[Recomendaciones fotográficas] Hoy… en blanco y negro

Fotografía

Síp. Hoy todas las recomendaciones van en blanco y negro. Y por eso… también las fotografías que la ilustran van en blanco y negro. Aunque originalmente estaban en color. Proceden de la caminata de ayer sábado por la mañana, en la que sigo enredando con un objetivo que me han prestado de cara a una posible adquisición de segunda mano. En Carlos en plata podéis saber más.

Y es que, de entrada, me tiene muy entretenida la entrada de Dina Litovsky en In the flash sobre sus fotógrafos favoritos contemporáneos que usan preferentemente, o exclusivamente, el blanco y negro como me medio de expresión. Son seis fotógrafos solamente, así que es asumible el repasar su obra en un domingo tranquilo y relajado. Del fotógrafo de Magnum Photos Alex Majoli seguro que había comentado alguna vez en estas páginas. Pero también me ha impresionado muy favorablemente Jack Davidson, cuyos retratos son una mezcla de modernidad y alusiones a estilos y tendencias del pasado, a aquellas formas y fondos que no necesariamente hay que dar por superados simplemente por ser de otra época, que siguen siendo válidos en la actualidad. Y puestos ya a ello, el blanco y negro virado al sepia de Paul Kooiker es una constante alusión a tiempos pasados.

Ya que he mencionado tiempos pasados, vayámonos realmente al pasado. A casi un siglo. O en algún casi sin el caso. En el Tumblr de HLDKY han publicado un día de esta semana varias fotografías del artista constructivista Alexander Rodchenko, que utilizó con frecuencia la fotografía para expresarse, siendo el medio de expresión por el que más se le conoce, aunque no fue el único al que se dedicó. Lamentablemente, ese blog no etiqueta sus publicaciones, por lo que sólo he podido enlazar una de las fotos. Rodchenko fue un artista que acogió con entusiasmo las posibilidades que se abrieron con la revolución bolchevique de 1917, por lo que durante una década puso su cámara al servicio de la causa. Sus obras, aunque de marcado carácter propagandístico, son ejemplares en su forma y concepción, siendo en ese momento un auténtico vanguardista. Aunque nunca se vio enfrentado al partido, a partir de los años 30 perdió importancia en la Unión Soviética, porque Stalin impuso otros criterios estéticos más de su conveniencia autoritaria y totalitaria, mientras que Rodchenko no quiso renunciar a su modo de expresarse, lo que hizo que quedara apartado de los círculos artísticos de la autocracia rusa. Pero suerte tuvo que no fue peor la cosa para él en aquellos turbulentos tiempos.

En otro Tumblr, el de Transpondster, conozco las fotografías de la norteamericana Lora Webb Nichols. Cuando sólo tenía dieciséis años, recibió de su prometido de treinta años, con quien se casaría en su momento, un cámara fotográfica. Una sencilla cámara de cajón Kodak. Y a partir de ese momento comenzó a documentar su entorno. Familiar y social. Falleció en 1962 dejando un archivo de más de 24 000 fotografías que reflejan la realidad de unos lugares y unos tiempos. De como los fotógrafos aficionados también pueden aportar. Es posible que hoy en día fueran fotografías digitales realizadas con un teléfono móvil con cámara, condenadas a perderse, a desvanecerse en el campo electromagnético, si dejar constancia de lo que fue.

Finalmente, en Photosnack, quiero destacar la recomendación del trabajo del japonés Takeshi Shikama. Shikama fotografía con una cámara de gran formato, de 8 x 10 pulgadas, aproximadamente 20 x 25 cm, y luego copia sobre platino-paladio. Sinceramente, cada vez que he tenido la ocasión de ver en directo copias realizadas sobre platino-paladio me ha maravillado la calidad de la imagen que producen, la sutileza de los tonos, de los gradientes tonales, la nitidez que permiten. Más cuando partes de un negativo semejante. Como el mismo explica, la copia las realiza por contacto. El gran tamaño del negativo permite esta técnica. Y lo hace sobre un tipo de papel artesanal japonés, realizado a mano, por lo que es proceso es artesanal de principio a fin y en todos sus elementos. Que envidia me dan los que son capaces de crear de esta forma artesanal. Con lo torpe que he sido yo siempre para las manualidades.

[Recomendaciones fotográficas] Tiradoras olímpicas, fantasmas, bombas atómicas y otras fotografías interesantes

Fotografía

Ayer alcancé el hito de 50 días seguidos publicando en este Cuaderno de ruta. Soy muy regular publicando desde 2005. Al año que viene cumplirá este blog 20 años. Pero yo creo que el promedio debe estar en seis publicaciones a la semana. Pero llevo siete semanas publicando todos los días sin excepción. Incluso con algún viaje entre medias. Pero claro… cuando salgo de viaje no suelo fallar en lo de publicar todos los días algunas fotos de lo que hemos visitado ese día. En fin. Vamos con las recomendaciones de estas dos últimas semanas, junto con algunas fotos de ayer mismo, un breve comentario sobre las cuales encontraréis en el substack Carlos en plata.

Durante dos semanas se desarrollaron recientemente los Juegos Olímpicos de París 2024. Ya comenté algo. Y, por supuesto, ha habido fotografías del evento para dar y vender. Sinceramente, no he estado muy al tanto ni he hecho mucho seguimiento. Estaba ocupado con otras cosas. Pero me alegró saber que el veterano Dave Burnett sigue llevándose su Graflex Speed Graphic de 1943 para hacer otro tipo de fotografía del evento. Y lo que ha sido curioso es la expectación que han levantado las fotografías de algunos tiradores olímpicos, entre ellos el turco Yusuf Dikeç y la surcoreana Kim Yeji. El primero por su pose despreocupada, como quien va de campo y playa, la segunda por su aspecto de ser una cyborg salida de un anime o manga cyberpunk. Aunque con un elefantito de peluche de su hija colgando del cinturón. En Another Magazine han dedicado un artículo a los atuendos femeninos en los juegos y sus significados, apoyado en las fotografías y en capturas de transmisiones de televisión.

En los tiempos más tempranos de la fotografía, cuando las exposiciones duraban segundos, si no algún minuto, los fotógrafos más creativos jugaron con las dobles exposiciones para «fotografiar fantasmas». Presencias ectoplasmáticas, que resonarían en el espiritualismo de muchos movimientos religiosos que se dieron en las últimas décadas del siglo XIX, especialmente en países anglosajones. Y que probablemente culminaría con las hadas de Cottingley, donde más allá de los espíritus, se adentraban en la fotografía de seres fantásticos. Otro ámbito de la fotografía de la época fue la fotografía de los familiares fallecidos, otra extraña forma, por lo menos desde nuestro punto de vista actual, de mantenerse unidos a sus finados. En una época en la que las muertes prematuras, niños incluidos… o especialmente,… eran mucho más frecuentes. En My Morning Muse, Susanne Helmert, reflexiona sobre la «fotografía de fantasmas».

Como todos los años, llegados los primeros días de agosto, rememoramos el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, deseando que nunca más vuelva a suceder. Aunque hay demasiadas armas atómicas en el mundo y demasiados dictadores con acceso a ellas como para ser optimistas. De los supervivientes de los bombardeos atómico, ya van quedando pocos. Han pasado casi 80 años. El año que viene. Los que sobreviven eran niños o adolescentes, y están mayores. En Flakphoto nos recordaron y nos mostraron los retratos de supervivientes que ha venido realizando el japonés Kentaro Takahashi (Instagram). Porque hay cosas de las que no debemos olvidarnos. Nunca.

Siguiendo con fotógrafos japoneses, en Lenscratch nos hablaron, una entrevista en realidad, de las fotografías de Yamamoto Masao, que ya conozco desde hace un tiempo, y que me gustan bastante. Fotografáis que parecen de otra época. Con una estética minimalista y muy expresiva. Y finalmente, George Appletree en su boletín Boundary layer, hace una interesante comparativa entre el japonés Daidō Moriyama y el norteamericano Saul Leiter. Dos fotógrafos aparentemente distintos, pero que tienen más semejanzas de lo que parece. Ambos me gustan. Tengo especial debilidad por el color de Leiter, eso sí.

[Recomendaciones fotográficas] Kusama, el brutalismo y los fotógrafos de Youtube

Arte, Fotografía

Yayoi Kusama no es fotógrafa. Pintura, escultura, instalaciones, performances,… una artista contemporánea muy polifacética, emparentada con el pop-art, aunque no exactamente, ya que muchas de sus obras tienen fuertes componentes de psicodelia. Desde que conocí su obra en un viaje a Estocolmo hace ya unos cuantos años, en una exposición del Moderna Museet, me ha llamado la atención. Especialmente sus habitaciones Espejo/infinito, en el que te pierdes entre los puntos de luz que se extiende reflejados hasta más allá de la percepción visual a tu alrededor. Pero la fotografía ha sido importante. Especialmente para reflejar sus instalaciones más efímeras y sus performances, algunas de las cuales la lanzaron a la fama hace décadas en Nueva York. Por eso, cuando hablaron de ella en Art Dogs hace unos días, decidí hablar de ella en esta recomendaciones semanales. Nació en Matsumoto, ciudad que visité en el mes de mayo, y que reflejo en las fotos de esta entrada.

El brutalismo es un estilo arquitectónico que a la vez me fascina y me horroriza. Con frecuencia asociado a los regímenes autoritarios del siglo XX, también se ha prodigado entre las democracias liberales, pero siempre, en mi humilde opinión, asociado a sus peores caras. De alguna forma. En los correos de Photosnack de esta semana apareció la recomendación del fotógrafo británico Jamie McGregor Smith (Instagram). Fundamentalmente, por sus retratos. Pero a mi sus retratos, todos de gente muy pija, o por lo menos con esa apariencia, no me han interesado. Lo que me ha fascinado es sus diversas series destinadas al brutalismo, a la arquitectura con cemento y hormigón, o con hierros. Incluso sus paisajes tienen fuerte componente de paisajes alterados por el ser humano. Para dedicar mucho rato a contemplar su obra.

Hubo un momento, hace siete u ocho años, por decir un cifra, en el que había muchos fotógrafos contando cosas interesantes en Youtube. Y empecé a seguir a unos cuantos de ellos, y aprendí unas cuantas cosas y reflexioné sobre otras. Bien. Pero. En estos momentos, la mayor parte de ellos, en un intento desesperado por vivir del medio más que de la fotografía propiamente dicha, han hecho derivas horribles hacia la publicidad encubierta en mayor o menor medida de las marcas, o hacia un cierto sensacionalismo y sentido del espectáculo a costa de la profundidad y el interés en sus contenido. Por ejemplo, el estridente tono de Thomas Heaton (Youtube) en su dos semanas de cazador de tormentas en el Medio Oeste americano dista mucho del pausado relato de sus logros y fracasos en la fotografía de paisaje que disfrutábamos cuando era mucho menos conocido. Y no es el peor ejemplo que podría mencionar, ni mucho menos.

Pero hay otros que mantienen su tono de forma calmada y reflexiva. Desde hace unas semanas voy siguiendo y recuperando los videos de Shane Dignum (Youtube), fotógrafo de paisaje, con cámara para película de gran formato. Habitualmente 20 x 25 cm, aunque le he visto ya usar otros formatos. Con paisajes más sobrios que los de muchos «fotógrafos de internet o Youtube», pero más significativos, en realidad es más inspirador para el fotógrafo aficionado común ya que invita a encontrar el motivo en escenarios o circunstancias muy diversas. Y es que, en realidad, también él es un aficionado, ya que su profesión es la de ebanista y diseñador de mobiliario. Y también lo encontramos como miembro del Directors Guild of America, el gremio de directores de cine y televisión de los Estados Unidos.

Me lo paso muy bien con Nick Carver (Youtube). Un tipo simpático, que también suele usar cámara de gran formato. Generalmente en formatos panorámicos de 6 x 17 mm, aunque no exclusivamente. Fotografía el paisaje urbano y hace frecuentes excursiones al desierto próximo al sur de California durante reside. Y cuando le propusieron una colaboración con una oficina de turismo andaluza, aparte del trabajo que hizo para ellos, no perdió el tiempo e hizo sus fotografías más personales, y con frecuencia más interesantes. Lo bueno de Carver es que tiene humor del bueno. Un humor cordial con todo el mundo y autocrítico con sí mismo, que impregna sus vídeos y los hace muy entretenidos de ver. También aprendes mucho con él.

Y en el último vídeo que he visto de Carver conocí a otro fotógrafo. Brasileño. El vídeo hablaba de una estancia por vacaciones o asueto en Yosemite. Con un amigo, Sergio Buss (Instagram), el fotógrafo del que os quería hablar. Lo que me llamó la atención es que Carver ponía fotografías tanto suyas como de Buss, que no parece tener canal en Youtube. Y añadía que envidiaba la libertad y la creatividad con la que afrontaba el majestuoso paisaje del conocido parque nacional. Incluso con una Holga, de la que mostró alguna foto muy interesante. Dos visiones fotográficas muy distintas del mismo lugar. Por lo que he podido comprobar, Buss no es fotógrafo de paisaje o naturaleza, utiliza habitualmente también película fotográfica, formato medio, y su mirada se dirige a las personas, entre le retrato y el reportaje. Me gustó el estilo desenfadado y auténtico de sus fotografías. Me dio mucha envidia.

[Recomendaciones fotográficas] Olimpiadas, moteros, una fotógrafa que no conocía y alguna cosa más

Fotografía

Esta semana ha sido más «normal». Desde que volví de vacaciones a principios de junio, muchas cosas en mi vida habían ido un poco «estresadas». Lo entrecomillo porque no me he sentido realmente estresado. Pero sí muy liado con cosas que me han impedido hacer otras. Nada grave. Por eso, y porque la semana pasada dediqué la publicación del domingo de este Cuaderno de ruta a comentar un libro de fotografía, tenía bastantes recomendaciones acumuladas. Lo que pasa es que he tirado a la papelera y me he quedado con unas cuantas. Las fotografías, de ayer. Como hace mucho calor, madrugo, veo amanecer, lo fotografío y camino con la fresca, ayer fotografiando también algún martinete común, algún ruiseñor jovencito y alguna gaviota argentea, también jovencita, aunque esa no la he puesto.

Ha comenzado los Juegos de la XXXIII Olimpiada moderna. Hace unos días, la Fundeu consideraba que, de acuerdo al diccionario de la RAE, Olimpiada/Olimpíada/Olimpiadas/Olimpíadas y Juegos Olímpicos eran sinónimos. A mí, siempre me ha gustado diferenciar ambos conceptos, al estilo de las antiguas olimpiadas griegas. Los juegos olímpicos son el conjunto de competiciones deportivas que se celebran al final de una olimpiada, que es un periodo de cuatro años que comienza tras finalizar unos juegos y termina con la celebración de los siguientes. De hecho, la cuenta en números romanos, el XXXIII, se refiere a las olimpiadas como periodos de cuatro años, y no al de juegos celebrados, ya que al final de la VI, la XII y la XIII Olimpiadas no se celebraron juegos por estar el mundo sumido en sus guerras mundiales. Es decir, ha habido 33 olimpiadas y 30 juegos. No cuento los de invierno, para no liarnos. Eso sí, la I Olimpiada moderna sólo duró dos años, desde la conferencia de la Sorbona en 1894 a la celebración de los juegos en 1896 en Atenas. Los griegos habían organizado de todos modos algunos juegos olímpicos durante el siglo XIX en los que participaban griegos y otomanos. Y en otros lugares de Europa se organizaban competiciones deportivas que se denominaban también juegos olímpicos.

El caso es que, con la cosa de los juegos, nos van a inundar de imágenes fotográficas más o menos espectaculares, generalmente muy vistosas y coloridas, en las que las marcas fotográficas cederán sus mejores equipos a algunos fotógrafos selectos o llegarán a acuerdos con algunas agencias, para sacar pecho con sus buques insignia, las cámaras más profesionales, rápidas y resistentes de sus gamas. Y generalmente las más caras. Pero yo me he ido a las páginas de Magnum Photos para leer y ver las fotografías de un francés, Raymond Depardon (Instagram), en los primeros juegos que se celebraron estando yo en este mundo, los de Tokio 1964. Las fotografías de Depardon eran en blanco y negro, lo propio de la mayor parte de los reporteros gráficos de la época. Y quizá no sean tan espectaculares como las actuales… pero eran mucho más humanas. Hace años, en París, compré un librito de Depardon en el que narraba su vuelta al mundo en quince días. No recuerdo todas las etapas que hizo. París, Nueva York, San Francisco, Tokio, Sidney,… algún otro destino en Asia occidenta, y vuelta a París, o algo así. Hubo un tiempo en que fantaseé en hacer algo parecido. Un agotamiento. Pero oye… la vuelta al mundo.

Desde las redes sociales de la Tate Foundation que, entre otros museos y establecimientos, gestiona la Tate Modern Gallery de Londres, uno de mis museos favoritos, nos llega una vídeo con Mari Katayama (Instagram), artista japonesa que utiliza principalmente la fotografía como uno de sus principales medios de expresión, aunque no el único.

Como podréis comprobar en el vídeo, Katayama carece de piernas porque, habiendo nacido con una malformación congénita, prefirió amputarlas para poder caminar con prótesis en lugar de ir en silla de ruedas. La malformación también le afecta a la mano izquierda. Conozco la obra de Katayama desde hace años, y me parece muy interesante.

Desde My Morning Muse, el Substack de Susanne Helmert, me llegan noticias de Rose Mandel, una fotógrafa polaca que huyó a Estados Unidos cuando la guerra mundial. En San Francisco, Mandel estudió en la Escuela de Bellas Artes de California, donde Ansel Adams dirigía el departamento de fotografía, con una nómina de profesores absolutamente impresionante. No es especialmente conocida, pero lo que he podido ir viendo de su obra me parece muy interesante. Aunque tan apenas se interesó en promocionar su trabajo personal o venderlo, trabajó como fotógrafa para la Universidad de California en Berkeley, sí que participó en exposiciones, y algo se dio a conocer. Pero yo no, hasta ahora.

Esta mañana… mejor dicho,… a primeras horas de la tarde, en las extrañas sesiones de domingo a las 14:00 horas que se han inventado ahora en los cines de Zaragoza, hemos visto una película de la que hablaré otro día. Pero lo más interesante desde el punto de vista fotográfico es que está inspirada por la obra de Danny Lyon (Instagram), The Bikeriders. Es una obra célebre, de un fotógrafo humanista muy interesante que conozco hace muchos años, ya que tuve ocasión de visitar una exposición sobre esta obra en su momento. Muy recomendable conocer su obra. Así que continuaré dentro de unos días como he dicho con este comentario, hablando de la película.

[Recomendaciones fotográficas] Obituario de Thomas Hoepker y algunas cosas más

Fotografía

Convencido estaba de que este domingo iba a ser un día tranquilo, que me daría tiempo a hacer de todo. Además, con la cosa del fútbol, sumado al calor, daba por hecho que la gente se estaría quieta, no daría mal, preparándose para vociferar ante el televisor, viendo un partido del que considero uno de los deportes más aburridos que conozco, con una cultura a su alrededor bastante nefasta; racismos, machismos, nazionalismos,… y otros de los diversos ismos que me desagradan. Pero no… ha sido un día muy liado, en el que por lo menos, entre otras cosas buenas, hemos degustado un jamón buenísimo, y hemos visto una estupenda película que seguramente verán cuatro gatos en este país. Las fotos acompañantes, un adelanto de algunos rollos de Fujicolor Superia Premium 400, que me traje de Japón, que expuse en Madrid y Pamplona hace poquitas semanas, y de las que hablare o que mostraré dentro de poco, en este Cuaderno de ruta, o en Carlos en Plata.

La principal recomendación que tengo esta semana es repasar la Thomas Hoepker (1936-2024) que falleció esta semana. Nos avisó la agencia Magnum Photos, a la que pertenecía. El fotógrafo bávaro, pero radicado en Nueva York desde hace muchos años, era de los que se consideraba hacedor de imágenes, pero no artista. La semana pasada hablábamos de algunos otros fotógrafos con la misma filosofía, pero que nos han legado fotos maravillosas. Menos conocido que otros fotógrafos documentales, adquirió renombre por una fotografía realizada el 11 de septiembre de 2001, sí, ese día, en el que se veía el World Trade Center humeante en el horizonte, con unas gentes con aspecto relajado, en un parque a la orilla del East River (creo), conversando tranquilamente. Pero reducir su obra a esta foto, sería muy injusto, puesto que su carrera fue larga y su obra amplia e interesante.

En una entrada en el Tumblr de The Night Picture Collector se reblogueaba hace unos días otra de Last Picture Show… que creo que es la misma gente (o tienen estilos muy parecidos), con unas fotografías de Bruce Davidson, uno de mis fotógrafos documentales favoritos. Pero lo que hace especialmente interesante esta entrada es que, mientras que la mayor parte de los aficionados y amantes de la fotografía son conocedores de la fotografía en blanco y negro de Davidson, estas eran una estupendas fotografías en color, probablemente Kodachromes, realizadas entre las comunidades mineras de País de Gales. Estupendas. También en color, mirad también estas sobre el metro de Nueva York.

En Lensculture han hablado de fotógrafos que hablan con sus fotografías de la gente. En primer lugar, de las adolescentes que viven en las comunidades del norte del estado de Nueva York, tan distinto del sur del estado con la megaurbe neoyorquina, de la mano de la cámara fotográfica de Logan White. Y en segundo lugar, cambiando de continente, de los inmigrantes africanos, muchos de ellos irregulares, que se mueven por Italia y el sur de Francia, tras la arriesgada travesía del Mediterráneo, de la mano de la cámara fotográfica de Alisa Martynova.

Y en el boletín diario de Photosnack, esta semana han recomendado dos fotógrafos que llevo un tiempo siguiendo en Instagram. En primer lugar, el surtirolés Ando Fuchs (Instagram), radicado en el Tirol austriaco, realmente a pocos kilómetros de la población del Tirol italiano donde nació, y que suele ofrecer unas fotografías en blanco y negro, contrastado muy expresivo, siendo las montañas de su tierra y las calles y canales de Venecia sus motivos más habituales. Y como son lugares que me gustan y de los que guardo excelentes recuerdos… En segundo lugar, el británico Marc Wilson (Instagram), de quien tengo algún libro, y que suele fotografiar los paisajes bajo la impronta del ser humano, que es un tema que siempre me ha interesado.

[Recomendaciones fotográficas] Weiss, Ho, Goldblatt… clásicos humanistas que hay que recordar

Fotografía

Sigo en situación de mucho trabajo. De tal forma que, incluso si tengo la tarde libre, no me apetece mucho plantarme delante del ordenador aunque sea para temas de ocio y de aficiones. Por eso, llevo muy poco avanzada la revisión de las fotografías del viaje a Japón. Y no reviso a fondo mis fuentes de recomendaciones fotográficas habituales. A ver si va pasando un poco la racha, voy menos cansado, y me centro más en otras cosas. En cualquier caso, algunas cositas he guardado para este domingo. Que van acompañadas de algunas fotos de ayer por la tarde con el objetivo soft focus de Pentax; hace años que no lo usaba.

Monique Sabine Weber, conocida como Sabine Weiss por su apellido de casada, fue una fotógrafa suiza, nacionalizada francesa, que representó perfectamente el movimiento de los llamados fotógrafos humanistas del siglo XX, que tan maravillosas fotógrafas nos dejó a lo largo de tan turbulento siglo. Rechazó ser considerada como artista, viéndose a sí misma como un testigo que documenta las vidas de las gentes, a las que mira con ojos llenos de empatía. Frente a la fotografía callejera actual, muy bruta, más efectista que otra cosa, la fotografía de Weiss está cargada de sentimiento, de una necesaria sensibilidad, en unos años en los que el mundo vio con frecuencia alterada la paz de formas brutales. También hizo moda y, eventualmente, fotografía publicitaria. Y es que,… hay que ganarse la vida, que está muy achuchada. Nos lo recordaron en Aesthetica Magazine.

Y otro fotógrafo que también demostró que la buena fotografía callejera no tiene que ver con lo que ahora nos venden en las redes sociales fue el chino Fan Ho, nacido en Shanghái. Un maestro del uso y control de la luz, las formas, las geometrías, el uso de la figura humana como medida de todas las cosas. Podría, perfectamente, incluirse también dentro de la corriente de fotografía humanista. Y aunque menos conocido por su origen asiático, poco a poco ha ido adquiriendo reconocimiento y situándose en la historia de la fotografía en el lugar que le corresponde. Al igual que Weiss, por qué será que algunos de los fotógrafos más brillantes, y que más corazón ponen en su trabajo, son al mismo tiempo de los más modestos y sencillos. Qué diferencia con los tiempos que corren en los que tanto fotógrafos pontifican sobre las excelencias de su propio trabajo y sus métodos, cuando carecen de profundidad y probablemente caerán el olvido, suplantados por otros que se pongan de moda en las redes sociales. Nos lo recordaron en Photosnack.

Y otro que tal baila, contemporáneo de los anteriores, pero en otro continente, fue el sudafricano David Goldblatt, cuyo trabajo de reportaje se vio condicionado y marcado por el infame régimen racista en su país. Aunque con frecuencia enfocó su cámara en las personas, en retratos también llenos de empatía y solidaridad, insistiendo en la condición digna y humana de las gentes discriminadas por el apartheid, en otras cosas nos habló de las mismas a través de paisajes urbanos o fotografías arquitectónicas, o de ambientes y objetos, desprovistos de la presencia humana, pero donde esta se siente de forma intensa. Otro fotógrafo que no se veía como artista, sino como testigo, y que encuadraba con maestría estética. No lo han contado en Plataforma de arte contemporáneo.

Finalmente, en otro orden de cosas, las fotografías de Ellen Mahaffy, des las que nos han hablado en Lenscratch. Cuando visité Hiroshima, en el Museo Memorial de la Paz, dentro del Parque Memorial de la Paz (Heiwa Kinen Kōen 平和記念公園), encontré fotografías de la japonesa Miyako Ishiuchi, en las que aparecía objetos recogidos entre las ruinas de la ciudad tras el bombardeo atómica. Sencillas. Directas. Pero eficaces a la hora de guardar la memoria de quienes allí vivieron. Ishiuchi realizó un trabajo similar fotografiando los objetos que usó su madre, también en un ejercicio de memoria, de recuerdo. Desde entonces he valorado mucho este tipo de fotografía. Mahaffy también acude al mismo concepto. Sus naturalezas muertas, basadas en objetos de su padre, de las cosas que le relacionan con su padre, que lo vinculan a él, incluso si no fue precisamente un modelo, ya que careció de afecto hacia la fotógrafa en su niñez y adolescencia, generando una relación tóxica.

[Recomendaciones fotográficas] Pentax, exposiciones PhotoEspaña 2024 y alguna más

Fotografía

Para los aficionados a la fotografía con película tradicional, las noticias de esta semana ha estado marcada por un acontecimiento cuya trascendencia real se verá con el tiempo. Ricoh Imaging, que posee los derechos de la marca Pentax, ha lanzado al mercado la Pentax 17. Una cámara compacta para película de 35 mm que permite obtener 72-75 exposiciones de 24 x 17 mm en un rollo de 36 exposiciones estándar, en lugar de las previstas 36-38 exposiciones de 24 x 36 mm. En principio, con algunas diferencias, como el flash incorporado, su capacidad para enfocar por estimación, y algún modo de exposición dentro del automatismo total de la cámara, algo muy similar a la Olympus Pen EE3 que uso con cierta frecuencia.

No voy a entrar aquí en detallar las cuestiones más importantes de la cámara, las que gustan y las que no. Si leéis en inglés os propongo este artículo de Wesley Verhoeve. Pero ya advierto, la mayor parte de lo que se ha escrito sobre la cámara lo está más como fenómeno hipster, como tanto sobre fotografía fotoquímica, que como análisis objetivos sobre el aparato. En fin… muchos son muy optimistas… pero sólo es una cámara sencilla, aunque aparentemente bien hecha, lo que se nota en su precio, que todavía hay que ver qué tirón tiene más allá de la novedad inicial. Así que vamos con el tema principal de las recomendaciones de hoy. Las exposiciones de PhotoEspaña que he podido ver. La que he visto en Zaragoza y las que me dio tiempo a ver en Madrid. No hablaré de todas. Sólo de las que me interesaron más.

En Zaragoza, en la Lonja, tenemos la exposición retrospectiva de Pilar Aymerich, una de las pocas fotógrafas, mujeres, que se movió en la prensa española en el tardofranquismo y en la transición, y que se han puesto de moda en los últimos años. Porque lo merecían en la mayor parte de los casos. Y desde ese punto de vista, la exposición que he visto está bastante bien. Y como profesional me parece bastante más interesante que alguna otra que se puso de moda, y me pareció más circunstancial. Puestos a recomendar mujeres fotógrafas, la emparejaría, aunque tengan estilos muy distintos, con la venezolana nacida suiza Barbara Brändli, una modelo que tuvo su momento en el París de los años 50, y que se pasó al otro lado de la cámara cuando se trasladó a Venezuela, donde realizó su actividad profesional como fotógrafa durante décadas, con reportajes en el mundo de la danza y el teatro, pero también entre los pueblos indígenas de la región amazónica del país, entre otros temas. Se puede ver en CentroCentro, aunque palacio de Correos y Telecomunicaciones, en Madrid.

El Círculo de Bellas Artes de Madrid siempre tiene una actividad destacada durante PhotoEspaña. Dos de las exposiciones actuales me interesaron y voy a comentar. Aunque una de ellas no aparece en el programa del festival. Supongo que ha coincidido su programación por el CBA con la programación del festival. No sé. La que no está es un clásico de la fotografía española de la segunda mitad del siglo XX, la España oculta de Cristina García Rodero. Una de las obras magnas de la fotografía española, ese recorrido por la España profunda buscando las tradiciones sobre el mundo religioso, místico, mágico, en una España que, para mí, daba mucho miedo. Por las connotaciones que sugería de incultura y fanatismo. Pero es una serie que es interpretada de muchas formas. Imprescindible. También en el CBA encontramos la serie Karasu 烏 (Cuervos) de Masahisa Fukase. Otra imprescindible sobre el amor, el duelo y la pérdida, que surge a partir del divorcio de su esposa Yoko. Me pone muy nervioso ese caracter, 烏, cuervo, por su semejanza con el de pájaro, 鳥 tori. Sólo se diferencia en un trazo… que si no estás habituado, es muy sutil. En cualquier caso, para muchos, una obra maestra.

Quizá se pueda considerar que la exposición estrella del festival es la dedicada a Erwin Olaf. La principal antológica retrospectiva del fotógrafo neerlandés tras su fallecimiento en 2023 por las complicaciones tras un trasplante de pulmón. Olaf es un fotógrafo que conocí pronto cuando comencé con mi afición a la fotografía. En un momento en el que empezaba a ser popular fuera de su país, pero no al nivel que habría de alcanzar. Un fotógrafo que me sorprendía por la perfección técnica de sus fotografías, en su mayor parte retratos o fotografías escenificadas, en las que lanza su mensaje sobre sexualidad, sobre la soledad, sobre la incomunicación,… una fotografía mucho más política de lo que parece en un primer instante. Es una excelente exposición que justifica el viaje para el amante a la fotografía.

Y termino con mi sorpresa agradable. Mi hallazgo de un fotógrafo que no conocía. No conocía tampoco la sala de exposiciones del Espacio Cultural Serrería Belga, unos antiguos talleres industriales reconvertidos en un centro cultural, cerca de Atocha, junto a Caixaforum. Allí se celebra la exposición retrospectiva dedicada al ucraniano Boris Savelev, un fotógrafo ucraniano, que fue de los pocos que trabajaron de forma independiente durante los tiempos de la Unión Soviética, habiendo residido en Moscú y San Petersburgo. Desde que en 2014 comenzaron los conflictos entre Rusia y Ucrania, se volvió a esta última, y con la guerra encima se refugió en Vigo. El caso es que tenemos una exposición con fotografías de muy alto nivel, algunas en blanco y negro, pero muchas en color. Un color maravilloso ya que durante años usó el material Kodachrome, en sus sensibilidades ISO 25, 64 y 200, que, junto con su capacidad para ver el momento y su capacidad para componer integrando el color como pocos en la composición, genera imágenes de muy alta calidad artística y conceptual. Me gustó mucho. Me gustaría tener algún libro de este fotógrafo. Pero solo encuentro de segunda mano y a precios muy elevados.

[Recomendaciones semanales] Un clásico contemporáneo y otras apuestas contemporáneas

Fotografía

No tengo mucho preparado esta semana. Cuando tengo mucho trabajo, cuando llego a casa, por las tardes, no me apetece ponerme delante del ordenador o de la tableta a buscar cosas o revisar recomendaciones fotográficas. Me apetece alejarme de las pantallas. Y en estos momentos, tengo mucho trabajo. En fin. Pero tenemos cosas interesantes para este domingo. Acompañadas de las últimas polaroids que he tomado. Y cuyo comentario técnico, más o menos, podéis encontrar en mi última publicación en Substack.

En PhotoBook Journal nos hablan del último libro de Todd Hido. Hido es alguien que considero algo así como un clásico contemporáneo. Es un fotógrafo que cada vez me gusta más. Y estos etéreos paisajes del medio oeste americano me han parecido muy interesantes. No sería de extrañar que con la extra de verano me encargase una copia. En cualquier caso, os recomiendo a todos que repaséis la obra de este fotógrafo norteamericano, que me parece de lo mejor de nuestros contemporáneos.

En Aesthetica Magazine publicaron hace unos días una entrevista, acompañada de fotografías, al fotógrafo George Byrne. Enlazando su trabajo con el de la New Photographics de hace unas décadas, que en muchas ocasiones he comentado me ha inspirado muchas veces. El trabajo de Byrne, realizado con película fotográfica en color de medio formato, en 6 x 7, interpreta el paisaje alterado por el ser humano como escenas de geometrías marcadas y muy coloridas. Me ha parecido una visión muy interesante. Debe ser que, como soy muy cartesiano, las geometrías me atraen.

En Photosnack, Tomasz Trzebiatowski, nos trajo hace unos días la sugestión de contemplar el trabajo de dos fotógrafos surcoreanos.

Por un lado, Koo Bohnchang, un fotógrafo que ya había traído a estas páginas, al menos en dos ocasiones. En esta ocasión, la recomendación de Tomasz se centra en los bodegones de Koo, bodegones muy monocromáticos, sobre la cerámica tradicional de sus país (baekja 백자 del periodo Joseon), generalmente blanca o de tonos cálidos suaves. Un trabajo en el que se resalta la armonía de las formas y las finas texturas, en un entorno de luz difusa, suave, poco contrastada. Unos bodegones muy interesantes. Koo Bohnchang es una fotógrafo muy diverso en sus temas y estilos, ha tocado muchos palos. Un fotógrafo en el que predomina la vertiente artística sobre la documental. Me gusta.

En segundo lugar, Choi Rala (aunque se presenta a sí mismo con el nombre en el orden occidental, Rala Choi) [en instagram], un fotógrafo que adopta un estilo muy expresionista, pictórico, con fuertes, saturados, colores, para explorar la intimidad de la persona y de las relaciones. Imágenes fuertes, atrayentes, en las que las personas permanecen relativamente anónimas, suelen ocultar sus rostros, perdidas en sus propios pensamientos, o intensas interrelaciones con otras personas. También me ha gustado mucho. También fotografía película fotográfica, y aprovecha la organicidad de la estructura íntima de este soporte para dotar de ese matiz pictórico a sus fotografías. En este caso, con película de formato pequeño, 35 mm, una Nikon FM como cámara principal, para que la estructura sea más visible en grandes ampliaciones.

Finalmente, en Booooooom, me ha llamado la atención el trabajo de la berlinesa Ina Königs (en instagram), alrededor del mito de Ondina. Un ser originario de la mitología griega, pero con una fuerte penetración en la cultura alemana. Las fotografías, los paisajes, están realizadas en la isla del Hierro, con el fin de poner en relieve el conflicto entre el agua y la tierra que subyace en el mito.

[Recomendaciones fotográficas] La perspectiva invertida y otros conceptos interesantes

Fotografía

Llevo prácticamente un mes sin exponer mis recomendaciones fotográficas. Entre el viaje a Japón y la resaca del viaje a Japón… no ha habido ocasión. Hoy, domingo, día de elecciones… que dan miedo,… ha salido lloviendo. Antaño, cuando era niño o adolescente, decíamos que había llegado una borrasca. Ahora usamos acrónimos. Ha entrado una DANA. Pero en esencia es lo mismo. Aunque se comenta que por aquello de la crisis climática, las DANA (no sé si vale decir «danas», tendría que consultar si el acrónimo ha pasado al uso corriente como un sustantivo común) de hoy en día son más perversas que las borrascas de entonces. En fin, vamos con algunas cosas sobre fotografía. Y adelanto algunas fotografías de Japón realizadas con película en blanco y negro, que ya comentaré más despacio mañana o pasado. Hoy, escenas que no reflejan los aspectos más turísticos, sino los más cotidianos del País del Sol Naciente.

Me ha hecho gracia el término «la perspectiva invertida» que usan en Magnum Photos para hablar del reportaje de Paul Fusco sobre el tren fúnebre de Robert F. Kennedy en 1968. Fusco viajaba en el tren tras el asesinato de Bob Kennedy. Se supone que la noticia, lo que era interesante era el tren. Pero Fusco invirtió el punto de vista. Desde el tren, comenzó a fotografiar a las personas que se situaban en los márgenes de las vías para ver pasar el tren. Muchos de ellos, por sus actitudes, claramente, para presentar sus respetos al fallecido. Muy querido, supuestamente, pero eso no impidió que unos pocos meses después los estadounidenses eligieran como presidente al infame de Nixon. Este tren fúnebre no fue el primero de los Estados Unidos. También a la muerte de Lincoln, creo que por iniciativo de Edwin Stanton, el Secretario de Guerra de Lincoln. Se convirtió en una impresionante demostración publicitaria. Lo mismo con Bob Kennedy. Pero la originalidad de Fusco es devolver la mirada hacia el público espectador, dando lugar a un reportaje que ocupa ya un lugar destacado en la historia del fotoperiodismo.

Creo que nunca he hablado de Larry Sultan en mis recomendaciones fotográficas. No estoy seguro, llevo muchos años con esto y fácilmente puede habérseme olvidado. Pero en American Suburb X nos han recordado recientemente una de sus obras más influyentes, Pictures from Home, en el que convierte a su propia familia en protagonistas. Sultan practicaba una fotografía que era una mezcla o un híbrido entre la fotografía documental y la fotografía escenificada. Pero indudablemente era poderosa.

En Another Magazine encuentro una curiosa propuesta. La fotógrafa china, aunque radicada en Berlín, Zhou Mengyu, dirige su mirada y su objetivo fotográfico hacia su prima que actualmente tiene 29 años. Una mujer joven en una ciudad de provincias china, donde tiene que pelear constantemente entre las expectativas de la vida contemporánea y el conservadurimo y el tradicionalismo de las familias y de la sociedad china. Con un currículo académico poco brillante, difíciles opciones laborales, forzada por lo tanto a un matrimonio aprovechando su atractivo como mujer joven, pero matrimonio que fracasa, esta mujer todavía joven y constreñida por su sociedad, vive en una encrucijada de la que es difícil salir. Me ha parecido muy interesante.

En Lenscratch han dedicado sus páginas esta semana a la fotografía en Chile. Y algunas de sus propuestas me han interesado. Por ejemplo, las fotografías de Nicolás Marticorena. Chile en un país grande. Y que por su disposición geográfica es muy diversos en topografías y climas. Desde el norte cálido, árido y desértico, hasta lo fríos y las montañas del sur y del interior en la frontera con Argentina. Marticorena fija su mirada en la aridez del paisaje chileno, agravada por la crisis climática. Y en gran medida con medios muy sencillos, una Rolleiflex y película fotográfica. En otro orden de cosas, pero fijándose también en el paisaje, el peruano radicado en Chile, Sebastián Mejía, fija su mirada en las riberas del río Mapocho, río de Santiago de Chile, muy afectado por la polución y que en la actualidad va camino de recibir la protección como humedal de interés ecológico. La siempre compleja interacción entre el ser humano y el paisaje como tema fundamental.

En cuanto a mis suscripciones a través de Substack, como de costumbre, en Photosnack, ha habido un montón de propuestas interesantes. Pero para no hacerme prolijo simplemente os recomendaré que visitéis la página principal. Pero comentaré una publicación de Dina Litovsky (página principal) con fotografías propias, sobre la peculiar costumbre de la bendición de animales en las iglesias católicas. En España conozco la bendición de los animales en la fiesta de San Antón, o San Antonio Abad, el 17 de enero. Pero parece que en Nueva York la cosa sucede en la catedral de San Juan durante la onomástica de San Francisco de Asís a principios de octubre. Y nos ofrece algunas fotografías realmente curiosas, que bordean lo dadá o el surrealismo. Parece que es la segunda parte de dos entradas dedicadas a la fotografía de animales. En la primera habla de la publicación de un libro sobre el tema.

[Recomendaciones fotográficas] Fotografía en China y algunas cosas más

Fotografía

En los últimos tiempos ando liado. En el trabajo y fuera del trabajo. En cualquier caso, acabo más cansado los días, me acuesto pronto, y prefiero relajarme caminando haciendo alguna foto a ponerme delante del ordenador buscando cosas sobre fotografía. Ya paso muchas horas delante del ordenador como para dedicar más en casa a ello. Por ello, últimamente recojo menos recomendaciones fotográficas. O no son tan diversas. Lo que sea.

En estas estaba cuando, volviendo a casa en autobús una tarde, después de una caminata relajante, consultaba algunas cosas en Instagram en el teléfono móvil cuando me encontré una publicación de Photography of China. Era sobre la fotógrafa Peng Ke. Había alguna cosa que me interesaba en su fotografía, aunque sin definirme bien si la incluía o no en mis recomendaciones. Pero de lo que me di cuenta en ese momento es que llevaba mucho tiempo sin extraer recomendaciones de esas páginas destinadas a hablar de la fotografía en el gigante asiático. Comprobé que, por algún motivo, ya no es posible añadir la página de novedades de Photography of China al agregador de noticias, y no veía sus titulares.

No obstante, repasé algunas de sus últimas entradas, aquellas que habían publicado desde el año nuevo chino a esta parte. Me llamaron la atención las fotografías de Elle Thorbecke, creo que alemana, que pasó varios años de la década de los 30 en Pekín (literalmente, capital del norte), recogiendo un abundante archivo fotográfico de la vida en la actual capital china. En aquellos momentos, la capital de China era Nankín (literalmente, capital del sur). También, con un sentido histórico tenemos las fotografías de William A. Joseph, uno de los participantes de un grupo de intelectuales que buscaban la normalización de las relaciones entre China y Estados Unidos. Para ello visitaron el gigante asiático en 1972, donde realizó las fotografías que ilustraban la vida cotidiana en aquella época de la Revolución Cultural. Unas fotografías que transmitían una imagen optimista y feliz de la sociedad china. Ciertamente que lo peor de la Revolución Cultural había pasado… pero fue un lamentable periodo en la historia del país, en el que se cometieron demasiados desmanes y estupideces que retrasaron el progreso chino por completo.

Más contemporáneas, tenemos las fotografías de Birdy Chu (instagram) que recuerda la retrocesión de Hong Kong por parte del Reino Unido a la República Popular China. En 2022 se celebró el 25º aniversario del hecho. Un tiempo en el que la antigua colonia ha seguido evolucionando y sufriendo cambios. Con no poca incertidumbre. Es la mitad del tiempo que ha de transcurrir hasta que se acabe lo de «un país, dos sistemas» y quede totalmente integrada en la China continental. Y eso supondrá el final de los restos de democracia que quedan en la ciudad y su territorio circundante.

En un ámbito muy distinto, y mucho más íntimo, tenemos las fotografías de la pareja de fotógrafos Liu Ke y Huang Huang (instagram). Una pareja que se encontraron y decidieron que eran cada uno el espejo del otros. Viven y trabajan juntos. Y durante un par de años realizaron una serie de dípticos, cada día cada uno tomaba una foto del otro, quedando emparejadas, como símbolo de esa relación y de ese sentimiento de verse reflejado en el otro. Está bien, oye.

Por lo demás, algunas recomendaciones que proceden de mi suscripción a Photosnack. Estas… como las recibo directamente en el correo electrónico, no me las pierdos.

Me lo pasé bien contemplando las formas geométricas, y al mismo tiempo caprichosas, de los cristales de hielo en la nieve del fotógrafo Alexey Kljatov.

Dedicó una publicación a Flor Garduño, una excelente fotógrafa mejicana que explora las vida de los indígenas mejicanos.

Y en la línea de los muchos y buenos fotógrafos documentales italianos que han trabajado en las calles de sus ciudades, tenemos las fotografías del napolitano Francesco Verolino. Para el aficionado a este tipo de fotografía, quizá convendría que conociese el blog del fotógrafo… en italiano, eso sí. A mí no me viene mal, pero no sé al resto.

[Recomendaciones fotográficas] Obituario de Gonnord y algunas cosas más

Fotografía

Hoy es el Día Mundial de la Fotografía Estenopeica (Worldwide Pinhole Photography Day), y algunos aficionados de Zaragoza lo hemos celebrado juntos. Ayer realizando la toma de fotografías. Y hoy con revelados y demás. Pero de eso iré hablando a lo largo de la semana que viene. De momento vamos con algunas recomendaciones fotográficas recogidas durante esta semana.

La primera de ellas es un obituario del que me enteré en primer lugar en Clavoardiendo, aunque luego apareció en distintos medios y foros de fotografía. Falleció hace unos días el fotógrafo Pierre Gonnord (1963 – 2024), francés, pero afincado en España desde hace unos 25 años, año más, año menos. En alguna que otra ocasión he visitado alguna exposición de este fotógrafo, creo que en PhotoEspaña. El caso es que he contemplado en diversas ocasiones sus retratos, tanto en exposiciones, como en publicaciones. Unos retratos muy característicos, con un estilo que recuerda en gran medida la iluminación y los retratos pictóricos de los pintores flamencos de los siglos XVI y XVII. Era joven todavía. Podría haber dado todavía mucha guerra en este arte. Una pena. Pero es lo que hay.

Entre las muchas cosas que tenía para este fin de semana, he encontrado un ratito para pasear por la orilla del Ebro, donde me he entretenido con unas currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) que evolucionaban en los arbustos y los árboles entre el puente de Piedra y el puente de Hierro.

En Another Magazine dedicaron una entrada a Peter Hujar. Hujar también fue un destacado retratista. Y fotografía a muchas figuras del mundo del arte y de la cultura en Nueva York. Y otras muchas personas de las culturas y colectivos más diversos de la Gran Manzana. En el artículo que he mencionado se pueden ver algunos. Creo que es un fotógrafo, ya fallecido hace varias décadas, que hay que conocer.

Volviendo a Clavoardiendo, me interesó el artículo que dedicó a la fotógrafa Ruth Lauer Manenti. Es una artista polifacética; no sólo fotografía, también dibuja. La fotógrafa centra sus últimos trabajos en la figura de su madre, también artista, a propósito de la enfermedad de la que falleció. Comprende retratos y fotografías del entorno vital de la madre, así como naturalezas muertas de los objetos que se encuentran en este entorno. Blanco y negro delicado. Poético.

En los boletines de Photosnack, me interesaron, primero, los colores de las fotografías botánicas del norteamericano John Grant y, en segundo lugar, los paisajes en blanco y negro, muy etéreos de Darcie Sternenberg, también fotógrafo norteamericano.

[Recomendaciones fotográficas] Ironías, oscuridades, solarizaciones y otras cosas

Fotografía

A pesar de que a mitad de semana empecé a experimentar problemas con mi agregador de noticias que me hicieron perderme muchos titulares, alguno de ellos quizás, sólo quizás, interesante, esta semana he podido acumular un cierto número de potenciales recomendaciones para este domingo de abril, en el que quizá disfrutemos de primavera, si el viento no lo impide. Las fotografías proceden de una caminata que hicimos ayer, de unos 12 kilómetros, entre el barrio de Santa Isabel y el de la Cartuja baja, en Zaragoza, caminando por los sotos de la ribera izquierda del Gállego y del Ebro.

En Oldskull nos hablaron de la obra de Martin Kollar, un fotógrafo eslovaco, que se centra en fotografiar personas comunes realizando tareas comunes pero en en situaciones o lugares poco comunes. Lo cual hace que se obra se maneje entre el absurdo, algunos dirían surrealismo, pero yo no, y un cierto grado de crítica social, sin mucha acritud, pero con cierto humor fino.Sus fotografías son directa, sin complicaciones estéticas, pero eficaces. Y creo que nos cuentan muchas más cosas de las que parece, especialmente revisadas en conjunto.

En Lenscratch podemos ver las fotografías y leer una entrevista realizada a la suiza Shari Yantra Marcacci. Esta fotógrafa suiza llevaba viviendo durante 18 años en Los Ángeles, cuando se trasladó a su Suiza natal como consecuencia de la pandemia de covid-19. En Suiza se llevó mejor que en EE.UU. Aun así le alcanzó, y le impulsó a realizar un trabajo en su tierra natal que mezcla, según nos cuenta, los sentimientos de pérdida, la nostalgia, la intimidad, y la oscuridad de los tiempos. Sus fotografías en blanco y negro, clave baja, con predominio de las sombras, me llamaron mucho la atención. Me cuesta mucho jugar con las sombras como aficionado a la fotografía, y con los espacios negativos en negro, a la hora de componer. Quizá por ello me admire de los fotógrafos que las emplean con habilidad.

Tengo varios libros de Mona Kuhn. Me gustan sus primeras obras. Aunque ahora hace un tiempo que le tengo un poco perdida la pista a esta brasileña de origen alemán que vive en Los Ángeles y que veranea en el suroeste francés. En Aesthetica Magazine han entrevistado a la fotógrafa y nos han mostrado una parte de su trabajo, retratos principalmente, realizados mediante la técnica de la solarización, lo cual nos lleva mentalmente a los tiempos de entreguerras, al surrealismo, a Man Ray y a su discípula Lee Miller.

En cuanto a lo que me llega a través de algunas de las suscripciones en Substack, me han gustado mucho los fotogramas de Susanne Helmert. Cuidado con la palabra fotograma. En el mundo del cine, y también en fotografía, es cada una de las muchas imágenes individuales que encontramos en una tira o en un rollo de película fotográfica o cinematográfica, impresas fotoquímicamente en la misma. Pero en el arte fotográfico es la técnica de impresionar con luz directamente el papel fotográfico, sin cámaras, sin ampliadoras, colocando sobre el mismo objetos opacos o translúcidos. Volviendo a Man Ray, él, más centrado en sí mismo, los llamaba rayogramas. En inglés no hay confusión, pues hablan en el primer caso de film frame y en el segundo de photogram. En cualquier caso, los fotogramas de Helmert, realizados con plantas, me han parecido muy elegantes y expresivos a la par que sencillos.

Y del Photosnack de Tomasz Trzebiatowski he seleccionado tres recomendaciones:

  • La primera, el trabajo de Yasuhiro Ogawa, muy expresivo, y que nos lleva de alguna forma a otras épocas, incluso si se trata de fotografía contemporánea.
  • La segunda, las suntuosas fotografía, retratos directos o ambientales, aunque también hay paisaje urbano e interiores, que la neerlandesa Marie-Jeanne van Hövell realiza con su medio formato sobre película.
  • La tercera, la fotografía documental en blanco y negro, con algo de paisaje y también retrato, de Marti Friedlander, una inglesa que inmigró a Nueva Zelanda, desde donde lanzó su trabajo, aunque ha recorrido bastante mundo.