Ayer redacté una entrada extraordinaria para dar mi opinión sobre quién o qué se debería llevar los oscars en 10 categorías. Y comentaba que tenía una cierta esperanza de coincidir en hasta un 30 % con las preferencias de los académicos norteamericanos. Pues bien. Nada. Ni flores. Cero absoluto. No he coincidido en ninguna de las 10 categorías. No sólo eso. Las dos películas a las que yo hubiese entregado más premios se han ido en blanco. Así que me declaro un excluido social en mis gustos cinematográficos. Un paria. Un apestado social. Es lo que hay. Me guste, o no.
Y como además soy muy vengativo y muy malo, voy a desacreditar los premios y los premiados.
The King’s Speech (El discurso del rey) es una película aseadita. Pulcra. Artesanalmente bien hecha. Que basa su éxito en la habilidad británica para recrear épocas y en la reconocida competencia de sus intérpretes. Pero pasará al olvido relativo con facilidad. Una vez disfrutado el ratito de verla por primera vez… pues ya está. A otra cosa mariposa. Esto sólo puede emocionar a las «marujas» enganchadas al ¡Hola! y a las monarquías rancias (que en general lo son todas por definición).
Se va confirmando la teoría de que si un actor o una actriz de prestigio quieren un óscar, y este no llega, lo mejor es interpretar algún tipo de discapacitado físico o psíquico, o algún enfermo mental. En las actrices, también vale salir muy feas aunque sean muy guapas. Así que este año, la pareja de más éxito han sido un tartamudo y una paranoica con alucinaciones.
No objetaré gran cosa a los intérpretes de reparto. Ambos lo hacían bien. Desde luego, si un problema tenía esa película era la sosez de su protagonista, que compensaban todos los demás. Y he de reconocer que mi preferida para esta categoría, realmente estaba fuera de categoría. Pero en realidad mi auténtica preferida para esta categoría ni siquiera era candidata. Una de esas cosas de alucinar que tienen estos premios.
De las películas en lengua no extranjera, sólo había visto Biutiful. Veo que la ganadora es una película danesa. A poco que se acerque a aquella maravilla tanto literaria como cinematográfica que fue Babettes Gaestebud (El festín de Babette), ya me entran ganas de verla.
Se ha comentado por ahí la insistencia de los académicos en dejar sin premio a Roger Deakins (mejor fotografía) y la magnífica Annette Bening. Respecto a la segunda, es un claro desprestigio para los votantes que esta mujer perdiese la estatuilla ante las dos pedorras que los ganaron en los años 2000 y 2005, que ni siquiera me voy a molestar en mencionar aquí. Sin embargo, es cierto que este año, aunque su interpretación es impecable, había otras opciones más sólidas. Sin embargo, creo que lo de Deakins es de juzgado de guardia, porque creo que su iluminación de True Grit (Valor de ley) era lo mejor que había tanto entre los candidatos, como entre los méritos de dicha película. Que la vergüenza caiga sobre los académicos, ya que no han sabido ver (y apreciar) la luz. Supongo que dentro de unos años, al menos para la actriz, alguien propondrá entregarles un premio honorífico, y todos esos idiotas que no les han votado cuando debían se levantarán en pie y aplaudirán a rabiar, como si realmente les importase.
Es posible que el vestuario de ese engendro que es la Alicia de Tim Burton sea meritorio. Pero simplemente por el hecho de estar al servicio de un engendro como ese, ya es cuestionable.
En cuanto a los guiones… lo del guion original… hombre… ya he comentado lo que me parece el Speech ese. En la misma tónica. Pero es que el guion adaptado también considero que son cuestionables las pretendidas virtudes de The Social Network (La red social), un filme que a mí no me acabó de entrar en ningún momento a pesar de su correcta factura general,… vamos… más que convencido de que había cosas mejores donde elegir que la vida del niñato ese, que además está deformada por «motivos dramáticos».
En fin, ya me he desquitado. Vayamos a cosas más positivas. Por cierto, Jennifer Lawrence, mi actriz favorita de este año, está guapísima en las fotos de la alfombra roja. Toda ella de rojo también. En primer plano, o de cuerpo entero. Y es que encima de hacerlo muy bien, está como un queso; incluso cuando hace de adolescente pobre y zarrapastrosa, a la que han dado una paliza.
Sugerencia musical
No la he escuchado. Por lo tanto más que una sugerencia es una invitación a darle una oportunidad. La banda sonora ganadora del óscar ha sido la de The Social Network.