Ha llegado el domingo de la noche de los Óscar. Oficialmente, los 89º de la Academia de las Artes y la Ciencias Cinematográficas (por sus siglas en inglés, AMPAS). Premios y ceremonia que vienen celebrándose de 1929.
Algunas aclaraciones que siempre vienen bien y que surgieron ayer en animada sobremesa, después de haber visto Fences (pendiente de comentario en este Cuaderno de ruta), y mientras disfrutábamos de maki nori, nigiri, sashimi, usuzukuri y otras delicias japonesas.

Ayer estuve fotografiando buena parte de la tarde, aprovechando el buen tiempo. En unas choperas de plantación cerca de Alagón. Y por cierto que tuve ocasión de admirar el paso migratorio de las grullas, si necesidad de ir a Gallocanta donde muchos aficionados a la fotografía de naturaleza se habrán reunido estos días.
Aunque al cine se le denomina el «séptimo arte», no todo lo que se hace en cine es arte. Mucho es entretenimiento y no se realiza con intención artística. Y todo lo que es entretenimiento y gran parte de lo que tiene un intención artística busca un objeto; ganar dinero. Sí, una de las motivaciones de los artistas, y muy importante, es ganar dinero. Lo explica muy bien Will Gompertz en uno de sus libros.
Teniendo en cuenta lo anterior, los premios Óscar son los premios de una industria cuyo objetivo es ganar dinero, bien sea elaborando obras artísticas o mero entretenimiento, usando las técnicas (o artes cuando esta palabra es sinónimo de técnicas) propias de la cinematografía.

Venturosamente, en ocasiones arte y entretenimiento se unen. Probablemente, las candidatas más idóneas al Óscar, premios que como decimos otorga una industria, son aquellas que reúnen ambas cualidades. Y por supuesto, atraen público a las plateas de los cines. Raro será que una película, por muy buena que nos parezca, sea premiada si no ha llevado a la gente a las salas de cine, si no se ha vendido. Surgió en la cena el ejemplo de Blade Runner. Hoy en día se considera un hito en la historia del cine, pero en Estados Unidos, durante su estreno, se vendió mal. Tuvo dos candidaturas, no ganó nada. En el Reino Unido se comportó comercialmente mucho mejor, los británicos tienen criterios ligeramente distintos, y tuvo ocho candidaturas, con tres premios en los BAFTA. ¿Sirve para entender el concepto?
En Estados Unidos, el cine en versión original subtitulada se ve poquísimo. En España, pasa igual, por cierto. Por lo tanto, es difícil que una película de habla no inglesa pueda cumplir los criterios no oficiales anteriores y alzarse a los premios gordos. Tendrá que pelearse por entrar en el quinteto de candidatas al premio a este reducto que abarca a casi todo el mundo, salvo el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda y las películas en inglés que se ruedan en Canadá.

Las películas no se otorgan, al menos en teoría, a las películas, sino a las personas que las hacen. Si ayer veíamos Fences, esta película no es realmente candidata al premio a la mejor película; son sus productores, Scott Rudin, Denzel Washington y Todd Black, los candidatos al premio a la mejor película. Y aquí viene una de las paradojas a la que se enfrenta mucha gente que todavía piensa en los Óscar como un premio artístico. Si el autor de una película es el director, ¿por qué les dan el premio más prestigioso a unos señores o señoras que muchas veces no conocemos de nada? Esto es una industria, señores y señoras, y el premio al mejor producto se lo dan a los que han puesto la inversión. El premio artístico por excelencia es el de mejor director. Salvo en alguna extraña edición discordante, el premio a la mejor película desde el punto de vista artístico es el premio a la mejor dirección. El otro es otra cosa.
Dicho lo cual… haremos un repaso a las categorías más notorias:
Mejor película
Las he visto todas menos dos. No voy a alargar esta entrada con los listados de las categorías, que se pueden consultar en muchos sitios. El premio probablemente se lo lleve La La Land. Pero a mí la película que más me ha impactado fue Manchester by The Sea. Ninguna de las otras me parece suficientemente interesante para ser digna de consideración con algunas como Lion, que incluso me parecen malas. Mención aparte para Arrival (La llegada). El 85-90 % de la película es lo mejor del año. Pero tiene un 10-15 % de «tontás» que la hacen desmerecer. Especialmente al principio del filme.

Mejor director
Me niego a ver películas de Mel Gibson. De los otros cuatro, se puede decir lo mismo que en el apartado anterior. Pero quizá considerando las dos categorías en conjunto, me sentiría contento con La La Land a mejor película y Kenneth Lonergan por Manchester by the Sea al mejor director. Ambas de todas formas se llevan un pelo.
Mejor actor protagonista
No he visto a Andrew Garfield en la película de Gibson, ni a Viggo Mortensen en un filme que no nos atrajo en su momento. De los demás, creo que Casey Afleck es el mejor. Salvo que hay alguno que no ha alcanzado la candidatura que también podría ser, y estoy pensando en Adam Driver, por cierta pequeña maravilla, que podría haber entrado en el noneto de candidatas máximas por encima de varias de ellas sin ningún desdoro. Un candidato fuerte es Denzel Washington, que juega con las bazas del nombre de prestigio veterano, de la actuación intensa y desgarrada (a mí cada vez me gustan más las interpretaciones contenidas) y de lo políticamente correcto, siendo un premio para un afroamericano. Pero yo prefiero a Afleck.

Mejor actriz protagonista
No he visto a Meryl Streep por una película que no nos interesó. Probablemente le den el Óscar a Emma Stone, y no me parecerá mal, es una actriz buena, muy completa y lo hace muy muy bien. Pero la interpretación que más me impresión en una categoría que en los últimos años está muy muy reñida para el deleite de toso, es Ruth Negga. Muy encantado si les diera un aire y la eligieran. Si alguien me dijera que sería la cuota de lo políticamente correcto, le daría en los morros y le diría «Calla y entérate de qué va el cine». Pero además he decir que me parece escandalosa la ausencia de Amy Adams en esta categoría, siendo como es de lo mejor en Arrival.
Mejor actor de reparto
No he visto a Jeff Bridges por una película que falló en atraernos a las salas de cine. Del resto hay dos que destacan mucho sobre los otros dos. Mi favorito Mahershala Ali que hace un papelón en Moonlight que sabe a poco. Pero Michael Shannon por la adaptación cinematográfica de Nocturnal Animals (Animales Nocturnos), me parecería un justo premio también. Esta película estaba bastante bien, pero le faltaba algo de intensidad para haber optado a más premios.

Mejor actriz de reparto
He visto todas las películas. No me parece justo que Viola Davis, que lo hace muy muy muy bien, esté en esta categoría, ya que su papel en Fences es claramente protagonista. Me parece cobardía que no esté en su la categoría que le corresponde… pero esto es una industria, y hay intereses superiores como hemos dicho. Opiné lo mismo sobre Rooney Mara el año pasado en su papel por Carol, y mira que me gustó cómo lo hizo la actriz, y mira que mal trato dio la academia a una película excelente. Dicho lo cual, el par de escenas significativas que interpreta Michelle Wiliams en Manchester by The Sea, especialmente la del lunch, la hacen merecedora de este premio, aunque si se lo concediesen a Naomie Harris por Moonlight me parecería también muy bien.
Mejor guion original
Me sorprende ver por aquí a The Lobster (La langosta), y al mismo tiempo digo que realmente me parece el guion más original de todos las películas que he visto en esta categoría. A por ella, Yorgos Lanthimos y Efthymis Filippou… que no se ganarán.

Mejor guion adaptado
Me cuesta valorar siempre valorar esta categoría porque pocas veces he leído el material original. Pero puestos a elegir, en este caso las he visto todas, preferiría que el premio se lo llevasen Barry Jenkins y Tarell Alvin McCraney por Moonlight.
Mejor película de animación
Sólo he visto dos de las cinco películas y quizá por ello debiera abstenerme de comentar. Pero es que La tortue rouge (La tortuga roja), dirigida por Michael Dudok de Wit me pareció absolutamente encantadora. Pero supongo que otras con mayor tirón en taquilla se llevarán la estatuilla del eunuco dorado.

No entraré en la mejor película de habla no inglesa, porque sólo he visto una de las candidatas, que no acabó de cuajarme, y he visto algunas que no son candidatas que estaba muy bien… Tampoco entraré en las categorías documentales y en cortometrajes, que no he podido ver. Ni en las categorías técnicas, porque es un rollo. Salvo una, la de
Mejor fotografía
Como he dicho en otras ocasiones, el nivel actual de la cinematografía es tal que no hay película más iluminada y fotografiada. Me conformaría con cualquiera de ellas, quizá salvo Greig Fraser por Lion, que curiosamente ganó el premio del gremio de directores de fotografía americano. Pero a mi me parece muy postalera. Creo que mi preferencia se inclina ligeramente por Bradford Young por Arrival, que por Linus Sandgren de la favorita La La Land.
Como veis, mis premios estarían muy repartidos. Es cierto que con las categorías técnicas y musicales, la ganadora de la noche sería La La Land. Pero considero que la calidad ha estado mucho más repartida este año de lo que nos quieren hacer creer las predicciones que habla de doce Óscar para el musical. Me parecería excesiva. Una película que me gustó mucho, pero que a la larga está dejando menos poso en mi recuerdo de lo que creía que iba a suceder. En cualquier caso, mañana a estas horas sabremos qué han opinado los académicos de Hollywood. Suelo coincidir poco, no obstante.
Salud y mucho cine.
