otros más tranquilos, más fáciles de «cazar».
También las flores y plantas tuvieron su momento, dando buen uso del macroobjetivo.
Por supuesto, uno de los objetivos principales era familiarizarse con el soto. Con su estructura interna, siempre algo caótica, con árboles caídos aquí y allá, y con las balconadas que permiten de vez en cuando asomarse al río.
Allí tuvimos la ocasión de conocer algunas plantas y hongos del bosque, como el laurel y los hongos xilófagos y hongos yesqueros… y hablando de yescas, cuidado con el fuego cuando se pasea por un bosque.
Finalmente, nos refrescamos con unas cervezas y allí nos alcanzó el bueno de José Miguel, alias «Masjota»,… y ese domingo por la tarde orgulloso «Vive la France!!!» por la cosa futbolística, que me prestó su 100-400 mm para probarlo con mi Lumix G9, y poder comprobar que a una distancia focal de 400 mm, el equivalente a un 800 mm en el llamado «formato completo», es posible sacar una foto nítida a 1/15 segundo sin necesidad de trípode.