Como se puede deducir de la entrada del viernes, esta semana he estado más atento a las novedades en cacharrería fotográfica que las fotos y los fotógrafos. Pero aun así alguna cosa os traigo a esta sección habitual de los domingos.
En primer lugar, lo que tengo más reciente. En las últimas semanas, Le Journal de la Photographie está ofreciéndonos una selección de porfolios del fin de semana muy interesantes. Y ayer sábado nada menos que seleccioné cinco de ellos. Os los refiero a continuación.
Refuges Intimes II de Tilby Vallard. Paisajes montañosos con pequeños refugios extrañamente iluminados.
Turkish Coffee de Emynassy. Fotografía de calle, muy contrastada y saturada, en las calles de Estambul.
Japan de Karen Buttin. De como vivió la fotógrafa el año que vivió en Japón.
Ambrotypes de Eric Antoine. Procesos antiguos que dan lugar a imágenes muy interesantes. Especialmente los desnudos.
La noche de los muertitos de Héctor Mediavilla. Fotógrafo español que pasa parte de su tiempo en Méjico y que nos muestra cómo viven sus supersticiones los mejicanos en la noche de las animas.
Si más adelante hablo de los fantasmas guerreros de los estadounidenses, en Zaragoza también tenemos los nuestros. La exposición internacional de 2008 se hizo coincidir con el segundo centenario de los sitios que sufrio la ciudad bajo las bárbaras tropas francesas. Aunque ellos pensaban que era adecuado exportar la ilustración a bayonetazos y cañonazos. La expo se celebró en el meandro de Ranillas.
En Flaworwire nos enseñan cómmo el fotógrafo Tom Hunter reproduce, aunque sea parcialmente, algunas obras maestras de la pintura. Normalmente, más allá de la curiosidad, este tipo de inventos me dejan frío. Pero creo que en este caso el fotógrafo realmente aporta algo. También le ha interesado a Rafael Roa.
Wim Wenders es un autor que ha aparecido de vez en cuando por estas páginas. Tanto como cineasta como fotógrafo. En esta ocasión, es Rafael Roa quien nos recuerda al alemán haciendo un interesante comentario sobre la serie Places, strange and quiet que se está exponiendo por diversos lugares de Europa.
Entre las obras de acondicionamiento de la ciudad, se realizó la reurbanización de lo que hoy como conocemos como avenida de Ranillas, y se ornamentó con unas curiosas y divertidas esculturas de ranas a lo largo de la misma.
Los estadounidenses tienen sus propios fantasmas como pueblo y nación. Y muchos de ellos están asociados a la guerra de secesión que provocaron los díscolos estados del sur de los Estados Unidos. En estos días han estado rememorando, no creo que se deba decir «celebrando», el 150º aniversario de la batalla de Antietam, también conocida en los estados sureños como batalla de Sharpsburg. Fue el primer intento del ejército confederado del Norte de Virginia que comandaba el general Robert E. Lee, por llevar la iniciativa de la guerra, invadir estados del norte, y forzar un acuerdo de paz satisfactorio para los intereses del sur. La batalla es hasta el momento la más sangrienta de la historia de los EE.UU. que se haya librado en un solo día, con unas 23.000 bajas, de los cuales fallecieron en torno a 3.500. Aunque se considera que los contendientes quedaron en tablas, en general salieron beneficiados los del norte, ya que Lee tuvo que volver a su territorio para recuperarse de la dura batalla. Tuvo otras consecuencias aquella batalla, pero como nos recuerdan en No Caption Needed, las fotografías de los muertos de Antietam que tomó Alexander Gardner con una gran cámara de banco, modificaron la visitón que el público tenía de la guerra y las batallas. Una visión excesivamente romántica e idealizada. Aquellas fueron las primeras fotografías que mostraban a los muertos en el campo de batalla. Algunas de aquellas fotografías se pueden ver en las páginas del National Park Service. Relacionado con esto, en The Picture Show de la NPR (radio pública norteamericana) nos cuentan cómo para conmemorar este hecho, se ha hecho una experiencia de seguir los pasos que probablemente dio Gardner con su gran cámara con un modelo igual (si no es el mismo) en los campos de Sharpburg en la actualidad (Sharpburg es el nombre de la población cercana, Antietam es el nombre de un arroyo en torno al cual se libró la batalla). Para ver las fotografías de este experimento, comparadas con las originales, seguir este enlace.
Finalmente, todo el mundo acusa a Photoshop de adulterar el mundo de la fotografía con los amaños que permite. En Flavorwire nos muestran hasta que punto los amaños en la fotografía son antiguos. Lo que sucede con Photoshop es que ahora están al alcance incluso de los torpes.
La mayor parte de estas ranas las supongo ocultas por los densos arbustos que cubren actualmente el muro que limita la avenida con el cauce del río Ebro. Pero en algunos puntos, todavía podemos disfrutar de estos simpáticos animalillos de bronce.