Dentro de una semana me voy unos días por ahí. De vacaciones. Eso incluye poner a punto, y familiarizarme si es necesario con el material fotográfico. En el caso de que tenga alguna novedad. Y a veces el balcón de casa puede ser tan buen campo de pruebas como cualquier otro. Especialmente, si las temperaturas suben en el termómetro a la velocidad de la prima de riesgo, y sólo apetece activarse a últimas horas del día o primeras de la mañana. En cualquier caso, simplemente, algunas fotos banales. Totalmente banales.




