Wonderland (2024; 41/20240807)
Hoy vamos con un estreno directo en plataforma. En su país, Corea del Sur, fue estrenada directamente en salas de cine a principios de junio, con razonables resultados iniciales de taquilla, pero la distribución en el resto del mundo, excepto China, es de Netflix. Pero no fue esto lo que me atrajo de la película. Durante los peores momentos de la pandemia, cuando no podíamos ir al cine, me suscribí a Filmin una temporada con intención de ver películas de cine interesantes. Y en ese tiempo pude ver ver una película dirigida por el director de la de hoy, Kim Tae-yong, y protagonizada por Tang Wei, la estupenda actriz china cuya carrera se vio alterada por la dictadura de su país. Aquella película me gustó mucho. Ambos se casaron años más tarde, y por ello Wei Tang ha ido alternando su participación en películas chinas, pero también en películas surcoreanas. Pero creo que es la primera vez que vuelven a rodar juntos. Definitivamente es algo que me hizo mirar con buenos ojos el estreno de esta película de hoy, en cuyo reparto aparecen otros nombres y rostros habituales en las teleseries surcoreanas que veo los fines de semana. Eventualmente con buenos trabajos en ellas.

Por otro lado, algo de lo que ya soy consciente desde hace tiempo es que los surcoreanos copian si recato ni disimulo. Quizá no podamos acusarlos de plagio. Y tal vez, no lo sé, paguen o pidan permiso por usar algunas ideas. Pero vamos… copian… ¡lo que copian! Y la idea de esta película procede de una celebrada serie de Amazon Prime Video, bastante maja, de la que he visto dos temporadas, aunque ya no me animé a ver la tercera. Bueno… la empecé. Pero es eso que piensas que ya lo que te están contando no tiene tanto que ver con lo que te gustó inicialmente. La cuestión es que los avances en inteligencia artificial permiten que, a la muerte de una persona, o cuando está en coma profundo, recoger todas sus vivencias y personalidad, y subirlas a unos mundos de realidad virtual, permitiéndoles interactuar con sus allegados vivos. En este caso, una mujer china (Wei Tang) establecida en Corea del Sur fallece lamentando no habiendo pasado más tiempo con su hijo todavía pequeño, mientras lleva una vida alternativa como arquóloga. Una azafata (Bae Suzy) se comunica habitualmente con su novio (Park Bo-gum), que en su vida alternativa es astronauta en una estación espacial, en la realidad está en coma profundo por un accidente,… aunque… ¿qué pasará cuando despierte?. Una abuela malcría a su nieto fallecido, en una realidad alternativa en la que este está estudiando en Londres. Y estan los dos desarrolladores principales de la idea y el programa (Choi Woo-sik y Jung Yu-mi), con sus propios problemas.
Sobre el papel, y por ello no dudé en ver la película en cuanto la estrenaron, tenía todos los mimbres para ser potencialmente interesante. La producción está muy cuidada, con una buena fotografía, quizá demasiado aséptica, muy «de ciencia ficción». Y todo el mundo sale muy guapo. Pero… la superficialidad de la propuesta es terrorífica. Las situaciones familiares o románticas están totalmente estereotipadas, no hay ningún tipo de reflexión básica sobre lo que significa no aceptar la muerte, no asumir el duelo, no seguir hacia adelante. Se queda a un nivel elemental, casi anecdótico. Y aunque el reparto tiene una potencialidad indudable, queda tan desaprovechado, que las interpretaciones hacen agua por todas las partes, especialmente en aquellos personajes más pensados para complacer a un público que gusta de gente guapa en pantalla, famosos a los que están enganchados, pero cuya calidad depende mucho de que esté en el papel adecuado, con la dirección adecuada, y ajustados a sus limitaciones.

Por lo tanto, quizá por las expectativas elevadas que yo me había montado en mi cabeza, la cosa se queda… regular, regular. Una pena. Seguimos con una racha mala de películas estrenadas directamente en plataformas. Toda la retórica sobre internet como el futuro del cine queda desmontada por la comercialidad superficial de la mayor parte de las propuestas que nos ofrecen las plataformas de contenidos. Pero si la película tiene hasta el típico aviso de emplazamiento de producto, práctica de la que abusan hasta niveles risibles las producciones del país asiático. Una pena.
Valoración
Dirección: ***
Interpretación: **
Valoración subjetiva: **










