[Cine] El cine y lo «políticamente correcto»

Cine

Este año no nos hemos preocupado en absoluto por los Oscar. Quien bucee en los años anteriores de este Cuaderno de ruta, verá que le he dedicado un tiempo cada año ha hablar de mis favoritas y de quien me gustaría que ganase, que pocas veces coincide con los ganadores finales.

Pero este año, hubo una película que partía con muchos números para ser muy premiada. Y tras verla, nos gustó sólo a medias, dijimos, ¡que le den! a la temporada de premios yanqui. O de cualquier lado.

Creo que unas cuantos fotografías en blanco y negro darán un idea de por donde iban mis preferencias en la cosa esta de los Oscar.

Pero tras la entrega de los Goya y los Oscar, se ha puesto de manifiesto un fenómeno que no es nuevo, pero que en esta ocasión te asalta el corazón de forma inquietante. Las dos películas son, fundamentalmente, películas «políticamente correctas» y de «buen rollo». No molestan a nadie, mucho pensamiento positivo, y critican situaciones más o menos injustas, pero sin hacer mucha sangre.

La película española ganadora del Goya ya me pareció en su momento decepcionante. Había un tema de fondo (en inglés, que es mucha más extenso en su explicación que en español) para hablar sobre el deporte de personas con discapacidad, con humor y comicidad o sin ella, pero para establecer un crítica y un fondo de reflexión profundo en nuestra sociedad, lastrada por una serie de lacras. La corrupción en distintas esferas de la vida social y política entre ellas. Pero se perdió una oportunidad, y se quedó en una película de «buen rollete», pero muy simplona, más superficial de lo que parece, y, cinematográficamente hablando, con los méritos justitos.

La película norteamericana ganadora del Oscar tiene méritos cinematográficos muy superiores. Es una buena película, con excelentes interpretaciones. Pero no me parece que tenga el empaque para el premio gordo. Y desde luego, entre sus competidoras directas, y otras que no lo fueron, había opciones más interesantes. Aunque las más interesantes competían fundamentalmente en la categoría de mejor película de habla no inglesa, una categoría que, en promedio, suele tener más calidad que el premio gordo. Además, la candidatura de uno de sus protagonistas al premio de mejor actor en papel secundario me parece «fraudulenta» hasta cierto punto. Su papel es tan protagonista como el del actor considerado como protagonista en esta película. Esta es una estrategia reciente frecuente para premiar a actores y actrices de minorías «raciales». Entre comillas, porque me sumo a los que opinan que el concepto «raza» no tiene base científica, y desde luego no en la especie humana, en la que la variabilidad entre individuos es muy baja. Esto no deja de ser una de las trampas de lo «políticamente correcto». Para conseguir paridad en la foto de los intérpretes premiados, recurren a una trampilla. Entendámonos, el trabajo de Ali es excelente, en esta y en otras películas. Un actorazo. Pero debería haber competido como protagonista.

Y entonces, ¿qué pasa? Que si es cine es un arte, debería de ser libre como todas las artes. Y las mejores realizaciones de las artes surgen cuando hay conflicto, cuando hay transgresión, cuando se rompen los cánones establecidos, cuando hay confrontación con el statu quo. Y eso no puede suceder nunca bajo la tiranía de lo «políticamente correcto». Para poder cambiar algo, hay que molestar necesariamente a alguien. A veces, incluso, hay que molestar a aquellos más desfavorecidos para que reaccionen ante la injusticia. Hay que provocar. Si no… no nos olvidemos que lo que distingue las distopías orwellianas del resto no es la violencia, la represión física, aunque exista. Lo que las caracteriza es el control del lenguaje, el reduccionismo conceptual a lo aceptable políticamente. Piensen en ello, si lo consideran oportuno.

[Fotos] III Encuentro Analógico AFZ – Excursión a Muel (II); en blanco y negro forzado – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía

Segunda parte de mi crónica fotográfica sobre el III Encuentro Analógico en la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook).

Si en la primera parte os mostraba las fotografías en color que realicé en el Parque Municipal de Muel y os contaba mi experiencia al usar una cámara de un solo uso para realizarlas, en esta segunda parte empezaré a hablar de las fotografías en blanco y negro. Como ya había visitado con anterioridad el lugar, planifiqué el uso de carretes en blanco y negro de acuerdo al previsible orden en que íbamos a hacer la visita al lugar; dejar los coches cerca de la ermita de Nuestra Señora de la Fuente, visitar la ermita con sus pinturas de Goya y luego pasear por el parque. Y para visitar la ermita es necesario forzar el revelado de la película utilizada para conseguir una gama de tonos adecuada.

Los detalles técnicos en el enlace a continuación. Para quienes no estéis interesados, os dejo las fotos.

Origen: III Encuentro Analógico AFZ – Excursión a Muel (II); en blanco y negro forzado – Fotografía y otras artes visuales.

 

[Arte] Visitando el Museo Goya – Colección Ibercaja con Fotógraf@s en Zaragoza

Arte
Este artículo es una variante del que ha salido publicado recientemente en el blog de Fotógraf@s en Zaragoza. ¿En qué se diferenica? En el artículo del blog de FeZ mi responsabilidad estaba en el texto, pero las fotografías son aportación de todos los que hicimos la visita. Aquí, las fotografías, para bien o para mal, son todas mías. Espero que ambos os resulten interesantes.

El jueves 28 de mayo de 2015 Fotógraf@s en Zaragoza (Facebook, Flickr) dejó parcialmente a un lado la fotografía para enfocar su atención sobre algunas del resto de las bellas artes, fundamentalmente la pintura y la escultura. Sin dejarse las cámaras en casa, como veremos. Porque recibimos la invitación del Museo Goya – Colección Ibercaja para hacer una visita guiada, reservada a 25 participantes, a las instalaciones de este museo, uno de los más emblemáticos de la ciudad de Zaragoza.

Este museo fue inaugurado en 1979, como parte de la Obra Social de Ibercaja, y sus fondos procedían fundamentalmente del legado del profesor y coleccionista zaragozano José Camón Aznar, del qué tomó originalmente su nombre. Sin embargo, en febrero de 2015 se inauguró de nuevo con el nombre de Museo Goya – Colección Ibercaja, sobre las base de la institución anterior y los fondos mencionados, entre los cuales se encuentran algunas interesantes obras del pintor aragonés Francisco de Goya y Lucientes de quien toma su nombre actual.

El museo se encuentra ubicado en la Casa del Infanzón Jerónimo Cósida, en la calle Espoz y Mina 23, un palacio renacentista que destaca por su vistoso patio. Como se nos explicó en la bienvenida al museo, este patio era el lugar donde los dueños de los palacios echaban el resto, mostrando su riqueza y poder en la riqueza ornamentación de los mismos. Nos contaron que a estos patios en Aragón se les llamaba «lunas». Y no sé qué experiencia tendréis los lectores de estas líneas que seáis aragoneses, pero de toda la vida en mi casa, al patio de luces de los edificios de viviendas se les seguía llamando la «luna». Lo que yo desconocía es que fuese un modismo local o regional.

Vista del patio de la Casa del Infanzón

Vista del patio de la Casa del Infanzón Jerónimo Cósida.

En la página en internet del museo podréis encontrar toda la información pertinente para planificar de forma adecuada la visita al museo; horarios, precios, cómo llegar,… Incluso para quienes no podáis acercaros allí, de momento, podéis acceder a una visita virtual,… aunque no he conseguido pasar el patio… Quizá problemas con mi navegador.

Como bienvenida, nos proyectaron una película documental de alrededor de 10 minutos de duración, que nos situaba perfectamente en la figura de Goya y su tiempo, en sus principales acontecimientos vitales y en el devenir de su obra. Además, por los comentarios que intercambié con otros miembros del grupo, coincidíamos en la calidad del montaje, del grafismo y del guion del documental. Casi encuentro una lástima que hasta el momento no lo hayan incluido en su página web, o que no lo compartan con el público en general a través del canal del museo en Youtube, donde hay comentarios de algunas obras destacadas. Valga como sugerencia, la primera que me surge a vuela pluma tras la visita del museo.

Alguna de las vistas del documental de bienvenida...

Alguna de las vistas del documental de bienvenida…

... que realmente encontramos bastante bien hecho e informativo.

… que realmente encontramos bastante bien hecho e informativo.

Tras la bienvenida y el audiovisual, comenzamos la visita propiamente dicha a las colecciones permanentes del museo. Estas están dispuestas en tres pisos. En el primero, encontraremos fundamentalmente los antecedentes y precursores del pintor aragonés. Obras pictóricas y escultóricas del gótico, el renacimiento y el barroco, hasta llegar a la época neoclásica, época con la que se topa el pintor, aunque finalmente adquirirá un estilo más propio del romanticismo y precursor de la pintura moderna y contemporánea.

Explicaciones sobre "La Virgen entronizada" de Blasco de Grañén.

Explicaciones sobre «La Virgen entronizada» de Blasco de Grañén.

La segunda planta incorpora fundamentalmente la obra de Goya, así como de algunos de sus contemporáneos, fundamentalmente la de sus cuñados los hermanos Bayeu, Ramón, Manuel y especialmente Francisco. Además de las obras pictóricas que se exponen, creo que lo más destacado es poder contemplar las cuatro series de grabados de Goya íntegras, Los Caprichos, Los desastres de la guerra, La tauromaquia y Los disparates. A mi siempre me han parecido algunas de las obras más geniales del pintor, y como aficionado a la fotografía no puedo dejar de reconocer en el grabado un antecedente en el deseo del ser humano de facilitar la reproducibilidad de la obra de arte, garantizando la consideración de obra de arte a cada una de las copias obtenidas a partir del material original del autor.

Representación de la Inmaculada Concepción pintada por Francisco Bayeu.

Representación de la Inmaculada Concepción pintada por Francisco Bayeu.

Detalladas explicaciones de la técnica del grabado antes de visitar las series completas de los de Goya.

Detalladas explicaciones de la técnica del grabado antes de visitar las series completas de los de Goya.

Finalmente, la tercera planta incluye obras de artistas posteriores a Goya, con una orientación a aquellos que lo copiaron con más o menos éxito, y de forma más importante a aquellos en los que influyó de forma característica. Ya hemos mencionado su carácter de precursor de muchas corrientes del arte moderno y contemporáneo, podemos ver obras de escultores como Gargallo, Serrano o García Condo, y pintores como Beruete, Barbasán, Palencia o Fermín Aguayo, entre otros nombres ilustres.

Durante la visita, la guía, de cuyo nombre no me acuerdo, fue parándose y explicando una serie de obras seleccionadas del conjunto de las expuestas de la colección de forma permanente. Estas obras, para todos aquellos que todavía no conocéis el museo, son las que en la página en internet del museo vienen agrupadas bajo el epígrafe de 15 esenciales.

"El joven de la margarita" de Pablo Gargallo, supuestamente la esencia de ser aragonés.

«El joven de la margarita» de Pablo Gargallo, supuestamente la esencia de ser aragonés.

Una de las esculturas de Honorio García Condoy.

Una de las esculturas de Honorio García Condoy.

Finalmente, tras la visita guiada, la dirección del museo nos permitió permanecer en las dependencias del mismo con libertad para hacer fotografías, sin flash, como las que ilustran este artículo. A pesar que la norma general, por alguna indicación que pudimos ver a la entrada, es de prohibición para las mismas. Desde luego, agradecemos el detalle hacia nuestro grupo. Pero quiero aprovechar para lanzar la segunda sugerencia que se me ocurre mientras escribo. Cuando visité París por última vez, en diciembre de 2014, pude conocer la campaña Tous photographes! (¡Todos fotógrafos!) (enlace en francés). Esta es una iniciativa del gobierno francés, consecuencia de que en la actualidad la práctica fotográfica y fílmica es omnipresente en las vidas de los ciudadanos. Todo el mundo lleva una cámara en su teléfono móvil, que cada año que pasa es capaz de ofrecer una mejor calidad de imagen en todo tipo de situaciones. Reconociendo la dificultad, por no decir imposibilidad, de luchar con prohibiciones contra quienes toman fotografías del interior de los museos y los monumentos más destacados, publicaron una declaración de buenas prácticas, promotora de un comportamiento ético (PDF en francés) para todas las partes implicadas. Consta de cinco artículos que establecen la necesidad de respetar la propiedad intelectual de las obras expuestas, especialmente cuando se comparte en las redes sociales, evitar conductas que puedan producir daños en las obras, no molestar al resto de los visitantes mientras realizamos la fotografía, no molestar a los trabajadores de los museos y monumentos haciéndoles fotografías que probablemente no deseen, y solicitar autorizaciones específicas cuando se quiera usar un material especial o las imágenes tengan un fin comercial. Por supuesto, nada de flash, trípodes o paloselfis. Reconozco que es más fácil implantar campañas de este tipo cuando las obras artísticas están en propiedad de los poderes públicos. Pero a pesar de todo, considero que son iniciativas a copiar y a respetar, para una mejor difusión de la cultura.

La familiar silueta de Francisco de Goya en las paredes del museo.

La familiar silueta de Francisco de Goya en las paredes del museo.

Y finalizaré este artículo con mi tercera sugerencia, que no se me ha ocurrido sobre la marcha, sino que la he pensado hace tiempo. En las visitas que he realizado a muchos museos por el mundo, es frecuente que existan los abonos anuales, que por una cantidad superior a la entrada individual pero moderada, permitieran a la población local la entrada libre durante todo el año al museo. En estos momentos, con los cuatro euros de la entrada, buena parte de los habitantes de Zaragoza van a visitar el museo en un momento dado, y luego,… de forma excepcional o en las jornadas de puertas abiertas; día de los museos, fiestas locales señaladas, etcétera. Imaginemos que ponemos un bono anual por ocho euros. El equivalente a dos visitas. Pero que permite entrar cuantas veces quieras… ¿No saldríamos ganando todos? Los ciudadanos, que accederíamos más, el museo, que tendría una mayor vitalidad, y la cultura, que recibiría un cierto impulso. Ahi queda.

Y por supuesto, reiterar a la dirección y empleados del Museo Goya – Colección Ibercaja por su invitación y por la extrema amabilidad y paciencia de la que hicieron gala durante la visita.

Autorretrato con pequeña y coqueta escultura de un autor que, sinceramente, no recuerdo.

Autorretrato con pequeña y coqueta escultura de un autor que, sinceramente, no recuerdo.

[Fotos – cultura] Visitando la cartuja de Aula Dei

Cultura, Fotografía, Fotografía personal

Estoy de vacaciones. A ver si todo va bien, y dentro de un par de días pongo kilómetros entre mi persona y las rutinas cotidianas. En cualquier caso, hoy tendría que estar hablando de cine. Más cuando la película de esta semana es la tercera parte de la mejor serie de películas románticas de los últimos… no se cuantos años. O quizá haya que buscar otro adjetivo más adecuado, distinto de «romántica». He decidido pensarme un poco más la entrada correspondiente. Os lo cuento mañana.

Así que hoy me voy, con fotos, a la visita que el grupo de Flickr «Fotógrafos en Zaragoza», muy activo en los últimos tiempos, hicimos a la Cartuja de Aula Dei. Monasterio actualmente habitado por un organización religiosa católica francesa distinta de los originales cartujos, el único que se mantiene como tal monasterio del cinturón de cartujas que rodeaba la ciudad, aunque hay testimonios de otras en los barrios rurales que circundan ZaragozaAula Dei tiene un interés particular. En las paredes de su iglesia encontramos frescos pintados por Francisco de Goya en su juventud, al poco de volver de su formación en Italia. No siempre ha sido fácil visitar estas pinturas. De hecho, este es mi tercer intento, y mi primer éxito. Si bien es  cierto que harto de los problemas y tonterías de las órdenes religiosas, durante muchos años he pasado del tema. En cualquier caso, en animada reunión de aficionados a la fotografía, hemos visitado el lugar, y a continuación lo podréis comprobar.

Tras el muro de la cartuja

Un muro protege el conjunto de edificios que forman el monasterio de las miradas de las gentes del siglo.

Stephanie, la guía, comenta

Stephanie, hermana consagrada de la organización religiosa que actualmente ocupa el lugar, nos guía la visita; a decir verdad, nos parece un poco justita desde el punto de vista histórico y artístico, y un poco excesivamente adoctrinante desde el punto de vista de algunos. Pero es lo que hay.

Entrada a la iglesia

Entrada a la iglesia, en cuyo interior se encuentran las pinturas de Goya y donde no se pueden hacer fotos. Supongo que en la tienda que han instalado venderán fotos o libros de fotos. No encuentro otro motivo para la prohibición que proteger el negocio. Las cámaras de fotos no roban el alma de las gentes, ni estropean las obras de arte si se disparan sin flash. Sólo recogen los fotones que reflejan estas obras artísticas.

Un vistazo a las pinturas de Goya… o de los hnos. Buffet

Pero bueno, obedeciendo las indicaciones, una vez en el claustro asomamos nuestra mirada hacia las paredes del templo.

Taller

La vida del monje estaba dominada por la oración, el estudio y el trabajo. En algunas celdas vemos versículos de la biblia.

Pequeña biblioteca en celda

En la actualidad hay un conjunto de estancias visitables que muestran los distintos aspectos de la vida monástica, y el estudio está representado por una pequeña biblioteca teológica.

Despensa

Las comidas de los cartujos eran frugales, y según el día y el periodo litúrgico variaba la cantidad de comida que recibía. Aquí vemos que en ese periodo les tocaba «pan y medio», pero podía ser menos.

Sala capitular

En los techos de la sala capitular podemos ver que algunas zonas tienen un estilo gótico, aunque el conjunto es más tardío.

Sala capitular

Quiero suponer que estas partituras de la sala capitular corresponden al canto cartujano, más austero que el gregoriano, pero no tengo forma de saberlo.

Claustro

El claustro de la cartuja está cerrado respecto al patio central, lo cual hace que sea más fresco en verano y menos frío en invierno.

Claustro

El claustro tiene como de costumbre sus bancadas para permitir al monje o persona que reza o reflexiona sentarse en recogimiento.

Bodega

No falta una amplia bodega, que parece que hoy en día está más de muestra que en activo.

Patios

Mientras esperamos a reagruparnos para emprender el regreso, un paseo por los pocos patios que están accesibles al público.

Goya y el mundo moderno, exposición más que recomendable

Arte

Hoy ha amanecido una mañana razonablemente buena después de cuatro días de niebla y frío. Así que, teniendo día de fiesta, me he tomado la mañana con calma, y en un momento dado me he tirado a la calle, con la cámara de fotos, y con la intención de acercarme al Museo de Zaragoza. Recientemente se ha inaugurado una exposición titulada Goya y el mundo moderno, promovida por la Fundación Goya en Aragón.

Alguna gente se queja de que haya que pagar 5 euros por visitar una exposición. Pues bien. Si a cambio de esos 5 euros hemos de tener en Zaragoza exposiciones como ésta, a pagar que no pasa nada. Muy bien. Con obra de Goya y otros pintores posteriores que recogieron las influencias del genial sordo durante los siglos XIX y XX. Incluso me he comprado el catálogo a la salida para seguir disfrutando de las obras y los conceptos tranquilamente en casa.

Y cuando he salido, todavía brillaba el sol. Ha sido una buena mañana. Ahora llueve. Incluso amenazan con que pueda nevar. Difícil a orillas del Ebro; pero quien sabe…

Nos quedaremos con unos rayos de ese sol matutino en el patio del museo.

Patio del Museo de Bellas Artes (1)

Escultura en el patio del Museo de Zaragoza - Panasonic Lumix LX3

¡¡¡Esa maldita guerra sobre la que tanto nos mintieron…

Historia

… y sobre la que siguen mintiendo!!!

El viernes fue 2 de mayo. Ayer sábado, 3 de mayo. Dos de los días más famosos en la historia de este país. Pintados por Don Francisco de Goya, el equivalente con su pincel de lo que hoy en día sería el mejor reportero gráfico de guerra. Y justamente este año, ha sido el bicentenario de aquellos famosos días de principio de maño, cuando apenas sabíamos nada de lo que iba a deparar el siglo XIX. Aquellos días fueron los de la revuelta popular contra la ocupación del ejército francés de Napoleón, y la represión que la siguió. Fueron el principio de la que en España se llama Guerra de la Independencia.

Sobre esta guerra, disfrazada durante doscientos años de gesta heroica por la historiografía y la iconografía oficial, pocas veces nos han contado verdades y muchas veces nos han contado mentiras. Hoy, dos personajes públicos de relevancia han conseguido cabrearme con sus declaraciones publicadas en la prensa.

La una, la así misma calificada como liberal, sigue manteniendo en público el discurso que tradicionalmente hemos conocido por parte de los sectores más conservadores del país. El heroísmo, el patriotismo, los valores esenciales,… Y al mismo tiempo se hace heredera de los liberales de aquella época. Los que reunidos en Cádiz redactaron la primera constitución española. A la que tan mal le fue tras la guerra. Un poco esquizofrénico todo.

El otro, el Borbón, nos habla de cómo el pueblo se hace ciudadano en lugar de súbdito y adquiere conciencia nacional. No nos habla de cómo su antepasado y pariente que heredó el trono tras la contienda trató tan mal al pueblo que luchó por que volviera al poder. Si hubiese un poco de justicia en la política, ningún Borbón tendría que haber reinado después de aquellos hechos, derivados en gran medida de los errores de Carlos IV y su sucesor. Y todo el siglo XIX no es más que una demostración del daño que los monarcas de esta dinastía han hecho a este país. Guerras civiles, reaccionarismo, «personajes» como el ingrato y cruel Fernando VII, muñecos de paja como Isabel II, reyezuelos de culebrón como Alfonso XII.

Algunas cosas que opino sobre aquella guerra, desde el cabreo que me ha producido toda la parafernalia oficial de las celebraciones:

  1. Aquella guerra no la ganó España ni los españoles. Aquella guerra la perdimos. Los éxitos de la expulsión del ejército francés se deben al ejército inglés y a otros factores asociados al hecho de que Napoleón no sólo estaba en guerra con España, sino con media Europa. España, aunque en decadencia, aún podía ser considerada una potencia antes de las Guerras Napoleónicas. Pero tras el Tratado de París de 1815, nunca más tuvo esa consideración. Inglaterra, Francia, la presunta derrotada, Prusia, Austria y Rusia fueron las cinco potencias oficiales en Europa tras la contienda. Francia, el enemigo teóricamente derrotado, volvería a invadir España en 1823, nuevamente llamado por Fernando VII, y aplastaría la idea de modernidad en este país. Esta es la «independencia» que ganamos los españoles.
  2. El ejército francés entró porque los Borbones no fueron capaces de resistir a sus presiones, porque le dejarón venir. El ejército español no levantó un arma hasta que fue tarde. En el 2 de mayo se mantuvo acuartelado. Y sólo la sorpresa de que se llegase a levantar, en tan baja estima nos tenían los franceses, permitió algunos éxitos iniciales, que luego se vendrían abajo en muy poco tiempo. Posteriormente, hubo un status quo estable hasta 1812, en el que tras la retirada de tropas para la campaña de Rusia, se produjo la entrada de tropas inglesas y el comienzo de la expulsión de los franceses.
  3. José I Bonaparte hubiese sido, y sobradamente, mucho mejor rey de lo que nunca pudo ser Fernando VII. Era un hombre ilustrado, injustamente calumniado por la historiografía española, que pensó un plan de reformas para el país que lo hubieran modernizado. Evidentemente, la dependencia de Francia evitaba cualquier adhesión del país a las mismas. Pero desde luego, aquello estaba mucho mejor pensado que cualquier aportación borbónica.
  4. Aquella guerra fue también una guerra civil. De estas que tanto nos han gustado a los españoles. Hubo muchos conciudadanos, de los más cultos, de los más leídos, los que entonces se llamaban ilustrados, que preferían la propuesta francesa. La historiografía española los condenó como traidores, a ellos a los «afrancesados». Pero yo siento que eran quienes querían a su país no con las tripas sino con el cerebro, con la razón. Creo que yo hubiese preferido ser un «afrancesado». No eran menos patriotas que los que se echaron al monte y crearon las condiciones del bandolerismo posterior, desde la famosa «guerrilla».
  5. El empeño en aquella guerra llevó a la pérdida de casi todas las posesiones ultramarina, en una sangría posterior que todavía empobreció más al país de los mucho que lo había hecho la guerra en la Península. El empobrecimiento del país condicionó que la revolución industrial llegase a España tarde y condicionada a los intereses de la Gran Bretaña, que se estuvo cobrando abundantemente su contribución a la expulsión de los franceses.

No voy a seguir. Estas son algunos de las principales reflexiones que me suscita el conocimiento de aquel período histórico. Poco de lo que haya que sentirse orgulloso. El valor demostrado por la población durante la contienda, en mi opinión, fue relativamente vano. No sirvió como ahora se dice para constituir un espíritu nacional. Si no, cómo puede entenderse que durante el siglo XIX hubiese hasta tres guerras civiles, desencadenadas también por el catastrófico reinado de Fernando VII. No pasó ni un siglo para que empezasen a surgir los nacionalismos centrífugos que aún hoy tensionan las vida social y política en España.

Creo, en resumen, que el aniversario de aquel período histórico no es para celebrar, sino para reflexionar. Y eso, casi seguro que no lo hacen los políticos que nos representan.

En la imagen de hoy, recreación de una batalla de la época por parte de un grupo de entusiastas en Cariñena. Algún día si me animo, hablaré de la Guerra de la Independencia en Zaragoza. Aunque pueda suponer mi expulsión del país por «afrancesado» o algo así.

(Canon EOS D60; EF 28-135/3,5-5,6 IS USM)