Tengo absolutamente infrautilizado un Voigtländer Snapshot-Skopar 25mm f/4 MC con montura de rosca para Leica y similares. Con la Leica CL para la que lo compré hace 10 años funcionaba estupendamente, con una calidad de imagen notable, y el único inconveniente de que el telémetro no está acoplado, y hay que enfocar a ojímetro. Cosa que con un gran angular como este no es difícil. El caso es que con la Leica M-E, tan apenas lo he usado. Uno de los problemas de estos objetivos grandes angulares con los captores digitales es que están tan próximos y los rayos de luz llegan tan oblicuos que producen colores indeseados y viñeteos extremos. Lo cierto es que con el perfil incorporado de un 21 mm que lleva la propia cámara incorporado en el firmware activado, la calidad de la imagen con este 25 mm es bastante satisfactoria. Siempre que al cambiar de objetivo recuerdes desactivar el perfil, para que no te arruine las fotografías realizadas con focales más largas, por una sobrecorrección inadecuada.
Os dejo unas imágenes de muestra de un paseo del domingo por la tarde por los alrededores del Camino de Miraflores en Zaragoza.

El pequeño, casi diminuto objetivo, soporta bastante bien la presencia del sol en el fotograma. Buenos revestimientos antirreflejos.

Con un poco de agilidad, puedes pasar de estar enfocando a 1 metro a enfocar a infinito para registrar el paso del AVE.

Y vuelta al enfoque cercano. Baja hasta 70 cm, lo cual no está mal para una telemétrica, aunque se queda muy justo si lo comparamos con los grandes angulares para cámaras réflex.

Como el encuadre es a través de un visor adjunto, hay cierta imprecisión por el paralaje, y a veces hay que recortar para conseguir el encuadre deseado.
Conforme se fue la luz, cambié al Carl Zeiss ZM Planar 50mm f/2, con el inconveniente de que no cambié el perfil en la cámara, y o bien he tirado de tijera, o he tenido que corregir el viñeteo inverso (esquinas más claras) producido en Lightroom. Pero bueno. Nada grave.

En este caso, recortar las esquinas excesivamente claras vino bien para dar más presencia al tren que se alejaba.