The Big Short (2015; 072016-0127)
Pues no,… «short» no es equivalente a «apuesta» que es como lo han traducido en las versiones dobladas al castellano de la cartelera española. «Short» es realizar una inversión bajo el supuesto que un determinado valor se va a depreciar, se va a devaluar. Cosa que en economía es un cinismo en sí mismo. Si suponemos, es mucho suponer, que la actividad económica está destinada a crear valor, no vamos a discutir ahora quién a de beneficiarse del valor creado, invertir dinero sabiendo que vas a aumentar el retorno sobre tu inversión cuanto peor vayan las cosas… Esto es cinismo y lo demás son tonterías ¿no?

Wall Street… ¿el lugar desde donde se gobierna en estos momentos el mundo? Con el permiso de los plutócratas de la City londinense tal vez… y de los jerarcas del PC Chino… Qué amistades tan raras produce don Dinero.
Por supuesto, la comprensión de que esto sucede o, simplemente, que pueda suceder, hace que cualquier mínima fe que puedas depositar en el sistema económico o en el sistema financiero se vaya a tomar por el saco inmediatamente. Y es que yo lo digo yo… tener fe en nada es una imbecilidad, o sabes o no sabes como van las cosas. Quizá lo mejor sea no saber… la gente que no sabe suelen estar más engañados, pero quizá no sean por ello más infelices. Suelen vivir más esperanzados. Son como los que ponen su futuro en manos de la fe en lugar de en el conocimiento, tienen una esperanza de futuro, absolutamente irracional, pero esperanza al fin y al cabo. Si tras la crisis financiera de 2007-2008 alguien sigue manifestando fe en el sistema económico y en el financiero, son dos cosas distintas muy interrelacionadas, una de dos; o es muy cínico o es muy ingenuo.
El director Adam McKay, con esta notable película, quiere sacudirnos de encima la ingenuidad. Con tono de falso documental nos cuenta cómo hubo una serie de gentes que vieron la burbuja inmobiliaria que afectaba a los Estados Unidos, y no sólo a los Estados Unidos, incluso tres años antes de que explotara. Con un tono didáctico cachondo, impagable Margot Robbie (y guapísima) en su baño de espuma, lleno de burbujas claro está, explicándonos de qué va la cosa, rompiendo la cuarta pared cinematográfica, McKay explica al espectador de qué va la cosa. De la mano de las andanzas de los tres o cuatro grupos de individuos que se la ven venir, más los interludios similares a los de Robbie que nos explican los conceptos más complejos, al final de la película no podemos ya pecar de ingenuidad. Hablando de los interludios… notable acierto el utilizar a Selena Gomez para la explicación de uno de los conceptos más complejos. La superficialidad que asociamos con las jovencitas estrellas del pop al servicio de la didáctica de las operaciones financieras complejas… Dudo que la Gomez sea realmente tan tontamente superficial como el «show business» pretende que creamos… Otro engaño, este encaminado a sacarles los cuartos a las adolescentes.

Los chinos por lo menos se pelea y se apelotonan para tocarle las pelotas al «Charching Bull», símbolo de Wall Street… Mientras estos le tocan las pelotas al resto del mundo, probablemente,…
Pero McKay no pretende insuflarnos de optimismo al eliminar nuestra «naïveté». Hubo gente que vio venir la catástrofe… probablemente muchos más que los protagonistas de la película. No voy a entrar en desglosar un reparto absolutamente coral… y que sin carecer de importancia la tiene menos que en otras producciones. Como decía, hubo gente que se vio venir la «merdé»… y en general, no hicieron nada. Si acaso, asegurar su «posiciones personales», cambiar el «sentido de sus inversiones»… es decir, ver la situación como una oportunidad para enriquecerse, no importa los millones de parados y el empobrecimiento general del mundo que se produjera. La ética ha muerto. Si es que alguna vez fue algo más que un concepto teórico…
La película, ¿es recomendable? Sí, mucho. ¿Os recomiendo ir a verla? Pues depende. Depende de si queréis sacudiros de encima la ignorancia y vivir más o menor cabreados, porque los problemas planteados en el filme desde luego no están resueltos, o si vuestra preferencia es seguir siendo felices en un dulce letargo intelectual. Al fin y al cabo, lo que busca todo el mundo en esta vida es la felicidad ¿no?
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****

Pero no pasa nada, que en la Downtown neoyorquina todo el mundo lo pasa bien… y es un crisol de razas y culturas,… y todas esas cosas con las que se entretiene al personal mientras se hacen negocios… Ufff, últimamente estoy un poco cínico.