Llevo unos cuantos domingos sin recomendaciones fotográficas. Cosas que pasan en las fiestas navideñas. Unas fiestas que cada vez me apetecen menos. No las llevo bien. Me descolocan. Y lejos de imbuirme de ese espíritu de amor y solidaridad que proclaman los anuncios publicitarios y las películas de Hollywood, no veo más que hipocresía de la mala. En fin. Pero vamos con algunas recomendaciones de estas semanas atrás, con algunas instantáneas realizadas durante los días navideños.

Magnum Photos nos avisa del fallecimiento de Constantine Manos (1934-2025), fotógrafo de la casa, del que no recordaba haber oído hablar, aunque reconozco haber contemplado y apreciado algunas de sus fotografías en alguna que otra ocasión. Un fotógrafo muy típico dentro de la agencia, y no es nada malo. Diverso. Blanco y negro y color. Reportaje clásico y otros más íntimos. Es una buena ocasión para revisar su obra. Especialmente, para mí, por mis gustos, la de color.

Nobuyoshi Araki aparece en dos ocasiones en las últimas semanas. En Another Magazine se centran en explorar las fotografías del kinbaku o shibari, la restricción con cuerdas de los movimientos de una persona, muchas veces con una intención erótica. A Araki se le ha acusado en ocasiones de misógino por algunas de sus fotografías eróticas más explícitas. Pero por otro lado, Leire Etxazarra, en alguna publicación en redes sociales que ahora no encuentro, creía que era su cuenta de Instagram, nos hablaba del Sentimental Journey, las fotografías de la luna de miel con su mujer. Igual ha sido en otro sitio donde lo han recomendado. Da igual. Un trabajo maravilloso, que contradice esa imagen de misoginia. Y tuvo una triste continuación, el Winter Journey, el libro sobre el duelo por la muerte de su esposa. Como digo, con estos libros sobre una mujer que obviamente lo marcó, me resulta difícil verlo como un misógino. Más como yokai travieso.

Hay lugares y épocas que generan fascinación. A veces por los valores que representan, otros por las contradicciones y los peligros. El Berlín dividido de la guerra fría es uno de esos lugares. Entre los gritos de libertad del lado occidental y la oscura represión del lado oriental. Por eso, cuando llegan documentos fotográficos de esa época, no puedo evitar fijarme en ellos. Como la propuesta que nos llega desde American Suburb X, de repasar el trabajo de Gundula Schulze Eldowy, fotografías realizadas en el lado oriental de Berlín entre 1977 y 1990. Por lo tanto, una época en la que ya se infiltraban los vientos del cambio que parecía que nunca llegaría.

Los preppers son un movimiento curioso. La gente que se prepara para un cataclismo global, que no dudan en pensar que va a llegar, con el fin de sobrevivir al apocalipsis. Cualquier análisis racional del asunto, y no pongo en duda en que una catástrofe podría llegar, aunque creo que los problemas, graves, irán por otro lado, nos hace ver que los preparativos que hacen probablemente serán de poca ayuda. Que la supervivencia sería más un poco cuestión del azar junto con habilidades concretas, o estar en un grupo con gente con esas habilidades, que permita ir tirando. La cuestión es que segúnda el tipo de catástrofe, igual no merece la pena sobrevivir. Pero el fotógrafo Charles Négre afronta el fenómeno, el de los preppers, no el de las catástrofes, con una mezcla de ingenio y humor, a través de naturalezas muertas y de fotografías de maquetas. Me ha parecido muy curioso. Lo hemos visto en LensCulture.


