[Cine] The northman (2022)

Cine

The northman (2022; 26/20220429)

Lo cierto es que inicialmente no me veía a mí mismo yendo a ver esta película de acción de inspiración vikinga. Dirigida por Robert Eggers, un director con sólo dos largometrajes previos, solo he visto uno, pero que despierta mucha expectación, ya nos avisaba que no se podía considerar una película de autor como las anteriores, sino un encargo del estudio. Todo indicaba que se trataba de trasladar a la gran pantalla los éxitos de algunas series de televisión. Pero entre las cosas buenas a prior estaba el reparto, más que interesante, y el rosario de críticas y comentarios positivos ante esta producción, que se anunciaba espectacular, pero con chicha temática. Un poco escéptico, pero ilusionado, me fui al cine.

Hay alguna escena absurda en la película. Cuando los vikingos llegaban a Islandia, se asentaban en la costa. Desde o en zonas bajas y relativamente explotables cerca de la costa. Era lo que les permitía pescar, comerciar, navegar, cultivar, criar ganado,… Entonces… siempre me preguntaré porqué los exiliados van atravesando la isla caminando por un glaciar para ir ¿adónde?

La película nos cuenta la historia de Amleth (Alexander Skarsgård), un príncipe de un pequeño reino vikingo de lo que hoy es Noruega, que se ve olvidado a huir cuando su padre (Ethan Hawke) es asesinado por su tío (Claes Bang), con la dudosa postura ante el hecho de su madre (Nicole Kidman). Y vuelve al cabo de un tiempo, con todos estos refugiados en Islandia, para tomar venganza, acompañado de un hechicera esclava de origen eslavo (Anya Taylor-Joy, que repite con el director). Sí. Bueno. Es fundamentalmente la historia de base del Hamlet de Shakespeare, pero sin que algo huela a podrido en Dinamarca. Y con una Ofelia que se llama Olga, menos moñas y sin tendencias al suicidio. Y bueno… por allí pasan también Willem Dafoe y Björk; pero como están tan caracterizados, nadie los reconoce cuando salen.

Lo primero que me sorprende es que se había dicho que la película ya merecía la pena como espectáculo visual. Pero a la primera escena de drakkars vikingos navegando por las procelosas agua del Atlántico norte, los efectos visuales digitales cantan más que el sobaco de un maratoniano. Mediocres en el mejor de los casos, aunque la dirección de fotografía este a buen nivel. Lo segundo es que, lejos de haber algún tipo de sutileza en la historia, todo se reduce a presentar a los vikingos como unos brutos violentos y sanguinarios, con todos los tópicos tradicionales, salvo el casco con cuernos… que no aparece. Ninguna sutileza. Tampoco me parece que engrane muy bien la parte místico-fantástica de la historia. Que incluso me parece superflua… incluso encorseta la historia sin dejarle respirar.

Las interpretaciones… están al nivel de la falta de sutileza que tiene el conjunto de la historia. Efectivamente, es un buen reparto de gente con oficio. Pero si el desarrollo de sus caracteres es previsible y tiene escaso recorrido, poco pueden hacer más que sacar adelante el trabajo con su capacidad de bien hacer.

¿Es una mala película? No. Incluso resultará muy entretenida para muchos, aunque no sea mi género preferido. Evidentemente, cuando la ves, te entran ganas de ir, en mi caso volver, a Islandia y sus magníficos paisajes. O a recorrer los fiordos noruegos. Todo muy chulo. Pero no es una película especial. Y ya te digo… en algún que otro momento, los efectos visuales me parecieron impropios de las pretensiones del filme.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; fantasías y monstruos

Televisión

He llegado a un punto curioso. Cuando publique esta entrada, por primera vez en mucho tiempo no dejaré series o temporadas de series pendientes de comentario. Una serie de circunstancias se han sumado para que en los últimos tiempos dedico menos tiempo a la «seriefilia». Y en los últimos tiempos esté siguiendo varias series que se desarrollan semana a semana y no apareciendo todos sus episodios a un tiempo. En cualquier caso, el comentario de esta semana está claro, dos series pertenecientes al fantástico, que han recibido su atención en los últimos tiempos. Las comento en el orden en las que las vi, y no en el orden en que aparecieron en la programación de Netflix, que es de donde proceden.

Con el año nuevo, la cadena de vídeo bajo demanda estrenó la enésima adaptación del clásico del terror gótico, Dracula. Y aunque, personalmente, no es un personaje y un tema por el que pierda el sueño, venía con unos antecedentes interesantes. Su creadores, Mark Gatiss y Steven Moffat, están entre otras muchas cosas, detrás de algunos de los mejores momentos de series como Sherlock o Doctor Who. Es colaboración con la BBC, que siempre cuida mucho sus producciones televisivas. El reparto es fundamentalmente británico, o así… que siempre es motivo de confianza, con Claes Bang, que en realidad es danés, y Dolly Wells, a la cabeza. La crítica está encantada; el público votante de IMDb y los fans del «colmillos» más famoso de la literatura, menos. Se ha dicho que es una de las más fieles adaptaciones en espíritu a la obra de Bram Stoker. Pero tiene varias heterodoxias que suscitan tantos amores incondicionales como odios encarnecidos.

Drácula, héroe o villano, según se cuente la historia, la leyenda o el cuento. Pero de origen… en lo que es la actual Rumania. De hecho, en algún lugar he leído que el lugar de nacimiento de Vlad Tepes, el príncipe de Valaquia que inspiró el personaje, era de Sighisoara, una bella ciudad transilvana. Y es que Transilvania no es un lugar tétrico. Al contrario, es un lugar muy bello y agradable.

Los tres episodios de unos 90 minutos de duración dividen la historia en sus tres partes más conocidas; lo acontecido en el castillo del conde (y alrededores) en Transilvania, lo acontecido en la travesía en barco desde el mar Negro hasta Inglaterra, y lo acontecido en este último país tras la llegada del conde. Con alguna variación debida a las variaciones introducidas en el personaje de Van Helsing, algunas de las más notables desviaciones del original, la primera parte es muy similar a lo ya conocido en otras adaptaciones. La travesía en barco consituye por sí misma una historia apasionante. Se desarrolla mucho más extensamente que en otras adaptaciones, y para mí es el mejor episodio de la serie. El último episodio, en Inglaterra, es el que más difiere del original, aunque lo esencial del mismo está respetado. Si buscas las valoraciones de los tres episodios, es evidente, como pasa con otras sagas tradicionales, que la gente busca siempre más de lo mismo, que no gusta de variantes.

Desde mi punto de vista es una serie muy apreciable, con nuevos valores respetando los presentes en el original, y no poca osadía por parte de sus responsables. Como no soy fan del original, probablemente soy más libre para valorar este tipo de adaptaciones y, sin que haya aumentado mi afición por el género o el personaje, creo que es una de las mejores adaptaciones del personaje que he visto. Y ya digo… el segundo episodio, me parece antológico.

Mientras, unas semanas antes llegó al mismo canal la adaptación de las novelas de la saga de Geralt de Rivia del polaco Andrzej Sapkowski, bajo el título de The Witcher. No he leído las novelas… ni tengo especial intención. He oído acusaciones de que se intenta copiar el estilo y el ambiente de Game of Thrones… Mmmmmm. Probablemente, Netflix intenta cubrir el hueco que ha dejado esta última, pero las novelas de Sapkowski son anteriores en el tiempo a las de George R. R. Martin. Desde mi punto de vista, y según lo visto hasta el momento, ambas se apuntaron, literariamente, a exprimir la popularidad del género fantástico medieval que derivó del éxito de The Lord of the Rings. La de Sapkowski sigue más la línea de la saga de Tolkien, mientras que Martin evita más el maniqueísmo y construye más una metáfora de la política real. Así que inevitables semejanzas visuales al margen, juzguemos a cada una por sus virtudes y defectos propias. Y «el brujo» ha empezado regular, aunque con propósito de enmienda. Reconozco que estuvo a punto de desinteresarme en los primeros episodios. No he sentido gran empatía por los personajes, y reconozco que soy uno de los que se despistó sobre la línea temporal de los acontecimientos narrados. Y creo que no soy demasiado torpe para estas cosas… pero… No obstante, si bien los personajes son un poco muermos, o quizá sea problema de un nivel interpretativo mucho más flojo de lo esperado, la trama ha ido aumentando en interés y la primera temporada ha tenido un cierre interesante.

El protagonista masculino me dice más bien poco. Pensaba que Henry Cavill daba más de sí, pero está justito en el aprobado. Y las dos protagonistas femeninas, la princesita, Freya Allan, y la bruja, Anya Chalotra, me parecen muy flojas interpretativamente. Especialmente esta última, que nunca me la he creído mucho. No colabora tampoco mucho esos diálogos que asocias más al lenguaje del siglo XXI que no a un místico medioevo. A veces no me parecen muy diferentes de los que oyes en producciones más banales, culebrones de intriga que normalmente no ves. Llevo unos días bromeando sobre el hecho de que el personaje más interesante, aunque sus diálogos también dejaban que desear, la princesa Renfri (Emma Appleton), desapareciera a las primeras de cambio (aunque también aparece en el reparto del último episodio de la temporada, que tendré que repasar, porque se me pasó por alto el detalle).

En resumen, serie visible,… pero no especialmente memorable de momento. Por supuesto, igual que con la anterior, voy a la contra del público votante en IMDb, que parece entusiasmado.