Emilia Pérez (2024; 62/20241215)
Película francesa hablada mayoritariamente en español de Méjico y en inglés, y que por lo tanto ha llegado en una única versión, que es la original, al ser el principal idioma de la película el castellano al estilo del otro lado del charco. Dirigida por el siempre interesante Jacques Audiard, tuvo mucho éxito en los festivales de primavera, especialmente en Cannes, y llega a la recta final de la temporada de premios con diversas opciones para los Golden Globes y los Oscar. Absurdamente calificada en más de un sitio como comedia musical, es un drama/melodrama con tonos trágicos. Eso sí, musical. Pero es obvio que en estos momentos el mundo del comentario cinematográfico, en todos los medios, está lleno de voceras sin criterio.

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Audiard, basándose en un personaje de una novela de Boris Razon, nos cuenta la historia de un peligroso capo (Karla Sofía Gascón) de un cártel de la droga mejicana que, harto de su vida, decide retirarse. Y para ello contrata a una abogada harta de su trabajo (Zoe Saldaña), para que le ayude a cambiar de sexo y desparecer, ya que el siempre se ha sentido una mujer, aunque nunca ha podido manifestarlo en el medio en el que ha vivido. Ahora, cuando el dinero no es un problema… va a dar el paso. Aunque suponga tener que separarse de su mujer (Selena Gomez) y su hijos. Pero la añoranza de sus hijos le hará volver a la escena, lo que desencadenará un cambio aun más dramático en su vida, de nuevo en Méjico. Que incluirá tomar conciencia social de las consecuencias de su vida anterior. Y enamorarse. De una mujer (Adriana Paz).
Tengámoslo claro. La cuestión del cambio de sexo es vehicular para contar cuestiones de mucho calado en esta cinta de Audiard. Por supuesto que no quiero infravalorar los sentimientos y los procesos de identidad personal. En absoluto. Pero más allá de este avatar, la película es una fuerte reflexión, crítica y condena al estado de violencia en el que se encuentra sumida la nacionalidad mejicana. Violencia contra la mujer, violencia por la droga, violencia por la corrupción política y social. Es también una historia de redención, del criminal que toma conciencia del mundo podrido en el que ha estado viviendo, y que trata de compensar. Y todo ello con una puesta en escena en la que predominan las escenas interiores y las escenas nocturnas, reflejando la reflexión interna, sombría de sus personajes. Y que también se refleja en una banda sonora, se trata de un musical, con unos temas que se alejan mucho de los estándares a los que estamos acostumbrados en el género. Cualquier parecido, por ejemplo, con el otro musical con el que comparte cartelera es mera coincidencia.

Pero es también importante el apoyo fundamental que recibe de parte de su elenco. Gascón se ha llevado alabanzas y reconocimiento por doquier. Y con justicia. Su recorrido hasta ahora había sido en culebrones televisivos, que no son exigentes interpretativamente, así que esto supone un cambio importante de compromiso y exigencia, que ha superado con nota. Pero a pesar de ello, quien me ha sorprendido notablemente ha sido la potencia y la presencia racial y auténtica que muestra Zoe Saldaña. Acostumbrados a sus trabajos, correctos, pero indiferentes, en distintas franquicias del ámbito de la pseudo ciencia ficción, pocas veces me había llamado la atención. Creo que es lo mejor de la función, con claridad. Breve, pero meritorio trabajo de Adriana Paz y, lamentablemente, tenemos que ir al enoooooorme error de reparto que es la presencia de Selena Gomez. Gomez es una actriz a la que aprecio. Le he visto buenas maneras en distintos trabajos, y forma parte del alma de una de las series de televisión actuales que más aprecio. Pero no estaba preparada para esta película. Da igual que su origen sea mejicano por sus abuelos o algo así. Es obvio que el español mejicano no es su lengua, que no la domina y que no puede interpretar con fluidez en ese idioma. Por lo que sus intervenciones resultan impostadas y chirrían en el contexto del conjunto de la película. Una verdadera lástima.
En su conjunto, una de las películas más interesantes y más recomendables del año. No es perfecta, pero es necesaria. No sólo nos cuenta una historia que nos engancha y de la que quisiéramos conocer más. También establece una reflexión ética y política sobre un país que hace doscientos años lo tenía todo para alzarse en una potencia regional y, quizá mundial, y que sin embargo se ha convertido en un semigigante con pies de barro, sumido en profundos problemas sociales y políticos, de los que no sólo no da señales de recuperarse sino que cada vez parece mostrar signos de más hundimiento. En cualquier caso, id a verla. De verdad.
Valoración
Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****







