El tranvía ha llegado… para quedarse, espero

Política y sociedad

Es cosa curiosa. En Zaragoza, los tranvías se quitaron en los años 70, cuando empezaba a haber motivos objetivos para que no desapareciesen. Y fue la última ciudad de la que desaparecieron, dejando aparte los residuos dedicados a un uso turísticos. Es cierto que necesitaban una reforma a fondo para modernizar una red de concepción antigua. Pero fue en aquellos tiempos, cuando ya azotaban las primeras crisis energéticas, y parecía absurdo seguir promocionando los coches particulares y los autobuses, grandes consumidores de combustibles fósiles para la movilidad urbana. Una de las premisas del tardofranquismo era que todo el mundo tenía que tener su cochecito, aunque fuese un zarrio como los 600s, y que los autobuses eran modernos y los tranvías antiguos.

Y así, durante 35 años han reinado los ruidosos, malolientes y poco considerados autobuses en el transporte público de la ciudad. Porque era lo moderno. Y a pesar de que durante estos años, han sido muchas las ciudades europeas de las dimensiones de Zaragoza, que con mayor conciencia de los problemas de movilidad y de contaminación, han ido modificando su política de transporte, dificultando el acceso a los coches privados a los núcleos congestionados de las ciudades y cambiando autobuses por eficientes líneas de tranvías.

Parada del tranvía, línea B

Estrasburgo es una de las ciudades de dimensiones parecidas a Zaragoza, que hace uso intensivo del tranvía para resolver sus problemas de movilidad y contaminación - Panasonic Lumix LX3

Pero el tranvía ha vuelto a la ciudad. Llevaba unas cuantas semanas con alguna unidad aislada en pruebas. Pero desde finales de la semana pasada, son varias las unidades que circulan a intervalos periódicos, sin pasajeros todavía, integrándose en el paisaje urbano. Es la mitad de la primera línea. De las varias que debería haber. Y desgraciadamente lo hace con el escepticismo de la ciudadanía. Que como consecuencia de la implantación de este transporte público, rápido y más limpio, se dificulte el tránsito de vehículos particulares se ve como un problema y no como parte de la solución. El franquismo dejó excesivos implantes mentales en las duras molleras de los españoles como para aceptar cambios en los dogmas que impuso. Nadie quiere renunciar a su vehículo privado. Aunque sea caro, molesto, contaminante,…

El tranvía pasa

La novedad hace que los viandantes vuelvan la cara al paso de los nuevos y modernos vehículos - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited

Se han expuesto todo tipo de cuestiones. Afecciones al comercio, seguridad de los niños, prolongación de los tiempos de transito… Da igual que haya suficientes experiencias en toda Europa que demuestren que a medio y largo plazo todas estas cuestiones mejores. La resistencia al cambio es importante. Pero espero que el tiempo demuestre los beneficios de la «nuevo» medio de transporte. Se han puesto en marcha todo tipo de campañas informativas, tanto publicitarias como otras más vistosas como la contratación de grupos de teatro callejero para colaborar en la información especialmente a los más pequeños.

En fin. Yo espero que las cosas vayan bien. Que como ha sucedido en otras ciudades, de muchos países europeos, el tranvía demuestre una vez más sus virtudes como medio de transporte adecuado para determinadas ciudades. Y que las políticas antisociales que se van implantando poco a poco con la excusa de la crisis económica, no corten la financiación a una transición progresiva y necesaria hacia otro modelo de ciudad y de movilidad ciudadana.

Los Tantán

Un grupo de animación callejera, los Tantán, informa de forma divertida a los niños y adultos de las mejoras y las precauciones asociadas al nuevo medio de transporte - Pentas K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited

Mientras, hay otras áreas del transporte ciudadano que necesitan mejorar y pronto. En estos momentos, la situación del transporte para los vecinos de los diversos barrios rurales y poblaciones próximas a la ciudad, y que se espera que algún día constituyan el área metropolitana de Zaragoza, utilizan el transporte por autobús, incluso cuando muchas veces comparten trayectos, en una atomización de servicios y compañías adjudicatarias de estas concesiones de transporte por carretera. Mientras, la línea de cercanías ferroviarias que se instauró hace un tiempo languidece por falta de uso, ante la mala posición para competir con el autobús. Todo ello lleva a mayor congestión de las calles de la ciudad, y más contaminación. ¿Tanto costaría dedicar esos autobuses a servicios de lanzadera con el ferrocarril, de forma que se evitase la congestión y la contaminación en la ciudad? ¿No sería una forma de optimizar los recursos? Claro que para eso hay que planificar y tomar decisiones políticas. Y en estos momentos, no hay que se atreva a hacer eso. Los «mercados» mandan; aunque el planeta vaya al desastre. Cosas.

Esperando a cruzar

Una joven, que se desplaza sobre patines, espera pacientemente el paso de una unidad del nuevo tranvía de Zaragoza; una escena a la que tendremos que acostumbrarnos poco a poco - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited

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